CONVERSACIÓN CALIENTE SOBRE NENITAS Y NENOTAS. Primera Parte.
Dos pervertidos comentan sobre nenas en un reconocido chat hot. Oropel, uno de los depravados, le cuenta al otro pervertido sus experiencias sexuales con una mamá evangélica y sus dos pequeñas hijitas. .
REDACTADO POR SIREMIS.
CONVERSACIÓN TOMADA DE UN FAMOSO CHAT PORNO INTERNACIONAL. DIÁLOGO SUMINISTRADO POR OROPEL PARA QUE LO REDACTARA, CON TODOS SUS DERECHOS, EL ESCRITOR SIREMIS.
Un pervertido entra a un conocido chat hot y pregunta:
BRAULIO: Estoy saliendo con una mamá soltera, me arrecha mucho ella y su hija. ¿Alguien me aconseja algo?
Otro pervertido, el cual usa el seudónimo de Oropel, ve ese comentario en el chat, y abriendo la conversación privada y escrita, le responde:
OROPEL: Hola. Buena noche, amigo. Mi consejo es que aproveches a esa mamá soltera y a su hija hasta donde más puedas.
Y así se inicia esa morbosa conversación entre esos dos tremendos pajeros.
BRAULIO: Bueno. La hija está que quiere.
OROPEL: Ahí tienes, aprovecha a esas hembritas. No las desperdicies.
BRAULIO: La hija es algo confianzuda. Le gusta sentarse en mis rodillas.
OROPEL: La tienes de un hilo. ¿Cómo son ellas?
BRAULIO: Tanto madre como hija están riquísimas, brother.
OROPEL: ¡De una! ¡Aprovecha esa gran oportunidad que Diosito bien te dio!… ¡Dale con todas las ganas a la hija también!
BRAULIO: Justo eso quiero. Por el momento a la hija solo le he hecho algunas cositas.
OROPEL: ¿Cuáles cositas?
BRAULIO: Hasta ahora solo picos y otras cositas más morbositas aún.
OROPEL: Eso, vas por buen camino, amigo. Ponla a mamar. Haz que esa zorrita te pruebe ese pito.
BRAULIO: Si, ya lo hizo, me lo mamó rico.
OROPEL: Entonces vas mejor de lo que pensé ¡Qué bien, hermano!… Pero dime ¿qué edad tiene esa ramerita?
BRAULIO: Es peque… Y por eso a veces me pregunto si sigo o no. No sé si follármela.
OROPEL: Obvio que tienes que seguir teniendo cositas con esa peque y follártela bien rico. Como ya te dije toca aprovechar las oportunidades que te da Diosito lindo.
BRAULIO: A la nena le gusta mucho mamar.
OROPEL: ¿Qué edad tiene?
BRAULIO: Ponle…
OROPEL: ¿Tiene unos 12?
BRAULIO: 11
OROPEL: A esa edad ya tiene tetitas, si tiene tetitas es porque ya sirve para follar bien rico.
BRAULIO: Están muy chiquitas sus tetitas.
OROPEL: Pero ya tiene, así que dale verga, mi hermano… a ellas les encanta.
BRAULIO: Espero que sí porque estoy que me muero de ganas.
OROPEL: No te cohíbas, dale verga con todo el entusiasmo del caso. Yo de ti la estaría preparando en estos mismos momentos dándole verga por esa boquita para luego empezarla a follar.
BRAULIO: ¿Crees que les guste? Ten en cuenta que es muy niñita, acaba de cumplir 11 y se supone que es virgen.
OROPEL: Oye, qué te pasa… pues claro que le gustara, ¿a qué niña o mujer no le gusta mamar?
BRAULIO: A ella si le gusta mamar, me refiero a que si le gustará coger.
OROPEL: ¿A quién no le gusta coger?… Enséñale a follar, no sea que dejes pasar la oportunidad, mira que de pronto después llega otro bien avispado y se la culea sin si quiera pensarlo quitándote esa excelente ocasión de desvirgarla.
BRAULIO: Tienes razón. Justo estaba buscando algún vídeo de cómo coger a peques… jajaja…
OROPEL: Jejeje… ¿La mamá sabe que pones a su nenita a mamar?
BRAULIO: No.
OROPEL: ¿Qué crees que te diría si se enterara?
BRAULIO: No sé, pero ella me contó que ya se la había mamado a un tío suyo un tiempo antes.
OROPEL: ¿Quién te contó eso?
BRAULIO: Ella.
OROPEL: ¡¿La mamá?!…
BRAULIO: No, la hija.
OROPEL: Jajaja… ¡Pensé que la mamá!… jejeje…
BRAULIO: Jajaja…
OROPEL: ¡Esa niña tiene alma de putita! ¡Con más veras debes culeártela!
BRAULIO: Pues me da miedo.
OROPEL: Mira… primero toca que le restriegues todo su cuerpecito con el tuyo. Primero hazlo estando vestidos. Hazlo así varias veces. Excítala.
BRAULIO: ¿Y luego?
OROPEL: Después ya la puedes ir tocando sin la ropa. Esas niñitas de esa edad no se resisten, no aguantan la tentación.
BRAULIO: 😍😍😍 Bacano.
OROPEL: Las nenitas a esas edades son muy dadas al sexo, precisamente porque estando en pleno desarrollo mantienen una gran efervescencia sexual, esas chiquitinas piensan más en verga que nosotros los hombres en vulvas, en culo y en tetas. Yo me las conozco muy bien. Soy psicólogo de nenitas y de putitas… Jejeje…
BRAULIO: ¡Te admiro!… Y a esas edades se ponen muy ricas.
OROPEL: Por eso toca aprovechar, amigo. A esa edad las niñas no tienen cerebro, piensan con la cuca y son muy manipulables, así que fóllatela sin pensarlo.
BRAULIO: Jajaja… Tienes toda la razón, pero oye, lo que pasa es que la tengo un poco gruesa.
OROPEL: ¿Tienes la verga gruesa?
BRAULIO: Bastante. Por eso me da miedo, no sea que le haga daño.
OROPEL: Si la tienes gruesota mejor todavía, así más les gusta a ellas.
BRAULIO: ¿En serio?
OROPEL: Claro, amigo. A esa edad son bien putitas, se meten hasta un plátano de esos más grandotes.
BRAULIO: No sé… En el caso de la nenita que te digo te diría que toca ver para creer… Jajajaja…
OROPEL: Tú solo dale sin miedo, primero hazle esos revolcones y tocamientos que te digo.
BRAULIO: Para follármela tendría que tener también en claro en qué pose la podría poner para que no le duela tanto.
OROPEL: No te compliques tanto, amigo. Ve con calmita. Primero haz lo que te digo, dale esa bluyineada.
BRAULIO: ¿Esa qué?
OROPEL: Esa bluyineada.
BRAULIO: ¿Qué es eso? ¿Qué es bluyineada?
OROPEL: Bluyineada es hacer como si la estuvieras follando, pero sin penetrarla y con ropa puesta, procura que sea cuando ella esté usando faldita para que puedas meterle mano y tocarle su chochita por encima del calzoncito, eso las vuelve locas y después le puedes ir metiendo poco a poco los dedos por la rajita.
BRAULIO: ¿Eso no les duele?
OROPEL: Una vez las niñas estén bien excitaditas eso no les duele para nada, antes lo disfrutan como locas y comienzan a babear lo más de rico.
BRAULIO: Mmmm… Buena idea, pero ¿crees que resulte?…
OROPEL: Claro que resulta. Dale sin miedo. Oye, ¿y la niña está contigo en estos momentos? Si la respuesta es afirmativa ve haciéndoselo ya, no te preocupes yo te apoyo desde aquí.
