Como inicié a mi vecinita Kity – 1

Kity, la hija de mi vecina, llega a casa para ser cuidada y termina siendo iniciada en el sexo, cosa que no le disgusta para nada, al contrario, hoy en día viene día por medio a buscar su ración..
Kity, es una niña que a sus 10 años tiene un cuerpo genial, tiene un desarrollo de una chica de 13/14 años, de estatura mediana, pero resalta su cola, respingada, paradita y dura, rellenita. Sus pechos son dos peras pequeñas apuntando al cielo, sus labios carnosos presagian una capacidad asombrosa a la hora de chupar. Hacía tiempo que yo la venía observando, cada día florecía más, siempre, desde mas pequeña tuvo conmigo una relación muy amistosa, solía quedarse horas mirando tele conmigo, yo soy viudo hace cinco años. Por lo tanto su compañía era bienvenida, solía cuidarla seguido cuando su madre tenía que salir a hacer algún recado o cuando no llegaba la señora que la cuidaba y tenía que irse a trabajar. Solíamos recostarnos en el sofá del living y pasar horas juntos.

Esa tarde, vino su madre y me la trajo a Kity, rogándome que la cuidara ya que otra vez la señora no vino y no quería dejarla sola en su casa. Obvio que no me negué, es más, agradecí la oportunidad de estar con la niña una vez más. La mayoría de las veces, merendábamos juntos, yo compraba cosas dulces para agasajarla. Ella lo disfrutaba mucho. La nena venía vestida con una camisola suelta, y una calza de lycra, que por supuesto al ser tan ajustada marcaba exageradamente su culo y lo que más me llamó la atención ese día, fue que se advertían muy marcados sus labios vaginales, gorditos y profundos. Pensé, pucha que hermosa conchita tiene Kity, como no la vi antes. Habiendo descubierto eso, automáticamente comencé a tener una erección, disimulándola me fui a la cocina para prepararle algo de beber. Nos sentamos como todos los días que me tocaba cuidarla a mirar televisión, justo estaban pasando una película llamada «Ultimo tango en París», que en la parte central tiene escenas de sexo explícitas, el actor principal (Marlon Brando) le unta manteca en el ano y le da duro por el culo a la actriz. Esas escenas lograron intrigar a Kity y siendo tan curiosa soltó la pregunta que desató todo, me mira de frente y dice, Don Lucho, qué le hizo el señor a la chica? Yo al principio no supe que contestar, pero tampoco le mentiría, yo tenía también un poco de calentura por la escena, y mi verga estaba algo morcillona, me paro con algo de verguenza y ella nota inmediatamente el bulto en mi joggin, Don Lucho se le paró el pito me dice, yo me puse algo incómodo, pero ya la mente me estaba jugando una mala pasada, y en vez de bajarse mi pija, se puso totalmente erecta, y no es para presumir pero son 21x6cms de buena carne que hace tiempo no prueban una concha. Y ya dispuesto a ir más allá, recordando esa vagina gordita y esos labios sensuales le digo, es que me gustas mucho y viendo lo que hacían en la tele pensé que tu y yo lo podíamos hacer.

Kity se sonroja y me dice, Don Lucho soy una nena. Si, le contesto pero ya estas hecha una mujercita y debes aprender para cuando tengas novio, y yo te puedo ayudar. Se quedó pensando, y finalmente parece haber tomado una decisión, me contesta, Ok Don Lucho. Para comenzar debemos hacer un pacto, todo lo que se diga o se haga acá entre vos y yo no debe saberlo nadie, nunca. Es un secreto, podrás guardarlo? Si alguien se entera me meteré en muchos problemas. Está bien me dice Kity.

