A los 14 años embaracé a una chica

Al cabo de unos minutos, comencé a sentir que el semen salía al tiempo que llegaba a mi orgasmo..
Cuando tenía 14 años estaba en una escuela privada que tenia varios grados académicos, desde kinder hasta prepa. La prepa y la secundaria etaban juntas, y solo las separaba una barda. Era una escuela católica, así que la moral era muy rígida entre los profesores y el personal que laboraba. Sin embargo, había un lugar en el que las parejas se metían a tener relaciones sexuales del lado de la prepa.  Decían que en ese lugar iban las parejas a tener sexo, incluso se podía tener relaciones casauales con las chicas de la prepa que buscaban una aventura.

Un día, decidí irme de pinta de las clases y saltar la reja que divide a la prepa de la secundaria. Me había contado un compañero que fue a la prepa y se había cogido con una chava de segundo año. Como en ese entonces yo estaba ansioso por tener una relación sexual, decidí ir y probar suerte.  Y vaya que tuve suerte.

Esperé un rato donde me habían dicho que estaba el baño, y de repente llegó una chica que estaba buena. Buscaba una relación casual. Y entonces me dijo: «creo que eres muy pollito para estar en la prepa, seguro te saltas la barda para venir aquí a coger, ¿verdad?». Le contesté: «Sí que comes que adivinas.» Y ella dijo: «Pues hoy es tu día de suerte mi rey, porque de seguro es tú primera vez, y quieres estrenarte. No te preoupes, no te voy a hacer nada malo.»

Después, ella pusó sus brazos alrededor de mi cuello, y me comenzó a besar, de una manera que ninguna chica lo había hecho hasta ese momento. Yo le devolví el beso, y luego me susurró a la oreja: «ya siento tu verga bien paradita, y lo que más deseo es tenerla para mí sola.» Entonces se agachó y abrio el cierre de mi pantalón, saco mi pene y lo comenzó a chupar como si fuera un dulce. Yo ya sabía que era el sexo oral, pero no lo había practicado, y aunque estaba algo nervioso, era delicioso. Comencé a sentir muy rico, y el placer fue aumentando a medida que ella seguía chupando mi verga. Al cabo de unos minutos, comencé a sentir que el semen salía al tiempo que llegaba a mi orgasmo. Fue maravilloso, pero mi pene seguía erecto, deseando lo que seguía.  Ella se puso de pie, se bajo las bragas y se subió la falda. Cuidadosamente llevó mi verga hacia su panocha y comencé a penetrarla. Fue una sensación deliciosa. Comencé a sentir más rico todavía que cuando ella me hizo el oral. Instintivamente comencé a subir y bajar bombeando dentro de su vagina mientras sentía como poco a poco llegaba un rico orgasmo. Mientras, ella gemía y yo la besaba en el cuello.  De repente, sentí como venía otra descarga de semen dentro de ella, mientras sentía el orgasmo más rico de mi vida. Ella soltó un grito, que pareció que lo habia escuchado toda la escuela, y yo saque mi pene lo más rápido que pude.

Pero seguía erecto, y ella parecía que quería más. «Quiero más, otra vez», me dijo al oído.  Entonces se lo volví a meter y volví a bombear dentro de ella, como su panocha todavía estaba húmeda, mi verga se deslizaba sin problemas y el placer fue aumentando mientras la arrinconaba contra la pared del baño. Sentía cada vez más rico, y cada vez más rico, hasta que en el momento del orgasmo ella me dio un beso en la boca que amortiguó su grito mientras sentía como mi verga se vaciaba dentro de su vagina.  Fue una experiencia única.

Estuvimos en ese jale por más de una hora, y yo debía regresar a la secundaria. Metí mi verga otra vez y me subí el cierre del pantalón mientras ella se acomodaba la ropa interior y la falda. Me fui hasta la barda que había brincado, y ya era hora del receso cuando regrese.  Sin embargo, varias semanas después me enteré de que una chica de la prepa estaba embarazada, y como era una escuela religiosa, pues era un escándalo. Investigué un poco, y resultó que era la chava con la que había cogido dentro del baño de la prepa. En plena clase había salido al baño a vómitar. Sin embargo, también supe que había abortado de manera espontánea y había estado en el hospital porque le practicaron un legrado.  Me asusté mucho, y a partir de entonces usé condón en las relaciones sexuales que tuve después, incluso desvirgando a alguna que otra chica.