Abuelo nudista caliente no pierde tiempo

El abuelo aprovecha cualquier oportunidad para coger.
Un hombre llamado Juan de 69 años, viudo, de dinero, pone un anuncio vía internet, en una página exclusiva de empleo, para pagar a mujer como enfermera privada que lo cuide ya que, aunque aún se conserva muy bien fisicamente, le han diagnosticado de vértigo. Juan por miedo a una caída, que puede suceder en cualquier momento, prefiere tener compañía ante una eventualidad o emergencia con el fin de que haya alguien que por lo menos le ayude a levantarse, que le de sus medicamentos, que llame a la ambulancia, etc.

Juan es un hombre con un estilo de vida nudista, alto, gordo, peludo, culón, moreno, cabello negro pero ya con bastantes canas y una verga sin circundar larga y gorda sobre todo. Quedó viudo cuando cumplió sus 65 años de edad, por lo que hace 4 años no se ha hecho de una nueva pareja; como Juan tiene dinero, lo que hace es pagar a putas que lo satisfagan muy de vez en cuando un par de horas pero vuelve a quedar en soledad; sin embargo, al diagnosticarle el vértigo prefirió no volver a tener sexo por lo que esta urgido de soltar el animal que lleva dentro a parte de las ganas que  tiene de sentir una panocha o culo caliente para descargar la leche que lo tiene con dolor de testículos.

Al segundo día de haber puesto el anuncio, aparecieron varias candidatas por lo que procedió a escoger a tres para entrevistarlas; las citó el mismo día pero a diferente hora. Juan, para no atemorizar o cohibir a las entrevistadas con su desnudez procedió a hacerlas pasar con solo una bata, ni siquiera usaba sandalias o pantuflas, es más, ni ropa interior, al ser nudista no usaba nada. La primera llegó a las 10am, una mujer de 55 años con mucha experiencia pero que parecía como que estuviera enferma, muy delgada y algo demacrada; Juan pensó que como le podría ayudar esa mujer a levantarlo en caso de una caída siendo el tan alto y gordo. La segunda mujer llegó a la 1:30pm, al entrevistarla notó que estaba muy buena pero comenzó a poner condiciones de pago, varios días libres y que si le daba permiso de llevar a su esposo; Juan pensó que tampoco le servía ya que necesitaba una mujer que durmiera en el lugar de trabajo y que estuviera pendiente de él siempre, con solo un día libre y que para eso el salario sería muy bueno, menos de que llevara a otro hombre a su casa. La tercera mujer llegó a las 5pm pero llegó con sus dos hijas, una de 9 años y la otra de 12 años; la mujer era un joven, y en belleza y cuerpo una diosa, tenía 10 años de experiencia cuidando adultos mayores y, como acaba de perder su trabajo anterior y siendo una madre soltera, le urgía obtener el trabajo para poder mantener a sus hijas.

Juan pensó que la tercera mujer era indicada, no solo por estar rica sino porque venía con un bono, dos hermosas hijas, estas podían ayudar a su madre a cuidarlo y como de por sí la casa era muy grande, no había problema en dar una habitación cada una. Juan comenzó hacerle varias preguntas de rutina pero disimuladamente abría las piernas dejando ver su vergota gorda y unos huevos peludos que le colgaban. La mujer algo nerviosa de que sus hijas lo vieran contestaba con voz temblorosa pero ella sabía que debía aceptar lo que Juan le propusiera, ella necesitaba ese trabajo. Juan le dijo que, tal y como lo decía el anuncio, el era un hombre con estilo de vida nudista y que siempre andaba en su casa desnudo 24/7, que si había algún problema; mientras tanto, ambas niñas se habían percatado de ese vergón que Juan se manejaba, la niña mas pequeña se ponía reír tímidamente pero con la mirada siempre fija en la verga; la hermana mas grande volteba la mirada disimulando que no había visto nada pero constantemente su mirada siempre iba directo a la verga con ojos de deseo. La mujer respondió que no había problema, que las niñas eran muy discretas y que ellas estarían en lo suyo. Inmediatamente Juan, por probarla, le hizo otra pregunta «¿Durante estes en mi casa necesito que también andes desnuda, tendrías algún problema?», la mujer respondió algo preocupada «bueno, por mi parte haría lo necesario por el trabajo, la verdad lo necesito pero me preocupan mis hijas»; Juan haciendo cara de duda le dice «me parece muy bien y te aseguro que el salario es sumamente bueno, yo sé que los requisitos que pongo no son muy comunes, es decir, son algo especiales, pero no te arrepentirás; pero hay otra cosa, yo no tengo problema en recibirte con tus hijas y tengo una habitación para cada una pero el estilo de vida que llevo en esta casa y en honor a mi mujer difunta que también era nudista, quiero que todos en esta casa anden desnudos, ¿tus hijas podrían andar desnudas en la casa?». La mujer quedo un rato pensando, miraba a las niñas y luego al hombre y responde «eso es lo que me preocupa, ellas se han bañado juntas y a mi me han visto desnuda pero nunca han visto desnudo a un hombre, no sé, tendría que pensarlo»; Juan haciendo cara de que no la escogería le dice «bueno, no te preocupes entonces, ya vinieron otras dos postulantes en la mañana y esta noche tomaré mi decisión entonces»; la mujer por temor a que no la escogiera reaccionó, Juan no había terminado de decir la frase cuando ella le dejo «pensado bien, no hay problema, andaremos desnudas, tal y como usted lo pedí, no se preocupe que sus reglas se cumplirán».

