Creciendo como un niño dotado 3 – Recompensa del heroe
Probablemente una de las experiencias mas excitantes que tuve a esa edad..
¿Después de que acabara las clases el mismo día que tuve sexo con Melanie espere a la salida de la escuela a que mi madre me recogiera, ella siempre llegaba un poco más tarde que las otras madres, ya que salía del trabajo a recogerme, el sexo me había impactado y aún estaba en shock? No me había podido concentrar el resto del día.
– ¿Estás bien? – Escuche la voz de Melanie y levante la mirada, sin saber que decir no dije nada. – ¿No te lastime o si?
– No.
Ella se sentó junto a mí en la banqueta.
– Oye. ¿Deberás eras virgen?
– ¿Qué es eso?
– ¿Nunca habías cogido? – Susurro. Dije no con la cabeza. – Parecía que sí. – Se quedó pensando un rato sin decir nada y empezó a respirar profundamente. – Haz lo que yo. – Y la imité tomando fuertes respiros profundos. – La primera vez da miedo y te sientes raro, pero no paso nada malo, estás igual que siempre así que actúa igual que siempre. ¿Ok? Y si te sientes nervioso y raro solo respira profundo.
– Ok.
Ella se levantó y se fue alejando de mí.
– Bueno, me tengo que ir.
– ¿No te va a recoger tu mamá?
– Eso es para niños pequeños… digo, de primero. Puedo caminar a mi casa. Por cierto ¿Cómo te llamas, en que grado vas?
– Ali, Primero A.
– Soy Melanie, del sexto B. Nos vemos. – Y corrió hasta alcanzar a sus amigas.
Me quede sentado un momento y al sentirme otra vez tenso volví respirar profundo. «Actúa igual que siempre» pensé para mis adentros y viendo al suelo veo aparecer una bota, las reconocí eran las botas de mi mamá, levante mi mirada feliz, por mucho que me hubiese gustado el sexo, era algo nuevo y que daba miedo, y junto a mi madre me volví a sentir seguro como si todo eso hubiera sido un sueño y las cosas volvieran a la normalidad.
– Hola. ¿Cómo te fue?
– ¡DANA! – y la abrace con fuerza, siempre llame a mi madre por su primer nombre.
– Llegue antes, pero te vi hablando con esa niña y no quise interrumpirte. ¿Tan solo es el primer día y ya tienes novia? Sabes que te prohíbo tener novia hasta que tengas 15. – Dijo jugando.
– No es mi novia, es Melanie y está en sexto b.
– ¡Ah! ¿Con qué te gustan las mujeres mayores?
– ¡Que no es mi novia!
– ¿Y de qué hablaban?
– Es que yo… – y miré al suelo.
– ¿Si? – Respondió mi madre, en un tono aún juguetón pero con un tinte de preocupación.
– Estaba nervioso.
– ¿Por qué?
Recordé de lo que Melanie me había dicho de no contarle a nadie. Mi tía ya me lo había dicho, pero ella dijo que era secreto de ambos. Melanie no lo hizo, ella me dio a elegir entre decir la verdad o volver a tener sexo y con algo de culpa le mentí a mi madre por primera vez.
– No sé.
– De seguro es porque es tu primer día de primaria. Todos se ponen nerviosos por eso. – Me dijo mi madre mientras habría la puerta de la camioneta.
Empece a respirar profundamente.
Los días y semanas pasaron y claro volví a tener sexo con Melanie, me enseño bastante, siempre pedía salir del salón para ir al baño al menos dos días pre acordados por semana, antes o después del recreo cuando no había nadie afuera.
De ella aprendí los nombres de las poses, perrito, vaquera, vaquera inversa, misionero, el nombre de los diferentes tipos de sexo y cualquier cosa que ella supiera acerca de sexo, su favorito era el de vaquera sobre la taza del inodoro. Yo me sentaba en él y ella se deslizaba mi verga dentro de su vagina, controlando ella la velocidad y fuerza. Mi favorito era de perrito, me gustaba darle con tanta fuerza y meterlo tan profundo como fuera posible.
Esto duro por lo menos 4 semanas hasta que la falta de aseo de los baños se fue acumulando y llego a un punto en el que era intolerable tener sexo ahí, necesitábamos encontrar un nuevo lugar.
– Wow, si la tiene grande. – Dijo Sonia, una de las dos mejores amigas de Melanie.
-Te dije, también esta grueso. – respondió ella.
– ¿La mediste? – Dijo Leslie, la otra mejor amiga.
– Sí. Con la regla, 12.6 cm. Escupe en mi mano. – Le dijo Melanie a Leslie.
Leslie escupió en la mano de Melanie y ella continuo masturbándome debajo del árbol que se encontraba atrás de las gradas de la cancha de educación física, yo recargado en el árbol sentía que me derretía, casi ningún niño pasaba por aquí y si alguno lo hacía entre las tres niñas me rodeaban lo que permitía que me masturbaran sin que nadie me viera.
