CARMEN XII
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por lucius7.
Después de la faena que Carmen se había disputado en la sala y de las pastillas que Carlos le dio para descansar, quedo completamente dormida y sedada sin darse cuenta de los planes que aún Carlos traía en mente.
Así en su cuarto, Carlos la desnudo y no se detuvo para penetrarla por el aun dilatado ano por varios minutos, después de un rato alguien llamó a la puerta y eran varios amigos a quienes había llamado Carlos para que entre todos cogieran con Carmen mientras ella dormia.
Por supuesto, sin ella saber, Carlos le dio unos somníferos muy fuertes que prevendrian que ella se despertara o sintiera algo.
En total eran 9 incluyendo a Carlos y sin pensarlo dos veces hicieron de las suyas con el inconsciente cuerpo de Carmen.
Uno a uno, se fueron turnando para saciar sus bajos instintos penetrando el ano o la vagina de Carmen hasta terminar de llenarla de semen como a ellos les gustaba.
Unos se vaciaron en su ano y otros en su vagina haciendo que chorros salieran de sus orificios pues estaba completamente dilatada.
Los videos y las fotos no tardaron en llegar y con sus celulares filmaban como entre dos la penetraban llenándole sus dos agujeros de carne y semen.
Eran casi las 3 de la madrugada cuando por fin Carlos y sus amigos habían quedado agotados rodeando el cuerpo de Carmen.
Todos sudados mientras ella dormía sin saber lo ocurrido y con el ano y la vagina escurriendo de semen y completamente irritados.
Esto para nada le importo a Carlos quien sacó de un cajón una especie de tanga que tenia dos dildos de muy buen tamaño y con la ayuda de sus amigos se lo pusieron a Carmen metiendo uno por el ano y otro por la vagina para dejarselo puesto hasta que ella despertara.
Carlos y sus amigos compartieron los videos y las fotos tomadas durante el abuso al cuerpo de Carmen y se retiraron.
Carlos se quedó en el sofá dormido hasta la mañana siguiente cuando reviso el cuarto donde dormía Carmen y vio que aun dormía.
Fue a la cocina y le preparo el desayuno y después le preparo un baño y fue a despertarla.
La impresión de Carmen al sentir dos dildos dentro fue muy grande pero no protestó pues sabía que había sido Carlos quien lo había hecho y eso lejos de molestarle, le excitaba.
Como cada día, Carmen se levantó y se metió a la tina del baño que Carlos había preparado, poco a poco se retiro los dildos de su vagina y ano y pudo sentir lo dilatados que estaban.
Aun así, ella estaba contenta con Carlos pues el dinero que ganaban era tanto que la tenia muy bien atendida y le daba vitaminas para recuperar las fuerzas perdidas.
A los pocos minutos, la mamá de Carmen llamo y pregunto si podía visitarlos porque tenía una emergencia y necesitaba hablar con Carlos urgentemente.
Los dos se preguntaron que habría pasado para que la mamá de Carmen actuara así.
Al llegar con ellos, la mamá de Carmen les explico que por su adicción al los juegos de casino tenía una deuda de muchos miles de dólares y que si no la pagaba les embargan la casa y todas sus cosas.
Al oír esto Carlos vio en su suegra la desesperación y sin pensarlo se ofreció a pagar la deuda con el dinero de su familia.
Los planes de Carlos no eran tan buenos como solo ayudar a su suegra, sus planes eran más perversos de lo que se podían imaginar.
Recordó a la hermana más chica de Carmen, Sarita, tan solo 9 años y el hecho de tener dinero lo usará a su favor.
La deuda de la mama de Carmen era tan alta que no creía que se negara a sus condiciones.
Así que le propuso lo siguiente, él le entregaría la cantidad que ella debía más 20,000 dólares a cambio que dejara a Sarita vivir con él y con Carmen.
Como la suegra sabía de los negocios de Carlos, le sorprendió la propuesta.
Estaba a punto de negarse hasta que Carlos le dijo que aparte de eso, le daría la cantidad de 5,000 dólares mensuales como “alquiler” del cuerpo de su hija menor.
