Con la mesera
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por rod2591.
Hace poco tiempo empecé a trabajar en un lugar en el que gano buen dinero. Tengo 28 años pero no soy demasiado agraciado, aunque no llego a ser feo del todo. Sin embargo, el tener dinero me llevó a darme cuenta de que en mi vida me hacía falta algo, pero esto se terminó solucionando de una manera un tanto extraña.
Cuando llegaba de trabajar siempre acudía a un lugar en donde preparaban comida casera y ahí conocí a una niña que trabajaba como mesera, pero sencillamente era hermosa, cabello negro y largo, ojos grandes y cafés, además de una cara muy bella, y un cuerpo bueno simplemente una adolescente joven, esbelto y de buenas proporciones, además de ser morena un todo de piel que a cualquiera le gusta.
Siempre que iba a comer trataba de ganarme su confianza y entre platica y platica me enteré que tenía 14 años y que era huérfana, y solo vivía en esa cocina se quedaba a dormir en la parte de atrás del local por las noches, además de que no le pagaban sueldo ya que la dueña la dejaba quedarse ahí y solamente sus propinas eran su ganancia , por lo que cuando me enteré de esto, siempre le daba propinas de 100 pesos o más cada día, hasta que empecé a regalarle dulces, anillos, pulseras o lo que se me ocurriera.
Para mi buena suerte uno de esos días al llegar a la cocina estaba ella sola y al preguntarle por la dueña me dijo que había tenido que salir por unos días a su pueblo y que ella se quedaba de encargada solamente por ese día y que al siguiente no iba a abrir, lo que me preocupó porque siempre cenaba en ese lugar y al vivir solo pues no tenía quien cocinara y a mí no me gusta.
Por lo que al instante y sin pensarlo le dije que si ella podía ir a mi casa a cocinar algo y que le pagaría $300 pesos nada más por cocinar, debo admitir que en ese momento la invitación no la hice con malicia, solo que me gustaba tanto la comida, y ella, que no quería buscar otro lugar, pero ella dijo que no podía ya que como yo llegaba algo tarde le daba miedo regresar a este lugar sola, ahí fue donde comenzó mi malicia y le dije que si ella quería podía quedarse en mi casa sin ningún problema y que no tuviera miedo, pues me conocía y sabía que soy una buena persona, si claro.
Ella lo dudó pero terminó aceptando y al día siguiente pasé por ella y le llevé a mi casa, a propósito llegué un poco más tarde por lo que, después de que ella cocinara, estábamos cenando como a las 10:30 de la noche y yo veía la preocupación por la hora en su cara, a las 11:00 ella de plano dijo que tenía miedo quedarse pero que más miedo le daba irse, de lo que me alegré de inmediato. Dejé que se quedará en mi habitación aunque yo durmiera en el sillón, le pregunté si dormía con la ropa que llevaba puesta o quería que le prestara algo, ella vestía un pantalón de mezclilla bastante tosco pero que dejaba ver las formas de sus cadera, y se le marcaba su ropa interior por atrás, una blusa rosa que se pegaba a su piel y dejaba ver su escote por lo que veía su brassier rosa y parte de sus pechos no demasiado grandes pero si redondos y hermosos.
Dijo que se quedaba con su ropa, pero dormiría incomoda por lo que, aunque me dijo que no, le presté un short holgado y una playera blanca, casi la obligué a que se diera un baño y cuando salió las cosas salieron como las imaginaba.
Yo sabía que al ser huérfana y vivir relativamente sola, ella no tenía idea de las maravillas de jugadas que puede hacerse con la ropa, además de que supuse estaría acostumbrada a que si se bañaba debía cambiarse toda la ropa, así que cuando salió no llevaba brassier, no me gusta esta palabra pero la usaré, tampoco llevaba calzón, por lo que con la playera blanca podía ver sus pechos y sus hermosos pezones, la invité a ver la tele y cuando se sentó casi frente a mi pude ver, gracias al short holgado, su linda entrepierna, virgen, estuvimos viendo la tele hasta como a la 1:00 pero ella se quedó dormida mucho antes, como buen samaritano, la levanté y la llevé a la cama, ella ni cuenta se dio de esto ya que estaba sumamente dormida, cuando vi esto, simplemente la empecé a tocar le levanté la playera y pude ver esos pechos jóvenes en todo su esplendor, unos pezones duros y puntiagudos apuntando al techo, eran color café oscuro los chupé un buen rato jugando con mi pene, hasta que vi que empezó a despertar, por lo que la dejé un momento y al ver que nuevamente dormía hice a un lado el short y me recreé viendo su vagina, peluda, como me gustan, sus labios cerrados y en la punta su clítoris rosa, hermoso, la toqué un poco jugando con sus vellos, tocando sus labios y nuevamente comenzó a despertar por lo que solo me masturbé y eché todo encima de ella, no me importó pues estaba calientísimo.
Me dio miedo que me acusaran de violación por lo que la dejé dormida y salí de la habitación, me masturbé dos veces más y me quedé dormido, al día siguiente como era sábado, desperté tarde y cuando lo hice vi que ella ya estaba cocinando y vestida con su ropa otra vez, solo que sin brassier, por lo que aún podía ver sus pezones marcados a través de la tela, me dijo que terminando de cocinar se iría para poder cambiarse de ropa porque se había bañado y seguía con la misma ropa y que no le gustaba, pero de las manchas de semen no dijo nada, le dije que la iba a acompañar para que fuéramos al súper mercado y que en la tarde volviera a cocinar, ella no dijo nada por este comentario a pesar de que le dije que solo era por la noche anterior lo de cocinar, y ella dijo que estaba bien, cuando llegamos a la cocina y vi que solo tenía tres cambios de ropa, me dije que eso iba a cambiar, pero esa ya es otra historia que contaré después pues supongo que ya los aburrí, aunque les daré un adelanto.
Después de mucho pelear aceptó que le comprara ropa, blusas, pantalones, faldas, ropa interior de todo, pero con la condición de que me dejara ayudarla a escogerla, y lo importante fue cuando se midió la ropa para “comprobar” que le quedaba.
Si les gustó dejen comentarios para subir la segunda parte y si algo no les quedó claro pregunten y les contestaré, todo esto es completamente real y bueno cabe decir que ahora ella ya no trabaja vive conmigo pero ya les contaré como llegamos a eso.
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