Aimée Cachorrita Precoz. II.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sexigaleno.
Aimée y su amiguito se adentraron en un cañal y encontraron un lugarcito muy cómodo, se sentaron y Aimée le dijo a su amigo, ¿oye Pedro enséñame tu pilili, para ver como lo tienes?, pinche Aimée como crees, estas muy niña, para mirar verga, Pedro, sí ya te lo he visto de lejos cuando meas los árboles por la casa ¡pero te lo quiero ver de cerquita!, mira aquí nadie nos ve, estamos ocultos de los demás, pero Aimée estas muy chica mejor vamos a ver si agarramos un conejo ya que por aquí hay muchos, no Pedro ven a pararte aquí y enséñame, bueno ya que insistes te voy a enseñar, pero sólo un momentito, ya que no quiero mostrártelo mucho, así que pela los ojos, ¡uy pedro lo tienes cómo durito, deja tocarlo!, no nada más te dejé mirarlo, ya me lo voy a guardar, espera pedro te voy a enseñar yo también mi panochita, ¿haber muéstramela? Oye Aimée la tienes bien chiquita y bien peladita, todavía no tiene pelitos, no está bien lisita y mira lo brillosa que se ve, a pues sí, la tienes muy bonita, hasta ganas de darle un besito me dan, pues dáselo total nadie nos ve, haber acuéstate en mi camiseta, para vértela bien, uy sí Aimée, está muy bonita, mmm, te gusta cómo le doy besitos, ah, sí, y porque no le das tu lengua a mi pepita, esta mojadita, haber abre tus piernitas, pero quítate el calzón, sí ya voy espera, ya mírala, a caray te sale jugo de panocha, y tan chiquita que estas, haber te la mamo, mmm, mmmm, ahh, pedro, ahhh, ahhhhh, alza las patas más, mmmm, mmmmm, ahhhh, pedritoo, me haces cosquillass, ahhhh, ahhhhhhh, ¿me dejarías ponerte mi pilili en ese rajadita?, ahhh, bueno, siii, un poquito, eh, ya vez que la tengo muy chiquitaaa, ahhh, sí no te preocupes, nada más en la entradita y de ahí no pasa, bueno, pues acomódate encima de mí. . .
Ahh, despacito pedro, despacito, mmm, sii ya te acomodé la cabecita, te entró bien ahh, ¿te gusta? Sii, pedro, siii, esta durita, mete un poquito más, ahhh, así , así, ahhhh, ahhhhh, ayy, ayyy, pedro despacito, ayy, ayyyy, ahhh, ya con eso pedro, ya me estás hundiendo mucho tu pilili, espera Aimée, otro poquito, nooo, pedro dijiste que nada más la puntita, nooo, me va a doler sí lo metes más, ayyy, ayyyy, ya quédate ahí, no lo muevas, así me gusta, ahhh, ahhhh, ahhhhhh, ¿Qué sientes pedro, como me sientes con tu pilili?, ahhhhh, ¡bien Aimée, estas muy calientita de la panochita!, hasta me quema la cabecita, ahhh, ahh
Ahhhhhh, te voy a meter todo ten muerde tu calzoncito, sí te duele, lo muerdes muy fuerte, ¡prepárate!, ayy pedro, despacito, ayy, ayyy, pero pedro lo fue metiendo despacio, pero directo sin respetar la membranita del quinto de Aimée, hasta tocar ambas pelvis, y, ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, noo, noooooooooooooo, nooooooooooooooooo, ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, por fin pedro logró entrar al fondo de esa pequeña vaginita de Aimée, el grito del adiós de la virginidad se escuchó, hasta donde los demás jugueteaban en el agua, y todos se quedaron viendo al lugar aproximado, de donde salió ese grito, obviamente, vieron quien faltaba entre todos, y era Aimée y Pedro
Por lo que entre todos se dieron a la tarea de adentrarse al cañal y buscar entre todos, a los desparecidos, y no tardaron mucho en encontrarlos, bajo un arbolito estaban los dos menores el de 12 años y ella de 9 añitos, él encima de ella sin moverse y ella con los ojos cerrados y haciendo una serie de gestos como de dolor, y un silencio total, todos observaban la escena, que tardo más o menos 5 minutos pegados Aimée y Pedro, hasta que por fin la vocecita de ella se escuchó, ¡ayy, Pedro no te muevas, me duelee, ahhh, ahhhhh, ayyyy!, noo, estoy quieto, pero te siento bien apretada, ahhh, ahhhhhhhh, mientras 16 ojos miraban de entre los cañales, esa pequeña película en vivo, los varones obviamente el pene se les fue alzando, haciendo pequeñas carpas en sus shorts y las nenas, pues unas se les veía acelerados sus pechos y la boquita abierta, viendo sin perder detalle, de esa conjunción entre Aimée y Pedro, hasta que vieron que pedro alzaba y se dejaba entrar de nuevo en la panochita de Aimée varias veces, ahhhhh, ayyyyyyyyy, ayyyy, ahhhhhhhhhhh, despacio Pedro, ayyyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyy, ya falta poco aguanta ya me voy, me voyyyy, me voyyyyyyyyy, ahhhhhhh, mmmmmmm, mmmmmmmmmm, mmmmmmmmmmmm, mmmmmmmm, ahhhhhhhhh, ahhhhhhhhh, ten, tenlos, ahhhhhhhhh ahhhhhhhhhhhhrrrrrrrrr, ahhhhhhhhhhhrrrrrrrrrr, ahhhhhhhhh,
