Con mi madrastra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Lo que aqui les voy a contar, ocurrio hace apenas unas horas, en la ,mañana de este domingo 11 de octubre y que ha sido el mejor regalo que he recibido en mis 17 años que precisamente ese dia cumplo.
Como referencia les dire que soy un muchacho normal, con mis 1.73 de estatura, pero un fisico que no me convertiria en galan.
Debo tambien aclarar que, aunque me masturbo desde los 13 años, jamas habia estado con ninguna mujer, hasta esta mañana.
Mi regalo fue mi primera relacion sexual, la cual fue maravillosa, con esa hermosa mujer que es Elizabeth, la segunda esposa de mi padre. Es decir, mi madrastra.
Mi padre, soltero por mas de cinc años, tras divorciarse de mama, decidio que Elizabeth era la mujer ideal para rehacer su vida.
Cuando yo la conoci, la verdad "ni por aqui" me paso que pudiera yo tener con ella una experiencia sexual.
Aunque debo reconocer que, la primera vez que la vi, me perecio bastante bella.
Chaparrita, con sus 1.58 de estatura, pero unos pechos esplendidos y un trasero muy de la mujer mexicana, bastante abultado, de buena pierna, pero chamorros delgados.
Asi pasaron tres años desde que se casaron y un en que yo pedi a mi madre que me dejara ir a vivir con ellos, pues la distancia de la casa materna a la escuela y a mi centro de trabajo es bastante retirada, en cambio, de donde vive mi padre, es relativamente cerca de ambos sitios.
La vida sexual de mi padre con Elizabeth es bastante reservada, pues por lo menos ante mis ojos jamas hicieron la minima "travesura", aunque si los veia bastante enamorados. Mas ella de el.
Y mi relacion con ella era la normal, pues siendo bastante comprensiva, me ayudaba lo mismo en el arreglo de la habitacion que habilitaron como mi alcoba, como llevando mi ropa a la lavanderia o haciendo de comer platillos mas para mi satisfaccion, que para la de ellos.
Asi, platicando con ella en las tardes en que mi padre se retrasaba en su retorno a casa, le comente que mi cumpleaños se acercaba y que nunca, en los 17 añs que estaba por cumplir me habian hecho un regalo que me dejara satisfecho, pues me obsequiaban lo que yo habia anhelado un año atras.
Como hecho a proposito, mi padre nos anuncio el jueves que el fin de semana saldria de viaje a San Luis y que regresara hasta el domingo, en el vuelo nocturno al DF.
El viernes lo llevamos al aeropuerto y lo despedimos. En el regreso a casa, le propuse que en lugar de irnos a la casa, fueramos al cine, a lo cual accedio y ahora se que desde esa noche ella ya preparaba lo que ocurriria el domingo.
Me habia olvidado mencionar que mi padre tiene 39 años y ella apenas 23, aunque aparenta menos y eso le permitio bromearme a la entrada del cine, cuando me tomo de la mano para entrar como si fueramos novios.
Ya en el interior, me hizo sentir como mago, pues me invito las "palomitas", le compro dulces y refresco, pero, lo mas lindo, me tuvo abrazado durante toda la funcion.
En el regreso a casa nada ocurrio.
Hasta la mañana del domingo, mi cumpleaños.
Llego Elizabeth, con una linda bata que le llegaba a los chamorros, pero con un generoso escote que me dejo ver casi todos sus voluminosos pechos.
Yo aun dormia, eran las ocho de la mañana, cuando ella me dio un beso en la mejilla y, con voz muy suave, me dijo: "Felicidades, dormilon".
Me desperte y me puse de pie en la cama, ella me entrego un paquete envuelto para regalo, que mi padre habia dejado desde antes de irse al viaje.
Eran las llaves de una cuatrimoto que yo le habia pedido dos años atras.
Viendo mi cara de decepcion, Elizabeth me cuestiono: ¿No te gusto, verdad? ¿Que querias?
Un coche, le conteste, aunque fuera un miniauto y de modelo no nuevo, le dije.
¿Y con que te alegraria el dia?, me contesto.
Con nada, no pasa nada le dije y ella me abrazo.
Pero esta vez senti su acercamiento de una manera distinta.
Separo su cara de mi, se me quedo viendo directamente a los ojos y me dio un ligero beso en la boca.
Yo me quede pasmado, situacion que ella aprovecho para darme otro beso y esta vez me hizo abrir los labios y me metio la lengua que comenzo a juguetear con la mia.
¡Que sensacion mas deliciosa!
Y no porque nunca antes hubiera dado un beso a alguna chica, sino porque Elizabeth le ponia la experiencia de una mujer mayor a las chiquillas con las que yo habia tenido mis primeros flirteos.
