Antonela, la pequeña hija de la novia de mi amigo [II]

Antonella mira con fijación mi verga entrar y salir dentro de la vaginita de Romina. Antonella no sacaba su manito entre sus piernitas y sus deditos se los escuchaba urgetear sobre entre los pliegues de su húmedo tajito, hasta que dijo «Ahora me toca a mí».
 

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Todo comienza en que mi amigo con el que comparto departamento se pones comienza a salir con una chica vecina del lugar donde trabajamos.

Al fin de semana siguiente le propuse a Roberto cuidar a la tarde a la niña, pero no era posible.
Tenía mucha ganas de ver a Antonella, pero no quería demostrarme tan interesado.
Busque las mil forma de pasar juntos con Roberto por la casa de ella.
Hasta que me di cuenta que Roberto no tenía suficiente dinero y discretamente lo ayudé y esto cambió todo cuando le dije que no necesitaba devolverlo.
Salimos paciente porque a esa hora el trafico estaba algo pesado, ese camino lo hacíamos a diario porque ellas vivían a metros de la empresa donde trabajábamos con Roberto.

Cuando estacioné el auto, Antonella cuando nos vio, vino enseguida a nuestro encuentro junto a otros niños y niñas.
En realidad había varios grupos de juego, pero Antonella me los señalaba y me decía aquel es mi prima «tal» o mi primo «cual».
Mientras Roberto fue nervioso a buscar a su novia me quedé junto al auto con Antonela.
Me di cuenta en esa cuadra vivian todos sus familiares porque todos eran primos.
Así conocí a su primita en cuestión, en pocos minutos fue la misma antonela que me dijo:
Esta es mi primita con la que jugamos a tocarnos la conchita.
Su prima le dijo que no tenía que andar diciendo eso.

Me llamaron para integrarme en la casa con el grupo de adultos.
nos presentamos y a los minutos ya estábamos todos en confianza.
Así que pude persuadir a la hermana de la novia de Roberto, la cuñada de Roberto y madre de la primita de Antonella con las que ya había pasado algo, que la convenciera a la novia de Roberto de que tengan una cita más esa tarde.
También la invité a ir con nosotros y su hijita al parque, pero no podía.
Tal como me imaginaba, la nena, Romina, pedía a su madre para ir con nosotros.

Sin tanto rodeo lo hago breve, nos fuimos los cinco, las dos nenas, Roberto y su Novia, y yo.
La primita se sentó a mi lado en el asiento del acompañante,  todos los demás atrás.
Me dí cuenta que era muy desinhibida para sus 6 añitos, hablaba mucho como si la conociera de toda la vida.

Dejamos en el parque a Roberto y me fui con las niñas a pasear en el auto.
Me fui para unos de mis lugares predilectos para ir con niñas, la zona del puerto, para hacer unos de mis juegos de paseos preferidos con las nenas, enseñarle a manejar. Si la nenas están predispuestas sexualmente y te acepta, con ese juego se escala muy fácil y rápido.

Cuando le dije a Romina que se siente en mis piernas para manejar, en un salto ella ya estaba sentada sobre mi verga.
Me di cuenta que ella notó de inmediato que tenía la verga parada.  Se dio la vuelta para mirarme a los ojos y se sonrió picaramente dando a entender «yo se cual es tu intención, y la acepto».

Me dí cuenta que todo sería mucho más fácil y de un principio desplacé con cuidado su vestido y puse mi mano en la  entrepierna de su ropa interior y se la tocaba.
No puso ninguna objeción. Por lo contrario actuaba alegremente como si ahí nada pasara, ella sabía disimular esto mientras ambos hablábamos sobre como conducir.
Le pregunté mientras le hacía un sutil tocamiento masturbando su conchita:
¿te gusta que te enseñe a manejar así?
Romina no solo me dijo que sí le gustaba manejar sino que se acomodó para que la pueda tocar mejor.
Antonella notó muy rápido lo sexual de lo que pasaba y se puso Celosa.
Lo que nos llevó a juego de forcejeos entre nosotros, que me facilitaron tocarle la conchita a Romina.
Le pregunté al oído si le gustaba que le toque ahí, en un movimiento claramente masturbatorio.
No respondió.
Una ves más le pregunté, pero pregunté específicamente si me dejaba tocarle la conchita.
Ella reaccionó con un dedo tomando el elástico de su entrepierna de la braguita haciéndolo a un lado dejándome toda su conchita desnuda.
Me encontré con una conchita aun algo sequita.
Pero después de masturbar un ratito sobre su clítoris muy erecto, encontrando muy rápido su placer.
Ella se lubricó la vaginita muy rápido lo que me facilitó desplazar mi dedo.
Me di cuenta que su vaginita era muy permisiva, tuve que trabajar muy poco hasta que todo fue quedando en su lugar y adaptándose, pero cuando mi dedo entró sin mayor inconveniente en su vaginita ella dió un intenso suspiro y dijo «ahh.. siii», le entraba y salia rico mientras Antonella miraba sin perder detalle.
Les pregunté a ambas si querían ir a mi casa para poder hacerlo más rico los tres en mi cama.

Les gustó la idea a las dos. Pero me sorprendió Romina cuando me preguntó porque no les había pedido que me chupen la verga.

Le dije que no se me había ocurrido. Pero si ella quería no habría problema.

Me dijo que mejor no, que a ella no le gustaba y su abuelo la obligaba a hacerlo de todos modos.

Me sorprendía que ninguna de las veces no hablaron del kiosquero que me dijo Anto,  no sabía si era su abuelo.

Así que regresamos a buscar a Roberto en el Parque, la tarde ya estaba cayendo el sol en el horizonte.

