Con toda su juventud, se muere por los maduros 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
"Hay papasote, que rica vergota tiene, que rico la sentí toda dentro de mi cola, como me cachaba la cuca, y mamar esa vergota es una delicia", me decía Luisa, saliendo del monte, yendo para casa, me había tomado de la mano y así íbamos, "pero debemos cuidarnos con tu madre, que no sospeche nada", le dije, "si mi madre aún cree que soy virgen", me dijo riendo.
Cuando llegamos a casa, mi mujer estaba bastante mejor, mientras Luisa se duchaba, yo preparé algo de comer para los tres, mi mujer seguía en la cama y Luisa cuando se terminó de duchar vino a la cocina envuelta en un albornoz, "hay papasote, que abierto me dejo el agujero de mi cola con esa hermosa vergota que tiene, tócalo, mete tu dedo en mi cola y vas a ver que abierto lo tengo", me dijo, dándome la espalda y levantando su albornoz, abriendo sus nalgas, "lo tienes así, no por mi pija, sino por todas las pijas que te cogieron el culo", le dije, metiendo mi dedo y moviéndolo dentro del culo de Luisa, "hay papasote, quiero que vuelva a meter su verga en mi cola", me dijo sacando mas el culo para afuera, "estas loca Luisa, tu madre esta en la habitación, se puede levantar en cualquier momento", le dije, sacando mi dedo y bajando el albornoz, ella me miró y se fue de la cocina sin decir nada, pensé que se había enojado, pero regresa al momento, "mamá esta dormida papasote, meta toda su vergota en mi cola y cácheme por ahí", me dijo, volviendo a levantar su albornoz y abriendo sus nalgas me dejaba verle el ojete de nuevo, yo me bajé un poco el pantalón, tenía la pija dura y se la acomodo entre sus nalgas, apoyando la cabeza de mi pija contra su ojete y ella empezó a hacer fuerza hacia mi y mi pija a entrar en su culo, "hay papasote, que rico se siente como me entra esa hermosa vergota en la cola", me decía bajito, hasta que sus nalgas quedaron pegadas a mi pelvis, "hay papasote, mueva esa vergota que tiene y cache bien mi cola, que rico se siente esa vergota cachando mi cola", me decía, moviendo el culo en círculos, haciendo que su cuerpo baya para adelante y para atrás y mi pija entraba y salía de su ojete.
Mi mujer en la habitación durmiendo y yo cogiendo el culo de su hija en la cocina, estaba entre nervioso y muy caliente con la situación, "así papasote, así, deme verga por la cola, que bien me cacha la cola, como me gusta, que rico, como me da verga por la cola", me decía, sin dejar de moverse, yo la agarre de sus caderas y empecé a meter y sacar mi pija de su ojete, sentía un sonido sordo cuando sus nalgas chocaban contra mi pelvis, "ponte de rodillas, me voy a acabar en tu boca", le dije, sacando mi pija de su culo, ella de inmediato se puso de rodillas y me empezó a chupar la pija, hasta que me hizo acabar bien adentro de su boca, yo sentía los chorros de leche salir, como gemía Luisa tragando la leche, su lengua lamer toda mi pija, chuparla fuerte, hasta que se tragó toda la leche, la saca de su boca y le da un beso en la cabeza, "que delicia de leche papasote", me dijo, y se puso en pie y ahora si se fue a su habitación.
Al rato despierto a mi mujer y comimos los tres en la habitación, para que ella no este sola.
Yo me quedé el resto del día con ella, mientras Luisa entraba y salía a cada rato, la notaba nerviosa.
En un momento dado salgo y estaba Luisa sentada en el sillón del salón viendo tele y acariciando sus pies, cuando me vio se puso de pie y me beso los labios, "quiero verga papasote, quiero que me siga cachando", me dijo bajito al oído, "no puedo, tu madre esta despierta", le dije, dejando que me siga besando.
Volví a la habitación con mi mujer, "que hermosa tarde que hace, porque no se van tú y Luisa a dar una vuelta, no se queden encerrados por mi", me dijo mi mujer, "pero amor, no quiero dejarte sola", le dije, tendiéndome a su lado, "no te preocupes amor, si te necesito te llamo por el móvil, pero saca a Luisa a que conozca", me incistio, "bueno, como quieras, le voy a decir que se apronte que nos vamos", le dije.
Cuando se lo dije a Luisa, daba saltos de alegría, "que me pongo, una falda, así es mas fácil para que me caches?", me dijo entre saltos y besos que me daba en los labios, "bueno, ponte una falda, pero que no sea muy corta", le dije, y me fui a cambiar yo también, al rato golpea la puerta de la habitación, y estaba con una falda que le llegaba casi a los tobillos, una camisa blanca con bordados y unas sandalias de taco de cuña, "hay que guapa esta mi niña", le dijo la madre, nos despedimos y nos fuimos.
Salimos rumbo al río caminando del brazo los dos, parecíamos padre e hija, "a donde vamos?, tengo la cuca empapada, no sabes como quiero que me des verga", me dijo, con la voz distorsionada de lo caliente que estaba, "siempre fuiste así de caliente?", le dije, caminando hacia el río para meternos en un paso que hay al costado que nos lleva a una parte frondosa, "si, siempre me gusta mucho la verga, desde los 14 años que mi tío me cacho por primera vez, quiero tener siempre una verga dentro mio", me decía caminando un poco mas rápido.
