Celular extraviado – Parte 3.5
Pilar me cuenta de su primera vez junto a su amiga.
Nota: si aún no has leído las demás partes, se las dejo para que las lean.
Parte 1 https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/heterosexual/celular-extraviado-parte-1/
Parte 2 https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/orgias/celular-extraviado-parte-2/
Parte 3 https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/heterosexual/celular-extraviado-parte-3/
PARTE 3.5 EL INICIO DE PILAR y DANIELA
Como ya había comentado en uno de los capítulos anteriores Pilar ya tenía experiencia sexual desde que ella iba en el kínder y por esa razón me interesó mucho saber cómo fue que empezó desde que probó verga por primera vez y como perdió su virginidad por lo que ella accedió a contarnos todo sobre su primera vez.
Hace aproximadamente cinco años antes Pilar tenía 5 años recién cumplidos y estaba a un solo año de terminar el kínder para ingresar a primaria, en ese entonces era una niña alegre, coqueta e inocente que aún no había descubierto los placeres del sexo, y hasta ese día todo era normal hasta que sucedió lo inevitable.
Fue el cumpleaños de una de las amigas de Pilar, era nada menos que su amiga Daniela (si, las niñas se conocen desde preescolar y siguen siendo amigas hasta la fecha) y por supuesto asistió a la fiesta en compañía de su familia y al llegar había juegos inflables donde ambas niñas fueron a saltar y divertirse, después de la comida hubo dulces, payasos y no podía faltar el tradicional pastel (o torta o como sea que le digan en sus países) de cumpleaños.
Un rato después la mayoría de los invitados se habían retirado y solo quedaban las familias de ambas niñas ya que se conocen desde hace tiempo y como ya no había juegos inflables decidieron jugar en el cuarto de Daniela, las dos estaban muy entretenidas jugando cuando las dos querían ir al baño pero como adentro se encontraba la abuelita que además de tardar mucho tiempo también tenía problemas de oído por lo que no se percató de los constantes llamados para que saliera, así que las niñas no tuvieron más remedio que orinar detrás del baño.
Una vez ahí ambas se escondieron detrás de unos rosales, se bajaron las bragas y comenzaron a orinar tranquilamente, en ese momento un sujeto también se encontraba cerca de ahí orinando afuera por la misma razón que las niñas ya que el baño aún no se había desocupado.
Las niñas se acercaron para ver de cerca de quien se trataba, era nada más ni nada menos que el primo de Daniela, un hombre de unos 19 años de cabello castaño corto, ojos cafés resaltados por unos anteojos elegantes, vestía unos jeans o vaqueros de azul cobalto, una camisa azul verdosa a cuadros y lo que más les llamó la atención a las curiosas niñas, la imponente verga de casi 20cm que se erigía en todo su esplendor y las había dejado boquiabiertas. En ese mismo instante Miguel (el primo de Daniela) se percató de la presencia de las dos pequeñas e inmediatamente se dirigió hacia ellas quienes estaban asustadas y pensaron que Miguel las iba a regañar, pero para su sorpresa de ambas ocurrió todo lo contrario.
M: Díganme niñas ¿les gustó lo que vieron?
Las dos niñas asintieron con la cabeza pues el ver una verga por primera vez les había quitado las palabras de la boca.
M: miren niñas si quieren se los puedo enseñar otro día, regresen ahora porque las están llamando.
Miguel era muy astuto, sabía que no podía arriesgarse a que lo atraparan enseñándoles su miembro a un par de nenitas así que les ofreció otra oportunidad puesto que él también quería no solo ver las rayitas de las niñas sino también saborearlas, eso me dijo Pilar que lo vio en su mirada.
Las niñas se retiraron y se fueron al cuarto de Daniela a jugar muñecas hasta que Pilar regresó a su casa con sus padres, pero no podía olvidar lo que había visto, nunca antes había visto un pene y esa fue la primera vez que lo vio y no podía dejar de pensar en ello, a veces trataba de espiar a su papá en el baño, pero no podía ya que el siempre pone seguro a la puerta y entra cuando ya había salido, por lo que decidió cambiar de blanco y centrarse mejor en sus compañeritos del kínder.
