Conociéndonos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
A mis 18 años he sido activa, y siempre me ha gustado experimentar los placeres del sexo.
Mi nombre es AngyRam y conocí a Ralfxd.
Yo no soy muy guapa, pero tengo lo mío.
Soy baja de estatura (1.
55 m) y delgada (50 k).
Tengo cabello oscuro largo.
Tengo pechos y trasero medianos.
No tengo un muy buen físico, aún así me concidero sexy.
Él es algo, delgado, con piernas y brazos bien formados.
Atractivo.
Nos vimos en un parque céntrico de donde vivimos, en el momento en que supimos quien éramos nos besamos.
Fue un beso largo, suave y muy excitante.
Caminamos hacia el hotel donde ocurriría nuestra relación sexual, mientras Caminábamos hablábamos sobre nosotros, llegamos y nos registramos.
Ya en la habitación nos volvimos a besar con más pasión y lujuria, tardamos alrededor de 5 minutos, tocándonos sobre la ropa hasta que decidimos ir más allá.
Mientras nos besábamos él comenzó a quitarme la blusa y a desabrocharme el bra, yo le quite su camisa.
Al sentir su piel rozando la mía me excite más, no dejábamos de besarnos.
El ambiente cada vez era más denso y sexoso.
Él me cargo y se sentó en la cama quedando yo sentada en sus piernas; paso su lengua por mi cuello, mis hombros, hasta llegar a mis pechos.
Los lamió suavemente mientras yo sostenía su cabeza para que succionará más.
Con cada lamida que daba me agitada más.
Cuando terminó con mis pechos volvió a mis labios y yo besé su cuello, sus hombros dando pequeñas mordidas.
Lamí y mordí el lóbulo se su oreja.
Escuchaba como él suspiraba.
Desabrochó mis jeans y yo lo suyos, así quedamos en ropa interior y me recosto sobre la cama mientas lamía mis pechos otra vez, poco a poco descendió hasta llegar a mi entre pierna; beso mis muslos mis piernas y lamió los dedos de mis pies, sentí una corriente enérgica recorriendo mi espalda, causándome una gran excitación.
Me quito mi braga y comenzó a lamer mi vagina.
Me encantó sentir su lengua en mi clítoris, me hacía gritar del placer que me estaba otorgando mientras yo colocaba mis piernas alrededor de su cuello y con una mano sostenía su cabeza para que no dejara de lamerme, con la otra sobaba mis pechos.
El placer que sentí cuando metió un dedo dentro de mi vagina y otro en mi trasero es indescriptible, grite más y con movimientos pelvicos le indicaba que no dejara de cojerme con sus dedos .
no podía dejar de gemir.
Tardó 15 ó 20 minutos entre mis piernas hasta que subió a besarme, de esa manera probé mis fluidos con su saliva fue delicioso.
Era mi turno de hacerle sentir placer, como me había hecho sentir a mi.
Lamí su pene con desenfreno, queriendo meterlo todo a mi boca, mientras lamía acariciaba sus testículos, sus piernas y su trasero.
Comencé a masturbarlo mientas lamía sus testículos, probé sus fluidos y me encantaron.
Una parte de mi quería que eyaculará en mi boca y tragarme todo su semen, pero aún quería sentirlo en mi vagina cogiendome.
Antes de que el pudiera eyacular lo sacó de mi boca y me penetró.
Yo estaba abajo del él.
Sentirlo dentro de mi fue maravilloso, primero decidió torturarme moviéndose lentamente mientras yo gritaba de placer.
Poco a poco aumento la velocidad.
Podía sentir sus embestidas que me volvían loca.
Yo sólo gemía y acariciaba si espalda, tenía su cadera rodeada de mis piernas.
Besaba su cuello y sus hombros dándole mordidas pequeñas.
Sentirlo dentro de mi hacia que llorara de placer, lo quería mas adentro de mi lo mas que pudiera.
Puso mis piernas sobre sus hombros y sentía como su pene rozaba mis paredes vaginales era delicioso.
Cambiamos de posición, ahora yo estaba arriba de él.
Lo bese en los labios, jugamos con nuestras lenguas y combinamos nuestra saliva.
Poco a poco comencé a moverme arriba a bajo, sentirlo en la entrada de mi vagina y sentirlo todo adentro me enloquecía.
No podía dejar de gritar, me encantó sentirlo así.
Comencé a moverme más rápido, eche mi cuerpo para atrás y me recargue de sus piernas mientras me movía rápido, sus manos jugaban con mis pechos y me excitaba más.
Después él me dijo, ponte en cuatro yo obedeciéndolo lo hice.
Colocó sus manos en mis caderas y comenzó a moverme, escuchaba como sus testículos chocaban con mi vagina.
Cada vez sus movimientos eran más rudos y me gustaba.
Sentí mucho placer, hasta que después sentí como eyaculó dentro de mi.
Terminamos exhaustos, y yo en especial muy complacida por todo lo que me hizo sentir.
¿Volveré a tener relaciones sexuales con él? Si, me encantó y no dudaría en buscarlo otra vez.
Pero la siguiente vez, quiero que sea más rudo conmigo.
Espero les halla gustado como a mi.
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