BORRACHA PIERDO LAS INHIBICIONES Y ME TRANSFORMO EN UNA LOCA (3).
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Escucho la música en el stéreo de mi depa, me he bebido casi tres cuartos de la botella de whiskey.
Son las doce y treinta de la noche, estoy ebria de nuevo, como preámbulo a una noche de sexo con algún desconocido que me levantará en la calle.
Vestida y maquillada para la ocasión, salgo a la noche todavía joven y me encamino a recorrer la muy transitada calzada, que cerca de mi depa, es la que me provee varias noches por semana de hombres para gozarlos en una rica cogida.
No transcurre mucho tiempo y se me apareja en la acera un auto blanco, de modelo reciente, baja el vidrio del lado del pasajero y un hombre maduro, con traje blanco y bigote recortado me pregunta qué hago a ésa hora en la calle.
"Busco una aventura, un hombre que me haga suya y disfrutarlo" respondo coqueta, con mi cigarrillo en la mano. Sonríe y me dice anda, vamos, te llevo al hotel, ¿cuanto cobras?, nada, le digo, solo dame tu verga para disfrutarte papacito. Sorprendido me responde: con ésa juventud y tan lindas chichis, deberías cobrar mi reina, te ves muy "NUEVA" y se carcajea.
El hombre luce pulcro, pero su mirada lo delata, es alguien con experiencia en bajo mundo, aún así, decido irme con él.
Me monto al auto y me espeta "¿cuántos años tienes?, no quiero problemas, diez y nueve años, cerca de los veinte le respondo cachonda. Bien, te creo ¡vamos!.
No lo sabía, pero se iniciaba una jornada llena de promesas, de dinero y un mundo sórdido, el mundo del sexo por dinero y algo aún más difícil de creer: los de los espectáculos "duros", pornográficos, en vivo y solo para gente solvente.
No cruzamos palabra en el corto trayecto a un bonito motel de las cercanías, no me manosea, lo que me sorprende, definitivamente el hombre me sorprende; miro su rostro durante el trayecto y lo veo que algo calcula, algo trama, como si fuera a "audicionarme", un profesional.
Amable, no zalamero, me abre la puerta de la habitación y no deja de observarme, me evalúa: chichis, nalgas, piernas, cabello, rostro, de todo toma nota con una mirada muy penetrante.
Lo abrazo y busco su boca, me introduce su lengua y con maestría arranca mi primer gemido.
Desnúdate me ordena, quiero verte primero. Le obedezco y toma mentalmente nota, al verme totalmente desnuda, fija mucho su mirada en mi panocha "bonita", dice con una expresión lujuriosa y me da una vuelta para ver mis nalgas y muslos.
Se aleja de mí y se desnuda, me gusta, su pene no es muy grande como otros que he tenido, pero, me va a sorprender y yo también le tendré una sorpresa.
Me jala hácia él y toma la inciativa, luce como acostumbrado a mandar.
Me empieza a besar el cuello, me pasa su lengua por mis hombros y senos, me manosea las nalgas y lujurioso me toma de mi panocha, me aprieta y jadea "rica, gorda, dura", yo gimo y jadeo, estoy ya muy excitada, comienzo a humedecerme, me tumba en la cama y echándose sobre mí me soba los muslos, recorre mis pantorrillas, mis caderas con mano experta; me empieza a mamar las chichis, gimo, jadeo, me estremezco, abro mis piernas, incitándolo, invitándolo a que me penetre, nada quiero más que éso.
Me acomoda y empieza a mamarme mi vagina, la succiona, lame mi clítoris y comienza a masajearmela cada vez más rápido con la lengua hasta que estallo en un grito orgásmico, me vengo con una contracción fuerte dentro de mi vagina. ¡¡¡qué ricura!!!, exclama excitado y rápido se acomoda entre mis piernas, hábilmente encuentra mi entrada vaginal comenzando a penetrarme: ¡¡pero qué apretadita estás todavía!!; continúa hundiendo su verga hasta dármela todita, aaaaaaahhhhhh!!!!!, exclamo ya fuera de mí, siento su pene duro, caliente, arropado por mis paredes vaginales, su cabeza me golpea muy adentro y sin más, comienzo las contracciones de músculos que he descubierto, entre mi ano y mi vagina, le dan un masaje al pene que lo hago " brincar" de éxtasis: ¡¡qué bárbaro!!, exclama y yo fuera de mí continúo gimiendo, jadeando, succionando su verga muy dentro de mi panocha y haciendo vibrar mis paredes con sus contracciones lo "cojo" más y más para mí:"exploto" en otro orgasmo, largo y rico que se ahoga en un grito: aaaaaaggggggggjjjjjjjj, bañándolo de mis jugos, no puede más y gruñendo, bufando, ya sin ningún control, comienza a bombearme la verga hasta explotar rápidamente, llenandome de su leche en mi profundidad vaginal.
