Andrea y yo II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por MarioOdugrev.
Ahora Lulú
Como conté mi prima Andrea quería ganar una apuesta, entre amigas de la Secundaria, de quien perdía primero la virginidad.
Por ello la sorprendí tratando de coger con un chico de la colonia.
Y la iba a acusar con mi tía, pero, ‘me hizo caer en sus redes’ y termine siendo quien la desvirgo.
Que en esa misma ocasión también su amiga Lulú lo había intentado.
Aunque luego de lo que me conto Andrea pensé que ella también lo había logrado con el otro chico.
Pero no fue así pues el chico era muy brusco por lo que lo rechazo, y había tratado de obligarla.
Por eso la vi sollozante.
Esto lo descubrí casi un mes y medio después cuando Lulú toco a mi puerta.
Ese día había salido Andrea, con mi tía, a visitar a una amiga que había dado luz a un niño.
Estaban por terminar las vacaciones, alguien toco a mi puerta y era Lulú.
Le pregunte que deseaba y me dijo:
– ¡Quiero que me hagas lo mismo que a Andrea!
– ¿Quéee?
– ¡Quiero que me hagas lo mismo que a Andrea!
– ¡Eeehhh!
– Sí.
¡Ya sabes!.
Esto me hizo entender, y ante el peligro que algún vecino se enterara le dije pasara a mi casa.
Ahí me repitió:
– Quiero que me desvirgues como a Andrea.
-Pero yo no sé de qué hablas.
-Andrea me dijo que fue otro chico pero dos veces la he sorprendido salir muy contenta de aquí.
Así que coge contigo.
Pues ella me ha dicho que continúa cogiendo con su desvirgador.
Que coge muy rico.
-Perooo.
– Pero Nada.
O lo haces conmigo o se lo digo a tu tía.
Desarmado, le dije:
– Pero, estas muy chica.
– No, soy 4 meses más grande que Andrea.
– ¿Estas segura? ¿Te puede doler?
– Sí.
Dice Andrea que solo le dolió al principio luego se le paso el dolor y le gusto.
-Que coges muy rico.
Por eso quiero que tú me desvirgues.
-Además eres guapo y ella dice que tu pija es bonita y grande.
Y qué me va a gustar.
-¡Pero no tengo condones¡
– No te preocupes, una amiga, a la que le conté que quería perder mi virginidad, me aconsejo ir al centro de salud para que me dieran anticonceptivos.
Les dije que lo ‘haría’ con mi novio.
Trataron de que desistiera, pero les dije que si no me los daban de todas maneras lo haría.
– Bueno.
Vamos a mi recamara.
Ahí sin pedirle nada, ella se despojó de toda su ropa.
Su cuerpo algo más llenito que el de Andrea por lo que se veía mejor.
Se acercó a mí para quitarme el pantalón, parecía experta pues no le costó trabajo, dejándome el bóxer, aunque palpó mi inocultable bulto, busco despojarme de la camisa, pero al ser más alto que ella solo logro desabotonarla.
Por ello yo termine de quitármela.
Ella me empujo a la cama y desesperada comenzó a chuparme la pija.
Era una experta, ninguna de mis novias me la habían mamado tan rico, ni Andrea que cada vez la mama mejor.
Luego me contó que ya se la había chupado a varios chicos, pero que o no quisieron coger (ellos eran de su edad) o a la mera hora ella o ellos se habían arrepentido.
Trato mi pija con deleite por lo que pensé ‘eso de que eres virgen no lo creo’.
Pero no iba a despreciar un coñito dispuesto a recibirme.
Al hacerme explotar no dejo caer ni una gota de mi leche.
Luego se montó sobre mí con la intención de empalarse, pero se lo impedí, pues aun dudaba si era o no virgen.
Le dije:
-¿En verdad eres virgen?
-¡Siii¡
– Entonces debo prepararte para que lo disfrutes.
– Pero ya quiero que me la metas.
– Si, yo también quiero metértela.
Pero hay que lubricarte.
-Bueno.
Le pedí se recostara y abriera sus piernas para dedicarle atención a su coñito.
Lo abrí y lo note cerradito, en verdad era virgen.
Pase mi lengua varias veces lo que le hizo gemir.
Luego continué comiéndome a besos su cuerpo empezando por su boca, nos besamos húmeda y cachondamente.
Bese su barbilla y cuello, esto la hizo cimbrar, y aún más cuando llegue a sus bubis pequeñas pero suaves y atrayentes.
Me prendí de sus pezones alternadamente, lo que hizo que gimiera, estos se empezaron a endurecer, los lengüetee y chupe, baje a su ombligo y continué lengüeteando.
