Celular extraviado – Parte 4
Dos alumnas más se unen a la diversión.
Las niñas a las que les doy clases de inglés y yo hemos creado un círculo de amistades para que ellas vinieran los fines de semana a tomar clases particulares y de paso tener tanto sexo como quisiéramos, hasta entonces solo estábamos Daniela (quien tenía fotos prohibidas en su celular que extravió hace un tiempo y tuve la fortuna de encontrarlo y descubrir su secreto intimo), Rebecca, Azucena y Blanca (además de Pilar, Erika y Violeta, las amigas de Dani quienes hacian lo mismo que ella) y por su puesto su servidor pero había llegado la hora de invitar a las demás niñas (ya lo mencione anteriormente no me gustan los varones solo las niñas) y ya había planeado la forma de invitarlas, pero justamente en la última visita de ellas Blanquita nos comentó que las demás alumnas ya cogían con otro hombre así que nos compartió su conocimiento conmigo y con Azucena y Rebecca;
Claudia, una de mis alumnas tenía 12 años iba en sexto de primaria era de cabello ondulado hasta por debajo de los hombros, piel canela clara, ojos claros, alta para su edad (157cm) ya empezaba a tener figura de mujer pues sus senos y nalgas parecían más de una chica de 15 o 16 años, ella asistía a mis clases de inglés porque ya estaba a punto de entrar a la secundaria (donde el inglés además de ser obligatorio el grado de dificultad es más alto) era buena estudiante aunque aún se le dificultaban algunas cosas pero lo que más le gusta es cantar las letras de sus canciones favoritas (como las de Taylor Swift y esos artistas que personalmente no me agradan)
Bárbara de la misma edad de Claudia era algo más bajita que ella (151cm), piel clara, ojos marrones, cabello recogido y largo, su físico aun parecía de niña, con pecho casi plano, pero con pezones marcados, trasero decente, pues como no usaba ropa ajustada o entallada no se le podía apreciar bien sus nalgas, ellas eran vecinas, amigas y compañeras en la primaria, vivían en un edificio de departamentos no lejos de donde vivo, y como era de esperarse, ahí conviven muchas personas que se conocían bien, uno de ellos era Gerardo, un hombre de la misma edad que yo, no estudiaba puesto que abandonó sus estudios, pero se dedica a varios oficios, ese tipo conocía bien a las niñas y ya planeaba algo entre manos.
Un día, cuando ellas tenían 9 años, sus madres fueron a una despedida de soltera y se las dejaron encargadas a la madre de Gerardo, ellas jugaban mientras Gerardo estaba lavando los autos de los inquilinos para ganar algo de dinero extra, de pronto sonó el teléfono para informar a la mamá de Gerardo que una prima de ella había enfermado, Gerardo había terminado su trabajo y fue a descansar y fue entonces que la señora le pidió a su hijo cuidar a las niñas y que no tardaba, Gerardo aceptó puesto que ya estaba cansado de lavar autos y solo tenía que echarles el ojo para que no hicieran travesuras, la señora se fue y dejo a Gerardo y las niñas solos, había pasado un rato y ya se estaban aburriendo.
G: niñas ¿tienen hambre? ¿Qué les gustaría comer?
B (Bárbara): no sé, una pizza.
C (Claudia): si es una buena idea.
G: vale, encargaremos una pizza.
En lo que llegaba la pizza Gerardo fue al baño y después de orinar no resistió las ganas de hacerse una paja y lo hizo, pero no se fijó que no había cerrado bien la puerta y las dos niñas estaba observando lo que hacía Gerardo se dio cuenta y las regaño.
G: ¿Qué creen que hacen?
C: viendo que tan grande es tu cosa.
G: no se llama cosa, se llama pene.
B: pues sí que esta grande nunca habíamos visto una así.
C: si nos dejas jugar con tu pene no le diremos a nadie de esto.