Ya en sus clases del kínder Pilar y Daniela buscaron a alguien que les mostrara verga y por fortuna encontraron a alguien, para ser más exactos al cuidador y vigilante de la escuela, un señor de 32 años que había renunciado a ser policía para dedicarse a un trabajo más tranquilo, y de paso observar a las niñas de kínder en sus uniformes (ya que según Daniela tenía la mirada de un cazador buscando presas), y aprovechando que sus padres vendrían a recogerlas tarde se acercaron al guardia.
P: señor, tenemos un problema, ¿podría venir por favor?
Sergio (el vigilante): claro que si pequeña.
Las niñas llevaron a Sergio a un pequeño espacio detrás de los baños para que ahí pudieran hacer sus travesuras sin ser molestados.
D: señor, ¿podría mostrarnos su cosa?
La petición dejo sin habla a Sergio, quien nunca se imaginó que un par de niñas lo buscarían para pedirle semejante petición, y ni tardo ni perezoso les mostró su verga que era un poco más grande que la de Miguel, las dos niñas miraban en silencio asombradas.
S: adelante niñas, frótenlo con sus manitas.
Las dos niñas obedecieron lo que Sergio les pidió que hicieran, al principio se mostraron temerosas, pero Pilar siempre era la que tomaba la iniciativa y con las palmas de sus manos envolvió el pene del guardia y empezó a frotar de arriba hacia abajo mientras Daniela trataba de hacer lo mismo, Sergio se estaba excitando a tal punto que estaba a punto de venirse por lo bien que las pequeñas frotaban su miembro.
S: muy bien niñas abran bien su boquita, digan AH.
Las dos obedecieron y abrieron la boca lo más que pudieron y recibieron una pequeña pero generosa descarda de semen que les mancho casi toda la cara.
S: cómanselo y disfrútenlo, porque van a tener más
Ambas niñas se comieron el semen que les dio Sergio aunque al principio no les gustó terminaron por acostumbrarse al sabor, y aunque el guardia podía haber aprovechado para chupar las rajitas de Pilar y Daniela, no sucedió en esa ocasión puesto que sus padres habían llegado por ellas y afortunadamente no las descubrieron, se despidieron de Sergio y los siguientes días las niñas aprendieron a mamar verga y él se divertía chupándoles las partecitas de las pequeñitas y las estimulaba con sus dedos con tal de poder penetrarlas, pero el destino quiso que fuese otra persona quien las desvirgara, ya que Miguel salió temprano de la Universidad y fue por ambas niñas al kínder, ya al llegar a casa los padres de ambas niñas se disponían a salir ya que habían sido invitados a una cena de lujo y obviamente no permitían la entrada a niños, por lo que Miguel tomó el papel de niñero mientras los grandes se iban a divertir.
Una vez que los padres de ambas niñas se fueron tenían toda la tarde para ellos mismos, y por supuesto Miguel no iba a desaprovechar la oportunidad de oro que le había presentado, ya había traído consigo un lubricante, unos analgésicos y medicamentos para aliviar el dolor, pues sabía que si las desvirgaba las niñas sentirían mucho dolor y los padres se darían cuenta, por lo que también estaba preparado.
Los tres estaban en una habitación en el segundo piso ya desnudos y Miguel comenzó lamiendo la vagina de Pilar, lo hacía con maestría pues su lengua jugaba en todos los rincones de la niña mientras esta se retorcía de placer y gemía de gusto hasta que soltó su primer orgasmo que Miguel lo disfrutó gustosamente.
D: ahora sigo yo.
M: por supuesto amor.
Daniela estaba acostada con las piernas levantadas y sostenidas con sus manitas mientras Miguel le hacía sexo oral, y Pilar solo contemplaba la escena hasta que Daniela también liberó su éxtasis en la cara de Miguel.
M: muy bien niñas ahora quiero que me chupen mi verga.
