A los 11 Jugando a la «gomita» con mi primo y su amigo. parte 5
Enseñándole a Esteba, el amigo de mi primo, lo que puedo hacer con su «gomita».
Las primeras semanas de clases me quede solo con Miguel, mis primos ya se habían ido, así que durante la semana lamia las bolas y el pene de miguel y los lunes me penetraba 2 o tres veces después del colegio. comenzamos a crear códigos para cuando alguno de los dos quería sexo oral, el miraba hacia abajo o se agarraba la entre piernas, y yo abría la boca mirado su entre pierna y luego sus ojos repetidamente. solo teníamos encuentros sexuales en la casa. hasta que me llego mi primer periodo.
todo el resto de abril y mayo deje de prestar mi conchita, tenia miedo de que pueda pasar y me volví mas tímida, aun cuando mi prima me había explicado. a ninguno de mis primos le hizo gracia.
un día, en la escuela tuvimos un Bingo, participó toda la escuela y llegaron personas a jugar. las ultimas dos semanas, mi primo miguel junto con uno de sus amigos me habían comenzado a molestar, me levantaban la falda, me tiraban papeles o me decían «zorrita», y ese día no fue la excepción.
yo veía como Miguel le decía a Esteban cosas al oído, me miraban y se reían.
un poco mas a la tarde, mi primo jugaba a la pelota con sus amigos, mientras yo a las escondidas con los míos.
El colegio era grande y estaba en medio de terrenos llenos de arboles y monte a su alrededor, muy cerca del colegio, colindaban como casas abandonadas como si lo hubieran construido sobre ellas.
yo me escondía tras los arboles o en los cimientos de las casas, luego de jugar un rato encontré un buen escondite, ya que había logrado entrar a una de las habitaciones, estuve ahí un rato hasta que escuché a alguien entrar y pensé «que rápido me encontraron»
escuche unos murmullos y un shhh. unos pasos mas y Esteban entro por el mismo agujero que entre yo, y dice
-aquí esta- murmurando
pasa a la habitación y detrás le sigue Miguel. Ambos sudaban con sus pelos erizados y la respiración aun agitada, Miguel tenia un buzo negro y polera celeste. Mientras Esteban era casi del mismo porte que Miguel, a pesar de ser un año menor, era flaco y cabezón, con la piel bronceada y pelo negro, Tenia un short negro adidas y una polera de la selección.
Ambos me miran y se ríen, y yo les digo Shhh, ya que me estaba escondiendo, pensé que eran muy molestos y que me descubrirían por su culpa, grato error.
los dos comenzaron a hacer esa seña que hacia miguel cuando quería que se las mame, agarraban sus paquetes y me miraban y yo sonreía, me parecía gracioso. hasta que Esteban se bajó el short y me mostro su pene flácido, era la primera vez que veía pelo ahí, supongo que era obvio ya que él ya tenia las piernas peludas.
de inmediato Miguel le siguió, él estaba casi duro, con la cabeza brillando de preseminal, y se comenzaron a reír mientras agitaban su miembro.
yo los ignore, y mire hacia afuera a través de una pequeña rendija para verificar si ya habían encontrados a todos. Sentí un fuerte tirón de pelos , me volteo y era Miguel quien tironeaba hacia abajo mi cabeza, y me dice con un tono de tristeza:
-solo la puntita, hace rato no lo haces
y seguía tironeando.
así que le digo
-ya solo la puntita. -así es, yo igual quería. y le digo- pero esta tu amigo, y me dice:
– si ya se va. – y le hace un movimiento con sus manos.
yo me hinco, acomodo mi pelo y veo su pene frente a mi, el olor a pene sudado y orina que desprendía su cabeza a esas alturas solo me invitaba a metérmelo a la boca y saborear, tomé su pene flácido y caliente con mis manos y me puse su cabeza en la boca, ese sabor indescriptible a orina y preseminal invadió mi boca, use mi lengua, pasándola por cada esquina y orilla de su cabeza, y sentí como un liquido salía de a poco de su uretra, y su pene comenzaba a agrandarse dentro de mi, comencé a mamar mientras agarraba sus bolas sudadas que reposaban sobre su bóxer, y Miguel acariciaba mi pelo y gemia despacio.
yo mamaba con los ojos cerrados mientras escuchaba unos pasos acercándose, Miguel me la saca de la boca y veo el pene erecto de Esteban, a sus 12 años su pene era casi tan grande como el de Miguel, solo que un poco mas moreno y levemente doblado hacia un lado.
