Así conseguí tener sexo con mi hermana

Segunda parte de «así conseguí el pack de mi hermana» .
Para ser honesto hasta hace unas horas jamás había pensado en mi hermana como un objeto de deseo, pero, aunque unos instantes antes me había corrido aún seguía caliente y quería más.  Tal vez debido a que no había tenido novia desde hace un par de años o quizá la emoción en lo prohibido el cazo es que en ese instante mi hermana pequeña era la mujer más sensual que conocía y quería hacerla mía.

“No lo sé, tu dime que quieres 🔥”

Sinceramente no sabía que podía pedir, hablando materialmente tenía cualquier cosa: Xbox, una Buena PC, incluso su celular era el mismo modelo que el mío.

“Quiero una Tablet, ¿puedes dármela?”

Me pareció muy extraño, ella ya tenía una tableta, no tenía ni un mes de haberla comprado porque según ella seria mas practica para tomar sus clases.

“Claro que puedo, ¿cualquier Tablet?”

“¡no! Quiero una muy en específico”

“Entonces, ¿en donde te la doy y como le vamos a hacer para los demás?”

“Demonios, no había pensado en eso”

“¿Y si te la mando por paquetería?”

“¡no! Que puede que la reciba mi hermano o mi mamá y no voy a poder explicarlo”

Yo seguía sin comprender para que quería otra Tablet, pero si eso me iba a conseguir tener sexo con mi hermana no me interesaba

“¿Entonces?”

“Tengo una idea, ¿y si nos vemos en una plaza comercial compramos la tableta y después vamos a que cumpla con mi parte?”

“¿Y si me dices que modelo de Tablet quieres, yo la compro y nos vemos en algún lugar de tu confianza?”

“Eso suena mejor”

“Mándame el link de la Tablet que quieres”

Ella me mandó un enlace de Amazon, era exactamente la misma publicación de la que le compré la primera vez.

“Es esa, en color AZUL”

“Claro, no te preocupes. Cuando la tenga te aviso bebé”

En ese mismo momento la pedí, no me importo que llegará a mi casa de hecho ese era el plan.

Después de ese último mensaje me dejo en visto, vi la hora y ya eran las 2:30 pm así que salí a buscar algo de comer y claro que también para ver a mi hermana que ahora ya veía con ojos de hombre, con los ojos que un animal ve a su presa, con los ojos de lujuria con las que se ven a la chica que te gusta.

Al bajar las escaleras la pude ver en la cocina, la puerta del refrigerador estaba abierta y ella agachada buscando algo del fondo.

¿Qué estás buscando? —dije mientras veía sus perfectas piernas.

Ah, tonto. Casi me matas del susto –Dijo con una cara de sorpresa –¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar trabajando en tu cuarto? –Me cuestiono.

Si, debería, pero me dio hambre –Respondí mientras mordía una manzana que había tomado del frutero –Además me va a llegar un paquete cuando llegué me mandas WhatsApp por favor –Continúe mientras me preparaba un sándwich.

¿Qué me compraste? JAJAJAJAJAJAJA—Dijo ella con sarcasmo y mucha alegría que casi me hacía pensarlo dos veces antes de hacer lo que quería hacer.

¿A ti? Nada—le respondí con mucha calma.

Ah, que grosero eres—hizo un puchero de niña pequeña que ahora más que enternecerme me comenzaba a excitar.

Luego te lo recompenso y te compro algo—le dije mientras comenzaba a subir las escaleras.

Esa pequeña conversación con mi hermana me confirmó las ganas que tenía de cogerla, no sabía cómo había soportado ver esas hermosas piernas sin que mi pene formará la clásica “carpa de circo”

Al llegar a mi cuarto solo pude entrar a rastrear el paquete, supuestamente la tienda tenía envió inmediato y en efecto la Tablet llegaría en unas horas y estaba muy ansioso. Sabía que debía estar tranquilo y pensar en cómo le iba revelar que yo era quien había comprado sus fotos y que me la quería coger.

Lo mejor sería no ser tan directo por cómo respondió los mensajes parecía ser que se calienta muy rápido y podía tomar ventaja de esa forma.

Me acosté en mi cama y sin notarlo pasaron varias horas, mi transe fue interrumpido por el sonido de mi whatsapp.

“Ya llego tu paquete, baja a recibirlo”

Eran las 5 de la tarde y sentí que llegó muy rápido, pero debía esperar, era viernes y el sábado por la mañana siempre la pasamos solos y sería el momento ideal para comenzar mi jugada.