Ella gemía y decía: -Yaaahhh.
Regrese a su coñito.
Lengüetee una y otra vez su rajita logrando que su botoncito se endureciera.
Lo lengüetee y luego lo chupe delicadamente.
Ella gemía, volvió a decir:
-Yaaahhh.
Pero yo quería prepararla y lubricarla al máximo, quería hacerla gozar lo más posible.
Aunque mi pija ya quería sentir su cálido interior.
Su hoyito ya expelía lubricante, por ello al tratar de meter mi lengua en su coñito, sorbí un poco, y continué comiéndole el coñito.
Ella gemía y decía: -Yaaahhh métemelaaahhh.
Metí un dedo en su hoyito para prepararla a recibir mi enhiesta pija.
Lo moví en círculos, ella continuaba gimiendo y pidiendo ya su desvirgue.
Por ello puse mi pija frente a su coñito.
Se la pase una y otra vez a lo largo de su rajita, ella alzaba su pubis tratando de ensartarse.
Yo buscaba enardecerla más y aumentar su deseo, para que al penetrarla el dolor de su desvirgue fuera mínimo y su placer máximo.
-Yaaa, métemeee tu pija por faaa.
– ¿Segura??
– Síii, por faaa.
– Yaaaa métemelaaa.
Yaaaaaaa desvírgameeee yaaaaaaaaa.
Por supuesto yo ya ansiaba hacerlo, pues mis testículos y pija ya me dolían de lo congestionados que estaban, y ya expelía lubricante.
Ella jadeaba, e intentaba jalarme para que ya la penetrase.
Por ello me puse entre sus piernas, ubique mi pija en la entrada de su coñito y empecé mi avance.
Su coñito empezó a abrirse recibiendo mi dura y gruesa pija en sus labios mayores.
Era rico sentir como su coño se abría recibiendo mi pija, y como la cobijaba, era delicioso.
Pero conforme avanzaba, sus gemidos se volvieron ayes de dolor.
Por lo que le dije:
– ¿Te la saco? ¿Me detengo? (esperando dijera no)
– AAAyyy.
Siii, Nooo.
Pero me duele.
Sigueee.
-Relajate, sino te dolerá más.
-Siii.
Continúe hasta toparme con su telita.
Y empuje rompiéndola.
Ella solo gimió.
Tal vez temerosa de que ya no continuara cogiéndola.
Yo continúe hasta topar con su fondo y me quede quieto para que se acostumbrara a mi victoriosa pija, sí, pues era el segundo himen que me entregaban.
Su respiración era muy agitada, pero poco a poco se calmó, al parecer el dolor disminuyo.
Por ello inicie el mete saca.
Al empezar a moverme trato de impedírmelo tal vez creyendo que se la sacaría.
Le dije: -Calma es para cogerte rico.
Entonces me dejo hacer.
Cuando comencé a moverme parecía estar en el cielo.
Gemía y gritaba, pero no de dolor, pues le estaba gustando mí mete saca.
Ella decía: -Sí, dale, muévete más, siii, asíii.
Y se unió a mi delicioso vaivén.
Metía y sacaba mi pija de su coñito que se abría y cerraba ante mi mete saca.
Ella gemía:
-Aaaahhh, oooohhh, siiiii.
Estaba o la sentí más apretadita que mi prima.
Yo estaba disfrutando de ella y ella de mí, pues le encantaba mi fuelleo.
Con mi mete saca la llenaba con mi orgullosa pija.
Fueron minutos que me parecieron breves.
Metía y sacaba mi pija en un rico friccionar.
Ella me lo agradecía pues su coñito no solo recibía anhelante sino que apretaba ricamente mi pija, he oído le llaman perrito.
Finalmente estalle inundando su coñito, la sensación fue increíble.
Me quede quieto.
Pero ella quería seguir sintiendo mi penetración, y se autoempaló por varios minutos hasta alcanzar su propio clímax.
Quedamos rendidos uno encima del otro por varios minutos tras los cuales ella limpio mi pija con la sabana y luego empezó a chupármela hasta lograr que se endureciera y me monto para una segunda cogida donde ella llevo el control.
Esta segunda sesión fue más rica pues no solo aguante más sino que además ella disfruto sin la incomodidad del desvirgue.
Al terminar y borrar los vestigios de nuestro encuentro ella me dijo:
-Los viernes, mi mamá sale a una reunión de ventas ¿puedes ir a mi casa para hacerlo? ¿Quieres?
Por su puesto dije:-Sí,
Y por un tiempo tuve dos coñitos a mi disposición…
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