– ¿Y ya encontraron donde coger?
– No, puras jaladas y mamadas si podemos.
Melanie, Sonia y Leslie eran las 3 niñas más bonitas de sexto, por lo que no cualquiera se atrevía a hablar con ellas, por ellas tengo la teoría de que entre más bonita/desarrollada sea una niña de quinto o sexto de primaria es más probable que tengan algún tipo de experiencia sexual. Si su apariencia es el resultado de esta, o si la experiencia es el resultado de la apariencia es algo que no sé.
– Hay viene Pablo. – Susurro Sonia por lo que me sentaron, acomodaron mi pene dentro de mis pantalones, escondiéndolo, y me arreglaron antes de que llegara.
Pablo era el niño más guapo de sexto por el hecho de que era el mayor de todos, reprobó dos veces y ya tenía 13 años, musculoso en comparación y alto, claro que él no tendría miedo de hablarle a las niñas más bonitas.
Y sí, era el mismo Pablo que en el baño aquella primera vez Melanie menciono que tenía el pene más pequeño que yo, pero en ese momento yo no hice la conexión.
– ¿Qué pedo? – Dijo Pablo.
– Nada. – Menciono Melanie nerviosa.
– ¿Qué hacen?
– Platicamos.
– Y ¿Qué hay con el pito chico? – Dijo viéndome a mí. Y Melanie se volteó para esconder su sonrisa, cuando la pudo ocultar volvió a verlo.
– Déjalo en paz.
– ¿Qué, quieres unos putazos? – Mientras me golpeo ligeramente la cabeza.
– Ya Pablo, no chingues. – Replico Sonia.
– Vete a la verga Pablo. – Dijo Melanie.
De niño me castigaron por decir «rayos» una vez por lo que ver a niñas tener tal lenguaje, por más que yo las considerara adultas desde mi perspectiva, fue impactante, ni siquiera mi madre utilizaba tal lenguaje frente a mí.
Empezaba a respirar más agitadamente, esto era bastante estresante, respire profundo como Melanie me enseño.
– Pero les encanta esta verga. ¿Si o no? – Agarro su pene por encima del pantalón.
– Tal vez encontramos una mejor. Y menos pendeja.
– ¿Qué? La del niñito. – Menciono en broma, obviamente no considerándome en serio.
– ¿Y que si es así?
– Mira no me digas pendejadas. – Pablo estaba perdiendo la calma. Agarro a Melanie de sus brazos, la agito y la empujo.
No sé que se apoderó de mí, pero me sentí más molesto de lo que jamás lo había hecho, y sin pensarlo me puse de pie y corrí contra Pablo para taclearlo con todas mis fuerzas. El problema es que a las niñas les llegaba al pecho, a pablo, apenas a su barriga. No lo moví ni 10 cm. Me paro en seco levanto su puño y lo dejo caer con toda sus fuerzas en mi espalda.
No tuve oportunidad, caí de bruces y me saco todo el aire de un golpe.
Melanie llegó corriendo y empujo a Pablo, ella teniendo mucha más fuerza que yo lo logro, y cuando él se volteó le dio una bofetada que se escuchó que dolió hasta el alma.
– ¡Ahora si te pasaste cabrón! ¡Es un niño!
– ¡Tu también puta!
Ella levantó el brazo para otra bofetada, pero en vez de eso, le dio una patada en la espinilla y Sonia y Leslie se pusieron junto a Melanie y lo empezaron a empujar hasta que sé cayo.
Humillado por que le ganaran 3 niñas y un niño de primero, Pablo se levantó, saco la cabeza agresivamente como gallo de pelea y procedió a irse.
Todas corrieron socorrerme y levantaron mi camisa de la espalda, lloraba de dolor, más por el golpe a la cabeza que el de mi espalda, pero ellas tampoco eran enfermeras.
Me abrazaron y acariciaron la espalda «para que se me pasara el dolor» hasta que deje de llorar.
La siguiente semana estaba llegando a la escuela, y me encontré con Melanie en la entrada.
– Ya encontré un lugar – Me susurro al oído. – Pide permiso de ir al baño después del recreo, casi antes de la última hora.
Después de hacerlo la encontré en el mismo árbol.
– ¿Dónde es? – Estaba emocionado.
– Ja, ja, ja, estás bien urgido. – Saco unas llaves de su mochila. – El profe de educación física me dio las llaves del almacén para las cosas de las clases, le dije que como soy la capitana de la escolta que podía necesitar el material en cualquier momento.
– ¿Y Pablo no va a venir verdad?
– No te asustes, Sonia, Lis y yo terminamos con él.
– ¿Era tu novio?
– Uno de ellos, tengo varios. ¿Quieres ser uno de mis novios?