Las dos respondieron afirmativamente al unísono y entre las dos le estaban dando la mejor mamada de su vida, obviamente las dos lo habían aprendido del vigilante Sergio y por supuesto no le dijeron nada a Miguel.
M: WOW, niñas, Ah… me gusta… sigan.
Las dos lamieron sin cesar la verga de Miguel tal como Sergio les enseñó, ambas lenguas le daban el placer que Miguel imaginaba y por momentitos las puntas de ambas lenguas se tocaban como si de un beso se tratase, lamieron durante un buen rato hasta que Miguel no pudo aguantar más.
M: Me vengo… niñas, abran la boca.
Ambas niñas abrieron su boca y recibieron una generosa cantidad de semen que ya habían aprendido a saborear.
M: de acuerdo, Daniela, Pilar, acuéstense en la cama.
Las dos obedecieron la orden sin chistar y cuando estaban sobre la cama Miguel saco la pomada para calmar el dolor y les aplico una cantidad decente y luego saco el lubricante para facilitar la tarea de desvirgar a ambas niñas, primero le aplico a Danielita y luego a Pilar y después de eso Miguel se preparó para dilatar sus vaginas para, de esa forma, desvirgarlas más fácilmente.
Con los dedos de su mano izquierda rozaba la rajita de Pilar y con la otra mano a Daniela, primero metió la punta de sus dedos índice para asegurarse de que entraba sin problemas y logro meter casi medio dedo, también hay que recalcar que sus dedos eran algo gruesos pues hacia trabajo pesado que ejercitaron sus brazos haciendo que lucieran algo más musculosos.
M: dime Pilar, ¿te duele?
P: no, nada.
M: y tu Dani.
D: estoy bien.
Ante la respuesta de las pequeñas Miguel decidió meter otro dedo para ver si todavía aguantaban y conforme comenzó a introducir sus dedos medios estiraba el interior de las vaginas hasta que ambas soltaron un pequeño grito de dolor.
P: ya me está doliendo.
D: primo, sácanos tus dedos por favor.
Comprobando que las niñas aguantaban dos dedos gruesos en sus vaginas antes de desvirgarlas, ahora si se decidió en serio a desvirgarlas lo más cuidadosamente posibles.
M: muy bien niñas, les voy a meter mi pene lo más que aguanten, dolerá un poco, pero traten de aguantar, ya verán que se les va a pasar el dolor.
Las niñas aun con algo de miedo decidieron seguir adelante, pues ya estaban en un camino sin regreso y querían saber que se siente tener un pene dentro de ellas.
M: muy bien Daniela comenzaré contigo.
La niña respondió algo temerosa que sí, pues confiaba en él y estaba dispuesta a hacer lo que sea con tal de perder su virginidad.
Miguel comenzó a introducir lentamente su verga que ya estaba dura como una roca, lo hizo con calma para no lastimas a Daniela y apenas iba introduciendo el glande cuando Daniela empezó a retorcerse de dolor.
- no primo por favor no, que me duele.
M: tranquila, te dije que aguantes, Pilar, trata de hacerle cosquillas para que se ría.
Pilar hizo lo que Miguel le pidió y comenzó a hacerle cosquillas a Daniela en las axilas para que se relajara, y con las risitas ahogando sus llantos Miguel metió casi la mitad de su verga hasta tronar su himen y un ligero rio de sangre comenzó a salir de la vagina de Daniela, signo de que ya era mujercita.
D: ay tío me dolió mucho.
M: aguanta, ya casi terminamos, necesito que se te pase para que empiece el juego de verdad.
P: ¿de veras?
M: si, de veras, la primera vez siempre cuesta trabajo, pero ya verán que cuando se les pasa el dolor les empieza a gustar.
Miguel empezó a moverse lentamente procurando no lastimar a Dani quien todavía lloraba un poco por el dolor de ser desvirgada, en cuanto empezaron a tomar ritmo sus sollozos sonidos se iban transformado en gemidos de placer para alegría de Miguel y curiosidad de Pilar.
Los dos empezaron a coger como amantes en luna de miel y Pilar veía con asombro como su amiguita gozaba de tener una verga en su rajita, Miguel lo hacía cada vez más fuerte y ambos soltaban gemidos fuertes que se podían oír en toda la casa.
