Ana, un coño maravilloso
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ana
Era la novia de mi amigo aunque en realidad yo la conocía a ella antes que a el. Ana era una chica rubia no de mucha altura, con un buen tipo y unas tetas enormes que me ponían enfermo. Sus pechos además parecían ser mayores por el tamaño de Ana, que como he dicho era mas bien menudita. De cara Ana era guapetona, y su forma de ser extrovertida y alegre la hacia muy agradable, Ana tenia un buen culo que la hacia en conjunto muy apetecible…., pero era la novias de un amigo.
Mas de una vez me había pillado mirándole las tetas ya que siempre iba con camisitetitas blancas de tirantes finos que mostraban un poco aquellas increíbles tetas, sobre todo cuandos e agachaba, y encima se le veían aquellos sujetadores de encaje que me hacían imaginar aquellas tetas trasparentándose a través de ellos.
Una noche quedamos para tomar unas copas ella, otro amigo y yo (su novio trabajaba en otra ciudad) y después de unas copas me sucedió algo que no se me olvidará. Estábamos charlando animosamente entre mi amigo y yo cuando de repente al bajar el brazo izquierdo tras pegarle un trago a la copa me quedo petrificado cuando siento en mi codo izquierdo la maravillosa teta derecha de Ana, aquel roce era impresionante, me estaba gustando más que cualquier otra sobada de tetas que hubiera hecho anteriormente, dado el placer que me producía no sabia ni lo que mi amigo que tenia enfrente me decía, al cabo de unos segundos decidí que lo que estaba sucediendo era una pasada y como quien no quiere la cosa retire mi codo de su teta como si no hubiera pasado nada y tomando otro trago de la copa al Bjar el brazo lo deje más lejos de las tetas de Ana.
Cual fue mi sorpresa cuando a los pocos segundos Ana se acerca a mi y deja su teta pegada a mi codo como estaba anteriormente. Mi polla esta vez creció a lo bestia dentro de mis pantalones, parecía que iba a estallar.
¡Era la muy cabrona de mi amiga Ana la que ahora había pegado su teta a mi!
_ Pues esta vez no pienso apartarme de rozar sus estupendas tetas ya que había sido ella la del acercamiento.
Transcurrido un rato nos apartamos (no me podía creer lo que acababa de suceder) y nos dirigimos a otro garito a tomar la última. Mi amigo dijo que se iba así que entramos Ana y yo solos.
Estaban tocando canciones animadas y después de dejar la copa en la barra nos pusimos a bailar la lambada o algo así, estábamos muy pegados y todavía no se me había ido de la cabeza lo de las tetas de Ana cuando Ana dio un giro a su alrededor delante de mi y muy pegada, la siguiente vez que lo hizo yo puse la mano pegada totalmente a ella justo debajo de su brazo y cuando se giro totalmente pase mi mano abierta por encima de sus dos tetas con firmeza sintiendo primero el paso de una, luego la transición y luego la otra maravillosa teta, casi me corro del gusto.
Ella había dado la vuelta muy lentamente como admitiendo lo que estaba pasando (me imagino que a ella le estaba gustando tanto como a mi, y que la situación nos excitaba a ambos por igual) y además introducía su pierna entre las mias como buscando el roce del bulto de mi polla adivinando lo empalmado que yo estaba.
Siempre pensé que aquella noche me follaría a Ana o por lo menos que me haría una paja (siempre imaginé a Ana como una buena pajera), pero no sucedió y me quedé con las ganas. Desde entonces me hice muchísimas pajas pensando en Ana, ya me había masturbado por ella antes de lo sucedido pero aquel roce impresionante con sus tetas fue impresionante.
Pasaron los años y Ana se fue a Madrid a vivir con su novio, de vez en cuando venía a hacer un curso y cuando venía siempre me llamaba para salir a tomar unas copitas y charlar animadamente (hay que decir que mi novia también vivía en otra ciudad). Una de las veces que vino ya era tarde cuando bailando animadamente pusieron algo de bailar medio agarrados.
Ana llevaba un pantalón ajustado y una camiseta amarilla en la que se le marcaban perfectamente sus impresionantes tetas y que dejaba al aire la parte inferior de su espalda. Sin querer al principio al pasar mi mano por detrás de ella coloque la mitad de mi mano en la camiseta y la otra parte en su espalda desnuda. Aquello evocó en mí el recuerdo de la vez que Ana se había dejado tocar suavemente sus tetas (o por lo menos yo así lo pensaba), y con ese recuerdo en la mente baje un poco mi mano y se colocó totalmente en su espalda libre de ropa, de repente Ana recostó su cara sobre mi pecho mientras me rodeaba con sus brazos y seguíamos lentamente el ritmo de la música.
Mi mano empezó a bajar lentamente, milímetro a milímetro por la espalda de Ana hasta que sentí levemente el roce de su pantalón en mi dedo meñique. Su pantalón aunque ajustado no era ceñido en la cintura y sin pensarlo introduje levemente mi dedo por debajo de el. Ana seguía pegada ami con fuerza asi que adiviné que ella aceptaba lo que estaba ocurriendo, cuando giramos al bailar y yo me quede de espaldas a la gente de forma que su espalda quedaba cera de la pared detuve el giro del baile e introduje leve y suavemente mas la mano por debajo de la cintura de su pantalón, ella permaneció inmóvil y sin parpadear se apretó más a mí lo cual hizo que sintiera en mi vientre todas sus impresionantes tetas, al cabo de unos segundos de viaje mis dedos llegaron a la parte superior de sus bragas, mi corazón latía a mil por hora, estaba rozando las bragas de Ana y ella que lo estaba sintiendo no lo despreciaba, en mi pantalón sentía como mi polla estaba que no sabia por donde ir, me dolía de la dureza que había alcanzando y algún punto sentía el roce del cuerpo de Ana sobre ella lo que hacía que mi liquido preseminal humedeciera el glande de mi verga y eso que solo le estaba rozando las bragas a mi amiga Ana.
