Ana, crónicas de la secundaria pt1
Estaba en la secundaria, mi cuerpo desarrollaba y yo tenía curiosidades pero nada de experiencia.
Me llamo Ana y esta historia es de cuando estaba en la secundaria.
Desarrollé mi cuerpo muy rápido, soy de estatura normal para ser mujer (165cm) delgada, muy blanca con cabello castaño claro, la verdad soy linda, siempre he tenido las tetas pequeñas (34b) pero mi culo creció muy rápido en mi adolescencia, tenía un culo grande, redondo y firme, incluso con la falda escolar se levantaba y marcaban mis nalgas redondas, eso hacia que muchos hombres de todas las edades me vieran y acosaran mucho, y creo que fue eso lo que me hipersexualizó. Me gustaba a veces ver pornografía pero no me tocaba, solo me quedaba caliente y sin saber que hacer hasta que me quedaba dormida.
Un día horrible mi madre entro a mi cuarto sin tocar y escucho los gemidotes que salían de mi celular, me super avergonce y ella me regañó, sobre que no debía ver eso blabla. Me regañó por horas y al otro día me acompañó a la escuela y me obligó a agendarme una cita con el psicólogo de la escuela. Entramos ese mismo día 2 horas después con el psicólogo y preguntaba cuál era la situación.
Mi madre exageró todo y dijo que yo me la pasaba viendo pornografía y masturbándome (ni siquiera me había masturbado nunca) y el psicólogo escuchaba atentamente muy tranquilo. Cuando mi madre terminó su exagerada presentación el psicólogo le dijo que el podía tratar mi caso, que no se preocupara y que se fuera. Ella se fue y me dejó en mi primer sesión con el psicólogo.
Yo estaba muy avergonzada y le dije que ella exageraba y que no era verdad nada de eso. El era muy comprensivo y amable, un hombre en sus 45 tal vez, un poco gordito y algo feo.
El me decía que no me preocupara y de hecho no hablamos casi «del tema» más bien me preguntaba por mi vida en general, mis materias, si tenía novio, mis amigas etc etc
Pasaron varias sesiones y yo me sentía muy cómoda con el, incluso bromeabamos y sentía que el era mi amigo. Fue en la 5ta o 6ta sesión tal vez, que todo cambió.
El me dijo que deberíamos hablar «del tema» por el que estaba ahí, yo le decía que mi madre exageraba y el incluso me apoyaba, «los padres suelen exagerar para mal las cosas, no te preocupes, cuéntame cómo es en realidad»
Yo tenia vergüenza pero me sentía tranquila con el, le platiqué que de vez en cuando veía pornografía, pero que ni siquiera me masturbaba. El me preguntaba si me gustaba o me excitaba, yo le decía que si, pero que obvio no era una adicta ni nada de eso.
El insistió mucho en preguntarme si realmente yo no me masturbaba y yo siempre respondí que no, incluso le dije que ni siquiera sabía hacerlo. Creo que esto fue lo que le dio la idea de cómo poder avanzar conmigo.
El me dijo tímidamente algo como
– mira Ana, todo lo que pasa en estas sesiones es privado, ni siquiera tu madre va a saberlo, es solo entre tú y yo – yo asentía un poco confundida, el tomó aire y prosiguió – si quieres yo puedo ayudarte con esas ansias sexuales que son completamente normales – me dijo viéndome fijamente
– ammm y como? – dije algo nerviosa
– bueno, el orgasmo es una liberación y si no tienes un orgasmo, los pensamientos seguirán viniendo, lo más sano y normal es que tengas un orgasmo para que liberes tu tensión sexual – me decía y yo no entendía nada
– ammm ok? Osea? – me sentía tonta
– bueno recuerda que todo esto es privado y la puerta solo se abre por dentro – yo solo asentí – lo que quiero decirte es que creo que es buena idea que yo te muestre como masturbarte, tengo un máster en sexualidad adolescente así que no te preocupes – me dijo tranquilamente como si fuera lo más normal del mundo, yo abrí los ojos por completo y comencé a tartamudear
– qu que? O o osea? Cómo? Ose a osea como?! – no podía creer lo que me había dicho
– si, no te preocupes tranquila, es normal, tu puedes masturbarte, y yo puedo irte guiando – me dijo el completamente tranquilo
– amm n no no se o osea? Neta? Aquí? – dije nerviosa como el carajo
– si no te preocupes en serio, mira quítate la ropa interior y puedo ayudarte – me dijo el
Yo me quedé congelada sin saber que decir exactamente, el fue a la puerta y verifico que estuviera cerrada y me lo confirmo «mira nadie podrá entrar» yo solo asentí nerviosamente.
