Como Julieta sin querer, perdió su virginidad conmigo
Julieta está en quinto grado de la primaria. Tiene un cuerpazo para su edad, sus tetas ya se hacen notar y sus nalgas prominentes se hacen desear.
Como dije en la introducción, Julieta es una hermosa niña de 10 años. Es muy alta para su edad y tiene un gran desarrollo en su cuerpo. Sus pechos ya se están llenando, se los observa redondos y firmes con pezones agresivos. Sus largas piernas terminan en unas nalgas prominentes, totalmente en concordancia con su cuerpo, parecen dos huevos de avestruz. Obviamente propio de su edad es su inocencia. Julieta es hija de la Sra. que nos ayuda con las tareas de la casa. Por lo que todos los días desde las 9 am. hasta las 18 pm. Margarita anda por la casa haciendo su trabajo. Convengamos que es una hermosa mujer también. Ronda los 30 años, su piel color café con leche suave me atrae mucho. Sus pechos son grandes y se notan pesados. Sé que hace ya un par de años que está divorciada y no se le conocen novios. Aclaro que vive a tres casas de la nuestra. Por lo que se conocen todos los chismes. jaja.
Yo soy un muchachote de 17 años, que está terminando la escuela secundaria. Tengo una novia, Delfina, que tiene 16 años y con la cual hace ya unos meses que tenemos sexo. Es muy apasionada y cada vez que nos encontramos solos, nos pegamos nuestras buenas cogidas. Yo no soy nada del otro mundo, flaco, de estatura mediana, hago bastante deporte y no mucho más para contar. Casi me olvido, al parecer mi pene es un poquito más grande de lo común en chicos de mi edad. Habiéndolo medido, a pedido de Delfina, arrojó las siguientes medidas: Largo 20cms – Ancho del lomo en el tronco: 6 cms y la cabeza es del tamaño de una ciruela grande, de esas negras. La primera vez que le hice la cola a mi novia, no teníamos lubricante, solo con saliva, luego al sacársela había hilitos de sangre por toda la pija. Estuvo 15 días con el culo adolorido y no quería saber nada.
Volviendo al hilo del relato, Julieta casi siempre pasa varias horas en casa ayudando a su madre, o se queda haciendo sus tareas hasta que su madre termina y se van juntas. La tarde en cuestión, llegué de la escuela, y estaban Mamá y Margarita hablando mientras Julieta veía Tv en el living. Como siempre pasé de largo hacia mi habitación, desinteresándome de lo que pasa en casa. Al rato recibo un Whatsap de mi madre donde me pide que baje que debemos hablar. Caray dije, no hice nada malo. por qué será?. Al llegar a la cocina mi madre me informa que Margarita tiene su padre muy enfermo, está a punto de morir por lo que debe irse unos días a su pueblo. El tema es que no puede llevarse a Julieta con ella, ya que perdería días de escuela. por lo que a partir de hoy la niña se quedará en casa hasta que su madre vuelva. A mí no me pareció mal. Siempre hay que estar dispuesto a dar una mano a quien lo requiera. Más si son gente cercana. El tema es que Julieta dormiría en mi habitación ya que no tenemos otra. Nuestra casa solo tiene dos habitaciones, la de mi madre y la mía donde hay dos camas de 1 1/2 plazas, donde a veces se quedan a dormir alguno de mis compañeros o parientes. Aclarado el tema la madre de Delfina se fue a cuidar a su padre.
Llegó la hora de ir a dormir, me bañé y me acosté a mirar tele. Mi madre ayudó a Juli con el tema baño y luego la acompañó hasta mi pieza. Cuando la vi entrar, guauuu, traía un piyama moderno, shorcito suelto con una blusita también suelta. Qué bonita estaba la niña. De solo verla la verga comenzó a erectarse. Es que debajo no traía ni sujetador ni calzón. Y se podía apreciar dos cosas; primero sus hermosos pechos con esos pezones magníficos, y segundo se transparentaba en su short su triángulo vaginal, todavía sin pelos. Eso ya me puso a mil, y enseguida me brotaron los malos pensamientos. Mi madre se da vuelta, me da un beso y me pide que cuide bien de la niña, luego cerrando la puerta de la habitación se va dejándonos solos.
