Como llegue a ser jefe de la mafia
Los inicios de una historia que me llevan al destino que realmente quería evitar..
Estaba tranquilamente disfrutando de mi nueva vida, la vida que tanto anhelaba finalmente era realidad. Una vida lejos de las grandes ciudades, de los exceso, claro que me daba mis gustos pero nada parecido a lo que antes había visto y lo más importante lejos de mi familia y sus negocios.
Mi nombre es Carlo y tengo 22 años, aunque parezca mayor. Tal vez sea porque madure demasiado pronto y por eso mismo me aburrí demasiado pronto de mí estilo de vida y decidí huir de eso. Pero todo comenzó a cambiar a partir de ese día. Había despertado mas temprano de lo habitual y casualmente escuché que alguien tocaba la puerta, salí a ver quien era con mucho fastidio, talvez sería un vendedor o un predicador y lo despacharía rápidamente. Para mí sorpresa era una niña o niño, no sé, a primera vista no logré distinguir hasta que hablo con su vocecita.
Señor! ¿me daría trabajo en su casa? Se hacer los quehaceres o cualquier cosa que me pida.
Trataba de hablar fuerte, pero apenas se escuchaba su voz. Sinceramente necesitaba alguien que me ayudara a limpiar mi casa pero no me había preocupado en buscar, en todo caso no sería esa niña con apariencia de mendigo. Iba vestida con un gran capucha y pantalones de mezclilla enormes y sucios.
Le contesté, – No gracias , no necesito a nadie ahora.
Pero ella insistió diciendo – Por lo menos me daría algo para comer.
Noté vergüenza en sus últimas palabras, así que mi mente comenzó a analizar automáticamente, pidió trabajo porque no quería pedir limosna, era alguien que no pertenecía a las calles y por eso su voz tan apagada al hablar con extraños. De un momento a otro despertó mi curiosidad y le dije
Ten este billete de 100, ve a la tienda o al puesto de comida y gasta 20, luego vuelves y me traes los 80 restantes. Pude ver media sonrisa escondida entre el capuchón y su pelo, luego extendió su mano para recibir el dinero.
Tenía curiosidad en los resultados, lo más probable es que se fuera y jamás volvería a saber de ella, pero ¿y si vuelve? La curiosidad me carcomía y esperé impaciente. Luego de veinte minutos alguien llamó a la puerta y mi corazón dio un salto. ¡era ella! No podía creerlo, tuve que poner cara sería y recibir el dinero. Ella me entregó el dinero y dio media vuelta para irse, pero la detuve diciendo.
¿Cuántos años tienes?
Dieciséis- respondió.
era obvio que mentía pero no dije nada.
De verdad quieres trabajar? Le pregunte y ella entusiasmada respondió que si.
Vuelve mañana por la mañana y veré que hago.
Estas palabras la alegraron un poco, lo pude ver porque su forma de caminar cambió ya que su rostro lo tapaba con largos mechones de pelo y su gran capucha. Yo ya había tenido suficiente “acción” por hoy , el resto del día lo dedicaría a jugar juegos en línea a ver series y un poco de porno, en resumen iba a disfrutar mi último día en completa soledad. Al siguiente día desperté nuevamente temprano, estaba ansioso por ver a la niña, Ni siquiera sabía su nombre, tenía la seguridad que había algo por descubrir en ella y la curiosidad me mataba. Salí a comprar algo para desayunar antes que ella viniera, pero justo cuando salí había un bulto en la entrada de mi casa, se me heló la sangre al reconocer que era ella, ¿había pasado la noche allí? Mierda! -pense y me acerqué a ver si estaba bien la moví pero no respondió, fue ahí donde me preocupe y le di la vuelta para verla bien, tenía un moretón en el pómulo. La levanté y la llevé adentro cargada, quería ver si la podía ayudar allí, no podía arriesgarme a llevarla a un hospital, harían muchas preguntas y seguramente la perdería ahí pues llamarían a las autoridades y por su condición se la llevarían a un orfanato o algo parecido. Ya adentro comenzó a reaccionar, era buena señal aunque se veía débil ¿Qué hago? Me preguntaba. No se me ocurrió otra cosa que quitarle la ropa y revisar si tenía alguna herida. La primera sorpresa fue verla tan delgada pálida y lo peor fue encontrar tantos moretón, rasguños y algunas pequeñas cortadas además de lo sucia que estaba. La llevé ahora a la bañera de mi cuarto, lo primero sería asearla y por suerte funcionó pues al sentir el agua tibia comenzó a reaccionar, fue un alivio. Al estar más tranquilo comencé a notar bien su cuerpo tenía unas tetas grandes en proporción a su pequeño cuerpo un culito precioso que mejoraría con un poco de alimentación