Adán y Eva 4
Finalmente casados. .
Adán no lo sabe, no sabe que somos hermanos. Será que por éso sentía ésa atracción genital, lo sentía parte de mi y yo de él. Sentíamos lo mismo, esas sensaciones en mi estómago, hasta el deseo más pasional. El querer estar con él, el sentirlo mío desde el primer día que lo conocí. No sabía que me pasaba en ese momento, pero si hubiera podido dormir con él y coger con él, lo hubiera hecho.
Ahora estoy embarazada y no sabe que somos hermanos. Qué hago, le digo o no? Si le digo a lo mejor no va a querer casarse, pero no me importa casarme, quiero vivir con él, vivir juntos como siempre quisimos. Ahora por un prejuicio no podemos vivir juntos?
Adán y Eva eran hermanos y tuvieron muchos hijos, incluso sus hijos tuvieron hijos entre ellos, hermanos con hermanas y quién sabe si el padre con las hijas.
No, tengo que decirle, pero cómo? Cuando?
– De verdad me amas? – le pregunté mientras hacíamos el amor, debido al embarazo tenía el mayor cuidado conmigo, aún cuando la matrona dijo que no era problema tener sexo durante el embarazo.
– Con toda mi alma –
– Cuantos bebes te gustaría que tuviéramos? –
– Muchos – dijo riendo.
– Y a ti cuantos te gustaría tener? – dijo mientras hacíamos el amor lentamente y eso me gustaba mucho.
– Todos lo que tu quieras – dije, era una conversación muy profunda, muy importante para mí y para él.
– Ya veremos, cuantos podemos alimentar – dijo riendo nuevamente.
– Te gusta hacer el amor conmigo? – le pregunté.
– Si, mucho, te amo –
– A mi desde que te conocí quise estar así contigo –
– De chica? De los 8 ? –
– Si, a ti no te pasó lo mismo? –
– Si, me hubiera gustado haber hecho el amor contigo cuando te conocí, la primera vez –
– A mí también, por eso no puse ningún problema cuando me tocaste por primera vez, lo deseaba y era tuya –
– Si, esa tarde en el mirador, si hubiéramos estado sólo, lo hubiera hecho –
– Yo tenia 10 y deseaba que lo hicieras, que me cogieras ahí mismo, no me importaba nada más –
– Si, pero yo tenia 14 y tu eras una niña –
– Hablando de niñas, no sentiste algo parecido con mi hermana? –
– Pero si ella si que era chica en ese tiempo –
– Pero ahora, qué sientes por ella – quería saber si esa atracción genital también lo sentía por ella, también eran hermanos.
– La amo, es linda, es entretenida, somos muy amigos, es como una hermana para mí –
– Harías el amor con ella –
– Porqué preguntas éso? –
– Porque quiero saber tus sentimientos para con ella –
– Ya te dije la amo como si fuera mi hermana chica –
– Como los he visto jugando entre ustedes, haciéndose cosquillas y demás –
– Estás celosa de tu hermana? –
– No, no me vas a creer que lo entiendo, me gusta ver lo bien que se llevan –
– A qué viene tanta pregunta? – dijo deteniéndose.
– Antes siempre soñé con casarme contigo, tener una familia… –
– Ahora no quieres? –
– Si, es lo que más quiero, sólo depende de ti –
– De mí? Pero si sabes que siempre lo he querido, primero hacer el amor, así como ahora, y después de terminar mis estudios, el próximo año, casarnos. Ahora que vas a tener un hijo mío, con mayor razón –
– Hay algo que tu no sabes y tengo que decírtelo –
– Aver, qué pasa? – preguntó sacando su miembro y sentándose en la cama.
Acomodé unos cojines en mi espalda y me senté apoyando mi espalda en ellos.
– Lo que voy a contarte lo supe hace poco, no sabía si contarte o no, no sabía como ibas a reaccionar –
– Qué cosa te contaron? Quién fue? –
– Escucha, somos hermanos – dije tomándole una mano.
– Pero porqué dices éso? –
– Ahora te voy a contar todo –
Después de que terminé se puso las manos en la cara.
– Sea cual sea tu decisión la voy a aceptar, te amo y te voy a amar siempre – le dije tomándole una mano.
– Yo también te amo y te voy a amar siempre, ahora con mayor razón sabiendo que eres mi hermana – dijo abrazándome besándome.
Me subí encima de el y lo llené de besos.
– Te amaba antes y ahora más, eres mi hermano, sangre de mi sangre – estaba muy excitada y me movía rápidamente.
– Yo también te amo más ahora – el embarazo pasó a segundo plano.
– Te gusta coger con tu hermana? – le pregunté morbosamente.
– Si, me encanta – sus manos amasaban mis pechos crecidos por el embaraza.
Acabamos riendo, casi llorando.
– Qué vamos a hacer ahora? – le pregunté.
– Lo tenemos pensado, casarnos –
– Pero somos hermanos y los hermanos no se casan, no entre ellos – dije.
– Tenemos distintos apellidos, legalmente no somos hermanos, podemos casarnos legalmente –
– Y si alguien dice que somos hermanos y que no podemos casarnos?
– Vamos a tener que conversar con todos, al final de cuentas no es nuestra culpa, todo lo contrario, somos víctimas del sistema –
– A quien le contamos primero? –
– A nuestra » hermana «, quiero ver cómo reacciona –
– Estoy de acuerdo, tápate que la voy a llamar – le dije. Me puse una bata u fui a buscarla.
Cuando volvimos, Adán estaba semisentado en la cama tapado hasta la cintura.
– Adán tiene algo que decirte – le dije, ella se sentó en la cama al lado de él.
Cuando Adán terminó de contarle ella se quedó mirándome.
– Si, somos hermanos, los tres –
Ella miró a Adán, enseguida bajó la ropa de cama dejándolo desnudo. Lo miró detenidamente y luego tomó su miembro y comenzó a moverlo.
– Qué haces? – le pregunté a mi hermana.
– Lo que siempre quise hacer, pero no podía –
– Y porqué crees que ahora puedes? Es mi novio –
– También es mi hermano, y si coge contigo también puede hacerlo conmigo – dijo montándose sobre Adán. Adán me miraba sorprendido y yo pensaba que ella tenía razón, sentía por su hermano lo mismo que yo sentí.
Con un rápido movimiento hizo a un lado su ropa interior, y se sentó sobre Adán dejando escapar un gemido. Luego comenzó a moverse cada vez más rápido hasta alcanzar su orgasmo. Yo en ese momento la abrazaba, sabía lo que estaba sintiendo.
– Estas bien ? –
– Si, déjame quedarme así un rato – yo la abrazaba y le hacia cariño mientras ella seguía sentada sobre Adán.
– Ya! – dijo. La ayudé a levantarse y bajarse de la cama. Se arregló la ropa y se fue.
– Cómo estuvo éso? – le pregunté.
– Bien, algo sorprendido pero bien –
– Pero estuvo rico? –
– Si, muy rico, era virgen –
– Te diste cuenta? –
– Si, espero que lo haya disfrutado –
– Si, lo hizo y será mejor la segunda vez. Creo que está tan sorprendida como tú. Lo importante es que esté de nuestro lado.
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