BRAULIO: No, no está, ella se fue con su papá desde hace unos días y regresa con la mamá el fin de semana.
OROPEL: Bueno, cuando llegue entonces ya sabes, hazle la bluyineada y luego dale dedo por esa linda cuquita sin pensamiento, socio, así la tendrás lista para tu gruesa vergota. Y a su mamá también.
BRAULIO: A la mamá le doy hasta por atrás.
OROPEL: Jejeje… Entonces esa perra hasta por el culo lo recibe… jejeje… Y toca que vayas preparando la forma de follarte a juntas al tiempo.
BRAULIO: ¡Uuufff!… ¡Qué rico!…
OROPEL: ¡Hacer trío!… Jejeje…
BRAULIO: 😍😍😍 ¡Uuufff!… ¡Qué morbo!… ¡Me gustaría hacer eso con ellas!… Jajajaja…
OROPEL: Madre e hija putas en junta. ¿Te imaginas?
BRAULIO: 😍😍😍 ¡Me muero de ganas!…
OROPEL: Todo está como para que se dé ese delicioso trío caliente.
BRAULIO: Espero se dé pronto. ¿Tú lo has hecho?
OROPEL: Si, con las hijitas de un amigo y su esposa, eran evangélicos y eso me sirvió para manipularlos por medio de sus tontas y falsas creencias.
BRAULIO: 😍😍😍 ¿En serio?
OROPEL: Me follaba a la señora, o sea a doña Paty, y a sus dos pequeñas hijas, es decir, a la Tatis y a la Jenny.
BRAULIO: ¿Cómo fue con las hijas? Enséñame tus trucos para follar nenitas.
OROPEL: A ver te cuento esa bonita y tierna historia. Resulta que las hijas, Tatis de 9 añitos, y Jenny de 11, salían a bailar música cristiana a la tarima todos los domingos en la iglesia antes de empezar los cultos. Aunque usaban vestidos largos y sin escote se veían muy sensuales danzando esa música de alabanza, daba morbo verlas así. Mi amigo me invitaba y yo iba no porque fuera cristiano, sino porque iban unas viejas más rebuenas y unas jovencitas exquisitas, como las hijas de mi amigo, y yo me extasiaba viéndolas y morboseándolas, no ponía nada de atención al culto, solo me enfocaba en los culotes y tetotas de las señoras y en las buenas figuras de sus hijitas.
BRAULIO: Eres un crack.
OROPEL: Yo trabajaba en el hogar de ellos, es que tenían el taller en su propia casa. Y a veces me dejaban solito con las niñas.
BRAULIO: 😍😍 ¡No te lo puedo creer!… ¿Me recuerdas las edades que tenían esas niñas?
OROPEL: 9 y 11 añitos.
BRAULIO: Continua con tu historia, por favor.
OROPEL: Jejeje… Bueno… Yo primero tomé confianza con la mujer de mi amigo y luego con sus hijitas.
BRAULIO: Descríbeme a la señora y a las hijas.
OROPEL: Primero te hablaré un poco de la señora, esa vieja era una tetonaza y una culonaza, estaba muy buenota de cuerpo, aunque su carita era como muy de indígena, yo sé que hay indiecitas muy lindas, pero la señora de mi amigo no era tan bonita de rostro que digamos.
BRAULIO: Lo importante es el cuerpo.
OROPEL: Yo llegaba al taller antes de que su esposo saliera al trabajo y una vez él se iba yo la comenzaba a acosar bien rico y muy descaradamente.
BRAULIO: ¡Qué calentura!…
OROPEL: Ahí poco a poco se fue dando todo.
BRAULIO: ¿Qué empezaste a hacer con ella?
OROPEL: Pues al principio le hablaba con mucha decencia y respeto, pero a medida que pasaban los días empecé a subirle el tono a mis palabras hasta comenzar a echarle labia a todo dar a la señora y a calentarla por medio de frasecitas de grueso calibre.
BRAULIO: Me imagino esas escenas. Continúa por favor, que estoy caliente con tu historia.
OROPEL: Luego empecé a tocarle y cogerle las manos, a darle besos en la mejilla, a tocarle y acariciarle las piernas, a darle nalgadas sobre la falda, a darle piquitos, hasta que resultamos besándonos de lengüa.
BRAULIO: ¡Aahh… bestia!… Como facilona la doñita.
OROPEL: Si, en realidad fue muy fácil, pues desde que la conocí hasta que nos empezamos a besar de lengua no pasaron sino un par de semanas.
BRAULIO: ¡Qué vieja tan puta!… Jejeje…
OROPEL: ¡¿Puta?! ¡Putísima!… Una vez mi amigo cerraba la puerta y se iba a trabajar yo la acosaba, la nalgueaba, la acorralaba contra la pared o contra la puerta, la besaba, le agarraba el culo, le tocaba las tetas, ella me palpaba la verga por encima de la bragueta, se agachaba, me sacaba la pinga, me la besaba, me la lamía, me la mamaba, y enseguida nos íbamos al cuarto matrimonial a follar como desesperados, incluso estando sus hijas ahí en la casa cuando no tenían colegio, esa señora era una sinvergüenza.
BRAULIO: Tu historia está muy interesante y caliente, sigue.
OROPEL: La señora era una golfa, pero también una hipócrita, se hacía la santa ante su marido, él ya le había descubierto unas infidelidades anteriores, estuvieron separados por un tiempo por culpa de esos cachos, pero él no se aguantó, le perdonó esos engaños y juntos se convirtieron al cristianismo, sin embargo, la casquisuelta señora no había cambiado realmente, seguía siendo toda una zorra a escondidas de mi amigo, el cual pensaba que ella ya había cambiado y ya no era una perra.
BRAULIO: Pobre tu amigo… Jejeje… Bien cachón que era y pensaba que su mujercita ya había cambiado y que seguía los evangelios y las Santas Escrituras… Jejeje… Qué cosas…
OROPEL: Jejeje… Sí, mi amigo siguió así engañado por mucho tiempo… Jejeje… Pero te sigo contando, esa totonzota y yo hacíamos el amor en la misma cama donde ella se acostaba con su marido y ni siquiera se preocupaba por quitar su retrato de la mesita de noche mientras culeábamos, ese retrato parecía observar todas nuestras cochinadas.
BRAULIO: No me canso de repetirlo: ¡qué vieja tan puta!
OROPEL: Y la embaracé…
BRAULIO: ¡Qué ricooo!… ¿Y luego qué pasó?
OROPEL: Después de tanto follarme a la mamá empecé a corromper a su hijita de 11 años de edad.
BRAULIO: ¡Sigue! ¡Sigue!… ¡Me interesa muchísimo saber eso!…
OROPEL: La niña estaba en el colegio, como en sexto o séptimo grado, algo así.
BRAULIO: ¡Estoy muy arrecho! Continúa…
OROPEL: Ella era una niña muy perezosa y grosera. Iba mal en el colegio. Su mamá le daba unas palizas por no rendir académicamente y por ser una vagaza.
BRAULIO: ¡Uuiichh!… Dijiste que la mayor se llamaba Jenny ¿no?
OROPEL: Si, Jenny. Y la Jennicita iba a visitarme al taller, el cual como ya te dije funcionaba en la misma casa y a puerta cerrada.
BRAULIO: ¿Te frecuentaba al taller?
OROPEL: Si, le gustaba hacerme la conversa y escuchar mis chistes verdes y mis sórdidas historias de sexo, además cuando la mamá le pegaba la niña llegaba al taller a buscar mi consuelo y a quejarse de ella conmigo, me hablaba muy mal de su propia madre, le decía muchas groserías a sus espaldas.
BRAULIO: ¡Uuyy!… Pero sigue, no te detengas.