Gerardo acepto y se bajó el pantalón y la ropa interior dejando al descubierto su erecto pene que las dos traviesas saborearon con sus boquitas, era la primera vez que el hombre descubría el placer de lo prohibido, que un par de niñas deseosas de vergas lo hicieran disfrutar, cuando estaba a punto de venirse, las niñas abrieron sus bocas para recibir la leche calientita, terminaron con las caras llenas de semen, pero felices de disfrutarlo.
C: hay que hacer esto más seguido.
B: si, me gustó mucho.
G: lo haremos, pero no digan nada de esto a nadie, sino, ya no podremos seguir.
Las siguientes veces Gerardo les chupaba su cosita y sus pezones cada vez que estaban solos, pues la señora estaba por las tardes y a veces se complicaba que estuvieran a solas las niñas y Gerardo, y hace poco las desvirgo, ellas lo disfrutaron y lo siguen haciendo cada vez que pueden.
R: ¿Cómo te enteraste de eso, Blanquita?
Bl: me lo comento una prima, hicieron una fiesta de pijamas y se contaron sus secretitos.
T: eso significa que podemos incluirlas a ellas también.
A: sí que bien, vamos a ser muchas más.
T: pues bien, mis niñas eso ha sido todo por hoy ya casi es hora de que regresen a sus casas. ¿pueden venir mañana?
Todas: mañana no podemos venir mejor el lunes lo platicamos e invitamos a Claudia y Bárbara.
T: Y no se olviden de más que faltan.
Bl: ¿quiénes?
T: ¿Cómo que quienes? Pues me refiero a Mónica, Julia y Patricia.
B: ah sí, a ellas también las invitamos.
Ese domingo no podíamos vernos debido a que sus familias salían ya sea a pasear, iban a alguna fiesta o a alguna reunión familiar, yo me la pasaba pajeando en pensar que todas mis alumnas vendrían, ya me imaginaba como nos la íbamos a pasar. El tiempo se pasó rápido, el día lunes llegó y como siempre, me ocupaba de mis estudios en la universidad y en las tardes daba mis clases con normalidad, Daniela, Rebecca, Blanca y Azucena llegaron más temprano que de costumbre para que les chupara sus cositas en lo que llegaban los demás, y después de eso platicamos sobre nuestro plan para invitar a esas dos niñas.
T: bien, niñas ¿Cuál será el plan de ataque?
D: invitar a Claudia y Barbará a nuestras clases privadas.
T: exacto, pero esto no es como lo que hicimos antes, hay que pensar en una estrategia diferente, ¿Qué saben sobre ellas?
Bl: solo sé que les gustan las películas y la música en inglés.
T: pues eso está perfecto, con eso las convenceremos de que se unan al grupo.
A: ¿Pero qué tipo de películas les gustan?
Bl: pues dejen les pregunto y ya después compramos la película.
T: de acuerdo Blanquita contamos contigo.
Las demás niñas: si por favor.
Bl: sale, les preguntaré.
Estuvimos esperando a que llegaran Bárbara y Claudia pero solo llegaron algunos alumnos, estaba por comenzar la clase cuando llegaron de golpe José, Claudia, Héctor y Bárbara, les dije que tomaran asiento y seguimos con las clases, justo a la hora de salida le recordé a Blanca nuestro plan, ella se acercó pero parecía que las dos tenían prisa, pues se salieron rápidamente que nuestro plan no prospero, incluso Blanca quería llorar porque sus compañeras no le hacían caso, la abrace aprovechando que solo estábamos Daniela, Azucena y ella (Rebecca no vino porque se sentía enferma) Daniela cerró la puerta con seguro, Azucena acomodo las cortinas tapando las ventanas, y acto seguido, me baje el zíper de mi pantalón liberando a mi bestia erguida, que Blanquita se metió a la boca para calmarse, era tierno ver esa escena en la que una niña mama un pene para calmar su llanto, y mientras ella hacía lo suyo les chupaba la vagina a Daniela y Azucena, estuvimos así durante unos minutos hasta que disparé mi semen en la boquita de Blanca, y las otras dos soltaron su orgasmo, pero trataron de no hacer ruido, pues no queríamos que el guardia nos descubriera, así que nos apuramos, nos limpiamos y decidimos que mañana intentaríamos de nuevo.
