Ana, la amiga de infancia de mi hija
Les contare acerca de una niña que nunca me llamo la atención sexualmente y que nunca supo lo que yo hacia con niñas que me gustaban que era seducirlas o golosearlas dormidas. Y aun así ella misma busco caer en mis redes..
Yo tenía 40 años en ese entonces y Ana al igual que mi hija tenia 10. Ambas se conocían desde segundo grado. Ana era una niña blanca, medio gordita, con poco trasero y con desarrollo adelantado de sus tetas. En ese tiempo ya me estaba cogiendo a otra amiga de la misma edad que también se la pasaba en mi casa. Creo que por ella no le prestaba atención a Ana. Cuando ellas dos iban a dormir a mi casa, Ana dormía con mi hija en su cuarto y la otra amiga conmigo, primero porque la mama antes era mi novia y acostumbraban a dormir las dos conmigo. Ya cuando rompimos la niña siguió quedándose en mi casa de vez en cuando y siempre dormía en mi cama. Y yo la había estado golociando desde sus casi 8 años cuando la seduje con un masaje erótico y cayo.
Ya cuando Ana tenia 10 años note que se me encimaba mucho, colgándose en mi espalda y sentándose a la fuerza en mis piernas. Cuando se montaba en mi espalda sentía sus pechos ya grandecitos suaves y sin braziel. Se sentía placentero, pero como no la intente seducir desde pequeña no me sentía capaz de seducirla a esa edad. Pues nunca he intentado con niñas de más de 8 años, siendo ya un hombre maduro. Si lo hacia hasta con adolescentes cuando tenía hasta veinte y tantos.
El tema es que yo solo la dejaba y disfrutaba de lo que me restregaba jugando. Un día estábamos en una fiesta de cumpleaños del hijo una vecina y yo sentado en una silla, aun habiendo más sillas, se sentó en mi pierna y como no quería que nadie hablara de más, la intentaba quitar, pero ella luchaba como siempre para quedar en mis piernas. La deje un rato y se fue. Cuando estábamos fuera de la casa en la vereda aun en la fiesta, vino y me dio una nalgada para luego salir corriendo. La corretee, pero no la alcance y le dije que después vería.
Una vez en casa nos pusimos a ver televisión. Esta vez no estaba la otra niña. Y mi hija se canso y se fue a dormir. Cuando ya le dije a Ana que fuéramos a dormir, al levantarse Ana le di una nalgada y corrí a mi cuarto, cerrando la puerta. Ella me persiguió y como no pudo entrar entro al cuarto de mi hija. Después de un rato yo salí a apagar las luces y regresé, apagando la luz de mi cuarto y me acosté. De pronto sentí como alguien se me tiraba encima en la oscuridad tratando de darme nalgadas y yo la agarre y la acosté boca abajo y comencé a darle nalgadas a ella. Como no se podía mover lo único que decía era que no le dolió. Como incitándome a que le diera más, Y le comencé a apretar los glúteos diciéndole ¿y ahora? Y seguía diciendo lo mismo de que no le dolía. En esos apretones de nalga llegaba a rosarle cerca de la vagina por detrás tratando de agarrar bien sus glúteos. Pero a ella no le importaba y a pesar de que ya no la tenía agarrada ella seguía acostada boca abajo dejándose apretar el trasero.
Y con un dedo le rose una de las tetas y le dije que allí si le dolería. Y ella respondió que no le dolería y que lo intentara para que viera y ya que me daba el permiso comencé a apretarle los pechos, pero suavemente y mientras apretaba le acariciaba el pezón. Y ella seguía con lo mismo de que no le dolía. Que me imagino era su forma de decir que siguiera manoseándola. Y le dije que, si se los mordía, si le dolería y me dijo que ni así le dolería y como tenia un camisón se lo levante todo y en lugar de morder sus pechos comencé a chuparlos con ganas. Ella comenzó a agarrarme mi cabeza con sus dos manitas y apretarme el cabello. Allí seguí por un buen rato y ella ya dejo de hablar. Solo le oía jadeos.
Luego le quite el camisón del todo y me coloque encima para besarle la boca con lengua y todo. Wao. Esos labios estaban muy deliciosos. Luego la jale para que quedara ella encima mío y como yo dormía sin suéter sentía sus tetas apretadas sobre mi pecho mientras le chupaba la lengua. Ya mi verga estaba paradísima y dura. Estoy seguro que ya lo sentía por estar encima de mí. Comencé acariciarle el trasero con mis dos manos metiéndolas por debajo de su panti. Me sentía en el cielo. Porque era carne nueva y se que era totalmente inocente.
Comencé a quitarme el short que era lo único que tenia puesto y luego le quité su panti, quedando nuestros cuerpos desnudos uno encima del otro. Con mi verga ya sentía sus piernitas. Las piernitas de una niña de 10 años, solo faltando meses para sus 11 años. Luego seguí besándole la boca y masajeando sus nalgas, mientras que con la otra mano recorría su espalda con mis dedos. Luego la acosté boca arriba para seguir chupando sus tetas y de allí fui bajando hasta el ombligo y luego le abrí las piernas y comencé a pasarle la lengua a lo largo de su vagina. Sentí el clásico saladito delicioso de la vagina de una niña con olor a orines suaves, pues no se había bañado. Luego le chupe el clítoris una vez lo ubique con la punta de mi lengua y a pasarle mi lengua de forma suave pero rítmica. Me volvió a agarrar la cabeza con las dos manos. Luego de un rato intentaba meter mi lengua en su vagina, lo que provocaba que ella me halara el cabello tratando de evitarlo diciendo que le dolía. Pero no le hacia caso y trataba de que mi lengua entrara lo mas posible. Lo cual me hacia sentir un sabor delicioso que siempre he sentido con las niñas vírgenes en el interior de su vagina aun sin explorar.
Me dicen si quieren que siga.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!