El regresó y se sentó en su silla frente a mi, «bueno, quítatela» me dijo, yo estaba cachonda y dejé de pensar claramente, metí las manos debajo de mi falda escolar y me bajé los cacheteros que traía, me los quité y no supe donde dejarlos, el me extendió la mano amablemente y se los di, todo era jodidamente extraño y caliente, jamás había estado en una situación sexual con nadie obviamente.
El tomó mis cacheteros y me dijo levantará mis piernas y pusiera los pies sobre el sillón en el que yo estaba, de modo que quede con las piernas bien abiertas. Mi falda me cubría y yo no sabía exactamente que hacer, el me dijo amablemente, «bueno, deberías tocarte con una mano, con tus dedos así (me mostró con su mano como) e irte acariciando»
Yo solo asentí tímidamente y metí mi mano debajo de mi falda, el me dijo que levantará mi falda, «así podré ver qué no te lastimes, no te preocupes confía en mí»
Levanté mi falda tímidamente y mi peluda concha salía a relucir, jamás había pensado en qué que oso tenerla peluda, pero el no dijo nada al respecto.
Comencé a acariciarme y le pregunté si lo hacía bien, el asentía con la cabeza y veía mi concha fijamente. Yo comencé a acariciarme tímidamente y el solo me veía, la sensación era abrumadora y me encantaba, me sentía en el cielo, pronto estaba acariciándome rápidamente (pero sin meterme los dedos) y básicamente no me importaba que el estuviera ahí, solo me acariciaba y veía mi concha obsesivamente mientras me tocaba, pero me resistí a gemir por pudor, el no decía nada, solo me veía.
Después de algunos minutos, el me dijo, «ese botoncito de ahí (mi clítoris) deberías acariciarlo más y presionarlo» yo solo asentí y obedecí, me presioné y acaricie el clítoris y me retorcí completamente de manera inconciente y solté un pequeño gemido, «lo ves? Sigue ahí» me dijo el, yo asentí y seguí masturbándome cada vez más fuerte y de vez en cuando no lograba resistir y gemía tímidamente y me retorcia.
Fueron tal vez 10 o 15mins y entonces lo sentí venir, mi primer y delicioso orgasmo, me temblaron las piernas sin control y me chasquearon los dientes, cerré las piernas y dejé de tocarme, me retorcí como gusano gimiendo y respirando histéricamente unos segundos, cerré los ojos y disfruté mi orgasmo. El solo me veía.
Acabé mi orgasmo y reí un poco mientras abría los ojos, no podía creer que me hubiera atrevido a tocarme frente a el, el me pasaba un pañuelo para limpiarme los dedos. El me dijo que seguramente mis dedos sabían delicioso, yo no supe que decir a eso, solo reí.
Faltaban algunos minutos para que acabará la sesión y me preguntaba cómo me había sentido le dije sinceramente que increíble, el me decía que ese alivio me ayudaría a controlar mis ganas y que era normal y estaba bien, incluso le agradecí y le dije que tenía razón. El me dijo «tienes una vagina hermosa, se ve muy rica» me puse roja como tomate y solo pude decirle «ammm ok si amm gracias» tímidamente.
Cuando iba saliendo me dijo que podíamos probar «otras cosas» pero que debería depilarme para eso, le pregunté curiosamente que cosa, pero el solo me dijo que si quería averiguarlo, me veía mañana bien depilada, yo le dije que si, sin saber exactamente que esperar. Me dejó claro que nadie más lo sabría, le agradecí.
Esa noche me masturbe de nuevo y me sentí fantástica, cuando acabe corrí a depilarme la concha, curiosa por saber a qué se refería el.
Me ha encantado. Muy verosímil honesto y sensual.
me gusta bastante como inicia, y tengo curiosidad hacia donde va
Que relato tan cachondo, espero leer pronto la siguiente parte, saludos.
❤️ u ❤️ … Quiero mas… Pero, en mi caso… Te quiero bien peludita… ❤️