Al día siguiente tuve una mejor idea, durante la clase les pregunté a mis alumnos sobre sus gustos, películas, artistas, deportistas y otras celebridades que admiran como parte de la clase de inglés, así conocí mejor sobre los gustos de mis alumnos, y casi al final de la clase, Danielita y Blanca introdujeron en las mochilas de Claudia y de Bárbara una invitación para que estuvieran informadas y pensaran si querían asistir o no, pero al parecer no se dieron cuenta de ello porque al día siguiente las dos seguían igual que ayer, lo que me hizo pensar que debía ser yo quien se acercara a ellas y las convenciera, estuve a punto de hacerlo cuando de pronto Daniela se acercó a ellas y les entregó una invitación, pensé que tal vez quería invitarlas a su fiesta de cumpleaños (pero después me enteré que Danielita no cumpliría años hasta dentro de 5 meses).
Claudia y Bárbara leyeron la invitación y llegaron a mi departamento el sábado para que tuvieran sus clases privadas, Daniela, Blanca, Azucena y Pilar ya estaban conmigo desde hace varios minutos mientras yo les chupaba sus vaginas, ellas se escondieron para que las dos niñas no sospecharan nada, las recién llegadas entraron y se acomodaron, y comenzamos con una aburrida pero valiosa clase de inglés y note que ellas me ponían atención y me preguntaban todo lo que no entendían, después de casi media hora fui a la cocina a beber un vaso con agua mientras las dos se quedaron platicando, las otras cuatro niñas estaban escondidas sin hacer ruido escuchando la conversación de Bárbara y Claudia.
B: oye clau, tú crees que el profe tenga la verga más grande que la de Gerardo.
C: no lo sé, ¿quieres que lo averigüemos?
B: ¿y si se enoja el profe?
B: vamos, no seas tímida, estoy segura que al profe le gustará tanto como a Gerardo.
En ese momento interrumpieron su conversación porque había regresado para seguir con la clase, las niñas se mostraban algo nerviosas por lo que les pregunté si estaban bien, y tratando de ganarse mi confianza me preguntaron qué tipo de mujeres me gustaban a lo que respondí que no tenía una preferencia en particular en cuanto a apariencia, sino que fueran alegres, coquetas y divertidas, pero sobre todo muy comprensibles. Las dos no parecían convencerse del todo con la respuesta que les di así que seguimos con la clase particular.
Ya casi al final de la clase les pregunté si no deseaban quedarse a comer pizza, que yo invitaba y ellas aceptaron encantadas, a lo cual les dije que veríamos una película como parte de su recompensa por esforzarse en el inglés, y mientras esperábamos a que llegara la pizza les pedí que fueran a la sala y ahí esperáramos hasta que legara la pizza, nos sentamos en el sofá los tres, las niñas a los costados y yo en el centro, de esa forma seria más excitante.
Empezamos a hablar de diversos asuntos sin importancia para poco a poco llegar al tema que me interesaba, así que decidí tomar la iniciativa y ser yo quien rompiera el hielo.
T: y díganme niñas, ya que me preguntaron por el tipo de mujeres que me gustan, ¿por qué no me dicen que tipo de hombres les gustan a ustedes.
Las niñas se pusieron rojas por la pregunta que les hice, no sabía en qué pensaban, pero parece ser que las tenía justo donde las quería.
C: bueno… yo… me gusta mucho usted.
Claudia respondió tímidamente y corrió a abrazarme, yo no sabía cómo reaccionar ante la respuesta de la niña y antes de que pudiera reaccionar me robó un beso.
Bárbara (Ba): Claudia, yo también quiero besarlo.
