CONTINUACION NOCHE SWINGER INESPERADA
Les compartí hace unos días respecto de aquella noche que terminamos en una noche swinger en un motel con mi esposa y nuestros amigos Rubén y su esposa Cecilia. Esa noche fue el destape de mi esposa, que siempre se negó a compartir con otra pareja o a hacer realidad mi fantasía.
Les compartí hace unos días respecto de aquella noche que terminamos en una noche swinger en un motel con mi esposa y nuestros amigos Rubén y su esposa Cecilia.
Esa noche fue el destape de mi esposa, que siempre se negó a compartir con otra pareja o a hacer realidad mi fantasía de que ella tuviera sexo con otro hombre.
Pasados unos días de aquellos momentos tan excitantes, una noche mi esposa me dijo… sabes que me gustó mucho el remate de fiesta que tuvimos con nuestros amigos Rubén y Cecilia. Le pregunte si le gustaría repetirlo y me dijo que sí.
Creo que había abierto una puerta gigante para que mi esposa deseara tener sexo con otro hombre. Le pregunté… ¿y te gustaría que fuera con Rubén y Cecilia?
Y me respondió que sí.
¿Y cuando quieres repetirla? Y me dijo… este fin se semana, invitémoslos a nuestro departamento, ¡Te parece?
Por supuesto al día siguiente yo estaba llamando a Rubén para invitarlos
El viernes ellos llegaron muy puntuales a las ocho de la noche, previamente mi esposa se había preparado para la ocasión, con una superminifalda, que competía con la de Cecilia. Peo además una blusa semitransparente que dejaba ver sus hermosos senos porque no se puso sujetador.
Rubén y Cecilia trajeron flores para mi esposa y una botella de tequila para la reunión.
Entraron, nos acomodamos en la sala que yo previamente había preparado con luces tenues y las botanas que alistó mi esposa.
La noche comenzó con comentarios picantes que nos fueron internando en temas de intimidad. Mi esposa les pregunto cual había sido su noche más erótica y Rubén contesto que fue con nosotros, porque todo fue espontaneo y natural y las ganas que todos pusimos hicieron que fuera una noche inolvidable.
Y la siguiente pregunte fue ¿Y ustedes querían repetirla?
Ceci dijo que si y Rubén la apoyó. Nosotros también, y por eso los hemos invitado esta noche.
Yo mencione que todos tenemos fantasías sexuales y alguna vez se la había comentado a mi esposa que era verla follar con otro hombre y creo que ya quedo realizada cuando la vi follar con Rubén.
Las copas rodaron, hicimos bailes con intercambio de pareja y el ambiente se fue calentando, la cercanía de Rubén con mi esposa y de Ceci conmigo, se hicieron realidad.
Mi esposa confesó que aquella noche fue la primera vez que había estado con un hombre diferente a mí desde que nos casamos. Pero antes debieron existir otros porque en la noche de bodas ya ella no era virgen.
Agregó que siempre tuvo temor de que al compartir con otra pareja se pudiera deteriorar nuestro matrimonio, pero después de esa noche había notado que para mí era claro el separar el tema sexual con los sentimientos.
Yo manifesté que me había gustado mucho el sexo oral que me había hecho Ceci, Rubén dijo que le había gustado la naturalidad de mi esposa y su entrega a la hora del clímax, expresando en lo que sentía y sus gemidos lo habían excitado mucho. Ceci dijo que la variedad fue la constante en esa noche conmigo y ahora esperaba una nueva noche.
Las copas siguieron rodando para contribuir con la alegría del ambiente y el punto de inflexión se dio cuando Ceci pidió que nos desnudáramos todos. Al estar desnudos el baile se hizo muy erótico, las caricias en las nalgas y los senos de nuestras esposas y el roce de nuestras vergas en medio de las piernas de ellas calentó el ambiente y más tarde Ceci comenzó a mamar mi verga y mi esposa hizo lo propio con Rubén.
Yo miraba de reojo como la enorme verga de Rubén entraba y salía de la boca de mi esposa y por momentos le generaban arcadas al tocar su garganta, pero ella insistía en disfrutarla en su totalidad. Después cambiaron y él le dio a ella una sesión de sexo oral.