Ayyy que ricooo, que ricoooo, que calientess se sienten en la panochaaaaaaa, ahhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhh, ayyyyy, ayyyyyyyyyy, ayyyyyyyyyy, pasados unos minutos Pedro dice; ya Aimée, ya estuvo, ten límpiate con la camiseta, y ahorita la lavo en el río, sí Pedro, sii, ayyy, como duele, ayyy, ¡mira me sacaste sangre!, pues como no, si estás bien apretada, casi ni te cabe, ya nada más porque me gustó estar bien adentro de ti, a ver si el otro sábado, nos venimos solos y nos estamos toda la mañana haciéndolo, para que se te vaya abriendo más, pues sí, estaría bien, mientras los ojos que observaban y los oídos de todos en alerta, después pasadas esas calenturas de esos actorcillos y con la misma se retiraron sin hacer el mínimo de ruido y se fueron al río, a esperar sentados la llegada de la parejita, hasta que pasados varios minutos hicieron su aparición, sorprendidos los dos Pedro dijo, ¿ya se cansaron de chapotear?, nosotros fuimos a ver una madriguera de conejos entre los cañales, verdad Aimée, sí y hubieran visto están bien chiquitos.
El próximo sábado, voy a venir por dos de ellos, y los demás miraban atentos a la mentirilla que se escuchaba, y Pedro dice, sí mientras le vamos a hacer una jaula en la semana, pero una voz de otra amiga de Aimée, sí ya me imagino que “conejos”, vas a tener, a ver si no traen caras de bebés, ay cómo crees ya los veras cuando los lleve la semana que entra a la casa, entre platicas e interrogantes, se marcharon del río rumbo a sus hogares y nada más una de ellas se quedó con Aimée a la orilla de las vías del ferrocarril, y le preguntó oye yo te voy a preguntar algo, si dime, ¿Qué se siente coger, como lo hiciste hace rato con el Pedro?, ¿qué, coger, pedro?, de que hablas, mira todos vimos cuando Pedro te tenía bien ensartada, hasta los ojos se te iban para atrás y el pedro nada más sacándote y metiéndote carne, ¿a poco vieron todos?, si pendeja, ya que se escuchó tu grito y pues fuimos a ver, sí te había pasado algo, pero vimos que pedro te estaba cogiendo, y nos escondimos entre los cañales, hasta que terminaron y ya de ahí nos fuimos al río a esperarlos a que regresaran, ¿pero qué se siente manita?, yo de verte como te tenía el pedro, hasta me moje de mi calzoncito, ay pues duele cuando te va entrando, pero ya una vez que entró el fierro dentro de una, el dolor se va pasando y se siente unas ganas de orinar que no te aguantas, pero no son orines, es como una cosa que te hace sentir rara, cómo adormilada de la puchita, hasta que sientes que el fierro empieza a palpitar dentro de ti y unos chorros de leche te llegan hasta la pancita de una, y se siente muy bien, ¿a poco quieres sentir?, pues no sé, cómo que me da miedo, pero déjame pensarlo y en la semana te digo, nos vemos.
Así pasó ese sábado, en el que Aimée perdió la virginidad, y en la noche sentía la puchita muy inflamadita, y se fue al baño a revisarse y efectivamente la tenía gordita y muy sensible, ya que le dolía, hasta para hacer pipí, y así pasaron los días hasta que el día jueves, fue a un teléfono de monedas y le llamo a su tío, al que le comento abiertamente, que ya un chamaco le había metido la verga, y que le dolió mucho, y se le había hinchado, pero que ya estaba bien, ya que en las noches se metía el dedo y ya le entraba sin que nada le estorbara, como antes, a que mi sobrina ¿entonces ya probaste carnita?, pues qué te parece sí el sábado paso desde la mañana por ti y me acompañas a ver unos animalitos que quiero comprar, para la ordeña, y por ahí desayunamos y vamos a comprar unos buenos calzoncitos, para que me los luzcas, ¿quieres?, pues sí tío a qué horas pasarías para ya estar lista, pues cómo a las 7 de la mañana, ya que vamos a viajar y ya en la noche te paso a dejar, entonces por aquí lo espero, nos vemos.
