Como una niña de 10 años puede volver loco a un hombre mayor

Gisela tiene 10 años, en un cuerpo de señorita de 12/13, o sea que sus pechos ya están brotando, sus nalgas rellenas calientan a cualquiera y encima es muy calentona..
Todo nació una tarde en que festejábamos el noveno cumpleaños de mi niña Romi. Gisela es una de sus amiguitas del colegio y además es hija de unos vecinos nuestros. Tiene un hermano menor, Humberto de 8 años. Tan hermoso como su hermana. También probé sus mieles, pero este relato es para contarles como me he vuelto loco por estar con Gisela.

En medio de la fiesta, siento un ruido en el baño, me llego hasta ahí, golpeo y abro la puerta, y que observo; a Gisela tratando de armar un colgante donde ponemos los champús y jabones de la ducha. Se ve que estaba hurgando y se le cayó, pero lo más llamativo es que intentaba componerlo pero con su falda a la cintura y su bombacha abajo de sus rodillas.

Y allí es donde inició todo. Al entrar y verla semi desnuda la lívido se me disparó. Y la verga se me erectó. Cierro la puerta detrás de mí y le pregunto que pasó, ella está afligida y tiene miedo del reto por lo que hizo. Lo que en realidad no tiene importancia, pero enseguida aproveché la ocasión para disfrutar de tan hermoso durazno. Es bastante alta, y muy bien formada. Sus nalgas son bien redondas y duritas, y sus piernas largas le entregan una prestancia que otras niñas no tienen a su edad. Recuerden que solo tiene 10 años. Me acerqué a Ella. y entonces la niña se agacha sin doblar las piernas para alzar las cosas caídas. No pude resistir la tentación, rápidamente me bajo el pantalón y el calzoncillo liberando mi tripa, los 19×5.5cms estaban más que duros. La tomé por las caderas sorprendiéndola, le apoyé la verga entre sus piernas lo que propició que la punta de mi tripa quede exactamente en medio de sus labios vaginales, metí el dedo pulgar en su ano, lo que la desarmó por completo, de echo no se esperaba nada de esto. Comencé a frotarle la pija en su vagina mientras cogía su culo con mi dedo, la niña no supo como reaccionar, medio se quiso retirar pero yo la sostenía firme, entonces me aproveché de su miedo y le dije que se quedara quieta o le contaría a su  madre que rompió el colgador.

Gisela lo pensó por unos segundos y se quedó quietecita, luego pareció aceptar y descubrió que las sensaciones que sentía en su bajo vientre no estaban tan mal. Y abrió un poco más sus piernas para hacer más lugar a mi tripa. Convengamos que ya ella estaba lubricando, sus labios estaban babosos, y eso facilitó la penetración involuntaria. La verdad es que no pensaba en penetrarla, solo quería someterla para más adelante programar y disfrutar de esta pequeña. Pero ella se movió justo hacia arriba, y cuando  bajó la cabeza de mi verga se internó entre sus labios vaginales encontrando el camino a su cuevita caliente y virgen, ella gimió fuerte pero la verga ya estaba iniciando su camino hacia su virginidad, y no me frené, al contrario, presioné un poco más y su virgo no resistió, lo que permitió que mi tripa siguiera su camino hacia su destino final, su útero. Cuando la tuve totalmente penetrada, también su culito disfrutaba de mi dedo, y ya estaba dilatado, unté más saliva y metí un segundo dedo en su ano, ella suspiró fuerte, pero al estar tan empernada no se podía mover, realmente le tenía casi toda la pija dentro. Yo me movía suavemente y ella comenzó a disfrutar del palo en su interior. Y la verdad es que su vagina es como ella, hermosa, estrecha pero muy lubricada y caliente, sentía como pulsaba contra la cabeza de mi verga, y de pronto siento un largo suspiro y la cabeza de mi verga se ve bañada por sus jugos, la niña había acabado. Seguí con el mete y saca suave, aproveché su calentura y metí un tercer dedo en su ano, ella se queja que le duele, no le hago caso y sigo cogiéndola, descubro sobre la mesada del baño una crema que mi esposa usa para lubricar sus brazos y piernas, tomo el pote y unto bastante en el ano de la niña, le saco la pija de la concha y sin aviso apoyo la punta en su esfínter y de un solo empellón doblego la resistencia de su ano introduciendo mi grueso miembro en su túnel aterciopelado y estrecho. Cuesta que la verga entre pero de apoco me voy enterrando, la niña llora en silencio, yo le hablo y le voy diciendo que debe aguantar para que no le diga nada a su madre. Finalmente con cuatro fuertes chorros de semen lleno su ano. Le saco la pija y sale babeando semen. La niña no sabe que hacer, la ayudo a lavarse y a limpiarse, y nuevamente le recuerdo que si ella cuenta algo, yo le contaré a su madre. Concertamos en que sería un secreto entre ella y yo.

