Benicia, la niña del 4to»D»
Benicia está en 6to grado. Es una niña muy coqueta y muy predispuesta a los besos y abrazos. Se podría decir que es muy cariñosa. Todo se salió de control.
Benicia, es una niña de 11 años, hermosa por donde se la mire, ya su cuerpo está tomando forma de señorita, sus pechos están rellenándose, su cola se ha vuelto más pulposa. Su madre es una mulata colombiana y su padre es un rubio norteamericano. Por lo que la niña salió media mulata, su piel es color canela suave, su pelo es rizado pero de castaño claro, y sus ojos son de color verde agua. Toda una preciosura. Sus labios gruesos invitan a morderlos. Bueno se imaginan que a mis 16 años yo vivo todo el día excitado. Tengo una novia, Juanita de 14 años, pero su madre muy católica Ella, la tiene totalmente sometida y reprimida respecto a los muchachos. Para tocarle un pecho tengo un poco más que rezar diez Avemarías. Por lo que vivía masturbándome, más cuando me veía con Juanita y Ella solo me besaba, me dejaba tocarla un poquito y Juanita sólo tomaba mi verga apretando y sobándola por sobre el pantalón. Convengamos que tengo una buena verga. Son 19x5cms, con una buena cabeza. Algunas veces he llegado a hacerla acabar frotando mi verga contra su conchita por sobre su falda, una vez me permitió que la tomara por las nalgas y simuláramos coger. Yo termino con unas tremendas calenturas y un dolor de testículos que de la única forma que se me pasa es masturbándome.
Volviendo a Benicia, hacía ya unos días que me la encontraba en el palier, a la salida del ascensor. Siempre me dedicaba una gran sonrisa, y sus movimientos son totalmente una coquetería. Y cuando la veo irse a su depto, veo esas hermosas nalgas yendo de un lado al otro, eso me fascina.
Pero todo cambió, hace dos días estando yo solo en nuestro departamento, tocan el portero, voy a abrir y era la madre de Benicia, me dice que necesita hablar conmigo. Pensé, si yo no he echo nada. El tema es que la niña está floja en un par de materias en la escuela y la madre vino a ver si yo podía ayudarla a recuperar las notas. Que Benicia le ha dicho que se lleva bien conmigo y que le gustaría yo le ayudase. Obviamente que estaba dispuesta a pagarme unos pesos por la ayuda. Yo pensaba para mis adentros: con que esta mujer me permitiese cogerla una vez estaría bien pago. Es que la madre de Benicia es una tremenda mujer, muy hermosa de unos 34 años pero su cuerpo es escultural. Y al igual que su hija es muy cordial y simpática.
Yo lo pensé un poco y me dije para mis adentros, por qué no. Hasta me ganaría unos pesos y la madre seguro estaría muy contenta con mi ayuda. Por ahí ligo algo más. Contesté que no había problemas, y que los horarios que yo tenía libre eran por las tardes de 15:00@18:00. Luego ya venía mi madre de su trabajo y no sería muy tranquilo para estudiar. Quedamos en que al otro día enviaría a la niña en ese horario para que comience su preparación.
Al otro día muy puntual suena el portero, miro por la cámara y allí estaba la niña, al abrirle pude observar una hermosa sonrisa llena de dientes blancos. Me saluda y se queda parada al lado de la puerta. La invito a pasar, camina delante mío y observo esas nalgas dentro de una calza de lycra que las marca muy bien. Sus piernas son largas y musculosas. Trae puesto en la parte superior de su cuerpo una camiseta que deja libre su pancita, no trae sujetador por lo que sus pechitos se aprecian perfectamente en su camiseta. Ya eso comenzó a revolucionarme la sangre, y por ende tuve una media erección. Yo visto un short deportivo y una remera suelta, ando descalzo por casa.
Nos sentamos en la mesa del living y sacó sus apuntes, la primer materia es matemáticas, son problemas de regla de tres simple, prontamente con un poco de concentración Benicia logra resolver todos los problemas que le puse. Pasamos a la segunda materia con la cual estaba complicada, lenguas. El típico problema de los verbos y sus tiempos. Se me complicó un poco pero al final ya en esa primer clase de apoyo al menos aprendió tiempo presente y tiempo pasado. Y quedó para el último anatomía. Es una materia que me gusta. Principalmente cuando se trata de animales. Pero para mi sorpresa, la gran traba que tiene esta niña es con los humanos. Están viendo la anatomía del ser humano y su fisiología. Hombre/Mujer, órganos reproductores, y deriva en clases de apoyo de sexualidad.