¿Qué pediste? —me cuestiono mi hermana cuando cerré la puerta principal

No seas chismosa, niña, nada que sea de tu interés—le respondí con una sonrisa sarcástica—se descompuso mi teclado.

Esa excusa fue suficiente para calmar sus cuestionamientos. Subí a dejar la caja en mi cuarto y bajé nuevamente cerrando mi cuarto

Al momento de sentarme en el sillón recibí la mejor llamada que podía recibir.

Hola mi amor, ¿ya no estás trabajando? —dijo la voz amistosa de mi madre al otro lado del teléfono.

Mami, acabo de bajar a la sala, ¿pasa algo? —le respondí tranquilamente.

No, nada mas te llamo para decirte que pasé a ver a tu abuela—cuando mi madre dijo esas palabras me pusieron una sonrisa inmediatamente—Sabes que no me gusta regresar tarde entonces me voy a quedar aquí hasta mañana voy a la casa hasta que salga de trabajar.

Si mami no te preocupes, saluda a la abuela de nuestra parte—Dije intentando ocultar mi emoción por tener tan perfecto momento para poder hacer mis movimientos con mi hermana.

¿Qué te dijo mamá? ¿a qué hora va a llegar? —me preguntó mi hermana en cuanto colgué el teléfono.

Dijo que regresa hasta mañana, que fue a ver a la abuela— Respondí mientras buscaba algo que ver en la tv.

Ah, bueno entonces hoy no va a haber problema si me desvelo jugando—dijo Danna con una linda cara de travesura.

NI CREAS—dije con voz algo seria—no te vas a desvelar jugando sin invitarme—continúe la frase.

Sabes que sí, me gusta jugar contigo—afirmo con una bonita sonrisa.

Bueno, entonces trae tu Xbox y conéctalo aquí en la sala mientras yo ordeno algo para cenar y me baño—le indique.

Cuando regresé a la sala ya estaba todo preparado, la comida, refrescos, la consola conectada y mi pequeña hermana esperándome.

¿En qué quieres perder? —dijo Danna en cuanto me vio

¿En qué quieres que te gane? —le respondí a su burla—pon el CTR que te voy a enseñar como se juega

Eh estado practicando, esta vez no me vas a ganar—alego con una expresión de burla

Te sientes muy confiada ¿qué quieres apostar? —le dije seguro de mí mismo

Te apuesto lo que quieras—afirmó

¿Qué te parece si jugamos un torneo a verdad o reto? —le propuse— quien pierda cada carrera debe elegir entre verdad o reto y el que pierda el torneo completo no tiene elección, hace un reto—continúa la explicación

¿Qué tan fuertes son las preguntas y los retos? —preguntó algo nerviosa

¿no que muy confiada? –La rete en forma de burla

Claro que estoy confiada—me replicó con orgullo—te voy a ganar

Ya veremos—respondí tomando el control

La primera carrera la tome con calma, y sin alardear puedo decir que jugué al nivel de mi hermana porque CTR es un juego en el que soy experto, crecí con ese juego.

Te voy a ganaaaar— grito emocionada mi hermana

La primera carrera la perdí a propósito.

Entonces… ¿verdad o reto? —pregunto Danna

¿Qué? Si tu dijiste no querías jugar así—le replique

No, no, yo nunca dije que no—dijo con una sonrisa de maldad

Bueno, pero no más no te vayas a quejar después… Escojo verdad—respondí fingiendo resignación.

¿En serio trabajas todo el tiempo que estás en tu cuarto? —me pregunto inmediatamente

La verdad es que no, pero debo estar al pendiente que no me envíen trabajo, ósea no estoy editando todo el tiempo, pero cuando me llega trabajo lo debo hacer—respondí fácilmente—vamos que la siguiente carrera no me la ganas

Continuamos jugando y la segunda carrera la gané por muy poco arriesgándome a perderla otra vez

¡Gane! —grité levantando las manos en señal de victoria —¿verdad o reto?

Danna se tapó la cara con las manos —¡maldita sea! Pregúntame —Dijo

A ver… dime ¿Cuál fue tu última mentira? –trate de empezar tranquilo.

Fácil, le dije a mamá que me iba a dormir temprano, pero jugué hasta tarde—Respondió velozmente-vamos por la tercera carrera, ahora sí te voy a ganar.

Esta vez no me contuve, sería raro ya que era mi pista favorita, conozco cada centímetro del recorrido, trampas y atajos. Mi victoria fue aplastante y su cara mostraba su frustración.

 

Ya, pregunta—dijo enojada.

¿Ya probaste el alcohol? –continúe con preguntas algo normales.

No, bueno si, pero solo fue un traguito en año nuevo cuando todos estaban borrachos—confesó con una pequeña sonrisa.