Le propuse a Roberto que nos lleve hasta nuestro departamento, porque las niñas estaban con hambre y les haría unas pizzas.

Prefería ayudarlos con algo más de dinero para que salgan de fiesta de noche de sabado y prestarle mi auto para que ellos tengan una nueva cita mientras yo cuidaba a las niñas.

Para hacerlo breve. Fuimos todos a mi departamento, Roberto tomó algo de ropa para bañarse en casa de su novia. Se fueron diciendo que regresarían aproximadamente a la media noche para buscar las niñas.

Una hora más tarde me llaman y estaban las dos hermanas con Roberto para pedirme si podía quedarme toda la noche con las niñas porque hacía mucho que la hermana no salia con su novio así salían los 4 de fiesta.

Está de más decir que acepté.

Para eso nuestros juegos sexuales con las nenas ya estaban poniendo muy rico porque las dejaba que las niñas jueguen entre ellas y las miraba guardando algún que otro recuerdo del momento con mi celular. Romina se le daba muy bien el rol lésbico activo

No me había animado a hacer mucho por miedo que regresara Roberto a buscar algo, pero al llamarme de la casa de su novia, supe que tendría al menos mínimo 20 minutos de viaje si tendría que regresar.

Fue cuando nos tiramos en la cama y entre revolcones los tres, y le fomenté mas su rol lésbico de Romina y le enseñe a chuparle la conchita a Antonella hasta dejarla encendía de caliente.

Fue cuando me dí cuenta que enseñarle a meterle el dedo de Romina dentro de la vaginita de Antonella se daría fácil.

Romina realmente le dio una cogida de novela a su primita y le chupó los pezoncitos de una forma que casi la enloquece a Antonella.

En un momento Romina le dice a Antonella, ahora me toca a mí.

Como no había querido interferir entre ellas, cuando toco la conchita de Romina me encuentro que está empapada y había mojado toda su ropa interior.

Me fui acomodando entre las piernitas de Romina.
Por primera vez saque mi verga por el costado de la pierna de mi short.
Cuando le hice a un lado la braguita a Romina me encontré con su vaginita totalmente lubricada y dilatada.
Juntamos nuestros genitales y ella estaba muy receptiva a mi verga, deseaba mi verga. Dicho en otros términos ella quería coger y sabía muy bien que estábamos haciendo y como hacerlo.

Creo que en menos de 10 minutos mi verga ya estaba entrando dentro de ella sin ninguna queja.
Siempre penetrar la primera vez del día a una nena lleva un tiempo y un trabajo delicado y minucioso, sin importar que tantas veces lo haya hecho tiempo antes.
La primera vez del día siempre es trabajosa.
Pero en lo único que podía entrar mi verga en esa forma que esta nena todo estos días anteriores haya estado cogiendo mucho.

Sin duda esta nena tenía mucho más sexo del que había imaginado, se movía muy rico y se ensartaba toda la verga con gusto.
Pregunté quien más la había cogido.

Por lo que entendí del lo que ella dijo, el abuelo la cogía, el padre de su madre.

Entre vernos coger y escuchar el relato de Romina como lo hace con su abuelo, Antonella se calentó enseguida una vez más. Casi de inmediato se sacó sus bragas una vez más que recién se las había puesto, quedando solo con su faldita.

Antonella estaba muy interesada en ver como entraba mi verga en la Vaginita de Romina.
Los tres mirábamos el espectáculo de ver mi verga entrar y salir en la vaginita de Romina.

Antonella noto que la verga se giraba al entrar y lo dijo.
Lo que indicaba que a pesar que vaginita de Romina tenia una capacidad adaptativa a la verga, era lo suficientemente estrecha en los isquiones.

Esto sucede porque la verga se gira 90° al entrar alineándose la parte más ancha de la verga en sentido del tajito el canal «V» de los isquiones. Los isquiones son los que nos dan la sensación de estreches de una vaginita, no es la vagina, En otros casos nos impiden entrar, como que chocásemos contra una pared. No es una cuestión de solo la edad, también de anatomía y genética, algunos hábitos y costumbres también pueden afectar por ejemplo la danza o la gimnasia. Por eso veremos que puede ser contra intuitiva  la misma limitante puede  estar a lo 12 años que es casi imposible lograr una penetración siendo una mala experiencia  y quizás a los 5 años donde la penetración no tiene mayor limitante y la experiencia es grata, no sangra ni hay dolor.
Por eso la violencia de forzar algo que no se puede ni se quiere es innecesaria.

Crear estas fantasía necesarias para algunas personas tienen el objetivo de que replacen realidades innecesarias sin necesidad de poner vulnerable a nadie.

Una buena paja en privado no daña a nadie, ayudada con una buena fantasía menos,  la ficción puede superar la realidad, puedes tener muchas aficiones fantásticas consecutivas imposible de hacerlas realidad.

Antonella mira con fijación mi verga entrar y salir dentro de la vaginita de Romina. Antonella no sacaba su manito entre sus piernitas y sus deditos se los escuchaba urgetear sobre entre los pliegues de su húmedo tajito, hasta que dijo «Ahora me toca a mí»

A Romina le dio mucho morbo ver coger a su primita de 4 años y medio.
Le dije que era imposible, que era muy pequeña.
Romina se zafó de mi verga y tomó otra posición y me dijo así tienes que poner a Anto y le va a entrar, prueba primero con migo.
Era verdad, le pregunté como ella sabía eso.
Me dijo que así es como se cogía su abuelo a su otra primita, Sofía, y que era como Anto o más chica.
Me vinieron muchas preguntas a la mente, medí cuenta que esa familia ocultaba muchos secretos por mucho tiempo. Pero sabremos un poco más en la próxima entrega.

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