Adán y Eva 5
Aclarando las cosas. .
Mi hermana.
– Jose, quiero saber tu opinión – ella estaba haciéndose un sándwich, estábamos solas tomando desayuno.
– No sé – dijo sin mirarme. Era lógico, estaba confundida. A los 12 años su vida dió un vuelco.
– Entiendo por que estás pasando, estoy sorprendida igual que tú, además estoy embarazada –
– Estás embarazada? Cómo? –
– Hice lo mismo que tú, me dejé llevar por mi impulso primero y después por amor –
– Cuánto tienes? –
– Dos meses –
– Y que piensas hacer? –
– Nos vamos a casar –
– Pero si es nuestro hermano, no te puedes casar con él –
– Biológicamente, pero legalmente no somos hermanos –
– No entiendo – dijo ella.
– Terminemos el desayuno y te voy a contar todo –
– Entonces nosotras no somos hermanas? – estábamos abrazadas en la cama, ella acariciaba mi vientre materno.
– Si, somos hermanas, no tenemos el mismo padre pero si la misma madre –
– Y con Adán? No somos hermanos? No legalmente –
– Yo también podría casarme con él? Legalmente –
– Quieres casarte con él? –
– No, sólo pregunto –
– Supongo que no estás embarazada –
– No lo sé, sólo hace una semana que hicimos el amor –
– Que tonta de mí, no pensé en éso, sólo pensé que te gustaría hacerlo porque a mi me pasó lo mismo –
– Y si estoy embarazada? –
– Ni lo digas, no quiero ni pensarlo. Talvez no es demasiado tarde, desde hoy vas a comenzar a tomar anticonceptivos –
– Tu no tomas? –
– Si, hace 4 años, pero supongo que no son infalibles –
– Hace 4 años? A qué edad comenzaste a tener sexo con Adán?
– No sé, no lo recuerdo, pero a los 12 comencé a tomar anticonceptivos –
– Mi mamá lo sabe? –
– Que tomo anticonceptivos sí, de mi embarazo no le he dicho. Lo que más me encargó que no me embarazara –
– Voy a estar contigo cuando le cuentes, yo te apoyo –
– Bueno, pero saca la mano de mi pelvis –
– No te gusta ? –
– Si, ése es el problema –
– A mi también me gusta – dijo ampliando el radio de giro pasando su mano por sobre mi vulva.
– Me estas calentando –
– Así? – dijo rozando la yema de sus dedos en mi clitoris.
– Quieres que haga lo mismo? –
– Sí, eso quiero – ella me tocaba y yo la tocaba mirándonos a los ojos.
– Está rico – dijo. Una chica de 12 años, cualquier cosa relacionada con sexo es bien recibida, son muy escasas las posibilidades de algo así.
– Estás muy mojada – le dije.
– Tú también – yo me mordía los labios para no gemir.
– Quieres que me suba? – preguntó tímidamente.
– Tu quieres? – yo quería que saliera de ella.
– Si, un ratito, si? –
– Bueno –
Fue un momento íntimo muy agradable, no decíamos nada, sólo nos mirábamos y nos movíamos. Hasta que ella comenzó a gemir, a tiritar, me di cuenta que estaba teniendo un orgasmo, me moví más rápido y con más fuerza, como si la penetrara con mi clitoris, después de algunos estertores dejó escapar un gemido largo, yo también estaba teniendo mi orgasmo, un orgasmo dulce, diferente.
– Te amo – me dijo dándome un suave beso en los labios.
– Yo también te amo, devolviendole el beso con amor. Nunca había besado a una chica antes, ni lo haría, pero la jose era mi hermana.
Nos quedamos acostadas un rato más acariciandonos antes de irnos a la ducha. El lazo de amor con mi hermana ahora era el doble, la sentía como mía, como una hija.
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