OROPEL: Ahí le enseñé a besar y ella se dejaba muy bien y me correspondía y todo.
BRAULIO: ¿Cómo era ella?
OROPEL: Hermosa. Tetitas pequeñas, pero no tan pequeñas, apenas se podían agarrar bien. Delgada, cabello negro entre liso y algo ondulado. Trigueñita llegando casi a blanca. Buen culito, levantadito y ovaladito. Piel suave, con ciertas pequitas en el pecho.
BRAULIO: ¡Uuff!… ¿Y la otra niñita también te iba a visitar al taller?
OROPEL: Así es, la otra nenita también me acompañaba al taller, era muy linda y tierna, iba como en cuarto de primaria. Y claro, le encantaba acompañarme porque yo le regalaba dulces y le hacía trucos de magia.
BRAULIO: 😍😍😍 Sigue contando, ¿y luego qué pasó?
OROPEL: La mayor me comentaba que odiaba ir a la iglesia, porque su mamá y su papá la obligaban y ahí se dio cierta complicidad entre nosotros.
BRAULIO: Ya veo.
OROPEL: Para esa época su mamá ya sabía de sobra que yo era un pervertido completo, pues cuando la señora y yo follábamos en su cama yo le contaba y le hacía muchísimas cosas bastante depravadas, a ella le encantaban y las deseaba ya que su marido jamás se las hacía, por tanto, la mujer, aun sabiendo que yo era tan depravado, se confiaba y me dejaba solo con las nenas.
BRAULIO: 😍😍 ¡¿Quééé?!… ¡¿Cóómoo?!…
OROPEL: Tal como te lo cuento, la señora me tenía mucha confianza y dejaba que sus hijitas se encerraran conmigo en el taller por horas completas sin siquiera ir a ver que estábamos haciendo, y claro, pasaba lo que tenía que pasar entre un hombre bien pervertido y unas nenitas tan lindas e ingenuas.
BRAULIO: ¡Qué señora tan confianzuda! ¿Y qué era lo que pasaba?
OROPEL: Primero la revolcadita con juntas nenitas tanto en la cómoda silla de cuero del taller como en sus camitas, pues cuando la mujer de mi amigo no estaba, porque tenía que irse a hacer diligencias, me dejaba a sus hijas a mi cuidado en la casa, y aprovechábamos para irnos a revolcar sobre sus camitas, mejor dicho, a hacer las famosas bluyineadas que te comenté al principio de nuestra conversación.
BRAULIO: Ya veo. Sigue contando que estoy muy arrecho.
OROPEL: Incluso las mismas niñas eran las que me pedían e invitaban a ir a jugar a sus camitas, y en su cuarto hacíamos la bluyineada, y ahí vinieron los tocamientos más fuertes y atrevidos hasta el momento.
BRAULIO: ¿A las dos juntas?
OROPEL: Si, al tiempo con las dos.
BRAULIO: Ahh, ya… ¡Uuff!… ¡Soberbio!…
OROPEL: Cuando su mamá no estaba nos entrábamos a su cuarto y ahí ocurría todo. Ellas tenían un mismo cuarto, pero diferente cama.
BRAULIO: ¿Qué más pasó? ¿Cómo fue la primera vez que te la mamó la más chica?
OROPEL: A la más chica, la de 9 añitos, la Tatis, casi siempre la sentaba en mis piernas mientras yo trabajaba, la mamá muchas veces la veía ahí sentaba sobre mis piernas y nunca decía nada.
BRAULIO: 😍😍 Excelente.
OROPEL: Hasta la mamá veía con buenos ojos que su hija entrara al taller y que me hiciera conversa porque así se podía desatender un poco de ella y no la estaría molestando, además la señora pensaba que yo no le iba a hacer nada porque consideraba que yo ahora era un pervertido arrepentido y cristiano convertido.
BRAULIO: Pero en realidad todavía eras un pervertido y no eras cristiano ni creías en esa religión ni la practicabas.
OROPEL: Ni un poquito, yo solo usaba ese cuento de ser cristiano y seguir esa religión evangélica para manipular a mi amigo y a su mujer y conseguir mis propósitos, únicamente me aprendía los versículos bíblicos y se los recitaba para que ellos pensaran que yo era bueno… jajajaja… yo solo era un sucio bibliero aprovechado… Jejeje…
BRAULIO: Eras un lobo disfrazado de ovejita… Jejeje…
OROPEL: Si… Trabajaba mucho a la mamá con ese cuento de que de verdad yo ya no era un vicioso ni un depravado, sino un seguidor de cristo cada vez más cerca de ser salvado por su sangre.
BRAULIO: ¡Eres muy inteligente y sagaz!
OROPEL: Yo en realidad seguía siendo un depravado y un vicioso, un depredador sexual de nenitas y señoras.
BRAULIO: 😍😍😍 Pero si te comías a la señora de maneras pervertidas entonces ¿por qué ella creía que eras bueno y cristiano?
OROPEL: Esa vieja era una tonta, además sabía que tenía que tolerar y alcahuetear mis perversiones sin decirme nada para que yo no le contara sus infidelidades a su marido, yo no era su único amante, ella antes de mí ya había tenido a otros, y los tuvo después de mí también, así que se hacía la de la vista gorda conmigo.
BRAULIO: 😍😍 Lo dicho, ella era una puta y tú inteligentísimo. Pero sígueme contando cómo pusiste a mamar por primera vez a la pequeña de 9 añitos. O no, primero cuéntame cómo pusiste a mamar a la mayor, a la Jenny, dejemos el relato de cómo fue con la menor para después, lo más sabroso para lo último… Jejeje…
OROPEL: A la mayor la puse a mamar después de estarle contando una buena y divertida tanda de cuentos verdes, morbosos y pornográficos toda la santa mañana una vez que no tuvo clases porque era reunión de padres de familia en el colegio.
BRAULIO: ¿No estaba la menor?
OROPEL: No, la mamá se la llevó con ella porque después de la reunión iba a hacer otra diligencia, a comprar materiales para el taller y a comprarle ropita a la nenita, por eso se la llevó y por eso se demoraron bastante en volver.
BRAULIO: Entonces aprovechaste la mañana ya que estabas solito con la muñequita de 11.
OROPEL: Claro, la mujer de mi amigo me pidió cuidar a la hija mayor, por tanto, nos quedamos en el taller. Toda la mañana tuve a la niña ahí contándole chistes groseros y las sucias historias de cómo me follé y violé a otras nenitas en tiempos anteriores.
BRAULIO: ¡¿Otras nenitas?!… ¡Uy!… Veo que eres bien terrible.
OROPEL: Jejeje… así es… Y la nena hablaba mal de su madre porque ella le pegaba y la regañaba mucho por ser vaga e ir mal en el colegio, la nenita me decía que su mamá era una puta y me pedía que le contara cómo me la culeaba.
BRAULIO: ¡Fantástico! ¡La nenita diciéndole groserías a su propia madre y pidiéndote a ti que le contaras como te comías a su mamita! ¡Qué nenita tan terrible!…
OROPEL: ¡Así es, amigo!… Y mientras la mujer de mi amigo, es decir, mi amante, estaba en la reunión del colegio y haciendo esas diligencias yo estaba haciendo de todo con su hijita mayor, o sea con la Jenny.
BRAULIO: Sigue, estoy leyendo muy atento lo que narras. Me excita sobremanera leer tu experiencia. Me la estoy jalando con mucho gusto.
OROPEL: ¿Te estás pajeando?
BRAULIO: Si
OROPEL: Eso… muy bien, amigo.
BRAULIO: Sigue contando mientras me pajeo.
OROPEL: Bien. Entonces, llegó el momento de poner a mamar a esa pequeña putita.