 

La última carrera vale doble—Afirme mientras me tronaba los dedos.

 

Si, la posición de la carrera y el resultado del torneo—Confirmó que estaba consciente.

Tenía todo calculado, aun perdiendo en segundo lugar podía quedar arriba en la tabla general. Intenté hacerlo de forma discreta, pero Danna ganó y justo detrás de ella llegué yo.

¡Te gane! —gritó con mucha emoción sin darse cuenta que yo había ganado el torneo—¿verdad o reto? –pregunto aun sin ver la pantalla.

Verdad—le dije rápidamente.

¿Qué haces en tu cuarto cuando no estás trabajando? –pregunto igual de rápido.

Básicamente, me hago wey… a veces veo anime, series, a veces veo cosas que una niña de tu edad no debería saber—Dije con una sonrisa y risa de broma pícara.

¿Ves porno? —preguntó mientras se reía.

¡Niña! — levante un poco la voz—mejor pasamos a tu reto.

¿Qué? —en ese momento vio la pantalla y a mi personaje levantando el trofeo— ¡maldita sea! La revancha— propuso.

Está bien pero primero, te reto a que bailes un trend de Tik Tok—Dije mientras reía

Ella sin muchas ganas comenzó a bailar un trend con una canción otaku.

Ahora sí, te doy la revancha— dije tomando mi control.

Pero cambia de pistas— dijo como si eso fuera a influir en el resultado final.

Comenzamos a jugar y está vez tenía intenciones de ganar las cuatro carreras.

Aaah no puede ser— dijo Danna al perder la primera carrera— pregunta.

¿Qué tan seguido ves porno? —pregunte directamente.

¿Qué? ¿Cómo sabes que lo veo? —dijo con la cara roja

No sabía, pero lo confirmaste con tu reacción y no tuve que preguntarlo… además tú empezaste, responde —le afirmé con una sonrisa de victoria.

Unas 3 o 4 veces a la semana— dijo con cara de vergüenza

Si quieres luego te recomiendo alguna película— me burlé con una risa notable

¡Tonto! Vamos a seguir jugando— tomó el control e inició la siguiente carrera.

Cómo dije está vez estaba jugando seriamente y volví a ganar fácilmente.

¿Verdad o reto? —no le di tiempo para reclamar.

Verdad— respondió con resignación.

¿Qué tan fácil te calientas? —Solté con naturalidad la pregunta.

 

¡Oye! ¿Qué tipo de preguntas son esas? —dijo con la cara aún más roja.

 

Tu empezaste— le recordé.

 

Pues así lo que se dice muy fácil, si, demasiado fácil  y no se porque— dijo ella mientras agacha la mirada.

 

Al escuchar su respuesta tuve una erección notable, la cuál era imposible de ocultar y a decir verdad no quería hacerlo. Danna la miró fijamente.

 

Pero supongo que es algo de familia porque creo que tú también— añadió en tono de broma.

 

Cállate— le respondí mientras ponía un cojín en mi entrepierna— vamos a seguir. 

 

La tercera carrera la gané pero ahora parecía que Danna tampoco hacía mucho por ganar, quizás quería seguir con esas preguntas que le estaba haciendo. 

 

Pregúntame— dijo rápidamente

 

¿Cuándo fue la última vez que te masturbaste? —pregunté sin tapujos. 

 

Ella se veía sonrojada pero ya no por la vergüenza si no por su temperatura corporal. 

 

Hoy, hace rato después de mi última clase virtual— respondió mordiendo discretamente su labio inferior— ¿Y tú?

 

También hace rato… de hecho más o menos a la misma hora jajajaja—respondí mientras tomaba el control. 

 

La última carrera la jugamos apenas, traté de hacerlo rápido y ella caía aún más en las trampas. 

 

¿Qué tan caliente estás? — pregunté

 

Mucho… en escala de uno al diez… un quince o más— su respuesta fue completada mordiendo su labio— y tú?

 

Yo creo que más o menos igual— le dije. 

 

Un silencio algo incómodo inundó la sala. 

 

Bueno, vamos por tu reto— yo fui quien rompió el silencio. Ambos sabíamos hacia dónde estaba yendo esta situación. 

 

Está bien— contestó

 

Te reto a que me hagas un striptis—

 

se quedó pensativa por un momento— está bien pero si lo voy a hacer lo voy a hacer bien. 

 

Subió por las escaleras y entró a su cuarto— cuando esté lista te llamo. 

 

Mi mente estaba al cien imaginando como sería el show, fui a mi cuarto en busca de condones para estar preparado y por suerte los qué tenía aún tenían caducidad. 