Juan muy satisfecho, se decidió por la tercera mujer junto con sus hijas  y le dijo si podía comenzar al día siguiente a las 7am, la mujer entusiasmada  le agradeció muchísimo y se marcho con sus hijas a su pequeño apartamento a empacar para regresar mañana y comenzar a trabajar. Juan por otro lado, quedo contento porque sabía el banquete que se iba a pegar, contrató a una pero le llegaron tres, el combo perfecto. Al levantarse del sillón para despedir a la mujer y a sus hijas para acompañarlas a la puerta, Juan sintió en sus piernas, que le bajaba por ellas, hilos de líquido preseminal, Juan se había excitado al notar como las niñas veían su verga de solo pensar como se cogería a las tres ya estaba calentandose.

Llegó por fin el día siguiente y muy puntual estaba la mujer tocando la puerta de su casa junto con sus hijas. Juan abrió la puerta pero esta vez completamente desnudo dejando ver su vergota semierecta con los huevotes colgando y les dice «hola hermosas, bienvenidas pasen» las tres un poco sonrojadas pasaron y Juan les dice «siganme, les voy a mostrar sus habitaciones» y dejando ver su culo gordo peludo les fue mostrando una a una cada habitación. Una vez que cada una estaba acomodada en su habitación respectiva, les dijo «a partir de ahora les agradecería que anden desnudas, si quieren desempaquen sus pertenencias aunque,  durante estén en esta casa la ropa no la van a necesitar». Juan se fue a la sala a leer el periódico matutino tomando un café cuando, a los 35 min aproximadamente, aparece la mujer completamente desnuda dejando mostrar unas tetotas redondas con pezones algo gruesos color moreno, un culo de ensueño y una panocha peluda pero recortada, la mujer era morena de pelo negro lacio y largo, Juan hasta se babeaba de solo verla y le dice:»Ana, ven te mostrar el resto de la casa para que la conozcas»; así anduvieron por toda la casa desnudos, cuando llegaron a la habitación principal en el segundo piso, que es donde duerme Juan la mujer vio una recamara muy hermosa, muy grande, alfombrada, con walking closet y un baño inmenso. Cuando Ana entro a ver el baño, Juan se asomo por la ventana que daba a un bello jardín y vio a las hijas de Ana desnuditas metidas en la piscina, la niña de 9am era morenita, del color de piel de la madre, un culito levantadito, apenas medio se le veían las tetitas que ya le iban a comenzar a crecer, una panochita abultadita; la hermana de 12 era mas blanquita, pelo negro corto, unas tetas ya crecidas con aureolas rosadas con los pezones del mismo grosor de la madre, un culo grande y una panocha ya con pelo. Las niñas jugaban dentro de la piscina y Juan le dice a Ana «mira a tus hijas ya están metidas en la piscina, no esperaron ni siquiera a que almorzaran primero», Ana con mucha pena le dijo a Juan «ay señor que pena, estas niñas me desobedecieron, les dije que primero pidieran permiso, dejeme irlas a sacar de ahí». Juan le dijo «al contrario Ana, aprovechemos que están ahí y duchemos en mi baño», Ana le dijo «pero señor, nosotros dos juntos», Juan le dice «pues claro mujer, para eso te contraté, debes ayudarme a bañar, imagínate que me de una crisis de vértigo y me caiga en la ducha y me quiebre un hueso», Ana le responde «si es cierto don Juan que pena, tiene razón, vamos». Juan logrando su cometido, se metió a la ducha con Ana, el agua caía tibia y Ana lo comenzó a enjabonar, conforme pasaba el jabón, la esponja y las manos sobre el cuerpo de Juan, este comenzó a tener una erección, si ya la verga era grande dormida, erecta era descomunal. Cuando Ana terminó de bañar a Juan, esta le ayudo a sacarlo de la ducha con cuidado para que no resbalara, al llegar al lado de la cama, ambos completamente mojados, Juan empujó a Ana a la cama, esta cae sobre ella boca arriba de piernas abiertas dejando ver ese panochon y Juan le dice «vi como quedabas viendo mi verga en la ducha, ¿la quieres?, vas a ver lo que es una buena verga», Ana le dice «no don Juan, no, no lo haga, eso no estaba en el contrato», Juan tomándola fuertemente de la cintura y restregando la punta de la verga sobre su clitoris le dice «no, no esta en el contrato pero si te dejas coger, agregaré a tu salario un 30% de mas por cada culiadaaa», Ana no muy conforme dejo ser cogida por Juan ya que necesitaba ese dinero y accedió.