BRAULIO: 😍😍😍 ¡Me encanta!… Sigue…
OROPEL: Esa salvaje niñita lo mamaba como las diosas.
BRAULIO: ¿A ella le gustaba?
OROPEL: Totalmente, me vine varias veces sobre ella. A la muy putita le fascinaba. Mi semen la duchaba.
BRAULIO: ¿Y se lo tomaba?
OROPEL: Si… Como el semen me salía con tanta fuerza se le entraba por allá bien al fondo de su garganta y eso la hacía toser.
BRAULIO: Mientras mamaba ¿no le agarras las tetitas?
OROPEL: Claro que sí, porque le dije a ella que las mamadas se debían hacer con las tetas afuera.
BRAULIO: ¿Cómo eran esas tetitas?
OROPEL: Al principio ella me hizo la mamada vestida, pero luego desnudita. Sus tetitas eran chicas en ese tiempo, pero a medida que fue creciendo se le volvieron grandes, aunque no tanto como las de la mamá.
BRAULIO: ¿La mamá era muy tetona?
OROPEL: La mamá era bien súper tetonzota. Yo a veces le decía “Doña Tetas” y le manoseaba esos inmensos senotes sobre la blusa sin importar que sus hijas estuvieran ahí presentes oyendo y mirando… Jejeje…
BRAULIO: ¡Mmmm!…
OROPEL: Como ya te dije esa mujer era culona, piernona y caderona, la mamá de las niñas estaba realmente buena, lo que no me gustaba mucho era la cara.
BRAULIO: Jajaja…
OROPEL: Tenía gafas gruesas y era un poco bizca esa perra, sin embargo, tenía una mirada de depravada… Jejeje…
BRAULIO: ¿Le diste por el culo a la mamá?
OROPEL: ¡Uuuuhhhhh!… ¡En cantidades alarmantes!…
BRAULIO: ¡Uuyy!… Jajaja… ¿El esposo le daba por el culo?
OROPEL: El esposo no le daba verga por el culo porque era cristiano y para ellos es pecado tener sexo por ahí, para esa gente todo es pecado y todo mundo es malo y se va al infierno menos ellos.
BRAULIO: Ok.
OROPEL: Mi amigo era bien fanático, pero al mismo tiempo un hipócrita completo. Pecaba y oraba y con eso pensaba que empataba.
BRAULIO: Cretino ese. Continúa tu relato, ibas en que la nenita de 11 añitos te la estaba mamando mientras le amasabas las tetitas.
OROPEL: Bueno, ese día no penetré a la Jenny, pero me vine muchísimas veces en su boquita, en su carita, en sus tetitas y todo ese semen le resbalaba por el cuerpo e iba a parar finalmente al piso.
BRAULIO: ¿Eyaculabas tanto semen?
OROPEL: Muchísimo. Litros y litros de semen.
BRAULIO: ¡No te creo!…
OROPEL: Jejeje… En serio, yo descargo grandes cantidades de leche. Descargaba tremendos chorrazos de leche a presión, y al ratico ya estaba nuevamente recargado y poniendo a la niñita a mamar más, menos mal soy muy potente y en ese tiempo lo era aún más que ahora.
BRAULIO: ¡Qué rico!… 😋
OROPEL: Eso quedó todo el taller oliendo a semen, a verga y a sexo, aunque no la penetré.
BRAULIO: ¿Y le chupaste las tetas esa mañana?
OROPEL: Sí, claro, le chupé hasta el alma a esa nenita, le succioné y le toqué las tetas, y le froté y le lamí la cuquita. Estaba toda humedecida, cuando la dedeaba me llevaba los dedos mojados a mi boca, sus fluidos sabían como a dulcecito, muy ricos.
BRAULIO: ¿Le chupaste la cuca?
OROPEL: Casi me la como ahí, pero al fin no, le froté y chupé la rajita bien rico, pero no se la clavé ahí porque ella me decía que sentía un poco de temor a quedar embarazada porque no teníamos ni un puto condón, además estaba en sus días.
BRAULIO: Lástima, la hubieras penetrado así sin condón. De todas maneras, dejaste embarazada a su mamá, habría sido rico que hubieras dejado embarazada a las dos, hasta a las tres, con la menorcita. Jejeje…
OROPEL: Jajaja… Panzonas las tres… madre e hijas esperando hijos míos. Jajaja…
BRAULIO: ¿Qué pasó luego?
OROPEL: La mamá llegó casi de improviso, casi no nos dio tiempo de nada, solo tuvimos unos pocos segundos de acomodarnos, de medio ponerme el pantalón y de la niña medio ponerse su vestidito, la mamá asomó a la puerta y noté que se puso seria al vernos vestir.
BRAULIO: ¡Uy!… Jajaja… ¿Por qué se puso seria? ¿Acaso los descubrió?
OROPEL: Pues te lo acabé de decir, doña Patico, o sea la mamá de las niñas, entró al taller con la hija menor y nos encontró vistiéndonos todavía a la mayor y a mí, lo que pasó es que a pesar de haber escuchado que la señora abría la puerta y que se dirigía hacia el taller no nos alcanzamos a arreglar y a vestir, además el olor y los chorreones de semen nos delataron de inmediato.
BRAULIO: ¡Wow!…
OROPEL: La escena que doña Patico vio fue semen en cantidades por el piso y en la silla, yo acabándome de abotonar la camisa y la Jennicita acabándose de acomodar su vestidito y por supuesto la mamá se dio cuenta de todo eso.
BRAULIO: ¡Uich!… ¿Qué más pasó?
OROPEL: Y claro, semen también sobre el vestido de la chica, sobre su carita y sobre su cabello.
BRAULIO: ¿Jenny no se había alcanzado a limpiar el semen de su cara y de su cabello?
OROPEL: No hubo tiempo de eso, solo de vestirnos a medias y de intentar disimular un poco, pero fue muy evidente lo que había pasado, solo un idiota no se hubiera dado cuenta, la señora Patico inmediatamente se dio cuenta de eso, y de que cerca del banco estaba tirado el brasier de su hija, su calzoncito y su toallita higiénica.
BRAULIO: ¡Uy!… ¡Los pillo!… Por poco los pilla en el acto de la mamada… Jejeje…
OROPEL: Lógicamente ella se dio cuenta y en segundos reconstruyó mentalmente lo que había pasado, era obvio, pero no dijo nada, nada, sin embargo, le hablaba muy mal a la nenita.
BRAULIO: Pobre Jenny. Pero por putita su mamá le cogió bronca. ¿Y tú qué hiciste?
OROPEL: Yo me hice el que me ponía trabajar, la señora tartamudeando y avergonzada, sin saber qué decir, solo me hablaba unas cosas sobre los materiales que había acabado de comprar y la Jennicita lo único que hizo fue terminar de vestirse delante de su madre y de su hermanita menor, como sin importarle que ellas estuvieran ahí, se puso sus calzones y su toallita higiénica, recogió su brasier y se fue del taller demostrando su mal genio al hacer mala cara y al darle un leve empujón a su madre y a su hermanita quienes permanecían ahí mirando todo totalmente asombradas, pero sin decir nada, desde ahí la señora Pati le cogió más fastidio a la Jenny.
BRAULIO: No te lo puedo creer… ¿Y la señora Pati regañó a la chica?
OROPEL: Si, pero no se atrevía a reprocharle por lo que vio en el taller, sino por otras cosas que no tenían que ver con eso, como por ejemplo por ir mal en el colegio, le habían acabado de dar quejas en la reunión de padres de familia, la niña iba perdiendo el año, por eso fue por lo que la señora Patico regañó a su hija mayor y no por lo que vio en el taller, y a mí la doñita no me decía nada, nada, nada, no se atrevía a reprocharme, pero se le notaba su enfado hacía mí en su mirada, en sus gestos y en la manera de hablarme.