Llegándose el sábado, el tío llego a la hora convenida se hecho un café con su hermano el papá de Aimée, y le comentó que le iba a comprar unos trapos a su sobrinita, que se la llevaría y que regresarían hasta la noche ya que iba a ver unos animales, y en ese momento partieron, y se dirigieron a ver esos animales, y compra de algunos bultos de alimento para unos gallos de pelea que tenía el tío, a eso del mediodía se dirigieron a un centro comercial a comprar la ropita para Aimée, mismo que le compró unas faldas, blusas, mallones y ropita interior muy propia de su edad unos bikinitos y entrenadores, ya que apenas le empezaban a brotar sus pechitos, pasaron a comer una fuente de mariscos y de ahí se dispusieron a irse a estar solitos, como lo había pensado una semana antes el tío, y se metieron a un auto-hotel, en el cual Aimée pasó desapercibida, ya que se acostó en el asiento y estiro sus piernas al máximo y el tío la tapó con una cobija, le dieron la habitación y pues se enfiló y se metió con todo y unidad, pidió por la extensión un preparado de medias de seda y un tequila con toronja, además de botana y chatarra, para la sobrina, en lo que llegaba el pedido, le dijo, ¡haber Aimée quiero que te vayas poniendo lo que compramos en el centro comercial!, quiero verte cambiadita completa, ah y también esos calzones, te pones nuevos, y me los enseñas puestos, ¡así que vete al baño, para que te vayas poniendo lo nuevo!, mientras llega nuestro pedido.
Ya una vez que Aimée le modeló toda su ropita, y ya habiéndose tomado más de la mitad de su bebida, con popote se sentía mareada, pero contenta y trayendo puesto una licra muy pegadita, se tiró a la cama, mientras el tío la observaba y le dice, ¡ya tomate tu vaso de bebida o se te va a poner caliente!, ay tío es que ya me mareó esa cosa, pero pásamela me la voy a tomar de a poquito, en eso el tío la empezó a acariciar de su pancita, ombligo, piernas, hasta que llegó a poner la mano en esa pequeña panochita que se le marcaba la rayita por la licra que le había modelado, y Aimée se fue calentando, tanto que sus jugos ya se marcaban una manchita entre sus labiecillos vaginales, entonces el tío la hizo levantarse y con la ropita puesta le dio lengua a su panochita, que en ese momento se veía muy sugestiva, la cargó y se la empezó a frotar por encima de la ropa, y la llevó a una mesita puso una cobija y la tendió en ella, la desvistió de la cintura para abajo, el hizo lo mismo y se ubicó entre las piernitas de Aimée, le alzó sus piernitas a sus hombros y le empezó a dar brocha de arriba hacia abajo, con su verga, Aimée veía ese espectáculo y se calentaba mucho y le decía ¿tío no me va a mamar mi puchita como ese día? Si mija es que quiero sentir si entro ya un poco más, espérate, ¿ya te anda verdad?, sí tío ya quiero sentir lo suyo, es que le ve bien grueso y venoso, ahh, sí, ya voy espera deja estar un ratito en la entradita de tu hoyito, ahhh, tío, ¡mámemela ya quiero su lengua!, bueno a mi sobrina lo que pida, mmmm, mmmmm, mmmmmmggg, uy que rica miel sacas, mmmm, mmgg, mmm, mmm, ayy tío que rico me hace, ahh, ahhh. Ahhhh, eso es bonito lo que me hace, ahhh, ahhhhhh, ayyy tío no me chupe fuerte, me hace como orinarme, ahhhh, ahhh,
Yaaa, ayyy, ayyyyyy, me hagooo, me hagoooooo, ahhhh, ahhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhh, ya me hice, ya me hice, ya, yaa, yaaa, noo, noooo, me haces cosquillitas, ahhhh, ahhhhh, oye Aimée que rico te mojas, hasta al culo le toca miel de la que botas, ya te voy a dar tu palo cabrona ¡abre esa piernas!