Miguel me mira y dice,
-mamaselo un ratito -con vos de guagua,
Esteban repite -Es solo un ratito, con el mismo tono que Miguel.
Miguel tenia agarrada mi cabeza y comenzó a empujar su pene contra mis libios chocándome con su punta . yo un poco molesta digo, ya solo un ratito. y esteban dice:
-Biiieeen!!!
Pronto cambian de lugar, Esteban se levanta la polera y veo su estomago plano, y unos pelos cortos pero abundantes rodeando su pene frente a mi. ya estaba con la cabeza rozada e hinchada de la excitación, tenia menos olor y sabor a orina pero si un fuerte aroma a pene. yo aun estaba agachada, así que agarro su miembro con mi mano y lo masturbo despacio mientras llevo mi mirada hacia la suya, sus ojos café me veían a medio cerrar, mientras su boca abierta tiritaba. y procedí a meterme su cabeza en la boca, nuevamente use mi lengua para llegar a todos los rincones de su cabeza, mientras lo masturbaba con delicadeza, abro la boca y siento como su pene grueso se desliza suavemente en mi lengua y labios hasta que ya no entro mas, podía sentir su olor en la punta de mi nariz, su olor a pene, hasta el momento era el que mas me había provocado calentura y deseo.
moví mi cabeza para meter y sacar su grueso y suave pene hasta que de pronto siento que sus piernas tiritan y comienza a dar gemidos que intentaba contener, y su semen comenzó a caer en mi boca, el primer chorro fue extremadamente fuerte, me llego a la garganta y lleno mi boca, el segundo perdió fuerza pero no tenia donde dejar así que me lo comencé a tragar, chorro tras chorro hasta que paro, me lo saco de la boca y lo veo con cara de sueño, y se comienza a reír, pronto mi primo dice:
-Abre, abre,
siempre decía eso cuando iba a acabar, así que abro la boca y saco la lengua, y el afirma su cabeza en mi lengua mientras su leche comienza a salir y llenar nuevamente mi boca
– eso, si, oh, -decía mientras veía como yo cerraba la boca y se la comenzaba a mamar mientras seguía acabando -que linda te ves así- me dice mientras empuja su verga suavemente hasta que paro de acabar y me la saca.
los chicos se hablan al oído, se ríen y se van dejándome sola, ahí es cuando siento que tengo la choncha húmeda, y pensé en Esteban, busco en mi bolsillo unos chicles de menta que mi prima me había regalado y me voy directo al baño.
mis amigos seguían jugando, pero yo debía tapar el olor a semen, y pronto volví a jugar con ellos como si nada, hasta que oscureció y todos nos fuimos. El bingo estuvo bueno, por primera vez.
Ese fin de semana no paso nada con mi primo, pero pense mucho en Esteba. hasta que llego el Lunes. Ambos me seguían molestando durante los recreos, mas que antes, hasta que durante el almuerzo, me quitaron una bolsas con uvas que me iba a comer y se fueron corriendo, como vieron que no los seguí, a la distancia hacían gestos y muecas, no les hice caso, hasta que comenzaron a poner la manzana en su entre pierna y a puntearla, ahí pude notar que ambos se les marcaba un poco el pene sobre sus pantalones de colegio. y los salí persiguiendo, pero como tenia puesto el jumper, me costaba un poco correr, pero ellos se detenían hasta que estaba a punto de alcanzarlos. hasta que llegamos tras unos arboles y matorrales.
Esteban tenia las uvas medias aplastadas y me dice: -quieres?
y le dije que me las diera, pero se baja el pantalón, tenia su pene duro, saca una uva y se la pasa por el pene,
-aun la quieres?- me dice
y yo respondo, -si, no me da asco.
y me la como, paso otra mas por la orilla de su pene y yo me lo comí, Miguel comenzó a hacer lo mismo, hasta que escuchamos a uno de los profesores decir
-que hacen ahi chiquillos?
nosotros salimos de las matorrales y pasamos el cerco, y le dijimos que estábamos conversando y comiendo uvas.
el profe dice que no podemos pasar el cerco y que tengamos cuidado con los matorrales, y Esteban dice en vos baja,
-tenemos que encontrar otro lugar.
Woooooooowww! rico relato como siempre!