Ahora con 17 experimento el resentimiento
Las cosas que pienso y siento ahora….
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/incestos-en-familia/la-nina-que-juega-a-los-sentones/
_____________________
Lara, con 17 años releyendo «De Volcanes y Jardines Secretos»
Leer esto ahora me da ganas de romper algo. Mamá lo convirtió todo en una fucking metáfora bonita. «Territorios de exploración», «geografías íntimas». Joder. Yo solo recordaba el dolor. Es rabia lo que siento ahora.
«Volcanes». Qué romántico. Ella no escribió cómo me ardía la vagina durante días después de sentarme sobre Leo. Su ‘mástil peligroso’ – como ella lo llama ahora – no era poético. Era una porra de carne que me dejaba caminando raro. A los nueve años, pensé que todos los hermanos dejaban a sus hermanas adoloridas después de jugar. Ahora sé que ese dolor era porque él casi me penetraba cada vez que me movía. Su verga, dura como una estaca, no entraba de casualidad.»
Mamá se jacta de mi «epifanía de la sequía». Pero no escribió cómo lloré esa noche. Cómo me metí los dedos tratando de encontrar mi «rocío», desesperada por tener la magia que ella tenía. Ella tenía casi cuarenta años. Yo tenía nueve. ¿Por qué carajos me dejaba competir con su sexualidad de adulta?
«Descubrí su lubricación en mis muslos y sentí que había fallado. Que mi cuerpo era defectuoso. Mamá lo llamaba ‘savia’, pero para mí era la prueba de que nunca sería suficiente. Ahora, a los diecisiete, cuando me lubrico naturalmente, todavía siento ese eco de ansiedad. Como si mi cuerpo finalmente estuviera alcanzando un estándar que ella estableció hace ocho años.»
Hay verdades sobre los penes que una logra comprender cuando tiene cierta edad:
«Papá era seguro. Su ‘oruga’ era predecible. Pero Leo… el ‘dios adolescente’ de mamá… Ella no escribió cómo me asustaba a veces. Cómo sus manos me apretaban las caderas con una fuerza que no era de juego. Cómo gemía de una manera que ahora entiendo era de desesperación, no de placer.»
Tengo un recuerdo que es hasta cómico: «La vez que más cerca estuve de ser realmente penetrada por Leo, mamá estaba tomando notas para esta misma entrada. Yo grité porque sentí que se me abría por dentro, y ella solo sonrió y dijo: ‘El volcán está particularmente activo hoy’. Ahora tengo pesadillas donde esa ‘actividad’ me parte en dos.»
Confieso que extraño esa época como se extraña una fiebre: sabiendo que te estaba destruyendo, pero añorando la intensidad. Cuando leo la entrada de mamá, siento un asco dulce. Ella vio poesía donde yo sentía dolor. Ella vio ritual donde yo solo era una niña usándose a sí misma como instrumento de medición. Mamá escribió sobre mi ‘descubrimiento del jardín’, pero no escribió cómo esa noche me masturbé hasta sangrar, tratando de producir ese maldito rocío. No escribió cómo Leo me evitó por semanas después, avergonzado de lo cerca que había estado de violarme. No escribió cómo papá empezó ‘soltarse’ más después de esos ‘juegos’.»
Ahora, cuando tengo relaciones con chicos de mi edad, todavía comparo. Sus penes me parecen juguetes al lado del «mástil peligroso» de Leo. Sus eyaculaciones me decepcionan después de las «erupciones volcánicas» de papá. Mamá me convirtió en una adicta a una intensidad que nunca debería haber conocido, pero la vida es así y no me quejo. Me siento orgullosa de lo vivido y de cómo resolví, resuelvo y resolveré las cosas… el legado del Edén siempre estará conmigo.
«Mamá creía que estaba creando una utopía sexual. En realidad estaba criando una hija que nunca podrá tener una relación como las demás. Que extraña el abuso sutil de su hermano. Que añora la sumisión culpable de su padre. El verdadero ‘jardín secreto’ no era su lubricación, era la disfunción que plantó en mí.»
Al cerrar el blog de su madre, Lara no siente nostalgia, sino el sabor amargo de haber sido convertida en personaje de una historia donde se vuelve difícil vivir fuera del guion. El Edén fue el laboratorio donde desarmaron su normalidad para armarla según el diseño perverso de Elena.



(13 votos)
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!