4ta Parte: No solo mi padre de 43 años le mete su vergón a mi esposita de 17 años. Ahora descubrí a mi madre masturbándola

Mi bella sensual y caliente madre masturba a mi rica y putita esposa en un gym. De nuevo el azar hace que las descubra sin que se den cuenta.
Para los que no han leído las otras 3 partes de lo que me ha sucedido con mi esposita (que recomiendo lo hagan primero antes de leer este relato), haré un pequeño resumen. Soy hijo único (22 años) de un matrimonio donde mi padre de 43 años es un alto ejecutivo de una empresa naviera, pero trabaja desde casa 3 días de la semana. Mi madre que es una belleza de 42 años (se cuida mucho con su nutritiva alimentación y las idas al gimnasio 3 veces a la semana), es una medica egresada de la Universidad de Chile y trabaja en la mañana en un hospital de alta complejidad en Viña del Mar y en la tarde en una consulta de su especialidad en una clínica privada.

Yo me case de 21 años muy enamorado de mi esposita de 16 años. Nuestros padres aceptaron si nosotros nos comprometíamos a terminar nuestros respectivos estudios. Yo la Universidad y ella la enseñanza media y después estudiar en la Universidad.

Descubrí a mi padre haciendo un 69 con mi bella esposita. Pasaron 4 meses y mi padre estaba metiendo su inmenso vergon hasta el fondo de la apretadita vagina de mi bellísima consorte. Ahora les voy a relatar como descubrí a mi bellísima madre gozando con la ya putita de mi jovencita esposa de 17 años.

Antes quiero hablar de mi relación con mi madre. Yo nací cuando ella tenía 19 años y mi padre 20. Y he sido el único hijo que han tenido. Nunca he sabido con certeza de poque no ha habido mas hijos y tampoco se si es que ella tuvo a no abortos espontáneos. Lo concreto es que siempre hemos sido muy unidos ella y yo. La vi como mi madre hasta los 9 años. A esa edad tuve mi primera erección viéndola. Me trastorné en el momento. No podía controlar a mi pene y seguía poniéndose más y más duro, mientras la veía cabalgando sobre el vergo de mi padre. En ese momento ella tenía 29 años, pero representaba a lo mas 22 años. Siempre ha tenido el secreto de la juventud a su lado. Estuve todo el momento que estuvieron ensartados viendo como lo hacían, disfrutaban, gemían, se chupaban, se arqueaban y acaban en una serie de gritos guturales aplacados y acallados por el intenso besarse cuando estaban en ese inmenso y grandioso orgasmo que yo vi en la oscuridad de esa puerta del dormitorio semiabierta. Tenia 9 años y ya nunca pude ver a esa maravillosa, bella e inteligente mujer solo como mi madre. Cada vez se me hizo mas difícil ir a su cama cuando mi padre se iba temprano en las mañanas y ella llegaba de sus turnos de noches que eran ocasionales y yo no iba a clases en esas ocasiones. Cuando eso sucedia, ella me acogia en sus brazos y me ponía delante de ella y me abrazaba por completo y nos quedábamos dormidos. Ella dormía siempre con una camisa de mi padre que era super delgada y holgada y nada mas.Por lo que podía sentir sus bellos y duros senos en mi espalda y a veces me pareció sentir su pubis y vagina rozando mis nalgas, pero cuando o me despertaba por ese roce, ella se separaba y seguía durmiendo tranquila. Eso fue hasta los 9 años. Y antes de eso sucedieron muchas cosas parecidas, pero nunca tuve una erección producto de mi madre y de su belleza. Lo que paso después de los 9 años con ella, lo contaré en otro relato. Ahora se trata de ella y de mi esposa.

Habíamos cumplido un año y medio viviendo casados cuando las descubrí. Mi padre ya se estaba culeando a mi esposita  varios meses en la ocasiones que podía. Yo lo sabía por el estado sexual en que encontraba a mi esposa cuando sucedía y por lo increíble que eran nuestros encuentros después que ellos tenían sexo.

A ellas las descubrí de la misma forma que descubrí a mi padre. De casualidad. Ellas iban al gimnasio de una cadena que tenia 3 locales en Viña del Mar. De preferencia iban de noche y se regresaban cuando ya cerraban el local. Eso era a las 23:00 horas pues el horario de esos locales estaban hecho para captar al máximo de clientes y funcionaban desde las 07:00 hasta las 23:00 horas.

