ALICIA Y SUS AMIGOS 10
MI QUERIDA AMIGA ELENA.
Justo cuando entre en el primer curso de arquitectura en la universidad conozco a Elena y al que era su novio Martín, me enamoré de los dos y así se lo hice saber.
La relación empezó enseguida y enseguida me fui a vivir con ellos dos, eso si no dejaba de lado ni a mis seis perros ni mucho menos a mis amigos africanos, demasiados bien dotados como para olvidarlos. Entre Elena y yo surgió una pasión desmedida que años después aun perdura, nos besábamos, nos tocábamos y nos hacíamos disfrutar del sexo la una a la otra. Con Martin, un gran follador era algo parecido, nos follaba a las dos casi a diario y por donde se le antojaba a el o a nosotras en cualquier momento.
Como Elena me ha contado la historia de como comenzó con estas cosas del folleteo la dejo a ella que os lo cuente en primera persona, le paso el teclado del ordenador.
ELENA
Para comenzar desde el principio que es el mejor punto desde el que comenzar os diré que cuando empezó la historia tenia diez años. Hacia poco que habia tenido mi primera regla y una noche de pronto me brotaron la tetitas, y digo me brotaron porque no recuerdo que la noche anterior tuviese nada y por la mañana si, poca cosa, pero ya tenia tetas.
También tengo que contar que vivía entonces con mis padres en un decimo quinto piso de un edificio que según decía mi padre no nos corresponde vivir aquí. El piso lo habia heredado mi padre de una hermana fallecida y era un gran piso y céntrico y sobre todo cerca del colegio donde iba a diario. Es un ático de cuatro dormitorios amplia cocina y dos cuartos de baño, además de una terraza inmensa.
Tengo un vecino en la planta, el único por cierto que se llama Tomas, y de el es de quien quiero hablar. Tomas aparte de ser el único vecino y persona estupenda es mi padrino de bautismo y el que también sufrago los gastos de primera comunión y otros cosas. Su madre esta impedida y la mía desde el principio le ayudo en todo lo que necesitaba. por cierto es soltero y entonces tenia mas de cuarenta años.
Mi colegio estaba a menos de medio kilometro del piso y el negocio de el en sentido contrario de la calle poco mas o menos, así que como el horario de cierre de la zapatería de su propiedad y mi salida del colegio era la misma coincidimos con frecuencia en el portal del edificio. El ascensor del edificio es superlento y tarda un mucho en completar el trayecto.
Desde que yo recuerdo, desde muy pequeña con unos seis o siete años me iba y venia sola del colegio, mis padres tenían que trabajar cada uno en lo suyo, yo llevaba las llaves colgadas del cuello y me apañaba.
Con Tomas coincidía con mucha frecuencia en el ascensor, además nos tenia dicho que si necesitaba algo se lo dijésemos. Lo habitual era que el me daba unas palmadas en la cabeza o en el hombro mientras el lento ascensor subía hasta la ultima planta del edificio, además de preguntarme como iban los estudios.
Un buen día las cosas cambiaron, resulta que tenia ya casi los once años cuando de pronto en lugar de darme una palmada en la cabeza o en el hombro como era habitual me la dio en las nalgas, pegue un respingo y se disculpo pero le dije que no pasaba nada, me habia sorprendido nada mas. Empezó a hacerse normal lo de el cachete en las nalgas, no me disgustaba , todo los contrario me gustaba mucho y sentía una gran excitación cuando coincidía con el.
De las nalgadas digamos inocentes se paso a cogerme el culo, es decir a coger con sus manos grandes una o las dos nalgas, tampoco me disgusto, todo lo contrario me gusto mucho y lo deseaba.
Como me habia dicho que tenia unas sandalias nuevas en la zapatería el sábado me prepare y fui a verlo, me enseño varios pares y a pesar de que se me puso el corazón a mil me remangue un poco la falda, lo suficiente para que el que estaba sentado a mis pies probándome los zapatos me viese las bragas, y si las vio y me miro a los ojos, yo puse cara de no saber nada, sabia que se habia excitado mucho. No habia ninguna que me quedara perfecta así que pidió un par de las que mas me gustaban al almacén y en unos días las tendría. Al sábado siguiente me fui a la zapatería con la intención de dejarlo medio loco, me puse la falda corta, el sentó en la banqueta y cogió mi pie para probarme la sandalia, podía ver perfectamente que no llevaba bragas, se tomo su tiempo para disfrutar del momento, de tal manera que me puso las dos sandalias y alzo un poco pis piernas y yo las abrí un poco y podía ver mi sexo en toda su plenitud, me imagine que estaría erecto.