BRAULIO: Mmmm…
OROPEL: Se hacía era un poco la difícil a mis besos y tocamientos y al sexo por varios días.
BRAULIO: Estaba celosa.
OROPEL: Si, enormemente, pero no me decía absolutamente nada.
OROPEL: ¿Muy seria?
OROPEL: Más que seria se le notaba su enojo, pero sin decirme nada, no se atrevía a confrontarme, sin embargo, ya después de algunos días le hice sacar las sonrisitas nuevamente y la melosería.
BRAULIO: Se le olvidó lo que vio esa mañana… Jejeje…
OROPEL: Volví a acosarla, a nalguearla, a molestarla, a manosearla, a restregarla, y a besarla así como siempre.
BRAULIO: Jajaja… Se le pasó el enojo a la doña.
OROPEL: Y doña Patico se volvió a contentar, pero no me decía nada concerniente a lo de su hija en esa mañana que nos pilló, y eso que fue como si nos hubiera descubierto teniendo sexo.
BRAULIO: Es que fue muy evidente que su hija y tú estaban teniendo cositas indebidas y carnales. Cualquiera hubiese pensado eso.
OROPEL: Esa señora era un cuento, pues aun así seguía permitiendo que juntas nenitas me frecuentaran en el taller, y nos dejaba solitos.
BRAULIO: ¡Qué ricooo! ¡Qué vieja tan descarada!… Jejeje…
OROPEL: Hasta yo me atrevía a cerrar la puerta del taller mientras me las comía y la señora no se asomaba en todo ese tiempo, solo cuando ya volvíamos a abrir la puerta, señal de que ya habíamos terminado de follar.
BRAULIO: Excitante eso.
OROPEL: Y la mamá lo sabía, pero no decía nada.
BRAULIO: ¡Uuff!… ¡Qué historia tan morbosa y caliente! ¡Me encanta!… Ahora sí ¿cómo fue la primera vez con la menor?
OROPEL: Con la putita menor, como te dije, la sentaba en mis piernas siempre, y ahí la toqueteaba todita. Al principio cuando la empezaba a tocar más de la cuenta ella me quitaba las manos de encima suyo y se iba, como que se hacía respetar un poco, pero al ratico otra vez estaba ahí con sus risitas buscando lo que no se le había perdido. Eso de que me quitaba las manos de encima y de que se iba lo hacía porque su mamá y su papá le habían inculcado desde muy niña que no se dejar tocar de nadie.
BRAULIO: Ah, ya… Estaba muy precavida y cohibida la nenita.
OROPEL: Así es, un poco reprimida, ella hacía lo que su papá y su mamá le habían inculcado desde bien niña, o sea, no dejarse tocar nada de absolutamente nadie porque eso era del diablo.
BRAULIO: Estaba difícil ahí, ¿ah?…
OROPEL: Si, pero igual a ella como que le gustaba que yo la tocara y le dijera cosas morbosas porque siempre volvía a asomarse a la puerta del taller, me sonreía desde ahí, me coqueteaba, me hacía coquitos, me lanzaba besitos a distancia, se subía su faldita o su vestidito para mostrarme las piernas y sus cuquitos, y finalmente entraba al taller y muy decidida, mimocita y alegre, se me sentaba en las piernas la muy putita y se comenzaba a mover rico sobre mi bragueta haciéndose la que estaba jugando a manejar carro o a montar caballito, ella acostumbraba a jugar esas cosas cada vez que se subía sobre mí.
BRAULIO: ¿Le agarrabas las piernas, el pechito y la cuquita mientras ella jugaba a que montaba el caballito subida sobre tus piernas y sobre tu paquete?
OROPEL: ¡Si! ¿Es qué tú no sabes qué es tener a una nenita así de divina y de inocente saltando alegremente sobre tu verga? Eso derrite a cualquiera, hasta al más decente.
BRAULIO: ¿Y ella se iba siempre que lo hacías?
OROPEL: Cuando ella sentía que ya la estaba tocando de a mucho me decía que no la tocara, que dejara mis manos quietas, me hacía mala carita y con sus manitas me quitaba mis sucias manotas de sus tetitas o de sus piernitas o de donde fuera, y se quedaba ahí, pero luego, a los pocos segundos, otra vez yo la agarraba y la manoseaba bastante y llegaba un momento en que ella se acordaba de que no tenía que dejarse tocar de nadie y se bajaba de mis piernas, me decía que no le tocara las tetas ni la cuca, y un poco brava se iba del taller, pero al poco rato nuevamente volvía, se asomaba a la puerta, me coqueteaba, entraba al taller y se me subía sentándose sobre mis piernas y moviéndose mucho, y obviamente otra vez la tocaba por toda parte, así varias veces hasta que ya no se quitaba ni se iba más, y en la ocasión que te estoy contando fue así, no volvió a quitarse ni a irse aunque yo le estuviera manoseando todo el cuerpo.
BRAULIO: ¿Tuviste erección mientras se sentaba sobre ti?
OROPEL: Obvio, unas erecciones salvajes. Yo me convertía en pulpo y le tocaba y le agarraba todo a esa pequeña perrita, mis abusivas manotas no respetaban su hermoso y tierno cuerpecito de putita deseosa, y claro, esa vergota se me inflaba violentamente en mi bragueta, y más cuando la cerdita comenzaba a moverse insinuantemente sobre mí.
BRAULIO: ¿Cómo estaba vestida esa niña en aquella ocasión?
OROPEL: La linda y tierna putita generalmente usaba falditas y vestiditos que le llegaban más arriba de las rodillas, se ponía medias largas, blancas o de muñequitos, usaba camiseticas y blusitas, y calzaba zapatitos de niña buena o boticas. Y en ese momento tenía puesta una faldita rosadita, unas botitas también rosadas y una camisetita blanca con el dibujo de Pucca, la niñita que sale en esos dibujitos de televisión donde ella le roba un beso a otro personaje para aumentar sus poderes. Yo usaba la misma estrategia de Pucca y le aconsejaba que me robara besitos en la boca y que me chupara la lengüa para que aumentaran sus poderes sexuales, la engañaba de esa manera y también dándole dulces que minutos antes restregaba por mis huevas y por toda mi vergota sin que ella lo supiera.
BRAULIO: Me hiciste palpitar la verga con ese comentario. Me la imagino así vestida toda rica. ¿Te chupaba la lengüa?
OROPEL: La nenita era bien bonita. Si, en efecto, juntábamos nuestras lengüas y las frotábamos alegremente hasta quedar bien babosos, se nos salían las babas de las bocas, y luego le decía que me chupara la lengüa y ella lo hacía riendo.
BRAULIO: ¡Uy!… La tenías bien trabajada. ¿Cómo era ella?
OROPEL: Era monita, o sea de cabello como naranja, entre amarillito y castaño, dando una tonalidad algo anaranjada.
BRAULIO: ¡Qué linda!…
OROPEL: Era muy blanca, es que el papá era de cabello amarillo y muy blanco, ella salió como el papá, mientras la mayorcita salió un poco más como la mamá, pero de rostro bien hermoso a diferencia de doña Pati.
BRAULIO: ¡Mamita rica!… ¿Su cabello era liso o crespo?
OROPEL: Cabello liso, ojos chiquitos, cafés, piel muy suave y blanca, ninguna imperfección en ella.
BRAULIO: 😍😍😋😋😋 ¡Qué ricurita de niña!
OROPEL: Era una niña muy alegre, no se le veía triste para nada, era muy avispada, aunque obviamente mantenía su ingenuidad infantil.