OK para empezar vamos a desnudarnos, saquemosno toda la ropa para que cada uno vea el cuerpo del otro. Dicho esto me saqué la remera y el joggins. Ella se sacó la solerita y me presentó el espectáculo de sus pechitos turgentes, qué delicia, luego sin verguenza alguna se despojó de la calza, quedando en bombachita, yo bajé mi slip con lo que mi verga apareció en todo su esplendor, bien parada. Ella abrió grande los ojos, y dice, Don Lucho que grande que es su pito, yo simplemente me arrimé a ella, ahora sacate la bombachita, lo que hizo rápidamente. Quedamos frente a frente, mi pija a la altura de sus tetitas, me aproximo a ella y le digo, vamos a abrazarnos, la tomé entre mis brazos y ella pasó los suyos por mi cintura, mi pija quedó entre sus tetas apuntando a su cuello, la solté y ella miraba sin parpadear mi tripa, le pido que la tome con su mano, ella lo hace, todo sin miedo, con curiosidad, pongo mi mano sobre la suya y le enseño como pajearme, su mano apenas abarca el grosor de mi palo, yo aprovecho a tocarle las tetitas, aprieto sus pezones que se ponen duritos y parados. Le pido que tome mi pija con sus labios y la chupe como cuando come un chupetin, ella al principio hace cara, pero luego lo piensa y arremete con su boca contra la cabeza de mi verga. Se la mete a la boca y comienza a chupar y lamer, al minuto tenía ya media verga dentro y le ponía unas ganas bárbaras a la chupada, le expliqué mientras chupaba que en algún momento yo acabaría, que  me saldría semen de la cabeza y que tenía que tragarlo todo si quería ser una hermosa mujer, ella dijo que si con la cabeza, aplicada la niña, y sin más le llené la boca de semen, eran chorros poderosos con cinco años de añejamiento, ella tragó y tragó. Finalmente se la saqué de la boca, la había dejado bien limpia. Le digo bueno ahora yo te brindaré placer, la hice sentarse en el sillón, le levanté las piernas y arremetí contra esa conchita virgen, gordita sin pelos que ya chorreaba jugos, Kity estaba muy excitada, cerró los ojitos y suspiraba y gemía, yo tomé su pequeño clítoris entre mis labios y con la lengua le di una tremenda lamida de concha que hizo que en dos minutos llegara a su primer orgasmo, ella solo suspiró y quedó laxa. Yo volvía a estar erecto, aprovechando su calentura y su orgasmo, me acomodé entre sus piernas que puse sobre mis hombros, la puse al borde del sofá donde arrodillado me quedaba a la altura justa y comencé con la tarea de desvirgar a mi vecinita, tomé mi pija desde el tronco y pincelee varias veces con la cabezota entre sus labios vaginales, ella estaba quietecita, seguía suspirando, estaba toda sonrojada, hice un primer intento de meter la cabeza entre sus labios pero estaba muy estrecha, le digo Kity, al principio te dolerá pero cuando entre toda ya solo será placer, ella solo asintió con la cabeza, entonces tome mi badajo firmemente con una mano y con la otra abrí sus pliegues descubriendo el canal de su conchita, apoyé la cabeza y empujé suave pero firme, entré en esa cuevita que estaba muy estrecha, caliente y sedosa, llegué a su himen y no lo respeté, simplemente pegué un pechón y me hundí en esa conchita hasta que toqué fondo, ella gritó y se quiso salir de abajo mío, pero estaba totalmente empalada y apretada, la acariciaba y besaba su carita consolándola, pasado los primeros momentos de la penetración, sentí como sus paredes se relajaban, el dolor iba cediendo y yo comencé a moverme lentamente adelante y atrás, ella lo aceptaba sin problema. La cogí así por varios minutos hasta que ella comenzó a reaccionar y a moverse, luego ya ella salía al encuentro de mi tripa, yo se la enterraba hasta el fondo, se la sacaba casi toda y vuelta hasta el fondo, así hasta que me dice, Don Lucho siento un cosquilleo, mucho calor, me meo, me meo, no precios, le digo, estas acabando, estas teniendo un orgasmo, disfrutalo no lo niegues, y le di más bomba, ella ya se agitaba y de repente gimiendo fuerte se vino en un poderoso orgasmo que inundó su cueva de jugos calientes, yo no aguanté y le llené la concha de leche, le seguí dando bomba y ella tuvo otro orgasmo. Ya mi tripa comenzó a morirse, se la saqué y le chorreaba el semen, sus fluidos y un poquito de sangre de su conchita. Solo sonreía, Don Lucho, que rico lo que me hizo, mañana podemos hacerlo de nuevo me preguntó, y yo sabiendo que nunca podría negarme a ese jueguito le prometí que mañana sería mejor. Y nos fuimos a bañar juntos, como novios que éramos.

En la parte dos les cuento como Kity sola pidió que incursionáramos con el sexo anal. Fué fantástico para los dos.