Bebiendo con mi sobrina…..
Un tipo va a visitar a su hermano como de costumbre, pero se da cuenta que se fue de viaje con su cuñada, pero aun y así su sobrina lo recibe en la casa, él la emborracha y se acuesta con ella. .
Desde siempre, como de costumbre voy a la casa de mi hermano de visita, siempre me pongo a beber con él, y luego me marcho, o me quedo a dormir en el sofá de la sala, por lo menos hasta que se me pasa la borrachera.
Por lo que cuando mi hermano, y mi cuñada, se fueron de viaje a visitar Tierra Santa, cuando llegué como de costumbre, mi sobrina me dejó pasar, ya estando dentro, cuando pregunté por sus padres, ella me dijo que estaban de viaje, cosa que a mi realmente se me había olvidado que mi hermano me había comentado.
Al escucharla, simplemente tomé asiento en una de las butacas de la sala, y como de costumbre abrí una botella que yo mismo siempre llevo, mi sobrina fue al bar de la casa, sacó una copa, y luego se sentó para hablar un rato conmigo.
Fue cuando le dije, en un tono de voz muy solemne. “Sabes, que es de muy mala educación dejar que el invitado, beba solo”. Mi sobrina, ni idea tenía que eso fuera cierto.
Pero no fue hasta que le dije, directamente. “No seas mala anfitriona, y búscate una copa para que me acompañes”. Desde luego, que hizo lo que, le dije, y apenas regresó con otra copa, de inmediato le serví un trago, quizás un poco menos, que lo que yo mismo me serví, brindando de inmediato por el viaje de sus padres a Tierra Santa.
Ella, no está acostumbrada a beber, pero a medida que continué bebiendo, por no ser descortés, también siguió bebiendo junto conmigo, al rato, después de que ya nos habíamos bebido, casi media botella.
Como de costumbre, me quité mi camisa, quedando en camisilla, mientras que mi sobrina, a medida que seguía bebiendo, me comentó que comenzó a sentir un gran calor por todo su cuerpo.
Pero aun, y así siguió bebiendo, acompañándome, mientras charlábamos de un sinfín de tonterías, hasta que, en cierto momento, le pregunté, si había algo en la cocina, para comer, mi sobrina se acordó de haber visto, un queso, y jamón, y algo de pan.
Y tras mencionármelo a mí, se dirigió a la cocina, para regresar, con todo eso, por lo que seguimos, bebe, que bebe, mi sobrina, estaba tan mareada, que cuando me volvió a decir, que se moría de calor, simplemente le dije. “Tienes suerte, de que estás en tu casa, ya que, si quieres, te puedes quitar todo, y te aseguro que yo no voy a decir nada, claro está a menos que no te atrevas.”
Lo cierto es que ni lo pensó, y frente a mí, se quitó la poca ropa que cargaba puesta, quedando en pantis y sostén, pero como vio que, a mí, pareció no importarme, que ella se desnudase, mi sobrina se quedó de lo más tranquila.
Mientras seguimos charlando, sobre canciones, y de momento que a ella le dio, por ponerse a cantar, y como sí ella estuviera, en un escenario, se subió a la mesa de centro, mientras cantaba, yo le observaba su depilado coño, a través de los transparentes país que usaba.
Diciéndole entre risas, que ella tenía un buen canto, refiriéndome al coño de ella, pero que ella seguramente interpretó que me refería a su manera de cantar, pero al bajarse de la mesa, se dio cuenta de que yo, también me había quitado la camisilla.
Mi sobrina al verme no lo pensó mucho y se quitó el sostén, fue cuando mirando sus paradas tetas le dije. “Te voy a decir un secreto, para que tus senos estén siempre firmes”.
Llena de curiosidad se me acercó, y tras acercarse más a mí, agarrando mi copa, y una de sus tetas, al tiempo que se le mojaba el pezón, le dije. “Con esto, tus tetas se van a poner bien firmes”.
Y casi de inmediato, comencé a mamársela, mi sobrina se quedó como paralizada, y al poco rato, me dijo que, en su vida, ninguno de sus novios, le había hecho algo semejante, cuando sintió mis labios, chupándole el pezón, lo que continué haciendo, por un buen rato.
Por lo que ella misma, comenzó a introducir su otro pezón dentro de su copa, y casi de inmediato, me dediqué a chupárselo también, así por un rato, le estuve chupando, y mamando las tetas a mi sobrina.
Cuando con toda intención, derramé la bebida de mi copa, entre las piernas de ella, mi sobrina ya bastante ebria, comenzó a reírse, y lo único que se le ocurrió decirme, fue. “Ahora me dirás que, que eso es magnífico, para tener un buen coño”. Riéndome, le dije. “Tú lo dirás en broma, pero es la pura verdad.”
Sin perder tiempo, de inmediato suavemente le bajé los pantis, luego dirigí mi cara directo sobre su coño, y separándole las piernas, me puse a mamárselo, imagínense ustedes, si cuando le mamé las tetas, casi se vuelve loca por el placer que le hice sentir.
Cuando sintió mi boca, chupando su vulva, los labios de su vagina, así como su clítoris, ella casi se desmaya, pero del placer que sintió, al tener mi boca contacto con todo su coño.
Hasta el punto que ella me restregaba todo su coño contra en mi cara, al tiempo que se dio cuenta, y no sé cómo, que yo me estaba quitando los pantalones, mi sobrina estaba tan y tan deseosa de seguir disfrutando, de las caricias y besos que yo le daba, que cuando se vino a dar cuenta, ya tenía toda mi verga dentro de su sabroso coño.
Esa noche, hice con mi sobrina, lo que me dio gusto y gana, ya que, además en cierto momento comencé a ir acariciando sus nalgas, y aproveché el momento para poco a poco ir penetrando su apretado culito con mis dedos.
Mi sobrina estaba extasiada, con todo lo que yo le estaba haciendo, metiendo y sacando por completo toda mi verga de su caliente coño, cuando en una de esas en lugar de metérselo nuevamente por su coño, dirigí mi verga a su apretado culito.
Ella se quedó paralizada, a medida que mi verga fue atravesando su esfínter, pero al poco rato comenzó gustosamente a mover sus caderas, al tiempo que yo le apretaba una y otra vez todo su coño con una de mis manos.
Luego de venirme dentro de su culo, y descansar un corto rato, ambos nos fuimos a bañar, y ya dentro de la ducha la puse a mamar mi verga, en par de ocasiones más, para luego regresar a su cama, y seguir disfrutando mutuamente.
Al día siguiente, cuando se vino despertando, ya estaba yo por marcharme, ella me comentó que estaba algo más que confundida, y no es que nunca se hubiera acostado con un hombre, pero me confesó que con ninguno de sus novios le pasa eso, ya que ellos apenas se lo meten, los muy pendejos se vienen.
Por lo que está bien deseosa, que la vuelva a visitar antes de que regrese mi hermano y mi cuñada.
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