Carmen IX
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por lucius7.
Carmen Y Carlos, siguieron su relación como cualquier otra por unos meses, es sexo era perfecto, casi todos los dias lo hacian y Carmen complacia a Carlos muy bien con su experta boca.
Mientras ella estaba en cuatro y Carlos detrás de ella embistiendola, el masajeaba su ano y poco a poco trataba de meter uno de sus dedos.
Si bien esto le dolia un poco a Carmen, no se resistia al cabo de unos dias, Carlos podia meter su dedo pulgar en el ano de Carmen sin resistencia.
La calentura pudo bastante y unas semanas de sexo ardiente y constante, hicieron que pronto Carmen pudiera recibir dos dedos en su ano mientras Carlos penetraba su vagina arduamente.
Carmen no se lo podía explicar, pero el sentir los dedos de Carlos en su ano y su pene en su vagina la hacía gemir como nunca lo había hecho y sus orgasmos eran mucho más intensos de lo normal.
Semanas después, mientras Carlos la penetraba y metia sus dedos su ano, se detuvo por unos segundos, sacó sus dedos y lleno el ano de Carmen de saliva.
Saco su pene de su vagina y lo dirigió al ano de Carmen quien solo espero paciente la entrada de esa verga en su estrecho y virgen ano.
Carlos empujo un poco y la punta de su pene comenzo a abrirse paso lentamente por el esfínter de Carmen quien sintió un poco de presión.
Lentamente, la cabeza de la verga de Carlos entro hasta que Carmen sintió un dolor que la hizo gemir, pero no se movió, sabía que el algún momento el dolor daría paso al placer y que gozaría del sexo como siempre lo había hecho.
Carlos aplico un poco mas de saliva y viendo que Carmen estaba aguantando, la tomo de las caderas y comenzo a empujar hasta que la mitad de su verga estaba dentro del culo de Carmen.
Carlos comenzo a un movimiento lento entrando y saliendo un poco del ano de Carmen para que ella se acostumbrara.
Mientras tanto ella, respiraba al ritmo de los movimientos de Carlos haciendo que la penetración empezará a surtir efecto y el placer comenzara a llegar.
A los pocos minutos, Carmen sintió como el vientre de Carlos chocaba con sus nalgas indicando que su pene había entrado por completo.
Las embestidas se hacían cada vez más rápidas y los gemidos de Carmen mas fuertes.
Las nalgadas que Carlos le daba, hacía que las nalgas de Carmen se comenzaran a poner rojas y la hacían pedir más casi a gritos.
Después de casi 15 minutos, Carlos lanzó un gemido y lleno el ano de Carmen de semen por primera vez.
Al sacar su pene, Carlos noto como el ano de Carmen había quedado un poco abierto dejando salir el semen y escurriéndose por su vagina.
Los dos se tiraron en la cama, Carmen boca abajo y Carlos a su lado masajeando esas suculentas nalgas que tanto lo volvían loco.
Carlos- Que te parecio?
Carmen- Pues me dolio, pero como ya estaba acostumbrada a lo de tus dedos no fue tanto, me gusto mucho.
Carlos- Enserio?
Carmen- La verdad si, me gusta el sexo y esto es algo nuevo pero rico.
Carlos- Pues de ahora en adelante te voy a coger por el culito cuantas veces quieras, incluso podemos usar juguetes si quieres.
Carmen- Como juguetes?
Carlos- Si, dildos, consoladores, bolas y esas cosas.
Asi cuando te meta la verga por delante, te puedo meter un consolador en el culito.
Carmen- Mira nomas que listo me saliste, ya solo falta que me quieras coger con uno de tus amigos a la misma vez.
Carlos- Ese, mi amorsito, es el plan.
Carmen- Enserio te animarias a hacer un trio?
Carlos- Yo si, y tu?
Carmen- Para que mentir, me encantaria.
Carlos- Sabes cual es mi fantasia?
Carmen- Cual?
Carlos- Verte coger con varios hombres a la vez, algo asi como una orgia pero donde tu seas la unica mujer.
Carmen- Primero lo primero amor, vamonos lento.
Pasaron varios meses, y Carlos y Carmen ya se habían ido a vivir juntos con el consentimiento de los padres de ella.
Carlos era de dinero y no tenía que trabajar.
Durante todos esos meses, Carlos aprovechaba cualquier oportunidad para tomar a Carmen y tener sexo con ella, ahora, ya recibia muy bien la verga en el culo pues ya estaba muy acostumbrada.
De vez en cuando, Carlos aprovechaba que ella dormía para meterle un dildo en el ano y penetrarla por la vagina haciéndola despertar y gemir.
El cumpleaños 15 de Carmen estaba por llegar y al no querer fiesta, sus padres le regalaron un carro, el cual no necesitaba pero igual agradeció.
Esa noche, Carmen y Carlos llegaron a su casa y a los pocos minutos se estaban besando en el sofá de la sala.
Carlos- Que crees, te tengo una sorpresa de cumpleaños.
Al decir esto, uno de los amigos de Carlos salió del baño, Carmen sabía exactamente lo que Carlos quiso decir.
Solo lo miro a los ojos, se levantó y fue por una cerveza.
Carmen- Bueno, creo poder con los dos pero necesito un incentivo para los nervios.
Después de casi 10 cervezas, Carmen se encontraba desnuda encima del amigo de Carlos cabalgando mientras le mamaba la verga a su pareja.
Carlos saco su pene de la boca de Carmen, se puso detrás de ella y la empujo para que quedara acostada sobre el pecho de su amigo.
Carlos se arrodilló y dirigió su pene hacia el ano de Carmen quien al sentirlo entrar solo dio un suspiro y comenzo a gemir.
Podía sentir como una verga salía de su vagina mientras la otra entraba en su ano, Carlos tiraba de su pelo y le daba nalgadas causándole continuos orgasmos.
Cambiaron de posición, esta vez el amigo de Carlos le lleno el culo con su verga mientras que ella quedó de frente a Carlos sintiendo su pene en su vagina.
Pasó casi una hora durante la cual Carlos y su amigo cambiaron de posición a diestra y siniestra, Carmen estaba agotada y solo la dejaron descansar cuando ambos se vaciaron sobre sus nalgas dejándola llena de semen.
Carlos despidió a su amigo y volvió a la sala donde estaba Carmen aun desnuda boca abajo con semen en sus nalgas.
Carlos se acercó a ella, le dio un beso y mientras le deseaba feliz cumpleaños la llevaba al baño para que se enjuagara.
Carmen por fin había probado las mieles de sexo anal y al parecer le había gustado pues aprovechaban cada noche para hacerlo.
Carlos estaba muy contento de ver como ella recibia ya su pene casi sin dolor y de un solo intento.
Volvió a traer a su amigo un par de veces más para hacerle una doble penetración la cual ella disfrutaba.
Debido a esto, Carlos le dijo que a partir de ese momento ella era libre de tener sexo con quien ella quisiera siempre y cuando les cobrara.
Asi lo hizo Carmen, se convirtió en una adicta al sexo que se ofrecía al mejor postor.
En la escuela, varios de sus amigos eran sus clientes y de vez en cuando, Carlos le conseguía hombres en su casa.
Algunos eran jóvenes, otros eran ya mayores y venían exclusivamente a coger con la jovencita de 15 que era una diosa en la cama.
Carmen no se oponia a tener sexo con hombres mayores pues pagaban bien y le hacían gozar, duraban más que los jóvenes y a ella le gustaba eso.
Complacía a Carlos en todo, y ella sabia que habia algo que él quería y que ella estaba a punto de darle.
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