Ay tío despacio eh, el tuyo sí que es grande, ¡métalo despacito!, si mija usted aflójese nada más, ¡que yo le voy dando su ración!, al fin que ya probo carne, ya así entro con más facilidad, a ver, ya está en tu puertita ¡ay le voy!, ayy, ayyy, despacitoo, despacitoo, ahh, ahhh, esperece no se me mueva, que ya le metí la cabezota, ahora afloje que hay le va otro pedazo, vamos a aprovechar su jugosa panochita, para que resbale mi verga, ay voy, mm, mmmmm, mmmmmmm, ya ve ya le entro otro pedazo, ayyyyy, ayyyyy, ya noo, el suyo si me duele mucho, ahhh ayyyyyy, ayyyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyyy, ahhh, ya nooo, ya nooo, ayy, ya va otro pedazo, cómetelo, ahh ayyyyyyy, ayyyyyyyy, ayyyyyyyyy, ya tío, me duele, me dueleee, estese quieta, ahorita se le pasa y va a querer más carne, mmmm, mmmmmm. Ya, yaaaa, yaaaaaaaaaa, pasaron unos minutos y poco a poco sin sentir mucho, la verga del tío ya se había alojado ¾ partes de 19 cm, cómodamente, en esa panochita de niña, se le veía expandida de su vulva, en eso , ayy, ayyyy, ¿tío, que me ,lo metió todo?, ahhh, ahhh, no mija nada más un buen pedazo, pero ni sentiste, ya te lo acomodé bien, ¿te dolió mucho?, nooo, tío, nada sentí que me abrió más el huequito de mi chis, ah bueno pues, te lo voy a ir sacando, noooo tío, nooo, déjelo ahí, déjelo ahí, lo voy sacar un poco y te lo vuelvo a dejar ahí, donde sientes bien, espera, ayyy, ayyyyyyy, tío, ayyy, yaa, yaaaa, déjelo quieto me gusta sentirlo adentro, ahhh, ahhhhhhh, bueno si eso quieres, pues trágatelo, pero muévete como la Shakira, ayy tío no puedo, me estorba tu verga, aunque sea despacito, pero si te muevo mi panochita, ayyy, ayyyy, me haces orinar tío, ahhh, ahhh, me voy a hacer tío, ayy, ayyyy, ayyyyyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyyyyyyyy, ya, yaa, yaaa, arggggggggggg, arggggggggggggggg, si mija ya sentí que me bañaste la verga dentro de tu cuevita, mmmmggggggg,. Mmmmmmggg, te voy a dar lecheeee, ¿la quieres?, siiii, miiiiiiiii, échemela, adentrooo, adentrooooooo, ayyyy, ayyyyyyyyyyyyyyyyy, ahhhhh, ahhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhh, que calienteeeeeee, se sienteeeeeeee, arggg,
Ya pasadas las sensaciones de los dos, él fue sacando su penesote, ya flácido, pero de muy buen tamaño, pero Aimée, se quedó, como desmayada, ya que obtuvo su primer orgasmo con carne adentro, ya una vez recuperada pero ya puesta en la cama, el tío ya le había limpiado sus fluidos de ambos, y pasados unos minutos, la volvió a encimar y la volvió a coger, hasta que nuevamente le invadió con una nueva oleada de lechita caliente, ya Aimée, ya no sentía, pero estaba dejándose coger muy bien y con una buena verga y de buen tamaño, que no la penetraba toda, pero eso sí, un muy buen tramo se alojaba y al final un huequito de buen tamaño en su vagina le quedaba, ya pasada la calentura del tío, salieron del auto-hotel, pero ella caminaba abierta de sus piernas, y le dice el tío ¿Qué te duele la panocha, te arde, o que te pasa?, tomaron rumbo a la casa de Aimée, quien en el camino le dijo, que le dolía y le ardía su pepita, por eso caminaba así.
Entonces en el camino a casa le explicó que eso le iba a durar unos días el caminar así, ya que cómo se había tragado una buena verga, su panochita apenas se va ir acostumbrando, a tener esa dimensión en su mini-panochita, pero que se va a acostumbrar, poco a poco, y que él le comentaría a su papá, que te había topado una cabra de las que iba a comprar, pero que ya te había revisado un doctor y que en 3 o 4 días ya ibas a caminar bien, que fue, sólo el empujón del animal en tus nalgas, pero mientras cabroncita te portas bien, ya no quiero que otro huevón te vaya a coger, ¡ya eres mi vieja!, aunque seas chiquita, nada más yo entro en tu panochita, así que a portarse bien, y cuando menos me llamas cada tercer día, para ver, nuestra próxima salida, ay tío con esas metidas que me diste, hasta crees que me den ganas de hacerlo, noo, mejor en otra salida, nos metemos como hoy, a ver, sí ya no me duele mucho.
Avance del siguiente capítulo; ya pasados unos meses y múltiples veces de estar con el tío, en solitario, y ya después de haber perdido la apetencia de ella por parte del pariente, conoció a un señor ya grande de edad, al que le hacía ella, la limpieza de su casa, y pues entre pláticas medias calientes, Aimée se dejó hacer cosas muy cachondas por algún tiempo, hasta que cumplió los 13 años y . . .
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