Carmen y su madre se vieron a los ojos y después de una eternidad, la suegra de Carlos decidió aceptar la propuesta.
Los ojos de Carlos brillaron de alegría al saber que estaba por recibir uno de los mejores regalos de su vida, el cuerpo virgen de otra nenita.
Los negocios de Carlos estaban por crecer pues solo se imaginaba lo que podía cobrar por los servicios de Sarita.
Carlos sabía muy bien que había varios hombres con los mismos gustos que él en la ciudad pues Anita era una niña y aun así a muchos no les importaba, así que pensó que una más joven les daría más gusto.
El solo hecho de imaginarse a esa nenita desnuda sobre su cama lo hacía excitarse de una manera inexplicable.
Sarita era muy parecida a Carmen, morena, pelo negro y con unas piernitas y glúteos carnosos como a Carlos le gustaba.
Carmen y su mama se preguntaban cómo es que Carlos convencería a Sarita de hacer lo que él quería, y más cuando se trataba de algo sexual.
Carlos – El Secreto está, en que las nenas tienen que ver el sexo como un juego o como algo normal y cotidiano.
Miren a Ana por ejemplo, ella se acostumbro a ver a Carmen conmigo o con otros hombres y pues poco a poco uno se gana la confianza de ellos y así es como podemos invitarlas a hacer de todo.
Carmen – Es cierto, yo me deje hacer cosas de mi tío porque siempre veía a Brenda en la casa con sus novios mama.
Lo vi como algo normal, y lo es, pero uno le agarra el gusto también.
Carlos – Asi es, es por eso que primero haremos que Sarita vea la desnudez y el sexo como algo de todos los dias, y es ahí donde Anita nos ayudará…
Sabiendo que la mamá de Anita también era adicta al juego y a muchas otras cosas, Carlos y Carmen hablaron con ella y llegaron también a un acuerdo monetario por el cuerpo de la hermosa nena.
De esa manera, Carlos tenía a tres mujeres a su disposición para saciar sus deseos sexuales y los de muchos más.
Durante los primeros dias de la estadia de Sarita en casa de Carlos, el le dio órdenes a Ana para que se bañaran juntas y empezara así el proceso de hacer que Sara viera la desnudez como algo normal.
Entre juegos, Ana tocaba el cuerpo de Sara ganándose su confianza y así ir al siguiente nivel.
La ropa que Carlos les compro a las nenas y a Carmen casi siempre constaban de faldas muy cortas y shorts de licra muy cortos y pegados que marcaban bien esas redondas nalguitas que eran la locura de Carlos.
Carmen hacía uso de su habilidad para la confección y les hacía tanguitas a su medida y así las niñas las usaban casi a diario.
También tenían ropa normal a su medida para cuando salían de paseo o para asistir a la escuela.
Por las mañanas, Carmen, quien dejó de ir a la escuela, recibia hombres para seguir complaciendo a Carlos en sus fetiches.
Por las tardes, todos estaban en casa, Anita no olvidaba la encomienda de Carlos quien había ya comprado una casa con piscina fuera de la ciudad.
Así que aprovechando el calor, las nenas se la pasaban nadando en las tanguitas que Carmen les había hecho.
Poco a poco, la ropa en casa dejó de usarse, y viendo que tanto Carmen como Carlos y Anita andaban por la casa desnudos, Sarita lo hacía también.
Para Carlos era un sueño hecho realidad ver a Sarita desnuda corriendo por la casa y nadando.
Su diminuto cuerpecito brillaba y sus nalguitas morenas y redondas se movían al vaivén de sus pasos al correr.
Una tarde mientras Ana y Sara estaban en la piscina, Carmen aprovechó de la desnudez de Carlos y ella, y empezó a darle una rica mamada.
Sarita solo veía desde la piscina mientras Ana le decía que era normal, que no se fijara y siguieran jugando.
A los pocos minutos, Carmen ya estaba sobre Carlos y ensartada en su verga cabalgando a su gusto.
Las nenas vieron desde donde estaban y Ana sin previo aviso, le planto un beso a Sara quien no supo hacer otra cosa que corresponder.
Asi surgio la idea de Carlos de querer formar su propio harem.
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