Jadeando, me la saca y echándose a mi lado, me dice, que buen palo he tirado, qué rico coges, ¡¡¡te ofrezco trabajo!!!!¿¿¿¿????, me he cogido a muchas, pero muy pocas como tú.
Aturdida por mi orgasmo, por la cogida, no puedo entender, ni preguntar qué está tratando de decirme.
Unos minutos transcurren y más relajada alcanzo mi cartera, tomo un cigarrillo y le pregunto ¿te molesta?, ja ja, exclama, al lugar donde voy está lleno de humo toda la noche. Hábilmente me despoja del encendedor y enciende mi cigarillo, gracias papi, le digo, ¿cuál es tu oferta?, pregunto; bien mi reina responde, soy dueño del prostíbulo que está a tres cuadras, ¿el "mercado de carne"?, reacciono sorprendida, si mi amor ése y puedes trabajar ahí.
Veo que bebes para animarte ¿verdad?, hábil me pregunta, sí mi amor, respondo, pues bien mira: sabes tratar hombres, estás joven y deseable, coges muy bien y sobre todo, tienes "perritos", me molesta que se refieran a mi "habilidad" vaginal así, lo adivina y me dice amablemente, bueno perdón mi vida, en algo así como esa cosa que llaman el kama sutra, lo describen como el "yoni" y sé que algunas prostitutas asiáticas se entrenan en ello desde niñas, para puro VIP, ganan mucho dinero. Pero en nuestro caso, haces que uno se "venga" muy rápido, y éso es clave para una puta, le permite tener más clientes por noche y una fama que le asegura buenos ingresos.
Además, continúa como todo un vendedor experto, no gastarías en licor, los clientes pagarían por tí y ganas dinero extra, a todo ésto, ninguna de mis "yeguas" sale del antro, tengo ahí mismo cuartos para que te cojan y rápidamente vuelves por más dinero. Estás segura, mejor que en la calle y déjame adivinar, trabajas, ¿verdad?, sí, respondo, claro si no no lo harías de a "gratis", continúa en su exposición, dejame ver, tu ingreso no supera los tres mil pesos mensuales, ¿verdad?, sí, respondo aún mas sorprendida por la habilidad de aquel hombre, pues corazoncito, aquí, si trabajas para mí ganas no menos de ¡¡¡veinte mil al mes!!!, mi reina: ¡¡¡¡"tu capital lo traes entre las piernas y no le sacas provecho, no le sacas dinero"!!!!: Veo que eres promiscua, disfrutas la verga de quien sea, te tiene sin cuidado, no discriminas, eres una perfecta candidata ¡¡¡para hacer dinero con lo que te gusta!!!.
¿Trabajas para mí?, déjame pensarlo contesto secamente. Te gusta decidir por tí misma, ¿verdad?, sí, le contesto, éste hombre me domina, le temo.
Bien amor, vuelvo al trabajo, de un salto deja la cama y ya vestido, me da una tarjeta: mi número "confidencial" y ya sabes donde encontrarme. Espero verte pronto en mi antro. Adiós corazón. Cierra la puerta y se larga; un hombre complejo y profesional, pienso ahí tendida en la cama, desnuda y con su semen aún escurriendo de mi sexo, corriendo por mis piernas y mojando mis nalgas.
Es domingo por la madrugada. No sabía que el Lunes por el mediodía, mi vida cambiaría para siempre.
Es material para mis próximos relatos, de los recuerdos de mi juventud, hasta entonces, queridos.
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