Paseando su lengua por su concha y frotándola contra su clítoris la llevó a un primer orgasmo. Por mi parte, disfrute una maravillosa sesión de sexo oral que me dio Ceci. A continuación, como si se hubieran puesto de acuerdo Ceci y mi esposa se acomodaron en posición de perrito y Rubén y yo las tomamos por las caderas ensartándoles previamente nuestras vergas las follamos con mucha energía, hasta corrernos dentro de ellas.
Como los cuatro habíamos disfrutado del clímax total, nos detuvimos para descansar y disfrutar unos tequilas y en la nueva conversación que se generó salió a relucir la fantasía que tenía Ceci, que no se la había comentado a Rubén y era tener sexo con dos hombres al tiempo.
Nos miramos con Rubén, y a señas me dio a entender, que si ese era el deseo de Ceci, se lo diéramos.
Para comenzar Ceci trajo un lubricante que lo puso en su concha y en nuestras vergas y para ir calentando, Rubén comenzó a bailar con ella, frotándole su verga en medio de las piernas y después de unos minutos me pegue a la espalda de ella y mi verga se fregaba contra su culito en medio de sus nalgas. Además, me quedó fácil acariciarle los senos para motivarla más.
Mi esposa nos miraba con deseo de participar y se unió al grupo con caricias para los tres. De paso nosotros también rozábamos su cuerpo en sus partes sexuales.
Las respiraciones agitadas y los gemidos espontáneos nos fueron indicando cuando llegó el momento que yo deseaba de follar ese delicioso culito de Ceci, al llegar el instante de consumar el acto, le propuse a Rubén se acostara boca arriba sobre la alfombra, luego Ceci sobre él y yo a espalda de ella.
Primero Rubén penetro con su verga la concha de su esposa y luego yo comencé mi proceso de entrar en el culito de Ceci, el cual no fue fácil, la idea era hacerlo con delicadeza, y en varios intentos mi verga salía disparada hacia arriba o hacia abajo producto de la abundante lubricación de mi verga y de su culo.
Finalmente acerté y entro la cabeza de mi verga escuchando a Ceci dejar salir un uhmmmmm, le pregunte… ¿te dolió?, No, me dijo… es la presión, pero sigue, sigue. En ese instante, lo más duro de mi verga ya estaba adentro, lo que siguió fue dejar deslizar lo demás en el culito de Ceci, hasta que mi pelvis pego contra sus nalgas.
Pasaron un par de minutos esperando que el cuerpo de ella asimilara la doble penetración, pero cuando ella autorizó, comenzamos un mete y saca sincronizado con Rubén, que fue elevando la excitación de los tres y en el ambiente solo se escuchaban los gemidos de Ceci y las respiraciones agitadas de Rubén y mías.
Cuando llegamos al éxtasis, la primera en anunciar la llegada fue Ceci, cuando pidió que paráramos porque no aguantaba más excitación, pero luego que ella recupero la respiración, su esposo y yo reactivamos los movimientos para explotar dentro de ella y llenar su concha y su culo, con nuestro semen.
Durante este tiempo mi esposa que estuvo de espectadora no paró de acariciar sus senos y su concha y frotando con la yema de los dedos su clítoris alcanzo su orgasmo calmando la excitación generada por el espectáculo de la doble penetración de Ceci.
Al reincorporarnos, Ceci se fue al baño a vaciar su cuerpo de todo el semen que le habíamos entregado y mientras tanto Rubén sirvió copas para los cuatro, las cuales bebimos cuando regresó su esposa.
Fue una noche de sexo maravillosa y para rematar mi esposa les propuso a los invitados que se quedaran a dormir y lo hiciéramos con intercambio de parejas. Todos estuvimos de acuerdo y hacia las dos de mañana nos separamos, Rubén con mi esposa y yo con Ceci.
No había pasado mas de media hora cuando escuche los gemidos de excitación inconfundibles de mi esposa pidiéndole a Rubén que follara su culo y a continuación vino el golpeteo de sus cuerpos chocando seguidamente hasta escuchar la satisfacción del orgasmo de mi esposa y el resoplido de Rubén al correrse dentro de ella. Después las cosas se calmaron hasta la mañana cuando despertamos con muchos deseos de desayunar y entre todos lo preparamos manteniéndonos desnudos.
Terminado el desayuno, continuamos con parejas intercambiadas y nos fuimos a bañar, para más tarde despedirnos después de una noche de mucha pasión y satisfacción de los cuatro. Hasta aquí mi relato.
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