Sin poder salir de mi sorpresa, solo atine a abrazarla y devolver sus caricias.
Ella me acariciaba la espalda y yo hacia lo mismo, hasta que ella misma guio mis manos hacia sus pechos, deliciosos, con un par de pezones pequeños, pero muy duros. Me hizo inclinar mi cabeza para mamarle las tetillas.
Sus quejidos en lugar de asustarme, me excitaban mas aun hasta que ella sintio que mi verga tocaba su estomago.
¿Ya estas listo?, me dijo y sin agregar mas, me bajo el pantaloncillo que uso de pijama y tomo mi aparato con sus dos manos.
Debo aclararles que mi verga no es ni mas grande ni mas pequeña, mide 7.5 pulgadas y si esta mas gruesa que las de algunos compañeros a los que les he visto las suyas cuando acudimos al mingitorio.
Me bajo el prepucio y puso su lengua en el glande, provocandome escalofrios que nunca antes habia sentido.
Al mismo tiempo, me daba masajeen todo el aparato, con una de sus manos subiendo y bajando de la punta hasta el tronco.
No tarde dos minutos cuando ya le habia llenado su garganta con mi semen que salio en tales cantidades como nunca imagine que mis testiculos pudieran producir.
Era tanta la leche que le habia lanzado, que no pudo tragarsela toda.
¿Te habian hecho esto antes?, me pregunto.
¡Jamas!, le confese.
¿Me estas diciendo que eres virgen?, volvio a cuestionarme y sin esperar respuesta me acosto en la cama, boca arriba y comenzo a besarme por todo el cuerpo, de tal manera que en pocos segundos mi verga volvio a engarrotarse.
Repitio ella sus besos en mi falo hasta que se dio cuenta de que no podia ponerse mas grande ni mas dura.
Se sento a horcajadas sobre mi y con una mano en mi pecho, utilizo la otra para tomar mi verga y colocarsela en la entrada de su vagina.
Como toda una maestra, antes de darse el senton, me dio tal cantidad de besos que hizo me hizo olvidar que a la mujer ala que estaba a punto de penetrar era la esposa de mi padre.
Asi, se fue metiendo poco a poco, sin prisa, cada centimetro de mi verga, hasta que solo le quedaron afuera mis huevos.
Su cara se transformaba con muecas que me demostraban el goce que se estaba dando con mi aparato y luego ella misma me enteraria que en los cerca de quince minutos que duro la cogida, ella tuvo no menos de cinco orgasmos.
Sentada encima de mi estuvo un buen rato y luego invirtio la posicion, ara quedar yo encima de ella y ella con sus piernas en mis hombros.
Una posicion bastante "normal", porque la que me fascino fue la ultima, cuando ella me dio la espalda, se puso "de perrito" y yo le meti mi verga por su vagina, pero teniendo a la vista su lindo culitque, cuando se lo quise besar, me dijo que nunca habia recibido un intruso por alli y yo no seria el primero.
Asi, con esa esplendida vista y sus grititos de placer cada vez mas sonoros, estalle en una segunda eyaculacion que, sin poder comprobarlo, pues toda mi leche quedo en su interior, podria jurar que fue mas productiva que la primera.
Cai desmadejado sobre su espalda, sintiendo ambos los espasmos del placer.
Se volteo hacia mi, nos besamos y, para retirarse, me pregunto: ¿Este regalo si fue de tu entera satisfaccion?
-Por supuesto, le conteste.
Todavia cogio ella mi reducidisimo miembro y lo beso.
Me pidio que no lo comentara con nadie y que nunca buscara que lo hecho esa mañana se repitiera.
"Adoro a tu padre y esto que ocurrio hoy, nunca ha pasado, ni volvera a ocurrir", me advirtio.
El domingo transcurrio de lo mas normal, con ella preparando los alimentos y arreglando la casa y yo ayudando en lo que me pedia, pero sin hablar para nada de lo ocurrido apenas horas antes.
Por la noche, saque el auto familiar y con ella a mi lado, me dirigi al aeropuerto, a recoger a mi padre.
El beso que ella le dio en su boca, fue una manera de demostrarle su amor.
Yo no se que haya sido para ella la mañana de este domingo, pero para mi, sera una experiencia que jamas olvidara.
Hace unas horas, se metieron a su recamara y los quejidos de ambos me hicieron saber que Elizabeth estaba dando recibimiento a la verga de mi padre en su delicioso hoyito.
Yo no se si podre cumplir mi promesa de nunca mas buscarla.
De ocurrir, ya les contare.
Autor: Anonimo
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