y ejercicio y una matita de pelos poco poblada. Estaba acostumbrado a la desnudez pero eso no evitó tener una erección de campeonato, no es el momento, me dije, pero sinceramente si aproveche a palpar todo su cuerpo con la excusa de bañarla. Ella ya estaba consciente pero dejaba sumisamente que mis manos recorrieran todo su cuerpo, eso me dio la confianza y quise ver hasta donde me permitiría tocarla, comencé por sus hombros y baje suavemente a sus pechos, ella no cambió de actitud así que continúe disfrutando de su suave piel hasta llegar a sus pezón roda, seguramente nadie se los había chapado aún. Quería seguir allí pero debía seguir bajando y seguí por su vientre suave y sorprendentemente no hubo ninguna reacción, mi cara reflejaba tranquilidad pero por dentro estaba ardiendo, afortunadamente sabía controlarme, cualquier otro hombre ya hubiera saltado sobre ella para violarla allí mismo. Al llegar a su vientre me desvíe para seguir con sus nalgadas, como sospechaba era suaves al tacto y más acorde a su estatura, comparado con sus tetas su culo era pequeño, pero eso no le quitaba lo sabroso que se veía allí si no pude resistir tanto y le abrí los cachetes y toque su anito con suavidad para no asustarla, pero una vez más no reaccionó así que seguí con sus piernas, estas no me interesaban mucho pero aun así tenia que limpiarlas también, allí no tarde mucho así que continúe con el plato fuerte, no creo que siga así de indiferente cuando toque entre sus piernas, talvez hasta me gane una cachetada o me intente atacar, pero valdrá la pena, la verdad es que ya estaba perdiendo el juicio. Con lo largo de mi dedo recorrí su rajita desde abajo hasta que toque su botoncito. Finalmente encontré “reacción” o sea su cara seguía sin gesto alguno pero era obvio que desde hace un rato se estaba mojando.
De repente reaccioné, era suficiente por ahora y le pregunté que había pasado. Ella solo respondió que tenía hambre
¿Y la comida que te compre ayer?- Pregunté.
Me la robaron otros indigentes -respondió.
Y por qué estas tan golpeada- insistí.
Es que no quería dársela y me pegaron.-¿La habrán violado también? Pensé, debí dejarla quedarse aquí desde ayer y como si me leyera la mente dijo,
No me hicieron nada más pero fue porque no me dejé, los aruñe y mordí con todas mis fuerzas talvez por eso me pegaron más fuerte pero luego me dejaron en paz y solo se me ocurrió venir acá, perdón es que era mi primera comida en más de una semana- dijo y se le escaparon unas lágrimas.
Ya limpia su apariencia mejoró, no eran tantos moretones como parecía al principio y los rasguños y cortaduras eran solamente superficiales, en ese momento caí en cuenta que no tenía más ropa para ponerse la saqué de la bañera la sequé y la llevé a mi cuarto, creo que ya estaba mucho mejor y aún así dejó que la siguiera consintiendo y eso a mi no me molestaba, luego busqué alguna camisa vieja para ponerle y a pesar de lo demacrada se veía muy sexy. Espérame aquí un momento – le dije y salí corriendo a buscar algo de ropa.
Una ventaja de vivir en una ciudad tan pequeña es que todo te queda cerca y no tarde más de veinte minutos en ir buscar algo de ropa al supermercado, solo agarré lo que calculé era de su talla para regresar rápido, sostenes, bragas, blusas , pantalones y faldas. Regresé rápidamente y se los di pero ella se quedó esperando ¿Quería que la vistiera? El colmo, se supone que era mi empleada pero yo había hecho todo por ella. Le puse sus calzoncitos blancos y un sostén, tenía buen ojo y no falle en calcular la talla a esas alturas no quería molestarla mas, por el momento, así que le pedí escogiera que ponerse y terminará de vestirse ella sola, salí a preparar lo que compré de comer, había aprovechado la vuelta para comprar comestibles también. Rápidamente bajo y yo ya tenía listo el desayuno, eran casi medio día pero no era raro hacer mi primera comida a esa hora y creo que ella no tendría queja de poner algo en su estómago. Cuando la vi traía un vestidito corto y muy lindo de una pieza y obviamente una gran sudadera que le compre. Me pareció que lo apreciaría, sería para esconder su gran delantera, aunque yo ya la había visto completamente desnuda. Tranquilamente me senté y le serví algo de comer con la intención de saber más de ella pero inmediatamente se sentó y prácticamente devoró la comida, mejor será no interrumpir eso, talvez reaccionaría como un perrito cuando defiende su plato de comida , jajaja.