Caramba, algo difícil de explicarle a una niña, de la hermosura y edad de Benicia. Pero bueno me había comprometido a ayudarla y ahí estábamos. Empezamos a leer y yo a explicar los órganos reproductores de la mujer. Vagina, útero, ovarios, trompas de Falopio, óvulos, etc. Lo entendió rápidamente. Pasamos a los órganos del hombre. Allí ya noté que la niña se sonrojaba al ver una lámina de un pene en erección y otra de un pene flácido. Obviamente la niña nunca vio un pene al natural. Yo inicié mi explicación y de reojo notaba que se movía nerviosa en su silla, de pronto sus pezones tensaron la tela de su camiseta y cruzó las piernas como ocultando su vagina. Rápidamente descubrí que el motivo era que se estaba excitando con la materia. Dejé de lado por un ratito las lecciones y le di charla llevándola para el lado de los muchachos y los noviazgos. Con un poco de verguenza me confiesa que tiene un chico con el cual se encuentran a veces a la salida del colegio y vienen charlando por unas cuadras y que una vez se besaron. Y cuando se abrazaron ella sintió que el tenía el pene duro y que cuando se lo apoyó en su pubis, ella sintió un cosquilleo. Pero eso fué todo.
Todo lo que me contó me excitó imaginándome a la mulatita a piernas abiertas recibiendo el empellón de su chico. Y cuando me quise dar cuenta tenía mi verga dura como un palo. Obviamente el bulto en mi short era muy notorio. Tanto que Benicia abriendo grande los ojos me miraba el bulto, y levantando la vista, encuentra mis ojos y sonrojada me dice, Quique vos también tenes ahora el pito duro. Imposible de ocultar, hice hacia adelante mi cadera para hacer resaltar más mi bulto y que la niña lo pudiera apreciar en su totalidad. Le pregunto si había visto alguna vez un pene en vivo y en directo. Contestó que no. Ofrecí mostrárselo y acepto con mucha timidez. Si mediar otra palabra, me bajé el short y allí estaba mi barra de carne cabezona y dura. Ella se acercó más para observarla de cerca. Al ver su interés le ofrecí que la tomara con su manos para que sintiera la textura de la piel, la dureza y como palpita por el flujo de sangre. Benicia lo hace, su mano apenas abarca el grosor de mi miembro. Viendo la predisposición de la niña le pido que me masturbe suavemente para que vea como corre la piel y encierra el glande. Inicia un movimiento que corrijo para que lo haga bien. Rápidamente toma ritmo, me mira y sonríe animada. Me aprovecho de la situación y le pido que me la chupe. Me mira algo rara, pero indecisa acerca su boca de gruesos labios a la cabeza de mi pija, y toca con la punta de la lengua la gota de precum que hay en la puerta de la uretra. Insisto y mete con algo de esfuerzo la cabeza a su boca, que está muy caliente, y me produce un rico placer, para mientras, yo sigo con la clase de anatomía explicándole lo que va sucediendo. Ella sigue mamando, es una niña muy aplicada, y cada vez lo hace mejor. Me prendo a sus pechos, aprieto sus pezones y Benicia gime, y se traga un pedazo más grande de pija. La veo muy arrebolada, está muy excitada. Interrumpo la mamada y le explico que ahora yo le daré sexo oral para que ella sienta en carne propia. Se resiste un poco al principio. Insisto y se decide, se pone de rodillas en el sillón acorde a mi indicación. Bajo su calza y su bombacha y aparece ese hermoso culo, y para mi sorpresa su vagina tiene sus labios externos gorditos y bien cerrados. El agujero de su culo es estrecho, de color café con leche. Me arrodillo detrás de ella y comienzo a darle su primer chupada de concha y culo. Pronto la niña está tan excitada que sus fluidos chorrean por entre sus piernas, mientras mamo su panocha, meto con saliva la punta de mi dedo mayor. Su ano sin dificultad se dilata y se traga medio dedo. Benicia se sacude y gime, suspira fuerte y de pronto con voz entrecortada me dice, Quique me hago pis. Y se dejó ir con un largo suspiro, sus piernas casi no la sostienen por la intensidad de su orgasmo. La doy vuelta y sentándola de frente a mí le pido que vuelva a chuparme la verga y que esta vez le daría a probar semen masculino. Se metió la pija a la boca, pero esta vez se tragó la mitad de un solo saque, y aplicándose con mucho esmero pronto me tuvo al borde de acabar, por lo que le pedí que no desperdicie ni una gota, que debía tomársela toda, y así lo hizo cuando mis chorros de semen inundaron su boca y corrieron hacia su garganta. Habiendo acabado con fuertes chorros, la niña seguí prendida a la verga con gran entusiasmo. Finalmente le saqué la pija de la boca, la acompañé al baño y juntos nos lavamos. También acordamos que mañana seguimos con la materia ya que hay mucho por aprender. Dicho esto la niña con una gran sonrisa se despide de mi asegurándome que vendrá muy puntual. Al roto suena el portero y es la madre de Benicia, abro la puerta y allí está ella, con una gran sonrisa, me agradece la ayuda de hoy, que la niña está muy contenta y que aprendió un montón. Dic que no hay en la escuela un maestro que sepa más que yo. Obvio que la niña está encantada con la cogida. Pero mañana continuará. La madre me deja dinero y para mi sorpresa me dice, Quique, Ud. cree que tendría al menos una vez por semana un par de horas para que me ayude a mí? A lo que respondí que debía buscar ese horario pero que pronto le contestaría. Y la madre se fue contenta dejándome una muda promesa de un buen momento. En la parte dos les contaré como me vaya mañana con mi nueva alumna.
Me encanto tu relato, muy bien llevado el erotismo, seguire con gusto la proxima parte