Cogiendo con la hija de mi amigo.
Me llamo Fabian y me cogí a la hija de 16 años, de un amigo..
Llegué a la casa de Sebastian cerca de las 7 de la tarde, toqué la puerta y abrió con una sonrisa de oreja a oreja, lo saludé y me invitó a pasar. Entré y fuimos a la cocina, fuí porque necesitaba que me preste unas herramientas para arreglar el auto, de paso charlabamos un rato que hace mucho no lo haciamos.
Mi idea era estar poco tiempo ahí, pero cuando sacó cervezas de la heladera fue imposible decirle que no. Empezamos a tomar mientras hablabamos de la vida, me dijo que su mujer no estaba porque estaba cuidando a su mamá enferma en otra provincia, así que estaba todo el dia solo con su hija en casa, y hablando de ella, apareció en la cocina.
Alhue entró y se sorprendió al verme, parecía que no sabía que estaba, se acerco, me saludó con un beso en la mejilla y se sentó con nosotros para charlar. Todo parecía ir bien, ya tenía 3 cervezas encima.
No se si fue el alcohol, o no lo se, pero empecé a notar que ella me miraba de manera extraña, como impresionada. Cuando yo hablaba, me miraba a los ojos, a mi boca, y despues a los ojos otra vez, me ponía nervioso. La verdad que ella estaba linda, no suelo acostarme con pendejas pero por ella haría la excepción, ademas de que al ser la hija de un amigo el morbo es infinito.
Me empezó a tocar con su pierna por debajo de la mesa, mi amigo no se daba cuenta, pero ella cada vez que me miraba se mordia los labios y podía notar que estaba caliente. Me sentía seguro de mi mismo, asi que no me costó mucho comprobar mi teoría: Apoyé mi mano en su pierna y observé su reacción, la cual fue casi nula, solo una pequeña sonrisa y fingir que nada pasaba. (En la mesa, ella y yo estabamos sentados en un lado, Sebastian estaba del otro, frente a nosotros).
Fui animandome cada vez más, acariciando su pierna desde el muslo hasta la rodilla (llevaba un short puesto, por lo que tocaba su pierna desnuda), acariciaba su entrepierna levemente con la llema de los dedos, se sentía calentito.
Aún fingía que nada pasaba.
Sebastian se puso de pie rapidamente, no lo voy a negar, me asusté. Dijo que recordó que tenía que ir a comprar algo en el supermercado, que iba rapido y volvía. Me olvidé mencionarlo, pero entre tanta charla me invitó a que me quede a cenar con ellos, ya que estaban solos, y yo acepté.
Se pusó un abrigo y se fue, lo que pasó cuando me quedé solo con Alhue fue casi instantaneo. Nos miramos a los ojos 3 segundos, ninguno pudo aguantar la tensión y empezamos a besarnos. Nos comimos la boca un buen rato, ella sabía muy bien a lo que iba, mientras nos besabamos me agarró el paquete y empezó a jugar con mi pene por encima del pantalon, ya la tenía medio dura.
Yo no me iba a quedar atras, y mientras metía mi lengua en su boca muy apasionado empecé a tocarle las tetas por encima del top. Rapidamente la temperatura subió, saqué mi pene del pantalon y apoye mi mano en su nuca, automaticamente se inclinó y empezo a chuparmela.
Primero la escupió un par de veces mientras la pajeaba, para endurecerla del todo (lo logró), luego empezó a chuparla. Lo hacía muy bien a pesar de tener 16 años, tenía la tecnica pero parecía timida, asi que con mi mano apoyada en su cabeza la hacía chupar más profundo, ademas de acelerar un poco el ritmo. Me sentía en el cielo.
Era hermoso empujar su cabeza hacia abajo y sentir como le llegaba cada vez más profundo, hasta tal punto que se empezaba a ahogar, pero yo seguía presionando hasta que no pueda más. Empezó a golpearme la pierna, así que supe que ya era suficiente, le solté la cabeza para que pueda recuperar el aire. Mi pene quedó repleto de saliva, desde la punta hasta los huevos, ella me pajeaba rapidamente mientras me besaba y recuperaba el aire, se ve que le gustó lo que le hice.
Nos pusimos de pie los dos, ella contra la mesa dandome la espalda, le bajé el short hasta las rodillas junto con su tanga, me arrodille detras de ella y le comí la vagina. No tenía pelo y estaba riquisima, la lamí de arriba a abajo y metí la lengua, sentía como sus piernas temblaban.
Volví a ponerme de pie e hice fuerza en su espalda con mi mano para que se empine sobre la mesa, apoyé mi pene en la entrada de su vagina y con un simple empujoncito ya la tenía dentro. Empecé a cogermela contra la mesa, mientras le pegaba fuertes nalgadas que retumbaban en toda la casa, ella gritaba y gemía.
Le metía ricos empujones, profundos y rapidos, la estaba taladrando. La mesa se sacudía sin parar y ella no paraba de gritar, perecía una gata en celo. Me la cogí un rato más, iba variendo entre darle nalgadas, sujetarla de la cintura y tirarle del cabello, hasta que finalmente acabé lo más adentro que pude, la llené.
Justo en ese momento escuchamos que la puerta principal se abrió, rapidamente nos acomodamos la ropa, acomodamos la mesa y nos sentamos en nuestro respectivos lugares. A los segundos Sebastian entró a la cocina con lo que había comprado y una sonrisa en la cara, pobre, si supiera que su hija en ese momento tenía la vagina rebalsando de mi semen.
Todo siguío normal, charlamos un rato más los tres, luego cenamos y fuí con la caja de herramientas. Cada cierto rato la miraba a ella y notaba que estaba incomoda por mi semen, no podía evitar reirme. Antes de irme, ella me dió su número a escondidas, en ese momento supe que la historia se iba a volver a repetir.
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