BRAULIO: Qué rico habría sido conocerla en esos tiempos.
OROPEL: Esa nenita se me hacía parecida un poco a la rubia actriz de porno Denice K, pero en formato infantil… Jejeje…
BRAULIO: Jajaja… Divina. Sigue…
OROPEL: ¿Conoces a esa actriz?
BRAULIO: No.
OROPEL: Búscala ahí en Google.
BRAULIO: Ok. De una… Me sigo pajeando hábilmente imaginando como era la menor. Pero continúa, que me tienes apunto de eyacular.
OROPEL: Bueno. En ese entonces yo acostumbraba también a poner música a buen volumen, reguetón de ese bien cochino y vulgar, sin importar que las niñas estuvieran ahí.
BRAULIO: Jajajaja… ¿Ponías esa clase de música en casa de unos evangélicos y delante de las niñas?… Eres muy osado.
OROPEL: Jejeje… Me importaba un culo. Yo ponía temas deliciosos y cochinos como: “La quemona, cantada por Yeidy Star”; “Delincuente de Tokischa” y “Calocha, calor en la chocha, la de la putica esa de la Barbie Rican que está más buenota, perra esa”, y cosas así bien fuertes y con letras bien vulgares. La mamá me hacía mala cara y se ponía brava, pero me dejaba, no me decía nada en absoluto, y las niñas por su parte se ponían a bailar.
BRAULIO: ¡Qué ricoooo!… Continúa que este relato está riquísimo.
OROPEL: Ok… En aquella ocasión que te estoy contando, puse esa clase de música y mientras sonaban esas cochinas canciones le decía a la niñita que se las aprendiera y ella terminaba cantándolas a voz muy alta mientras las bailaba sobre mis piernas y mi pubis, hermano, esa era la sensación más exquisita de esta berraca vida, sentir cómo ese sensual culito y esa chochita se movían sobre mi ganosa pija mientras la nenita cantaba por ejemplo La quemona o Calocha.
BRAULIO: Sigue, sigue… ¡Wow!… ¡Qué rico!…
OROPEL: Espera…
En ese momento se cortó la conversación en ese chat.
BRAULIO: Amigo, ¿continuás ahí?… ¿Estás ahí?… ¡Por favor no te vayas que me tienes muy excitado con tu relato!… ¿Estás ahí?… No me hagas esto, vuelve por favor, quiero eyacular otra vez siguiendo tu estupenda y morbosa narración.
Luego de unos minutos, de repente, vuelve Oropel y Braulio se calma.
OROPEL: Disculpa haberme ido unos minutos, es que de acordarme de esos sucesos tan deliciosos me arreché como nunca y me tocó quitarme el pantalón y hacerme una paja… Jejeje…
BRAULIO: Jajajaja… ¡Claro!… ¡Ya veo!… ¡Es que eso calienta muchísimo, yo estoy bien pajoso!… Jejeje
OROPEL: Jejeje… De eso se trata, de hacernos pajazos con nuestras historias… Jejeje…
BRAULIO: De imaginarme todo lo que estás contando me he puesto más que pajuelo, ya llevo varias corridas.
OROPEL: Jejeje… Como me empecé a pajear de nuevo ahora me va a ser difícil seguir escribiendo, pues me toca teclear con una sola mano, con la derecha, porque me estoy pajeando con la izquierda. Ten paciencia si me demoro un poco.
BRAULIO: Jajajaja… Entiendo, no te preocupes.
OROPEL: Bien. Entonces la nena cantaba a todo pulmón esas sucias canciones y se movía muy rico sobre mi verga, sentada sobre mis piernas y yo continuaba bien parolo, con esa verga muy tiesa y grandota, y manoseando a esa chiquitina por toda parte.
BRAULIO: Estupendo.
OROPEL: y tóquele y tóquele esas ricas tetitas por encima de la camisetita.
BRAULIO: ¿La nena se dejaba sin problemas?
OROPEL: ¡Si!… Bien zorrita, ahora sí se estaba dejando sin problemas… Ya no salía corriendo como antes… Ya no le daba pena ni fastidio ni nada a esa muchachita…
BRAULIO: ¡Qué ricooo!… ¡Pequeña putita!…
OROPEL: Y la mamá a veces pasaba por ahí, teníamos la puerta abierta, y la señora se asomaba y nos veía, la nenita sobre mis piernas contenta, cantando esas cochinadas y bailando sobre mí y yo manoseándola como si nada. La mujer de mi amigo apenas se tapaba los oídos por la fuerte y cochina música, hacía mala cara, se giraba y enseguida se marchaba, se notaba su decepción.
BRAULIO: ¿En serio no te decía nada por tocar a su propia hija y por ella estar cantando esa basura?
OROPEL: Nada. Solo me hacía mala cara y una miradita de asco y de decepción y se marchaba.
BRAULIO: ¿Y de verdad tampoco te decía algo por esa música a volumen tan alto?
OROPEL: No. Y eso que como ya te dije esa música tenía unas letras revulgares y de contenido sexual explícito, yo diría pornográfico.
BRAULIO: Sí, yo conozco esos temas. Me imagino a la mamá uniéndose y ayudándote a manosear a la nena… Jajajajaja…
OROPEL: Jajaja… Espera a que te cuente la historia.
BRAULIO: Muy bien, continúa, bro…
OROPEL: Le levanté la camitetita y le agarré las tetitas a la mocosita.
BRAULIO: ¿Como eran las tetitas de la niña?
OROPEL: Chiquitas pero paraditas. Al menos ya tenía a esa edad.
BRAULIO: Mmm… 😍😍 ¿Qué hiciste luego?
OROPEL: ¿Ya te conté que yo acostumbraba a darle dulces a la nenita?
BRAULIO: Si, ya me lo dijiste.
OROPEL: Pues saqué un Bon Bon Bum y se lo di y mientras ella se levantó y se fue a botar el empaque de ese dulce a la caneca de basura fuera del taller yo me puse de pie, me quité el pantalón y el calzoncillo y me saqué la verga, la tenía bien babosa y erecta y apenas mi tranca quedó libre salió de su punta un chorrito de abundante líquido preseminal y quedó botando aquel característico hilillo baboso.
BRAULIO: Debió de ser impresionante, pues estabas muy excitado desde hacía rato. ¿Cómo es tu verga?
OROPEL: Mi verga es gruesa, larga, venosa, babosa y presenta una pronunciada curvita hacía arriba.
BRAULIO: Jajajaja… Ayayay… Tus chicas deben quedar bien satisfechas. Jajaja…
OROPEL: Si, eso sí.
BRAULIO: Prosigue.
OROPEL: Bien. Y me empecé a hacer la paja porque estaba que no me aguantaba.
BRAULIO: La escena entonces era que tú estabas sin pantalón ni calzoncillo haciéndote la paja de pie y la nenita estaba afuera del taller botando el papel del Bon Bon Bum que le diste.
OROPEL: Exacto. Después la nenita entró al taller chupando su bon bon bum y sosteniéndolo con su manita de su palillo. Y apenas me vio esa cosota al aire dio un pequeño gritito y se tapó los ojitos sosteniendo el Bon Bon Bum con solo su boquita.
BRAULIO: ¿Te seguiste pajeando frente a ella?
OROPEL: Naturalmente. Yo le dije a la chicuela que no se asustara y caminando rápido pasé por un lado de ella y cerré la puerta antes de que de pronto se marchara, así como hacía antes.
BRAULIO: Jajajaja… Bien… Sigue…
OROPEL: Bueno, la tomé del bracito y la atraje hacia mí.