Ante la petición repentina de Bárbara no pude hacer nada y también me robó un beso sin que pudiera evitarlo, pero decidí dejar que las niñas tomaran la iniciativa y me dieran un beso de amantes. Las dos besaban torpe pero apasionadamente, se notaba que las dos estaban locas por mí y me sorprendió que hasta ahora nunca se habían acercado para que tuviéramos un rato a solas, pero ahora dicho rato de diversión acababa de empezar.
T: ay niñas, parece que hoy están muy calientes.
Ba: si, maestro, estamos calientes por usted.
T: ¿Y qué quieren hacer?
C: queremos que nos cojas como si fuéramos tus novias.
Accedí a la petición de mis dos alumnas despojándome de mis ropas y ellas hicieron lo mismo, los tres ya estábamos desnudos y listos para la acción. Las niñas hicieron un piedra-papel o tijera para decidir quién sería la primera y la que resultó vencedora fue Bárbara, quien no espero a que le dijera que hacer y se prendió a mi pene como niña hambrienta, chupaba muy bien y su lengua me hacía caricias que me hicieron soltar más de un suspiro de placer, no quería dejar a Claudia fuera de la acción así que le pedí que se acercara y mi mano hurgaba en su parte inferior para hacerla sentir bien mientras su amiga me daba una felación fenomenal.
-ah, niñas, aquí viene-
Les lancé mi leche que las dos pelearon por atrapar, pero finalmente les toco a ambas disfrutarlo, por lo visto les gustaba mucho ya que me volvieron a chupar mi pene una vez más hasta sacarme otro poco, y ahora faltaba decidir a quién me cogería primero.
-Muy bien niñas, elijan cara o cruz. Les dije mientras lanzaba la moneda al aire-
Bárbara pidió cara y Claudia pidió cruz y atrapé la moneda para revelar quien de las dos sería la primera y ganó Bárbara, la niña estaba feliz de ser la primera y estaba ansiosa por comenzar ya que, sin darme cuenta, ya estaba acostada en la cama y lista para la acción, yo tampoco perdí el tiempo y mi verga que ya estaba dura como piedra la metí sin dificultad, le entraba y salía con total facilidad que me hizo pensar si ese tal Gerardo fue el único hombre que la cogió o posiblemente hayan sido más.
Ba: si teacher, me gusta, deme más.
T: Of course.
Accedí a la petición de mi alumna Bárbara y le empecé a darle más fuerte que sentí que le habría partido la vagina en dos, pero se notaba que ella aguantaba verga, le di lo más que pude hasta sacar mi leche de macho.
Ahora era el turno de Claudia y esta niña también me enseño lo hambrienta de sexo que puede llegar a ser, pues con ella cogí hasta en cuatro posiciones distintas hasta quedar satisfecha, ya estábamos descansando un rato cuando de pronto las otras niñas salieron de sus escondites sin ropa.
CL: Dani, Azu, Blanca ¿Qué están haciendo aquí?
D: venimos a hacer lo mismo que ustedes.
BL: sabía que ustedes dos también les gustaban estas cosas.
A: Por eso queríamos que vinieran aquí.
P: y ahora a disfrutar.
Las cuatro niñas me empujaron a mi cama y ellas estaban encima mío, con dos de ellas (Azucena y Blanquita tratando de chuparme el pene entre ellas mientras que Daniela y Pilar tomaron mis manos y se las llevaron a sus vaginas para que mis dedos les dieran placer a sus rajitas. Patricia y Bárbara mimaron atónitas la escena y no daban crédito a lo que sucedía, ellas simplemente permanecieron calladas mientras las otras hacían lo suyo.
D: ah, sí teacher, me gusta lo que me hace.
P: si, a mí también.
A: su pene es muy rico.
BL: también digo lo mismo.