 

Mire la caja de la tablet en el mismo cajón y la deje en mi cama. 

 

«listo, ven a mi cuarto» llegó el mensaje por whatsapp. 

 

Camine directamente a su puerta qué sé encontraba medio abierta, el ambiente era cubierto por las luces led de color azul con las que había colocado para darle un luck «gamer» a su habitación, me senté en un taburete qué había colocado al medio del cuarto pero ella no estaba. 

 

«relájate y disfruta del espectáculo» me llegó otro mensaje. 

 

De pronto sonaron las bocinas bluetooh con música sensual y de la puerta se escuchó su voz. 

 

Y ahora, en la pista principal la única, la sensual, cara inocente pero cuerpo de tentación, fuerte sus aplausos para ¡DANNA! — dijo imitando a un presentador de table dance

 

Una pierna se asomó por la puerta siguiendo el ritmo de la canción, estaba cubierta por una media de red color negra y en sus pies unos hermosos tacones del mismo color qué eran de mi mamá.

 

Poco a poco iba entrando y dejando ver un sexy short de mezclilla qué usaba a los 10 años por lo que le quedaba apretado remarcando sus muslos y trasero. En la parte de arriba también tenía una blusa vieja que dejaba ver su ombligo, era de color blanco con un estampado de anime pero la tela estaba tan desgastada qué sé transparentaba su brasier de color rojo. 

 

Mi verga ya se notaba en mi pantalón cuando empezó a mover su culo casi frente a mi rostro, ella tomó mis manos y las colocó en su cintura y con el baile comencé a recorrer todas sus piernas y estómago. 

 

Lentamente quitó el botón de su short y con el mismo ritmo lo bajó empinando su torso hacia el frente mostrando su culo en todo su esplendor, al volver se sentó en mis piernas moviendo su cadera sobre mi paquete y llevando mis manos a sus pechos sobre su ropa, en un movimiento rápido se volteo quedando mirándonos a los ojos y sin dejar de hacerlo ella misma se quitó la blusa quedando únicamente con un conjunto de brasier y cachetero rojo con sus medias de red negra y los tacones, realmente se veía preciosa. 

 

La canción terminó y nosotros seguíamos mirando frente a frente cuando nos fundimos en un beso, sus movimientos eran algo torpes pero la inexperiencia aportaba un morbo extra a la situación. 

 

El beso se fue intensificando cuando ella misma me quito la playera. Ya no importaba nada, nuestra calentura era mutua. 

 

Lentamente bese su cuello bajando hasta su pecho donde baje su brasier para poder jugar con sus pezones los cuales eran pequeños de color rosado y con una ligera aureola a su rededor. Mis manos se dirigieron a los broches para quitar el sujetador por completo y dejar al aire sus dos lindos pechos

 

Sus gemidos era lo que se escuchaba junto al roce de nuestros cuerpos cuando me detuve para quitar mi pantalón, la erección qué tenía comenzaba a apretar contra las telas.

La mirada de Danna se dirigió a mi pene qué sé marcaba en el bóxer luego con su pequeñas manos me despojo de mi última prenda, su expresión fue una mezcla de asombro, emoción y excitación. 

 

«Chupalo» le ordene mientras jalaba su cabeza hacia mi entrepierna, la misma inexperiencia se notaba pero de alguna manera sentí que era la mejor mamada qué me habían dado en toda mi vida qué casi me hace venirme pero pude aguantar. 

 

Cuando bajé su cachetero sabía que había llegado al punto sin retorno, estaba a punto de robarle la virginidad a mi hermanita menor. 

 

Saqué un condón y le pedí que relajará el cuerpo, lentamente fui metiendo mi verga en su pequeña vagina, era difícil, aun no entraba la mitad de la cabeza cuando ella comenzó a sentir dolor, sus quejidos los calle con un beso. La cabeza ya estaba dentro pero aun podía entrar más verga. Cuando llegué a su himen no lo pensé dos veces y sin tomar en cuenta su dolor lo atravesé de un solo tirón. 

 

Me detuve hasta que el dolor bajó un poco para continuar con el movimiento.

 

Al terminar ambos nos quedamos en su cama y desnudos sin decir nada. Cuando me levanté, fui a mi cuarto por la tablet y regresé… 

 

«Toma, pero esto qué tuvimos hoy no cuenta como lo que me prometiste» 

 

Su cara estaba confusa hasta que abrió la caja del paquete y vio el empaque de la tableta, yo me fui a mi cuarto antes de que pudiera decirme algo.

 

Así fue como tuve sexo con mi hermana pequeña por primera vez.