Cuando íbamos por el sendero que nos llevaba a la parte mas frondosa, Luisa me agarro la mano, e hizo que la meta debajo de su falda, iba sin calzones puestos, y yo le apretaba sus nalgas, "mete tu dedo en mi cola, y llévame así, moviendo tu dedo en mi cola", me dijo, parando la marcha, dejando que le meta el dedo en el culo y así seguimos caminando, "nunca te cogieron dos hombres a la vez?", le dije moviendo mi dedo en su culo y dejando que ella me acaricie la pija por sobre el pantalón, "no, nunca, pero me encantaría sentir dos buenas vergotas, cachando mi cola y mi cuca a la vez, haciendo que grite de placer, falta mucho, quiero tener tu verga dentro mio", me decía, apretando mi pija.
"Anda desnudándote", le dije, sacando mi dedo de su culo, Luisa enseguida se bajo la falda, quedando desnuda de cintura para abajo y me la dio a mi, mientras se iba sacando la camisa y el sujetador, yendo completamente desnuda por el paseo del río, aunque no había nadie, nadie nos veía.
Llegamos a un rellano, a la costa del río, las matas frondosas no dejaban que nadie nos viera, tendí su ropa en el prado y ella se acostó boca arriba, abriendo bien sus piernas, dejando que le vea la concha, roja, mojada, "verga, quiero verga", me decía abriendo los labios de su concha.
Yo me acomode entre sus piernas y mientras le chupaba las tetas le metía la pija en la concha, entre gritos de placer que daba Luisa, "así papasote, que delicia de verga, como me cacha la cuca, así bien adentro la quiero", gritaba Luisa mientras yo le metía y le sacaba la pija de la concha, sentía como se le escurrían los jugos vaginales, como disfrutaba cogiendo, como se retorcía de placer cuando tenía un orgasmo.
Le levanto mas las piernas y le saco la pija de la concha, se la acomodo contra el ojete y se la metí de una, "así, así papasote, así, fuerte por mi cola, como me gusta su hermosa vergota destrozar mi cola, siga cachando fuerte mi cola", gritaba Luisa, cerrando sus ojos y dejando que le coja fuerte el culo, "como te gusta coger por el culo", le decía, metiendo y sacado mi pija de su ojete, "si, me encanta esa vergota bien adentro de mi cola, me encanta que me dejen el ano bien abierto", me gritaba, dejando que le siga cogiendo el culo con la mayor fuerza que podía, sentía como se tiraba pedos a medida que mi pija le entraba los mas adentro que podía meterla, "por la cuca, deme verga por la cuca papasote", me pedía, haciendo que saque mi pija de su culo y se la metí en la concha, gritando Luisa de placer, al sentir mi pija toda dentro de su concha, "que bien me cacha papasote, que rico como me da verga", gritaba sin dejar de mover su cuerpo, le saque la pija de la concha y se la volví a meter en el culo y del culo a la concha de nuevo y así, por el culo y por la concha, mientras que Luisa no paraba de gritar y de acabarse y pedirme a los gritos que no pare de cogerla.
Yo si bien estaba excitado, como habíamos cogido en el monte y después le eche otro en la cocina por el culo, me podía contener, mientras que Luisa, parecía que hacía años no cogía.
"Nunca me cacharon así de bien, ni me dieron tanta verga, no pare papasote siga dándome verga así que me esta matando", me gritaba.
Luisa tenía el ojete tan dilatado que se la metía de una y bien fuerte, haciendo que solo suspire de placer y la concha igual, tan mojada y dilatada que casi no sentía nada yo, "deme golpecitos con la mano abierta en la cuca papasote, por favor deme golpecitos en la cuca", me decía gimiendo, haciendo que le saque la pija de la concha, y Luisa abrió y levantó mas sus piernas dejando que le de golpes con la mano abierta en su concha, yo no se si gritaba o lloraba de placer, hasta que veo como empieza a mearse como si fuera una fuente y hacía fuerza con su culo hasta que veo como se cagaba, pidiendo a gritos que no deje de darle golpecitos en su concha, temblaba, gritaba como loca, mientras se meaba con el chorro para arriba.
Todo ese espectáculo me supero y así como estaba me acosté sobre su cara y le metí mi pija en la boca, que Luisa empezó a chupar con el desespero que la caracteriza sin dejar de gemir, como si estuviera llorando, hasta que me empecé a acabar en su boca, era tal la calentura que tenía, que sentía mis chorros de leche salir con una fuerza tremenda en la boca de Luisa, hasta que dejo de mearse y seguía chupando mi pija, sacando y tragando toda la leche que le dejaba en la boca, sentía su lengua lamer mi pija dentro de su boca, yo estaba agotado, Luisa igual, respirábamos como si hubiéramos corrido no se que distancia, la falda de Luisa toda meada y con caca, "hay papasote, nunca había disfrutado tanto cachando así, es la primera vez que me meo y me hago caca", me decía Luisa con la voz cansada.
Cuando nos recuperamos, como pudimos limpiamos la falda, por suerte no había quedado manchada de caca, pero si mojada de orín, nos vestimos y caminamos un poco mas para que se seque, y así volvimos a casa, mientras yo entraba en mi cuarto a ver como estaba mi mujer, que por suerte dormía, Luisa puso toda su ropa para lavar.
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