En retrospectiva, debí haber preguntado otras cosas, como ¿De dónde aprendiste tú y las otras chicas todo esto?, ¿Cuáles son tus otros novios? Pero no eran tan inteligente a los 6.
– Aja, pero mi mamá se enojó con mi papá por tener muchas novias.
– A mí no me importa, no te preocupes.
Conforme llegamos al almacén vi a Sonia y a Leslie, las salude y pregunte que hacían allí y me dijeron que iban a cuidar que no se acercara nadie. Entre con Melanie al almacén y me acostó en el suelo. Me sobo el pene por encima de mis shorts, ya que era día de educación física para mi clase, me seguía masturbando hasta que mi pene empezó a sobresalir de la cintura, bajo su cabeza y saco mi glande de mi prepucio y empezó a lamer la punta y a besarla succionando solo la punta, sacándome un suspiro que tenía guardado desde hace semanas, termino de sacar todo el pene que parecía más hinchado de lo común, ella también lo noto y se lo metió de un trago a su boca hasta que llego a la base e igual intento meterlo más hasta que toco su garganta y trato de meterlo más, pero no lo tenía tan largo.
Lo saco de su boca y lamió mi barriga y subió hasta mi pecho y lamió mis pezones, empece a jalar los suyos y no le molesto. Volvió a bajar y volvió a darme unos deepthroats. Acostado solo podía ver su cabeza bajando y subiendo en donde debería estar mi pene, detrás de ella, Sonia y Leslie cuidaban la entrada y de vez en cuando volteaban a vernos.
Saco mi pene de su boca y se serpenteó hasta mi cara y me dio un beso, para este punto ya sabía dar un buen beso francés, se sentó arriba de mí, se apoyó en sus rodillas, tomo mi pene y lo apunto en la entrada de su vagina, no llevaba ropa interior, y empezó a bajarse en él. Ella era muy grande para mí, por lo que no podía levantarla con mis caderas y cuando hacia esto ella tenía que hacer todo el trabajo, así empezó a rebotear en mi verga, la penetración cubierta por su falda, por como sus pechos medianos rebotaban note que no tenía brasier tampoco.
2 semanas también fue demasiado para ella, se la saco y se puso de perrito, sabiendo que yo lo haría tan fuerte como pudiese, en este punto yo era puro instinto, y le metí mi pene de una metida y me metía como loco dentro de ella.
Empezó a gemir cada vez más alto, se apoyó en una sola mano para taparse la boca con la otra, no podía ver a las otras 2 desde este ángulo. No sé cuanto dure así pero eventualmente eyacule. En eso me di cuenta de que esta vez no me puse condón y me vine adentro de ella. No soy el que le guste el drama innecesario así que no, no se embarazó lo cual después me preocupo, por que de la forma en que me había sido explicado, pensé que el semen embarazaba a las mujeres el 100% del tiempo.
Por mi edad, después de venirme aún tenía una erección.
– Tu turno. – Le dijo ella a Sonia después de recuperar el aliento.
Con piernas temblando Melanie tomo el lugar de Sonia en la puerta y Sonia vino, estaba un poco nervioso, pero más que nada excitado así que no pregunte.
Sonia era fácilmente la más desarrollada de las 3, pechos grandes, alta y una mata de vello púbico que la hacían ver de 14 mínimo me beso y me dio unas cuantas mamadas, pero creo que estaba también excitada porque se apresuró a sentarse arriba de mi pene. Ella tomó todo el control, no eyacule pero ella si, y yo aún seguía duro.
Por el lado contrario, Leslie, la última en llegar a mí, era la menos desarrollada, ella si parecía una niña de 11 común y corriente, pero era una niña rubia castaña de ojos verdes y una cara hermosa, ella me beso en la boca y aunque no me dio una mamada se puso directamente de perrito, me acerque a ella por detrás de ella, le metí mi pene y no entro sin dificultad, estaba algo apretada incluso para mi miedo, pero no tenía himen y no tenía miedo así que era poco probable que fuese virgen.
Le di tan fuerte como pude, y casi empieza a gritar, pero Melanie vino corriendo hacia ella y le tapo la boca con su mano.
Esta vez ambos eyaculamos, primero ella y después yo. La abracé por detrás y no quería salir de dentro de ella, casi me quedo dormido en su espalda, no sé cuanto tiempo paso pero la campana de salida sonó, y nos tuvimos que alistar para salir.
Buen relato, aunque es muy fantasioso con un pene de 12 cm, el poder penetrar a una niña a esa edad y sobretodo la eyaculacion, en estas tres cosas, pero fuera de eso esta bueno el relato. Tienes telegram o algun contacto? Espero respondas XD.
Jajaja esta serie lleva «niño dotado» en el título. Eres idiota de plano, o un mierda malicioso xD