BRAULIO: ¡Qué historia!… ¿Quieres ver mi pene como la tengo?… Jajajaa… ¡Está a explotar!… ¡Prosigue, amigo!… ¡Prosigue que esto está como para alquilar balcón!…
OROPEL: Jejeje… La tomé del brazo y le dije que no tenía por qué asustarse ni taparse los ojitos.
BRAULIO: Y luego ¿qué más ocurrió?
OROPEL: Le quité las manitas de los ojitos, aunque debo aceptar que cuando se tapó los ojos y se quedó así con el Bon Bon Bum sostenido en su boquita se veía muy sexy y me dio gran morbo… aahh… también porque su vestido era muy corto.
BRAULIO: ¿Y sus tetitas por fuera todavía?
OROPEL: Cuando salió a botar el empaque del Bon Bon Bum ella se acomodó su camisetita, pero cuando regresó al taller yo se la quité totalmente y ella se dejó sin líos.
BRAULIO: ¡Qué delicia!… ¡Qué no daría por besar esas tetitas!…
OROPEL: Se me olvidó decirte que antes de eso, en otras ocasiones, esa nenita me mostraba las piernas y los cucos, se alzaba la faldita del uniforme del colegio o la faldita de la ropa particular y me preguntaba que si me gustaban sus piernas.
BRAULIO: Creo que sí me contaste.
OROPEL: Ella, en muchas ocasiones, de su propia iniciativa hacía eso sin yo haberle dicho que lo hiciera.
BRAULIO: ¡Qué zorrita!
OROPEL: Hay muchas cosas más que sucedieron antes, pero que me extendería mucho, mejor sigo donde quedé.
BRAULIO: Jajaja… Ok… Mejor…
OROPEL: Bueno, ahí le quité las manitas que tapaban sus ojos.
BRAULIO: Sigue.
OROPEL: Y ella se sacó el Bon Bon Bum de su boquita sosteniéndolo en una manita de su palillo y quedó mirándome la verga mientras yo me hacía la paja y puso una carita de impacto que casi me hace eyacular, pues quedó con la boquita abierta, medio sonriente y con la mirada clavada en mi impresionante vergota y con sus pequeños ojos abiertos me la recorría, aunque tenía los ojitos chiquitos ahí se le veían grandes porque quedó impactada mirando semejante bestia.
BRAULIO: ¡Me fascina su expresión!…
OROPEL: Y sin soltar su Bon Bon Bum se puso las manitas en los cacheticos totalmente admirada, así como cuando normalmente las mujeres que quedan asombradas se ponen las manos en la cara.
BRAULIO: Jajaja… mmmm… fascinante, luego ¿qué pasó?
OROPEL: Le pregunté que si le gustaba lo que veía y ella no sabía qué decir, se puso roja.
OROPEL: y le dije: “Ven Tatis, tócamelo”. Ella se llamaba Tatis… bueno, se llama, ya casi no nos vemos, pero actualmente tiene como 22 años de edad, está riquísima esa mujercita.
BRAULIO: Jajaja… ¡Qué rica esa Tatis!… Pero prosigue, mi brother…
OROPEL: Bien, la Tatis siguió mirando mi vergota toda nerviosa. Yo le intentaba colocar su manita sobre mi herramienta y ella la quitaba, le daba cosa y se reía nerviosamente, me decía que no sabía que los hombres mayores tuvieran su cosa tan grande.
BRAULIO: Jajajaja… eso de ponerse nerviosa al ver un pene como que es característica de todas las nenitas.
OROPEL: Antes no se desmayó al ver uno tan grandote y babosote como el mío. La putita me preguntaba qué era ese líquido que me salía del pipí, ella creía que eran orines, y yo le decía que contestaba que era líquido preseminal, ella no entendía eso, y no le quise explicar más, luego la Tatis manifestó que estaba asustada al ver eso y también porque de pronto su mamá venía y la pillaba. Yo le decía que no, que esa perra no iba a venir y que si acaso llegaba a venir la puerta estaba cerrada con seguro y así no podría entrar.
BRAULIO: Bien. ¡Qué historia, Dios mío!… ¡Qué historia!…
OROPEL: Así mismo intenté varias veces hacerle tocar mi verga y ella no se dejaba hasta que poco a poco la hice perder el miedo y me la agarró.
BRAULIO: Así se hace.
OROPEL: Yo le quité el Bon Bon Bum de su manita y con él le di varios golpecitos a mi duro chimbo haciendo como si este fuera una marimba y yo hacía graciosos sonidos con mi boca simulando las notas musicales de la marimba, eso a ella le causaba risita, le entregué su Bon Bon Bum y ella siguió chupándolo hasta terminárselo, mientras tanto le enseñé a masturbar la verga.
BRAULIO: Mmmm… ¡Qué ricooo!…
OROPEL: Yo me senté en mi silla de cuero con las piernas abiertas y pajeando mi dura e inmensa vergota, y le dije a la putita que se acurrucara entre mis piernas y ella lo hizo y siguió con su manitas masturbándome.
BRAULIO: ¡Increíble!…
OROPEL: Ella no quitaba ni su mirada ni sus manitas de mi chimbo, y en esas, recibí una llamada de un cliente enojado, me exigía el cumplimiento del trabajo que había encargado hacía algunos meses y como estaba bravo me tocó tratar de hacerle ese trabajo para podérselo entregar a tiempo, pero con la nenita masturbándome casi no podía trabajar, sentía yo mucho morbo y gozo y decidí más bien abandonar el trabajo de ese puto cliente y lanzarme ciegamente al placer.
BRAULIO: ¡Primero lo primero! ¡Menos mal mandaste el trabajo de ese cliente a la mierda!
OROPEL: Jajaja… Luego le empecé a poner la verga en las mejillas a la Tatis, dándole palmaditas con ella en esas rosadas mejillitas.
BRAULIO: ¡Qué morbo tan grande!…
OROPEL: Y se la puse a lo largo de su cara. Reposando mi gran vergota sobre su inocente rostro, desde su fina quijadita hasta su linda frentecita, mi pinga aun botaba espesas y viscosas babazas de su ojo que caían en el cabello y carita de la nena.
BRAULIO: 😍😍😋😋😋 Eso me arrecha en gran manera. Esas cosas me producen mucho morbo.
OROPEL: Le puse mi miembro como midiéndolo con su cara de putita.
BRAULIO: Jajajaja… Tu anaconda en su carita.
OROPEL: Jejeje… Ella con tremendo gusanote en la cara, tremenda culebrota en todo su rostro. Jejeje…
BRAULIO: ¿Qué hacía o qué te decía ella?
OROPEL: Ella me decía que no le gustaba el olor de esa cosota, se limpiaba con sus manitas el líquido preseminal que untaba su carita, y yo le dije que ese olor a todas las mujeres les gusta, el olor a verga, semen u orina.
BRAULIO: ¿Eres muy oloroso? ¿No le gusta a ella el olor?
OROPEL: Si. Me huele mucho la verga a verga y a orines, a ella le daba como asco, me decía que olía a orines.
BRAULIO: Jajaja…
OROPEL: Y le seguí dando palmaditas con la verga en la carita a esa putita.
BRAULIO: ¿Qué hacía ella?
OROPEL: Le daba risita nerviosa, le quedaba chiquita esa carita comparada con la longitud y tamaño de mi cipote.
BRAULIO: 😋😋😋 Jajajaja… Me imagino esa escena.
OROPEL: Le dije: “A ver, mamita, ya que sabes a que me huele el pipí… ahora ¿no te gustaría conocer su sabor?”.
BRAULIO: ¿Qué dijo la niña?
OROPEL: Ella tiernamente hizo mala carita y dijo: “¡Guácala!”
