Adoptamos una niña china
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Somos un matrimonio que como muchos no pueden tener hijos y como en este país, los trámites de adopción son interminables, mi mujer y yo, decidimos adoptar en el extranjero.
En China los trámites son relativamente mas fáciles que en España, así que fuimos a adoptar ahí, por medio de una agencia.
Mi mujer se llama Claudia, tiene 25 años y yo Manuel, y tengo 28, somo de Madrid, ambos trabajamos, o sea que cumplimos todos los requisitos que nos pidieron.
A los seis meses de iniciar el trámite, ya nos habían mandado fotos de nuestra hija, que se iba a llamar como mi mujer, Claudia, tenía dos años, una hermosa niña, que la adorábamos.
La fuimos a buscar, hicimos los trámites acá en España, y ya a todo lo legal es nuestra hija.
Con mi mujer al poco de tenerla ya con nosotros la habíamos visto como se subía sobre el posa brazo del sillón, y restregaba su vagina y gemía, se notaba que estaba disfrutando, que le gustaba.
Un poco preocupado la llevamos al médico, la examinó, y nos dijo que no era nada, que no le diéramos importancia.
Clau, que así le decíamos a nuestra hija, iba creciendo normal, ella nos reconocía como sus padres, pero esa costumbre de restregar su vagina contra el posa brazo del sillón, o contra todo lo que tuviera como una punta, seguía y cada vez mas seguido.
"Papi, me voy a bañar", me dice mi hija, entra en el baño, yo estaba solo, y la escucho gemir, eran unos gemidos fuertes, "Clau, estas bien?", le dije, pegado a la puerta sin entrar, solo escuchaba sus gemidos y pensando que le pasaba algo entro, y la veo tendida en la bañera, de piernas abiertas y se estaba acariciando su vagina con la mano, tenía los ojos cerrados, y la cara desencajada de placer, yo la quedé mirando, no podía creer lo que estaba viendo, ella abrió sus ojitos almendrados, y sin importarle que yo estuviera ahí parado, viendo lo que estaba haciendo, se siguió masturbando, "que haces Clau?", le pregunté, un poco asustado y sorprendido, "nada papi, me gusta", me dijo con la voz entre cortada por el placer.
Yo sin saber que hacer me fui y la deje sola.
Al rato sale del baño como si aquí no hubiera pasado nada, "hija, estás bien?", le pregunté, "si papi, por que?", me dijo, como si no hubiera echo nada, "hija, no te haz echo daño tocándote así como te estabas tocando?", le pregunté, viendo su cuerpo, cubierto por el albornoz, descalza, y su pelo mojado caer sobre su cara, "como si me hice daño?", me dijo con cara de no haber entendido lo que le quería decir, "ven hija que quiero ver una cosa", le dije cogiendo su mano y nos fuimos a su habitación.
La hice acostar sobre su cama, le quieté el albornoz, viendo su cuerpo de niña de 8 años completamente desnudo, le hice abrir sus piernas y empecé a ver su vagina, le abría los labios exteriores para ver si todavía era virgen, pero para mi sorpresa, veo como empieza a gemir al contacto de mis dedos, a abrir mas sus piernas, como se le estaba mojando el coñito, yo no podía creer lo que estaba viendo, "sigue papi, sigue tocándome", me decía entre gemidos y movimientos de su pequeño cuerpo.
Jamás había un coño así de mojado, como retorcía su cuerpo, el olor que le salía de su vagina, sentí como me pasa su mano por la mía, como me obligaba a seguir con mi mano en su coño.
Dentro de todo lo queme estaba pasando, acerqué mi nariz al coño de mi hija y se lo empecé a oler, era un olor tan delicioso, que sin darme cuenta le empecé a pasar mi lengua, a besar su vagina, los gemidos de mi hija eran casi gritos de placer pidiendo que siga, que eso le gustaba mas que nada.
Me acomodé bien entre sus piernas y le empecé a chupar el coño a mi hija ya sin mas ni mas, entre sus gritos de no pares, no pares, le levanté sus piernas y le seguí lamiendo su ano, es indescriptible verla disfrutar, gozar, gritar de placer.
Mientras seguía chupando su coño, le fui metiendo un dedo dentro de su culete, a lo que ella lejos de sentirse mal, me decía que lo meta todo.
Yo no se si mi hija se orino en mi boca o se corrió con tanta fuerza que me inundo la boca, temblaba sobre la cama, gemía, "que rico papi, quiero dormir", me dijo, cerrando sus ojitos y se quedó profundamente dormida.
Cuando se despertó, su madre no había llegado a casa aún, y le dije que jamás le diga nada a nadie de lo que habíamos echo, que si ella quería se lo iba a hacer todos los días.
Al otro día Clau viene del colegio, me saluda, pregunta por su madre y como no estaba, se fue a su habitación, y sale completamente desnuda, yo cuando la vi así, note como mi polla se ponía dura de inmediato, "que te pasa papi, que tienes ese bulto entre tus piernas?", me dijo, acercándose a mi, y pasando sus manos por mi polla, yo la miré, me baje el pantalón deportivo que tenía puesto, dejando que mi hija me acaricie la polla, le dije que se la pase por la cara, que le de besos, que se la meta en la boca y la chupe como un polo, cosa que Clau, mi hija hacía todo lo que yo le decía, nos fuimos a su habitación y la volví a lamer toda, su coño, su ano, a meter mi dedo en su culo, hasta que volvió a correrse como había echo ayer, y por supuesto me trague todo lo que de su vagina salió, me puse de rodillas entre sus piernas y empecé a pasar mi polla por su coño, a masturbarme, hasta que me corrí sobre su cuerpo, empecé con mis manos a pasar mi leche por todo su cuerpo, por su cara, metía mis dedos llenos de leche en su boca, "te gusta mi leche?", le decía, respirando agitado, mientras mi hija chupaba mis dedos impregnados en leche, "si, me gusta", me dijo sin dejar de chupar mis dedos, entonces le metí la polla en la boca para que limpie la leche que me había quedado, y la limpió sin hacer ninguna carantoñia.