M: ah, sí, Danielita, estas muy rica, me gusta.
D: si primo, a mí también me gusta, ah, ah…
Los dos continuaron con su faena sexual hasta que Miguel llenó la vagina de Daniela con su leche calientita y terminó casi desmayada pues se había quedado sin fuerzas como para una segunda ronda.
M: bien Pilar ya viste como tu amiga le gusto, solo tienes que aguantar y todo estará bien.
P: no lo sé.
Pilar aún estaba algo dudosa pues los dedos que le metieron a su cosita la habían lastimado un poco por lo que Miguel aplicó un poco más de lubricante para facilitar la tarea de quitarle la virginidad, y con eso Miguel metió muy despacio la punta de su verga hasta tener casi todo el glande dentro, Pilar ya se quejaba de dolor por lo que Miguel le hizo cosquillas para calmarla, y de un movimiento rompió su virginidad haciendo que la niña soltara otro grito de dolor que poco a poco se fue calmando mientras su vagina se acostumbraba.
M: ¿te sientes bien? ¿ya no te duele?
P: solo un poquito, pero estoy bien.
Con esa respuesta Miguel siguió con lo suyo y empezó a moverse cada vez más rápido hasta que ambos se entregaban completamente al sexo, sus gemidos resonaban en toda la habitación, aunque no se llegaron a escuchar fuera de la casa debido al ruido de la calle, Miguel se movía más y más rápido mientras que Pilar gemía y gemía como putita en celo.
M: ah, Pilar tú también eres muy linda.
P: si… me gusta… sigue… no pares… ah…
Con dicha orden procedió a cumplir lo que la niña le exigía, estuvieron así durante casi 10 o 15 minutos (no lo recuerda bien) hasta que ambos terminaron exhaustos pero felices, Pilar también terminó con su vagina llena de semen y por fin tanto ella como su amiga habían descubierto los placeres del sexo, ahora ya eran unas mujercitas que buscaban la forma de saciar su apetito sexual, lo hicieron muchas veces con Miguel, con Sergio el vigilante del preescolar hasta que se graduaron y pasaron a primaria, y también con los tíos de Daniela que son unos verdaderos mujeriegos.
Cuando pasaron a primaria hicieron nuevas amistades y entre ellas estaban Erika y Violeta, la primera ya había mamado la verga de su papá y la segunda la habían desvirgado, pero por atrás, y así nació su amistad con ellas con el sexo como su vínculo, con el tiempo las dos nuevas amigas también perdieron su virginidad y se reunían en ocasiones para disfrutar de lo que más les gusta: el sexo.
Con esto ahora me doy cuenta que muchas niñas ya están interesándose por este tipo de cosas desde muy chicas, Daniela había obtenido su celular el año pasado cuando su primo Miguel se lo regaló por todas las veces que cogieron juntos y tuvo la suerte de encontrarse con un profesor que le ha dado casi tanto placer como todos los hombres anteriores, conoció nuevas amistades y tanto ellas como yo lo disfrutábamos cuando podíamos, también ya habíamos juntado a casi siete niñas para formar nuestro club secreto, pero todavía hay muchas historias de estas fascinantes niñas por contar, no se vayan y quédense para averiguarlo.
Nota del autor; me da mucho gusto que sigan leyendo mis relatos, aun no termino esta saga ni la de Maestro de rondas infantiles, he tenido mucho trabajo y el COVID nos afectó bastante pero estoy bien, no se preocupen que pronto serán publicados los demás capítulos, también se vienen más sagas interesantes que espero sean de su agrado, dejen sus comentarios y likes, me animan mucho a seguir escribiendo. Siempre trato de cumplirles a ustedes, desafortunadamente muchos autores han abandonado sus relatos y justo en la mejor parte pero tengan por seguro que si habrá más capítulos para ustedes queridos lectores.
A mi me gustan mucho tus relatos. Espero poder leer los nuevos también
Muy excitante espero pronto la continuacion.