Salí del baño satisfecho y luego salió ella. Nadie se dio cuenta de lo que pasó. Yo notaba que caminaba con algo de dificultad, y claro su culo había sido sodomizado sin su consentimiento. Pero la piba se lo aguantó.  Terminó la fiesta y por varios días, Gisela no apareció por casa. Transcurrió una semana sin su presencia y de pronto tocan el timbre, estaba yo solo en casa. Mi esposa e hija se habían ido al shopping de compras. Al mirar por la video cámara del portero observo a Gisela esperando en la puerta. Rápidamente le abro y la hago pasar, viene vestida con una calza de licra muy ajustada que resaltan sus piernas y su culo. Una camiseta de algodón y sin sujetador. Muy provocativa, obvio que ya mi  pija comenzó a ponerse dura, yo andaba en short de baño por lo que mi bulto rápidamente fue observado por Gisela, quién pícaramente sonríe y me larga, Tato, otra vez se te paró el pito!!!!

Interrogo a la niña para saber que busca o necesita y para mi sorpresa simplemente me contesta que me busca a mí. Yo sorprendido le pregunto que para qué. Y ella muy oriunda me dice que quiere que otra vez le haga sentir lo que el otro día en el baño. Que le dolió mucho pero que le gustó un montón.  Predador en acción, tomé ala niña de la mano y la llevé a mi habitación, le tiré sobre la cama y la desnudé en un santiamén, a la vez que yo también me saqué la ropa. Por fin nos teníamos de frente uno al otro, ella miraba mi pene absorta.  Yo disfrutaba de sus hermosos pechos, de su lampiña vagina, es una belleza por donde se la mire. Me observa desafiante como diciendo : Te gusta lo que ves? Me le voy encima, y comienzo a besarla, beso y muerdo sus pechos, mi pene está sobre su vagina, la froto con fuerza y ella responde, abre las piernas para mayor comodidad, me bajo a su pubis, ni un pelito todavía, su vagina rosadita está brillosa, le como la conchita desesperadamente, ella gime y logra un primer orgasmo, y tiene solo 10 años, pero ya es una putita en potencia. Luego de lamerle bien la concha y su culito me acomodo sobre ella, coloco sus piernas en mis hombros y procedo a penetrarla, se queja pero sigo mi tarea hasta meter tres cuartas partes de mi verga en su estrecha vagina y  comienzo a cogerla con ganas, ella participa, gime y suspira pero se presta a la acción, y así le llega su segundo orgasmo, saco mi verga y me dirijo a su culito, ella me pide que no se la meto hoy porque le duele mucho todavía. Pero que quiere chuparme la verga como vio que su mamá le hace a su papá.

No me hago rogar, saco mi tripa y me tiendo boca arriba en la cama, ella se sienta entre mis piernas,  toma mi falo por el tronco, lo observa y finalmente se decide y se mete la cabeza a la boca, intenta hacerme una mamada, no le sale bien pero lo intenta, le enseño como hacerlo y es una muy buena alumna, pronto me la está mamando tan bien como mi mujer, y no aguanto más y le lleno la boca de semen. Ella se lo traga todo sin protestar. Luego fuimos al baño, nos higienizamos y volvimos al living, minutos después llegó mi esposa e hija. Gisela las saludó como si recién hubiera llegado. Y se fue a la cocina para que mi esposa le muestre lo que habían comprado. Yo me quedé en el living frente al tele pero no veía la TV. Estaba pensando en qué lío me metí si es que la niña llega a hablar. Pasada una media hora Gisela se está yendo, se acerca a saludar y al oído me dice que dentro de dos días viene. Y se va meneando su trasero. Y ya me tiene dominado con su sexo. Y solo tiene 10 años.