Yo no sabía en verdad que ropa usaban cuando iban a hacer ejercicios. Yo suponía que sería algo sexy que se pegara a sus cuerpos pero que no dejaran nada al descubierto. Estaba muy equivocado. Ambas usaban un short muy corto que se le metía en su rajita y dejaba la mitad de sus nalgas al descubierto y para arriba un pequeño peto que se pegaba mágicamente a sus senos y sin nada abajo por lo que se les notaba claramente sus pezones.

Llegue ese día para darles una sorpresa y llevarlas en mi auto, porque cuando iban al gim se iban en Uber, porque quedaban tan rendidas que no deseaban manejar ninguna de ella. Eso era lo que decían cuando les preguntábamos mi padre y yo porque no se iban en sus autos.

Ya no quedaba nadie en el gim, solo la niña que hacia el aseo y la funcionaria que debía cerrar el local. Ambas estaban ocupadas en los quehaceres propio de sus funciones y alejadas del lugar de donde estaba mi esposita con mi madre. Estaban en el lugar de las bicicletas, donde se hacia cardio-bici. Pero en ese momento solo mi esposa estaba arriba de la bicicleta y mi madre al lado de ella y un poquito atrás casi al lado de su oído. Yo me encontraba en el 2do piso. Las podía ver perfectamente. Ellas estaban ensimismadas en lo que hacían y nunca miraron hacia arriba. Mi esposa pedaleaba muy rápido en su bicicleta y mi madre le decía cosas en su oído pues la veía mover sus labios. Y cuando eso sucedía me di cuenta que mi esposita cerraba sus ojos un instante y mordía su labio inferior.De lo que no me había percatado es que mi madre tenia su mano derecha metida por detrás de las nalgas de mi putita esposa y seguro que a lo menos un dedo estaba ensartada en su jugosa y estrecha vagina, ya que ella pedaleaba con mucha rapidez (El sillín tenia una altura sobre lo normal por lo que tenia que mover mucho su cadera para pedalear). No estuve mirando mas de 3 minutos como mi bella, rica y caliente madre masturbaba a mi esposita putita de una manera tal que nadie podía sospechar, si es que hubiese habido gente. Estaban en una posición del gim que ocultaba bien la mano de mi madre. La soledad del local, le dio la libertada a mi esposa tener un orgasmo muy potente y que le duro por lo menos 15 a 20 segundos de temblores potentes mientras seguía pedaleando por orden de mi madre. Se notaba por el movimiento de sus labios que le decía que no dejara de hacerlo. Cuando termino todo el climax de mi esposita bella, mi madre del alma saco su mano del trasero de mi esposa y le metió el dedo índice y anular en lo boca para que le chupara todos los jugos que habían quedado de su rica, apretada, jugosa y caliente vagina. Se miraron intensamente y lentamente empezaron a acercar sus bocas. En ese momento me aleje del ventanal de donde estaba mirando. No quise saber ni ver más. Estaba en shock y no quería ser descubierto. Espere 3 minutos exacto y baje al piso donde estaban ellas, llamándolas a viva voz para que pudieran reponerse y estar presentables, dentro de lo que se podía con esa vestimenta que llevaba al gim.

Cuando me vieron ambas estaban rojas y sudadas. Les dije…¡vaya que han hecho harto cardio como ejercicios en estas bicicletas! Están super rojas y sudadas. Está bien eso. Así el corazón se mantiene sano llevando la sangre a todo el cuerpo y en especial a donde mas lo necesita, el cerebro. Ambas se miraron y se sonrieron. Era obvio que eran sus vaginas las que estaban en ese momento llenas de sangre en todo su sistema capilar.

Cuando llegue a casa con ellas ya eras las 23:45 horas. Mi mujercita y yo nos fuimos a nuestra habitación. Mi madre apurada se fue a la suya. Apenas entramos, la tome bruscamente desde su estrecha cintura y la bese con furia metiéndole mi lengua con ansias. Ella respondió de igual manera. En 5 minutos estábamos teniendo un orgasmo simultaneo que casi parte nuestras columnas vertebrales. Fue hermoso quedar dormido apretada a esta bella y putita esposa mía, sabiendo que se la cogen mi padre y mi madre.

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