BRAULIO: Jajaja… Muy tierna… tan linda…
OROPEL: Yo le dije que se tranquilizara que no le iba a dar asco, que se iba a acostumbrar, que yo tenía el poder mágico para hacer que le gustara.
BRAULIO: Jajajaja…
OROPEL: Ella empezó a decir que no podía hacer eso que porque era una cochinada y me advirtió que si su mamá la descubría haciendo eso la iba a castigar, yo me cansé de insistirle a la muy niñita y no le deje terminar de decir lo que estaba diciendo, le agarré la cabecita con rudeza, y, con mi mano, cogiendo mi verga, se la introduje a la fuerza en la boca.
BRAULIO: ¡Así se hace!… ¡A la fuerza! ¡A lo bruto! ¡A lo bestia!… ¿Y ella qué hizo?
OROPEL: Ella abrió sus ojos totalmente sorprendida y se puso roja como un tomate, estaba nerviosa y asustada.
BRAULIO: Jajaja… ¡Qué ternurita!…
OROPEL: La nena tuvo que abrir bastante la boca porque mi verga era muy gruesa y no le cabía.
BRAULIO: Jajaja… claro, era una niña de tan solo 9 añitos.
OROPEL: Y los ojitos se le llorosearon.
BRAULIO: Lloroseada tendría la cuquita… Jejeje…
OROPEL: La Tatis comenzó a querer toser y me tocó sacársela porque se estaba como ahogando.
BRAULIO: Esa Tatis… Era la primera vez que tenía una verga en la boquita, ¿no?
OROPEL: Así es, yo a esa nenita le quité la virginidad de boca, cuca y culo.
BRAULIO: Eres todo un machote. ¿Le diste por la cuca y el culo ahí mismo?
OROPEL: No, en esa ocasión solo fue mamada, además le dio asco hacérmela.
BRAULIO: Jajaja… esa Tatis. ¿Qué te dijo cuando se la sacaste de la boca?
OROPEL: Tosió, y riendo un poco me dijo que no más, que no le siguiera haciendo eso, que se sentía asqueada de tener mi pipí en la boca porque es que los hombres orinamos por ahí y eso le producía asco y ganas de vomitar.
BRAULIO: ¿Qué pasó luego?
OROPEL: La convencí de chupármelo nuevamente.
BRAULIO: ¿Estaba acurrucada entre tus piernas todavía?
OROPEL: Así es, yo la mantenía acurrucada entre mis piernas.
BRAULIO: Sigue, me encanta tu historia.
OROPEL: Yo le expliqué cositas, y le dije que me lo lamiera primero para luego metérselo a la boca, le expliqué como mamar rico huevas y salchichón, y le dije que su mamá y su hermanita también me lo chupaban así y que no tenía por qué preocuparse.
BRAULIO: Entonces esa niña tuvo toda una clase magistral sobre mamadas esa vez.
OROPEL: Y gratuita. Además, fui muy enfático al explicarle que sí me lo mamaba iba a obtener al final una dulce y deliciosa lechita, un caramelo muy rico, y como a ella le encantaba el dulce, el arequipe y los manjares la Tatis se motivó y accedió.
BRAULIO: Jajajaja… ¡Esa niña se manipula con el dulce!… ¡Que buena estrategia!…
OROPEL: En efecto, después ella misma, olvidando el asco y el nerviosismo, ya mucho más tranquila, me agarró el cipote con la manita y me lo lamió, me consintió hasta los testículos, y luego se los metió a la boca y lo mismo hizo con mi vergota, se la fue engullendo cuando se lo señalé.
BRAUILIO: Ya sin tanto asco, ¿no?
OROPEL: Exacto, al menos sin el mismo asco que le había dado al inicio, y la pequeña putita empezó a hacer lo que le dije, apenas esos cacheticos se le veían infladitos llenos de verga.
BRAULIO: Aprendió rápido esa zorrita ¿Si o no?
OROPEL: Era una putita muy inteligente y ansiosa por aprender. Me hizo la mejor de las mamadas, fue la mejor chupada de pinga que niña alguna me había hecho hasta ese entonces.
BRAULIO: 😍😍 Me derrito del morbo.
OROPEL: Y eso que esa primera vez me tocó suave con ella.
BRAULIO: ¿Te viniste en su boquita?
OROPEL: Eyaculé en su boquita y sobre sus tetitas.
BRAULIO: ¡Qué rico! ¿Y la mamá no vino en ningún momento?
OROPEL: La señora ni se sentía caminar por ahí cerca. Sin embargo, la puerta se mantuvo cerrada con seguro todo ese rato.
BRAULIO: Debiste tener una eyaculación del otro mundo en su boquita.
OROPEL: Con decirte que no pude aguantar mucho, me salió semen en grandes cantidades, muy abundante, oloroso y espumoso.
BRAULIO: Le chupaste las tetas ¿no?
OROPEL: Obvio, le limpié las tetitas de mi propio semen con mi mismísima lengüa, mientras tanto se las tocaba y chupaba como salvaje hambriento.
BRAULIO: Mmm… 😍😍 Excelente relato. Desde hacía muchísimo tiempo que no chateaba así de rico. Pero continúa, por favor.
OROPEL: Le pregunté si le había gustado y ella toda colorada, sudorosa, asustada y temblando, pero sonriendo, me dijo que si, que le había gustado, aunque fuera un pecado y del diablo, y agitaba tiernamente sus manitas como queriendo decir que lo que había hecho estaba mal.
BRAULIO: Yo de ti me la hubiera cogido ahí mismo. No había ningún problema porque tenían la puerta cerrada.
OROPEL: Lo iba a hacer, pero me dio ternura con ella y mejor decidí ir despacio, dejé la cogida para otro momento.
BRAULIO: ¡Wow!… Pero bueno la hiciste mamar.
OROPEL: Le ayudé a vestirse y a limpiarse, luego le abrí la puerta y se fue un poco nerviosa, seguramente pensando en que había cometido un pecado terrible con el demonio.
BRAULIO: Hermosa experiencia. Y de tan solo 9 añitos esa peladita. ¿Qué siguió después con ella?
OROPEL: Después, los otros días, la puse también a hacer lo mismo, es decir a mamar verga, y ya después la Tatis no quería desprenderse de mi gorda y larga herramienta, incluso había veces en que me tocaba hacer los trabajos con ella ahí agachadita entre mis piernas chupándomelo porque se había vuelto adicta a las mamadas y a mi verga y no quería dejar de pajear ni de mamar mi pinga ni un minuto, siempre que nos veíamos, la Tatis, con carita de viciosa, me pedía que le dejara tocar, masturbar y mamar mi plátano.
BRAULIO: Jajaja… La volviste una mamadorcita y una viciosita de mucho respeto, y solo tenía 9 añitos de edad. ¡Qué cosas!… ¿No?…
OROPEL: Jejeje… así fue, ya se le volvió una manía y un vicio a ella chuparme la verga. Era una nenita viciosilla, no quería hacer nada más que tocar verga, pajearla y chuparla.
BRAULIO: Cuánto daría yo por tener a una niñita así de bonita y de simpática entre mis piernas chupándome las huevas a toda hora.
OROPEL: Jejeje… Esa pequeña putita siempre era ahí agachada chupándome la verga.
BRAULIO: ¡De lujo!… ¿Cómo fue la primera vez que te la follaste?
CONTINUARÁ…
APORTADO POR “OROPEL” Y REDACTADO POR SIREMIS.
AGRADECIMIENTO Y SALUDOS ESPECIALES A BRAULIO.
Una gran historia, ya estoy esperando por como prosigue.
¿Qué chat es?
Gracias amigo. Ya estoy revisando la continuación, me toca quitarle errores de ortografía y gramaticales. La conversación ocurrió en Dale chat.