"Este es nuestro secreto, verdad hijita?", le dije, sin dejar de acariciar su coño, "si papi", me dijo, besando la cabeza de mi polla.
Yo no podía creer lo que estaba haciendo con mi hija, pero el deseo y la lujuria era mas fuerte que mi respeto hacia ella.
Como mi mujer estaba en el turno de la tarde, seguimos con esos juegos, yo ya me corría dentro de la boca de mi hija y veía como le gustaba tragar mi leche y como disfrutaba corriéndose en mi boca con un dedo metido en su culete.
A la otra semana, mi mujer trabajaba de noche, así que le dije a mi hija de dormir juntos, y ella se puso a dar saltos de alegría, "vamos a dormir desnudos los dos juntos?", me dijo, "si cariño, bien desnudos los dos", le dije, pasando mi mano por entre sus piernas, que ella abrió para que le acaricie la vagina.
A la noche mi mujer se va y nos volvimos a quedar solos, sin decir nada Clau, mi hija se fue a la habitación y se desnudó, viniendo así, y nos fuimos a mi cama, nos empezamos a besar, yo la besaba con pasión, metía mi lengua en su boca, la acariciaba toda, ella gemía y me decía que me quería, yo me acosté boca arriba y la hice acostarse sobre mi al revés, y mientras ella me chupaba la polla yo le chupaba el coño y lamia su ojete, "Clau, cariño, no quieres que en vez del dedo, te meta lo que tienes en la boca en el culete?", le dije, intentando meter mi lengua en su ojete, "si papi, prueba de meterme esto", me dijo, besando la cabeza de mi polla.
Yo enseguida la hice bajar de encima mio y cogiendo la vaselina que uso con mi mujer, le unte bastante vaselina en su cerrado ojete, metiendo despacio un dedo, después otro, a lo que ella respondía con un gemido, puse una almohada y la hice acostar sobre ella, que levante bien su culete, empecé a pasar mi polla por su ano, la acomodé y muy despacio me deje ir, sintiendo como grito cuando su ojete se empezó a abrir y mi polla estaba entrando en su culete, "me duele papi", me dijo, "si cariño, se que te duele, pero aguanta un poco que ya casi la tienes toda dentro de tu culete", le dije y seguí metiendo mi polla, hasta que se la metí toda, escuchando como gemía de dolor mi hija.
Me quedé quieto, me fui dando la vuelta con toda mi polla dentro de mi hija, hasta quedar sentado en el borde de la cama, sentía como apretaba el ano, como me rozaba con sus pies, le empecé a acariciar el coño, despacito, le buscaba el clítoris con mis dedos, hasta que noto sus gemidos que ya no eran de dolor, eran gemidos de placer, se relajaba cada vez mas, yo le besaba la nuca, las orejas, buscaba su boca, la empecé a subir y bajar de mi polla, siempre con mucho cuidado, a medida que la acariciaba, su coño se mojaba mas y mas, la hacía subir casi hasta sacar la polla de su culete y la volvía a sentar, haciendo que se le meta toda de nuevo, a lo que ella respondía con gemidos de placer, "te gusta como papi te esta follando el culete?", le decía, sin dejar de mi polla dentro de su culo, sintiendo como su ojete se abría cada vez mas, que cada vez que mi polla entraba y salía de su ojete, mi hija se relajaba mas, "si papi, me gusta mucho, ahora ya no me duele", me dijo, recostando su espalda contra mi pecho, dejando que siga metiendo y sacando mi polla de su culo, "de quien es esta niña tan linda?", le decía, subiendo y bajando su cuerpo, "de mi papi querido", me decía, yo estaba que no daba mas, así que me volví a levantar, sin sacar mi polla de su culo, y la hice poner en cuatro, cogiendo sus caderas y follando el culo de mi hija con mas fuerza, "papi, pai, me viene eso que me viene cuando tu le das besos", me dijo, gimiendo de tal manera que yo le metí la polla lo mas adentro que pude y me empecé a correr como loco dentro del culete de mi hija, apretándola fuerte contra mi, sentía los corros de leche que salían con una fuerza tremenda de mi polla, mientras Clau se retorcía de placer.
Me quedé quieto, pegado a sus nalgas, respirando agitado, me temblaban las piernas, mi hija estaba como dormida, quieta, respirando relajada, le fui sacando la polla de su culete, le abrí las nalgas y vi su ojete hinchado, abierto, redondo, con rastros de sangre al igual que mi polla, ella estaba como ausente, relajada, dormida, fui al baño, traje una toalla y veo como le sale la leche de su ojete antes de limpiarlo, le limpie bien el culete, me limpie la polla y la acomodé bien en la cama, y así nos dormimos bien abrazados los dos y desnudos, mi hija y yo.
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