Las cuatro me tenían dominado y yo tenía que complacerlas, por lo que disparé mucha leche a las boquitas de Azucena y Blanquita mientras Daniela y Pilar se vinieron juntas de un buen orgasmo que les saque a ambas con mis dedos, al parecer las cuatro ya habían decidido quien sería la primera porque Blanquita se metió mi verga sin decir una sola palabra y empezó a cabalgar cual vaquera a su corcel, apoyó sus manos en mis piernas y gemía como puta en celo hasta sacarme otro tanto de semen que la dejó satisfecha, ahora siguió Pilar que me demostró que ya era una putita experimentada, antes de cogérmela me dio una mamada de campeonato y ella se puso en cuatro patas para que la cogiera por detrás, la embestía cada vez más fuerte hasta que acabamos casi al mismo tiempo, después de descansar unos minutos fue el turno de Azucena, que pasó de ser una linda e inocente niña a toda una putita deseosa de sexo, con ella me la estuve cogiendo en posición de misionera y también tuvimos sexo sentados puesto que ya me estaba cansando, y por ultimo Danielita, que de no ser por su celular no habría descubierto su secreto ni mucho menos soñaría siquiera con cogerme a sus amigas, ya ni hablar de mis alumnas, ella me demostró como saciar su apetito sexual hasta el límite, y ya al final me quedé recostado en la cama mientras las niñas platicaban entre ellas.
Ba: Vaya, quien hubiera imaginado que ustedes también tenían sexo.
P: Mis amigas y yo ya tenemos algunos años y Azucena, Blanquita y Rebecca apenas se nos unieron.
D: si, y me alegra que ustedes también se nos unan.
Cl: ya habíamos cogido con algunos hombres, pero el teacher no lo hace nada mal.
Ba: si, me gustó mucho, hay que hacer esto cada semana.
Todas: si, que buena idea.
Todavía nos sobraba algo de tiempo para tener algo de acción, las niñas hicieron una hilera de la siguiente forma, Bárbara me chupaba la verga mientras su amiga Claudia le chupaba su rajita, y Daniela le chupaba a ella, Pilar a Daniela, Azucena a Pilar y Blanquita a Azucena, lo hicimos por un buen rato hasta que acabaron con un orgasmo y yo llenando la boquita de Bárbara quien compartió con las demás el semen que le di de beber.
Ya nos estábamos quedando sin tiempo por lo que las niñas se vistieron, me dieron un beso y se regresaron a sus casas, y el lunes siguiente estábamos Daniela, Azucena, Rebecca, Blanquita y Claudia.
D: que bien nos la pasamos con usted teacher.
A: si, fue muy divertido.
R: Que mal que no pude ir.
CL: pero ya iras en otra ocasión, será más divertido.
BL: si, no puedo esperar a que sea el fin de semana.
T: si, lo sé, pero ahora nos faltan tres niñas más.
D: te refieres a Mónica, Patricia y Julia.
T: así es, solo nos faltan ellas.
R: teacher, teacher.
T: sí, ¿Qué idea tienes?
R: se me olvidaba decirles, pero ya se acerca mi cumpleaños y quiero invitarlas, y a usted también teacher.
D: que buena idea, así podremos invitar a esas tres para que vayan.
T: no es mala idea, pero lo malo es que habrá más gente que no debe de saber nada de lo que hacemos.
D: tranquilos, yo tengo una idea.
La mirada de Daniela se volvió algo siniestra y con una mirada maliciosa, al parecer iba a tramar alguna idea para que estuviésemos solamente las niñas y yo, pero no me quiso decir en qué consistía su plan, lo único que podía hacer era confiar en ella y esperar al cumpleaños de mi alumna Rebecca y por nada del mundo me lo iba a perder.
Adelanto del próximo capítulo: al entrar a la habitación vi a mis alumnas y las amigas de Daniela reunidas (aun no estaban desnudas), además me sorprendió ver a un hombre que había reconocido en las fotos del celular de Daniela, no sé si era su tío porque no lo conocía y en cuanto me miró me dio una mirada cómplice. (ya se imaginarán lo que sucedió después)
Nota del autor: les he traído un capitulo más de esta saga que me han pedido mucho, la quinta parte pronto será publicada y habrá mucho más de las sagas que tengo pendientes, dejen sus comentarios que me dan muchos ánimos.
Espero el siguiente capítulo