Adoptamos una niña china 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Así dormimos Clau y yo, los dos desnudos y bien abrazados, a la mañana la lleve en brazos a su dormitorio antes de que venga su madre.
Mientras mi mujer dormía, yo lleve a nuestra hija al colegio, "como estas Clau, te sientes bien?, le preguntaba en el viaje en coche, "si, aunque me duele un poco el culete", me dijo, la deje en el colegio y me volví a casa a trabajar.
Así Clau y yo mantenemos relaciones orales y anales todos los días, cada vez me gustaba mas ver su ano abierto, redondo, dilatado, como mi polla le entra toda sin ninguna dificultad ni causarle ningún dolor.
Todavía no quiero desvirgarla, aunque mas de una vez estuve a punto.
Nos bañamos juntos, la masturbo bajo el chorro de agua de la ducha, se puede decir que en la calle somos padre e hija, pero en casa Clau, mi hija adoptiva, es mi mujer.
Siempre hacemos cosas distintas, muchas veces nos hemos quedado viendo una peli con mi hija y ella la ve sentada en mi polla.
Hasta muchas veces he tenido que hacer un esfuerzo por cumplir con mi mujer.
Cuando Clau y yo estamos solos en casa, siempre vamos desnudos, ya que en cualquier lugar tenemos sexo.
Lo que siempre le digo a mi hija es que si quiere seguir siendo mi mujer, las notas del colegio tienen que ser excelentes, no quiero que baje las notas, y ella es una de las primeras en su clase y en el colegio, y como premio, le doy toda la polla que ella quiere.
Me encanta ver a mi chinita de rodillas chupando mi polla y después como me muestra su boquita llena de leche y como la traga.
Cuando cumplió los 9 años, su madre y yo le hicimos una fiesta, donde ella fue la reina, estaba muy feliz nuestra hija, y nosotros viendo lo feliz que estaba.
Esa noche mi mujer trabajaba, se fue a las nueve de la noche y a las nueve y media se fueron todos los invitados, cuando nos quedamos solos, nos abrazamos, nos besamos las bocas, yo le metía mis manos por debajo de su vestido, acariciando sus nalgas, la lleve en brazos a la cama, le quité los zapatos y los calcetines, y mientras le besaba y lamía sus pies, mis manos levantaron su vestido y le empecé a acariciar el coño, entre gemidos que daba mi hija, subí besando sus piernas, vi como tenía mojada su braga y le empecé a dar pequeñas mordidas en el coño, haciendo que se retuerza de placer y gima de gozo, "hay papi, que lindo lo que me haces", me decía mi hija retorciendo su cuerpo, le levanté las piernas y corrí para un costado el elástico de su braga, dejando su coño a mi vista y se lo empecé a lamer, escuchando como gozaba mi hija, lentamente le empecé a quitar la braga sin dejar de lamer su coño que estaba tan mojado como siempre lo tuvo, volviendo a levantar sus piernas, le metí dos dedos en su culete, "te quiero papi, que cosas lindas me haces", me decía mientras mis dedos se movían en su culo, y mi lengua lamía toda su vagina, la senté en mi cama y le quité el vestido, dejando a mi hija completamente desnuda, la hice volver a acostar y viendo así a mi hija, desnuda, de piernas abiertas, me fui desnudando yo.
Sin decirnos nada, le levanté las piernas y se la empecé a meter por el culete, acariciando su coño, ella gemía, me pedía que se la meta toda, que le gustaba mucho tener mi polla dentro de su culete, "hay papi como me gusta tener tu polla toda dentro mio", me decía con apenas voz.
Se la saqué y se la empecé a pasar por su coño, mojado, muy mojado, "hija, ahora papi te va a hacer mujer, te la voy a meter por acá", le dije, con la garganta seca de la excitación que tenía, apoyando mi polla contra su vagina, abriendo mas sus piernas, estaba nervioso, temblaba de caliente, la iba a desvirgar.
Mi hija solo me miraba, en su cara se veía lo que estaba disfrutando, sus gemidos, como me dejaba hacer en ella lo que yo quería, le acomodo bien la polla contra su coño, y empecé a hacer fuerza, sintiendo lo apretada y cerrada que tenía su vagina mi hija, pero muy mojada y caliente, hice algo mas de fuerza y Clau dio un pequeño grito de dolor cuando mi polla le empezó a entrar, contrajo los músculos de su vagina, y yo dando otro empujón, siento como mi polla le entra toda en su vagina, "papi", me dijo, abriendo su boca en un gesto de dolor.
Yo me quedé quieto con toda mi polla dentro de su coño, le empecé a lamer sus pies de nuevo, a hacerle caricias en sus pechos, a darle pequeños pellizcos en sus pezones y a mover suavemente mi polla dentro de su coño, hasta que enseguida volvió a gemir, sentí como se relajo, y empecé a hacer entrar y salir mi polla de su coño, a lo que ella empezó a gemir mas fuerte.
Me deje caer sobre mi hija y nos besamos las bocas, ella entre gemidos, notaba como movía sus caderas, yo sentía como su vagina se abría cada vez mas, aunque seguía siendo estrecha, era un placer que no puedo describir estar follando el coño de mi hija, haberla desvirgado, saber que esa niña era completamente mía.
Le levanté bien las piernas y se la saqué, mi polla manchada de sangre, su coño manchado de sangre, me puse entre sus piernas a lamer su sangre, y sus gemidos de placer me volvían loco, me acomodo entre sus piernas y se la meto por el culete, toda, hasta el fondo, se la saco y se la vuelvo a meter en la vagina, nunca, ni a mi mujer la había follado así como estaba follando a mi hija.
Pasaba de la vagina al culete y del culete a la vagina, Clau estaba tan relajada, que parecía que estaba dormida.
Se la metía toda en la vagina y se la movía dentro, haciendo que los gemidos de mi hija fueran casi gritos de placer, "Clau, hija, te voy a dar tu primer leche en la vagina", le dije, moviendo mi polla como loco dentro de su coño, mordiendo sus pies y hasta que exploté en un mar de leche dentro de mi hija, llenando su vagina de leche, que a medida que yo me seguía moviendo, se le desbordaba, sabía que estaba manchando la cama, pero no me importaba, estaba en la gloria llenando el coño de leche de mi hija, no quería dejar de follarla, quería seguir follando a mi hija toda la noche, pero cuando me fui calmando, me di cuenta que había sido tanto para ella, que estaba medio dormida.
Le saque la polla y me quedé mirando como le salía mi leche de su coño recién desvirgado, le pasaba los dedos, se los metía en el culete, mi hija casi ni reaccionaba, estaba tan cansada, que ya no disfrutaba.
La deje acostada como estaba, fui al baño y traje una toalla, le limpie como pude la leche de su vagina y de culo, y la lleve en brazos a su cama, donde quedó profundamente dormida.
Yo cambié las sábanas para cuando llegue mi mujer no vea las manchas de leche que habían y muy satisfecho, me quedé dormido yo también.
Sería mas caliente con la participación de la mamá