Comí y me perdí en mis pensamientos, de como cambiaría el rumbo de mi vida la decisión de acoger a esta niña. Cuando reaccioné ella ya no estaba en su lugar. ¡Mierda! En qué momento, era como si nunca hubiera estado aquí, inclusive dude de mi cordura, aun así fui a buscar a la cocina ¡Mierda! El susto de mi vida, cuando iba a regresar ella ya estaba parada frente a mi. Se había quitado la sudadera y el vestido tenía un escote que casi se le salen las tetas, todo eso me dejó congelado y sin darme tiempo a reaccionar agarró los bordes de mi pantalón deportivo y con todo y bóxer los bajo, todo paso tan rápido que no tuve oportunidad de reaccionar, el que si reaccionó fue mi pene que al sentir apenas la humedad de su boquita tomó la dureza necesaria para que ella comenzara a succionar. Tenía la intención de parar y decirle que no tenía que hacer eso, que todo lo que hice no fue con una intención oculta, pero las palabras no me salieron y seamos honestos, si esperaba que algo así sucediera pero nunca esperé que fuera así de rápido. No fue la mejor mamada de mi vida pero créanme que su falta de habilidad se compensaba con el morbo de ver su pequeña figura y su inocente carita que al fin pude apreciar además de esos grandes pechos terminaban de doblegar cualquier resistencia. Sentir sus suaves labios recorrer todo el largo de mi verga estaba haciendo estragos en mi voluntad, me estaba volviendo loco y no pude evitar tomar su cabello para marcarle el ritmo. Cómo puede ser que me quiera venir tan rápido, ni siquiera estaba haciendo un buen trabajo podría decir, solo apretaba sus labios a mi verga y su movimientos rítmicos fueron suficientes, inevitablemente me corrí sin avisar, perola mejor parte fue que sin dudar se tragó toda la leche.
Por como se dieron las cosas casi me mata de un infarto, estoy muy joven para morir así. Cuando todo terminó se puso de pie y se fue tranquilamente a la sala, yo tardé un poco más en recuperar el aliento esa combinación de susto, excitación y morbo eran lo mejor. Cuando al fin recuperé la compostura decidí hablar con ella de manera tranquila, ya que hoy no había tenido la oportunidad.
¿Por qué has hecho eso? -Le dije con tranquilidad
¿No te ha gustado? -Respondió desafiante –
Ese no es el punto, el punto es que no había ninguna necesidad , no te ayude para obtén algo así de ti (guiño, guiño)- respondí con un tono tranquilo para no asustarla.
Ella con un tono a sarcástico respondió -cuando estábamos en el baño me pareció ver que lo necesitabas así que lo hice y ya-
Ese tono me molesto un poco y subiendo el tono de voz le reclamé – ¿Por qué de repente esa actitud? Ayer viniste con esa ropa sucia pidiendo un plato de comida y hoy por la mañana apenas si se podía decir que estuvieras viva y ahora apenas te dejo entrar a mi casa y te muestro un poco de amabilidad y ahora te muestra altanera. ¿Es esta tu verdadera personalidad?-
En ese momento se dio cuenta de su comportamiento, se avergonzó y agachó la cabeza. Pensé que se pondría a llorar, pero en verdad dijo – Lo siento mucho, por favor no me eches de tu casa. Ayer estaba desesperada, así que toque la primera puerta que se me ocurrió, pensando que talvez me encontraría con un loco, maniático sexual o asesino que vería la oportunidad y me dejaría entrar a su casa para violarme y matarme-
¿Por qué pensaste eso?
Yo solo quería morirme – respondió.
¡Mierda! Por qué pregunte eso, era obvio que iba responder así pero me di cuenta muy tarde, entonces para acabar con la tensión del momento y romper el silencio incómodo que había causado le dije -Maniático sexual si soy pero en verdad no me gusta hacerle daño a la gente- mierda, otro silencio incómodo, pensé, gracias al cielo ella se comenzó a reír, primero con la cabeza todavía agachada y luego soltándose a reír.
Espera – le dije- a todas estas cual es tu nombre y nuevamente se soltó a reír, cuando se calmó me respondió.
Me llamó Sara-
Mientras me acercaba y me sentaba a su lado. Me preguntaba si esta niña estaba loca pues había pasado de una personalidad callada y avergonzada a un estado catatónico y luego pasó a ser una puta loca para justo después ser arrogante y justo ahora estaba siendo muy risueña y amable, espero no sea una loca asesina, no creo.
Cuando estaba ya sentado junto a ella le acaricié la cabeza en un tono paternal y ella se acercó más a mi. En ese momento pensé que ella estaba dispuesta a asegurar su permanencia en esa casa entregando su cuerpo y yo no iba a desaprovechar la oportunidad. Todo ese día me la pase disfrutando de su pequeño cuerpo, fue un desahogo total de mi parte, dese que había llegado aquí me había estado matando a pajas, había evitado pagarle a una puta profesional hasta que fuera insoportable. Ese día me aferré a sus grandes tetas y bebí todo lo que pude de sus jugos, meterle la verga fue un deleite y sus mamadas iban mejorando entre más confianza tomaba, ese día no me preocupe de que ella disfrutara, pero aún así disfruto de muchos orgasmos. Perdí la cuenta y al final pedí la conciencia, cuando abrí nuevamente los ojos ya era nuevamente de día y ella no estaba en la cama.
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