cabalgando a Liz
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por caballoveloz.
Hola, me llamo Daniel y creo que no soy muy lindo por eso no me describiré.
Esto sucedió hace ya algún tiempo cuando yo tenía alrededor de veintitrés años, yo estaba yendo a un colegio para adultos y en el colegio conocí a una trigueña de pelo enruladito y negro que tenía los pechos medianos y una cola enorme que le dejaba notar su cintura, me encantaba como se le levantaba el trasero y su sonrisa graciosa, nos hicimos muy amigos y antes de terminar el primer semestre conocimos a una chica que era blanca de pechos grandes con cintura y cola normales, de ella me gustaban sus párpados, porque los tenia como si tomara mucho vino, pero nunca le vi tomar una sola gota de alcohol.
Un día en que se celebraba una fiesta en el colegio, quedamos en ir a la casa cerca del colegio de la amiga de Teresa que es la de pelo enruladito y cola levantada, allí su amiga le había dejado la casa libre para nosotros pero Liz, la de los ojos de vino y yo no lo sabiamos hasta que estuvimos allí, al llegar a la casa nos fuimos a la cocina para conversar y en un momento en que ya los olores de las genitalias estaban a mil Teresa me preguntó: ¿querés jugo? A lo que yo respondí si claro y vos ¿no querés yogurt?
Con lo cuál los tres nos reímos en la mesa, mientras Liz se acariciaba una teta sentada en la cabecera de la meza y yo a su lado le acaricié la espalda mientras ella giraba y se levantaba de su silla para acercarme sus pechos al rostro, entonces yo le empecé a desprender un botón de su blusa blanca y ella esperaba con cierta impaciencia, hasta que le desprendí toda la blusa y como a mi no me gusta esperar, me gusta ir al grano le saqe la blusa y la giré para desprenderle la minifalda de secretaria que llevaba puesta, luego el sostén y le baje la tanguita blanca que llevaba, era un bombom, una verdadera delicia, su piel era blanca, sus caderas muy curvas y sus nalgas jugosas y levantadas, y cuando giro le besé con todas mis ganas unas de sus tetas, mientras con una mano presionaba la otra y dicha mano se undía completamente en su tetta jugosa , luego empecé a besar la otra teta mientras bajaba lentamente mi mano hasta su conchita que la tenía pequeñita y sobresalía levemente de su cuerpo, y allí empecé a masturbarla metiendo mis dedos entre su clítoris que era sumamente suave y pude sentir lentamente como se inchaba en mis manos, era delicioso, mi boca en su teta y una mano en su conchita húmeda y mi otra mano dando nalgadas y jugando con la raya de su culo, entonces decidí penetrarla mientras teresa terminaba de sacarse lentamente y sin apuro su ropa,
Entonces le tome las manos a Liz y las puse en la cabecera de la meza mientras ella sonreía y llevaba para atrás su hermoso culo, entonces me desabroche el pantalón y saque mi pija que ya estaba dura y gruesa y la llevé hacia su vulva, la puse en la línea y lo empecé a introducir lo más lento que pude, para que fuera suave y delicioso, mientras ella gemía y guaaaaauuuuu sus voces eran excitantes, una vez adentro esperé un corto rato mientras ella calmo las voces y cuando sentí un jadeo más de ella lo tomé como una señal y empecé a bombear lentamente mientras ella empezaba a gemir, yo intentaba no apurarme para darle tiempo a ella para una buena cabalgada y en menos de un minuto ella empezó a dar señales de un orgasmo a lo que yo respondí con una buena cabalgada, era maravilloso como ella movía el culo al mismo tiempo que yo le daba, pero mientras ella aún estaba en la jineteada eyaculé con todo y fue maravilloso, pero no pude llevar a cabo el malicioso plan que todos los hombres tenemos de eyacular dentro de la boca de la puta que nos toca, luego de esta seción de jineteada le tocaba el turno a teresa pero esa será en otra ocasión
Pd : este fue mi primer relato que publico, todos los otros que había escrito los borraba porque me arrepentía de hacerlos. Espero opiniones buenas o malas, todas servirán para otros relatos mejores.´
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!