Las cosas se estaban volviendo cada vez mas excitantes, para mi era extraordinario, me masturbaba a diario con la idea de que al día siguiente me volviese a tocar el culo, ya tenia casi los doce años y nuevamente me atreví a dar un paso mas. Volvía por la tarde, sobre las ocho del colegio de jugar un partido de balonmano, y venia con lo justo, la camiseta y el pantalón de la equipación, las cosas surgieron así. Juraría que me estaba esperando y entramos en el ascensor, yo la primera y me puse de cara al espejo, el me cogió el culo con mucha ansia, con deseo y yo por mi parte me baje el pantalones un poco, lo suficiente para tener mis nalgas a su merced, me toco el culo cuanto quiso y se pego a mi, note su polla dura en mi culo, sus manos se fueron a mis incipientes tetitas, me gusto la sensación.
Solo unos meses después y antes de cumplir los doce años, el magreo en el ascensor iba a mas, me tocaba por todas partes, me dejaba hacer, me gustaba.
Un buen día me dijo que quería hacer el amor conmigo y yo le conteste que era virgen y que solo por detrás, lo de virgen era cierto, no habia tenido sexo de ningún tipo con nadie hasta entonces, así que tal cual me lo dijo nos fuimos a su piso, me daba mucha vergüenza pero en su dormitorio me puse a cuatro patas, me quite las bragas y me alce la falda, con los ojos cerrados note como me ponía algo en mi ano, luego supe que era lubricante, me metió primero el dedo gordo y después dos dedos, el me lo iba diciendo lo que estaba haciendo, ya estas lubricada me dijo y note su pene duro en mi ojete, se abrió paso con facilidad, me dolía un poco, me gustaba aunque no sentía nada especial, estuvo ahí penetrándome unos minutos hasta que eyaculo.
Yo me senté en la cama un momento y el volvio del baño en calzoncillos, me dio cien euros, me ofendí mucho, no he echo esto por dinero le dije, se disculpo, no era mi intención ofenderte ni pagarte fue lo que me dijo. Guarda él dinero para cuando vayas a la universidad, me convenció de ello, me quede con el dinero y lo guarde en la caja de las sandalias.
Al menos una un par de veces en semana iba que me follara, es lo que hacia, llegaba yo me ponía a cuatro patas, me penetraba se corría y me daba cien euros, eso era todo, al cabo del mes tenia en la caja de zapatos mil euros, una fortuna para mi. Así estuvimos varios meses, yo no llegaba a sentir ningún placer con eso, me la metía y llegaba a un punto en que entraba mas aunque habia una cosquillita que me día que mas adelante si obtendría placer.
Sin embargo quería yo algo mas, así que un día lo espere en la cama desnuda y boca abajo, se alegro mucho. Después del ritual de lubricar mi ano y meterme un par de dedos se puso sobre mi apoyado sobre sus manos, me dijo que colocase su polla en el ano, era la primera ves que se la tocaba, con un leve movimiento entro un poco y luego otro poco mas, y llego al punto en que ya no entra mas, insistí y una leve sensación de placer me estaba invadiendo, seguí con mi movimiento de caderas y de pronto supe que algo se iba a abrir dentro de mi, de pronto mi culo llego hasta los testículos de Tomas, por fin me la habia metido entera, en ese momento se me erizo el vello, se puso la piel de gallina y no podía contener el temblor que me entro por todo el cuerpo, apretaba mis nalgas cuanto podía, por fin me habia corrido y fue maravilloso. El también se corrió y fue al baño enseguida, yo continua ahí sin moverme disfrutando del momento. cuando volvio se sentó en el filo de la cama y me pregunto si me habia gustado, lo que quiero es repetir le dije, así que se puso entre mis piernas de nuevo, cogí su pene lo puse en mi ano y me lo metí casi de golpe, empecé a mover mis caderas y el las suyas y veinte minutos después tuve que ahogar mis gritos de placer en la almohada, habia sido maravilloso.
Ya llevamos así casi un año cuando me dijo que se habia echo la vasectomía, yo tenia serias dudas con eso, al final me deje follar vaginalmente con condon, al menos de momento, no quería quedarme preñada de un señor de mas de cuarenta años. Al final lo hicimos, me encanto, no tuve dolor ni sangrado ninguno a pesar de ser la primera vez, ya estaba desvirgada del todo, bueno aun me faltaba una cosa que puse en practica días después.
Lo espere desnuda junto a la cama y lo espere de rodillas, fue la primera vez que le veía el pene, lo sujete con mi manos y me lo metí en la boca, gemia Tomas sin parar y en unos poco minutos eyaculo en mi boca, me sorprendió que estuviera dulce y también tengo que decir que me encanto.
Así seguimos durante muchos años, follábamos un par de veces en semana, bien lo que a el le apetecía o lo que me apetecía a mi y cada vez me daba cien euros, con lo ahorrado tuve para costearme la universidad y un apartamento cercano, sigo en contacto con el y aunque menos sigo follando con el.
Ya Alicia os cuenta cuando conocí a los amigos negros y a a los perros, que locura,
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