Deslice más aún mi mano por debajo de sus braguitas y senti mis dedos acariciando su suave piel por debajo de una bragas que se adivinaban de encaje por el roce con la parte posterior de mi mano
_ uhmmmm….. escuché de repente sobre mi hombro donde ella apoyaba su cabeza, lo cual me excitó aún más.
En aquel instante cambió la música y saque repentinamente mi mano de su baja espalda sin decir nada. Cogimos la copa de la mesa donde la habíamos dejado y nos dirigimos a un lado del garito enfrente de la barra. Ana se coloco de espaldas a la pared como diciendo:
_si quieres seguir con el juego ¡ahí tienes!. Y comentó
_Ha estado bien el baile… mostrando una sonrisita picarona
Cogí mi copa con la mano izquierda y le ofrecí un brindis para romper el hielo:
_ ¡por el baile que nos acabamos de marcar! , dije yo, y ella choco su copa con la mía.
Mientras la miraba fijamente a los ojos en plan desafiante y ella no esquivaba la mirada bebí a la vez que pasando mi mano derecha por su espalda ella la arqueaba para hacer hueco entre la pared donde se apoyaba.
Esta vez enseguida llegue a las braguitas y ahí me detuve, recorriendo con mis dedos de un extremo a otro de la cintura por donde me permitía el pantalón llegar, baje suavemente la mano y sentí todo su culo en la misma, ella dejo su copa sobre una balda de la pared y volvió a recostar su cabeza sobre mi pecho.
No había ninguna duda, esta vez mi amiga Ana se estaba dejando.
Mientras acariciaba subvente su culo mi mano iba progresiva pero muy lentamente acercándose a los costados de su cuerpo y siempre por dentro de sus braguitas, al llegara su cintura subí mi mano de manera que casi se me salio de dentro del pantalón por completo
_ Aaaaaaaaah, nooooooooooooh, sigueeee porfa sigue. Susurró ella a mi oído
En realidad yo había sacado mi mano porque al girar alrededor de su cintura su pantalón no me dejaba pasar, enseguida coloque mi mano entre mi cuerpo y el suyo y esta vez por fuera del pantalón la deslice hasta su entrepierna, donde me imaginaba esperaba su coño ardientemente, aprete fuertemente mis dedos cuando intuí que había alcanzado el punto clave de su coño y ella soltando un leve quejido de placer apretó su pelvis hacía mi aceptando el roce.
Una vez que con dos de los dedos centrales de mi mano derecha había recorrido en redondo varias veces su coño (mientras Ana se retorcía de placer y excitación) introduje mi mano esta vez por la parte delantera de su pantalón donde su vientre se encogía para dejar paso hacia el cielo y llegue al comienzo de sus bragas, esta vez levante enseguida con la parte posterior de mis dedos y seguí camino hacia abajo a la veza que Ana me clavaba las uñas en mi hombro y decia susurrando:
_ ¡siiiiiiii, siiiiiiii, así sigue así! Esperando con ansiedad que llegara a los labios de su coño.
Como no me podía ni imaginar en aquel momento roce por primera vez la zona púbica del coño de Ana, y me detube an te aquella maravilla.
_no me lo puedo creer, le estoy tocando el coño a Ana. Me decía a mi mismo.
Revoloteaba con mis dedos y acariciaba el bello del coño de Ana. Probablemente me estaba corriendo y no lo sabía, me encantaba jugar con su coño como nunca me había imaginado, y encima en público, aunque mi espalda y la pared protegían de la vista cualquier operación; sin embargo los movimientos de Ana retorciéndose de placer podían hacer adivinar a alguien que aquella tía le estaban tocando el coño.
Mi mano siguió avanzando al poco recorriendo el lateral del coño de Ana para no llegar de golpe, y al acercarme a la parte central aquello era un verdadero mar de lagrimas de placer. Ana en aquel momento me mordió la parte baja del cuello y profirio un pequeño grito y lamento diciendo
_ ¡Siiiiiiiiiiiiiiiii!
Humedecí bien mis dedos con los jugos de su coño y empecé a acariciar suavemente sus labios hasta llegar al clítoris donde de formar circular y con la yema de mi dedo corazón recorrí incesablemente y sin parar el clítoris empapado del coño de Ana, y mientras con la mano izquierda comencé a acariciar un poco sus tetas por encima de la camisita amarilla que llevaba. Ana comenzó a jadear sin parar con su boca pegada a mi cuerpo para que nio se la oyera, a lo cual separándola un poco de mi le dije al oído:
_ ¡Chilla si quieres puta!, que con la música no se te oye.
A lo cual ella profirió ya un alarido contenido al aire en señal de que estaba teniendo un orgasmo bestial mientras mi dedo corazón hacia un trabajo increíble en el coño de Ana, con caricias suaves y lentísimas una vez que mi amiga Ana se había corrido. Sofocada se aparto y subió al baño del garito. Yo pase los dedos de mi mano derecha por mi nariz y olí todo lo que pude a Ana tocándome la entrepierna con la otra mano. Acababa de tener la mejor experiencia con el coño de una tía.
Jamás pude imaginar que con las tetas que Ana tenía y con lo que siempre las había deseado fuera a ser el coño de Ana y no sus maravillosas tetas las que me hicieran correr simplemente con la imaginación y de verla gozar como había gozado.
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