Yo tenía la verga dura, me latía de tan parada que estaba, suavemente sin hacer mucho movimiento para que Julie no se diera cuenta comencé a tocarme. La niña seguí interesada en el programa de Tv. Y se me ocurrió que la podríamos pasar muy bien los dos, pero no me atrevía a hacer mi jugada. Todo podía terminar mal. Tuve ganas de orinar y aprovechando la situación me levanté de la cama con la pija dura haciendo bulto en mi sleep, y como si no estuviera Julie me encaminé al baño. Al volver traía conmigo el gel lubricante que mi padre usa con mi madre. Me pasee bastante por la habitación mostrando mi verga, lo que de alguna forma llamó la atención de Julieta. Comenzó a seguirme con la vista clavada en mi bulto, yo capté ese momento y pensé, listo. Ya está en el anzuelo. La miro fijo y la niña se pone colorada, pero noto que su respiración es más agitada. Me le acerco y me siento a su lado en la cama. Comienzo a darle charla sin trascendencia, como que hacen con sus amigas, como es su día y esas cosas, para mientras voy viendo que se relaja. Pero no saca la vista de mi pija. Entonces decido avanzar un poco más y le pregunto si tiene novio a lo que me contesta nerviosa que no. Yo le comienzo a decir cosas como que linda que es, que hermoso cuerpo tiene, que sus pechos son una maravilla, a todo esto la niña sonríe complacida. Le pregunto si me deja darle un beso. Primero lo piensa y luego es ella la que se me acerca y me da un piquito. Viendo su aceptación, me acuesto a su lado y la abrazo, ella se deja, entonces simplemente pongo una mano sobre uno de sus pechos y lo acaricio, enseguida noto la reacción de su pezón que se pone duro y Julieta suspira fuerte, pero no dice o hace nada. Me adueño de sus pechos y ella acepta las caricias, bajo suavemente por su estómago acariciando un pecho y su pancita, la niña sigue dejándome hacer, le doy un beso de lengua el ella responde, gime, llego a su bajo vientre y confirmo que no tiene ni siquiera pelusa en su monte de venus, más abajo su vagina ya está algo babosa, intenta cerrar sus piernas pero mi mano se lo impide, finalmente me permite acceder libremente a su conchita. Acaricio suavemente sus labios vaginales y ubico su clítoris que ya está erecto y durito. Al tocárselo Julieta gime con pasión. Está ya excitada, para esto mi tripa está a reventar. Me retiro un poquito de su lado, bajo mi sleep y libero mi verga, la niña al ver el tamaño abre grande los ojos y la boca. Me vuelvo a acostar a su lado, tomo su mano y la pongo sobre el tronco de mi verga. Ella sigue aceptando todo, sin renuencias. Toma coraje y tomando la pija por el tronco la sacude y aprieta mientras la mira fijamente, corre para atrás y adelante el prepucio, le intriga. Le enseño como masturbarme y lo hace lentamente, para mientras vuelvo a atacar sus tetas, meto un dedo entre sus labios vaginales y su concha arde, la sigo masturbando mientras ella me masturba a mí. Pronto la excitación de ambos estaba al máximo. Me levanto , corro las cobijas y me acuesto a su lado, ella me hace lugar en la cama, lo llamativo es que no hubo una sola palabra desde que se inició el franeleo sexual. La ayudo y le bajo el short del piyama, la hago ponerse de cucharita de cara a la pared, Julieta hace todo lo que le digo, y suavemente le pongo mi pene entre sus piernas, la punta de mi pija se acomoda entre sus labios vaginales, y comienzo a estimular su clítoris con la pija, la niña gime suavemente, pero con su manita acaricia el lomo de la verga que está en la entrada de su conchita. Yo sigo amasando sus pechos y acaricio también su vagina con mi otra mano, siento la excitación de la nena, y de pronto ella misma hace presión sobre la pija con su mano haciendo que la cabeza de mi palo se posicione bien en la entrada de su virginal túnel, obvio que al segundo envión la punta entra entre sus labios y comienza a recorrer lentamente su cueva estrecha pero muy lubricada, se queja suavemente, y me dice, Quique, es muy gorda tu pija, me duele. Aflojé el empuje y dejé que ella solita se acomodara y se acostumbrara al grosor, pasado unos minutos donde seguí masturbándola, sentí como Julieta solita se iba haciendo para atrás y mi pija iba entrando de a poquito en su vagina hasta que topó con su himen. Medio se asustó pero no le di tiempo y de un pequeño empellón, rompí su virginidad y la verga siguió desplazándose hacia su interior hasta que topó la cabeza contra su útero. Ella gimió fuerte y comenzó a llorar. Ya tenía la pija hasta el fondo, no se la iba a sacar. Por lo que me quedé quietecito mientras seguía tocando su clítoris y sus pechos, hasta que Julieta se relajó, lo sentí por que ella misma se movió adelante y atrás, primero despacito y luego aceleró sus movimientos, su concha era un volcán de caliente, apretaba mi verga como si fuera una mano, pronto la niña cogió ritmo y se cogía sola, y todo se fue al demonio, la tomé por la cintura y la comencé a coger como animal, y ella respondía, tanta fue la excitación que cuando Julieta sin entender que pasaba, acaba a lo guarra, yo le llené la concha de semen con potentes chorros. Todo fue una locura. Habiendo acabado, la niña se quedó laxa, mi pija se achicó y se la saqué, obvio que de su vagina salieron sus flujos más sangre y también parte de mi semen. Nos quedamos abrazados por un ratito, y le dije que fuera a lavarse al baño. Lo bueno es que todavía no había tenido su primer regla, por lo que no hubo riesgo de embarazarla, Se fue al baño, y cuando volvió me dice, Quique por favor no le cuentes a nadie lo que hicimos. Yo me quedé perplejo, yo debería haberle pedido de mantener el secreto. Y la niña sonriendo me dice que podemos ser novios mientras esté en casa y después también. Yo ya estaba pensando en la noche siguiente, sería el dueño de ese hermoso culo virgen.
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