Juan dejo caer todo su cuerpo gordo peludo y alto sobre el cuerpo de Ana, dejándole ir la verga bien lubricada de liquido preseminal sobre su panochon, Ana estaba lubricada al sentir un cuerpo caliente de un animal con mucho tiempo de no culiar por lo que la verga entro fácil y resbaladita. Ya tenían 20 minutos de culiar en posición de misionero cuando Ana le dice a Juan «don Juan pare ya, mis hijas pueden subir en cualquier momento», Juan le dice, «no importa Ana, si ellas nos ven, deben saber que esto es muy natural, no deben de asustarse», pero muy adentro Juan sabía que pronto sería el turno de cada una de ellas. Ana gritaba tras las embestidas que le daba Juan, este se había puesto de cuclillas con la verga metida en la panocha de Ana y esta con sus piernas a los hombros, tac tac tac, sonaban  los guevotes al chocar con el culo de Ana. Tenían ya 30 minutos de culiar cuando Juan se acostó boca arriba y le dijo a Ana «vamos siéntate en ella, cabalga», Ana muy obediente se subió en su verga y brincaba como loca y gimiendo mientras sus tetotas redondas rebotaban por cada embestida que se daba ella misma con esa verga. Al tener una hora de estar culiando, ambos sudados a mas no poder y extasiados, Juan pegó un alarido de satisfacción al sentir como salía uno, dos, tres, cuatro, cinco chorros de leche, mientras Ana se había tenidos 7 orgasmos, tuvo su numero 8 al sentir la leche caliente de Juan pegando en las paredes de su vagina.

Cuando terminaron, regresaron a la ducha para volverse a bañar, en la ducha volvieron a culiar de pie, esta vez Juan se vino mas rápido y Ana le limpio la verga dandole una buena mamada. Salieron de la ducha, se secaron y Juan le dice «Ana, por favor ve a preparar el almuerzo», Ana le dice «si señor, voy a llamar a las niñas para que salgan, se sequen y me ayuden con el almuerzo». Ana llamó a las niñas, y estas aparecieron mostrando sus cuerpos hermosos desnuditos, Juan al verlas, tuvo otra erección y sin dejarlas de ver, se sentó en la sala y prendió el televisor. Ana le dijo a las niñas «niñas, vayan a secarse y vayan a la cocina para que me ayuden a preparar el almuerzo», las niñas salieron de nuevo al jardín donde tenían sus toallas para secarse. Ese día almorzaron con normalidad, la tarde también transcurrió con toda normalidad pero cuando llegó la noche…..

Continuará……