Amor con mi tia
Me termino cogiendo a mi tia en su casa.
Me llamo David, y esta es la historia de como me cogí a mi tia.
Mi tía, llamada Patricia, no es mi tia de sangre sino que es la amiga de toda la vida de mi mamá. Me conoce desde pequeño y siempre me cuidó cuando mi mamá y mi papá no podían debido a su trabajo, asi que no era raro que me quede en su casa a dormir en ocasiones.
Patricia siempre fue una mujer hermosa, un rostro de diosa con unos ojos azules y pelo negro largo, un cuerpazo de 1,75 aproximadamente, con unas tetas que dan hambre y unas caderas y un culazo tremendos, todo esto gracias al ejercicio.
Desde pequeño me fijaba en ella pero con una mirada inocente, hasta que entré en la pubertad cuando mis deseos lujuriosos empezaron a manifestarse. Las pajas en su nombre eran frecuentes, muchas veces le sacaba fotos a escondidas o la grababa. Hasta que llegó el día en que no resistí más.
Yo tenía 14 en ese entonces, y estaba llegando de la escuela:
-Hola, bebé de la tía- esa siempre fue su forma de saludarme.
-Hola, tía- respondo felizmente.
Ella se acerca y me da un abrazo, acompañado con un beso en la frente, ella era alta en ese entonces, así que siempre me saludaba así, eso no me molestaba en absoluto ya que siempre sentía su delicioso aroma y quedaba cerca de sus tetas ya que yo era bajito.
-Como estás?- pregunta ella mientras me tiene en sus brazos.
-Hace un rato estaba bien, pero ahora que te veo estoy mejor- respondo con una sonrisa (siempre le decía cosas lindas).
-Jajaja ay gracias- respondía ella con su hermosa sonrisa y otro beso en la frente.
Después de ese abrazo, ella se voltea y me pregunta si quiero acompañarla al gimnasio, pero yo solamente estaba concentrado en una cosa, ese culazo con una calza deportiva apretada, hasta que reacciono luego de que ella me lo preguntara devuelta, y respondí que si con un tono perdido. Obviamente siempre la acompañaba al gimnasio, y aunque yo quería ir para tener un mejor cuerpo por ella, ya que yo era un niñito bajo, un poco rellenito y desalineado, no podía concentrarme teniéndola ahí, con cada ejercicio que hacía quedaba embobado mirándola, incluso varios tipos se me acercaban para que les diera el número de mi tía o preguntarme si era su novio o algo, yo por broma respondía que sí (aunque yo buscaba eso realmente jeje) y se iban con cara de sorprendidos, era algo muy gracioso.
Luego de la sesión de gimnasio, volvimos a su casa. Nos duchamos (separados, lamentablemente), y yo sin perder la oportunidad mirando por la rendija y masturbándome mientras la veía. Después, preparamos la cena juntos, yo siempre buscaba ayudarla en todo, ya que, bueno, estaba muy enamorado, y me encantaba que me agradeciera. Terminamos de cenar y nos fuimos a acostar. Por suerte para mi, los dos dormíamos en la misma cama ya que solamente había una habitación en el departamento. Pero la mejor parte no era esa, lo mejor era, que ella siempre dormía con unos vestidos no muy ajustados y sin sostén, lo que resultaba en ocasiones en que yo despierte en las madrugadas y viera a mi tía durmiendo con una de sus hermosas tetas sueltas, a veces con suerte las dos estaban sueltas, pero yo nunca hice nada por miedo a que se enojara, a veces incluso no dormía de la excitación, sin embargo, lentamente, para que ella no se despertara, agarraba mi celular que estaba cerca mío y le tomaba fotos, con las que después me mataba a pajas. Pero esa noche, ya no iba a tener miedo.
Yo estaba durmiendo tranquilo, cuando de repente despierto, y que sorpresa mas agradable tuve, mi tia estaba durmiendo boca arriba con sus dos tetas afuera, yo por supuesto ya tenia mi pija durísima y hasta empezaba a sudar de la excitación, pero no quise hacer nada por miedo e intenté dormir, sin embargo, no pude, y esta vez quise arriesgarme sin importar nada. Así que, me acerqué a mi tia lentamente, y me coloqué encima de ella, y como no se despertaba aún, hice lo que siempre quise hacer, con mis manos, tomé sus tetas, y se las empecé a acariciar, y sentí su suavidad, pero mí tía seguía durmiendo, así que acerqué mi nariz y las empecé a oler, tenían ese aroma delicioso de mi tia, y luego, acerqué mis labios, y empecé a besar lentamente todo, los bordes, la parte de arriba, la de abajo y por último, sus pezones, pero pasó lo que temía, pero que igualmente iba a pasar, mí tía… Despertó.
Y luego?????????
Creo que te falta algo en tu relato.
Segunda parte, por favor… ❤️