Cronicas de X-427. Capitulo 2: Con un ritmo constante.
El equipo de investigación continua la exploración del planeta X-427..
Entrada 4:
29:03 horas. Hora X-427.
La noche en X-427 es más silenciosa de lo que esperaba. No hay sonidos de animales, ni siquiera el susurro del viento. Solo el crujido ocasional proveniente de la fauna al mecerse con el viento y el leve zumbido de los generadores del campamento. Es un silencio que te envuelve, como si el planeta estuviera conteniendo la respiración.
He estado revisando los datos preliminares de las muestras que recolecté. Las estructuras celulares de las plantas son fascinantes. Algunas muestran patrones que no encajan con ningún modelo biológico conocido. Parecen casi… reactivas, como si respondieran a estímulos externos. Kael bromeó diciendo que tal vez las plantas nos están estudiando a nosotros. No le dije que esa idea no me parece tan descabellada tras lo que sucedió con las enredaderas hace unas horas.
El equipo está disperso alrededor del campamento. Lira está sentada cerca de la fogata (aunque no la necesitamos para el calor, es más por comodidad), revisando los mapas de la zona y metiendo datos en el navegador que lleva en su antebrazo. Kael está ajustando los sensores perimetrales asegurándose que el campamento está asegurado y nada pueda sorprendernos desde el bosque, Jareth está en su tienda, supongo que escribiendo sus propias notas. No he hablado con él desde nuestra última sesión hace un par de días, antes de aterrizar, espero que la situación se mantenga así durante varios días. En verdad no quiero sentarme a hablar con él. Los técnicos y la Dra. Sullivan están conversando en voz baja, pero no puedo oír lo que dicen.
Hay algo en el aire esta noche. No es solo el aroma que noté antes, sino algo más sutil, como una corriente eléctrica que no puedes ver pero que sientes en tu piel. Tal vez sea solo la novedad del lugar, la tensión de estar en un mundo desconocido. O tal vez sea algo más.
Entrada 5:
33:40 horas. Hora X-427.
Acabo de tener una conversación extraña con Lira. Salió de su tienda y se acercó a mí mientras revisaba las muestras. Me preguntó cómo me sentía, si notaba algo inusual. Le dije que no, que todo parecía normal, pero no estoy segura de haberle convencido. Lo último que quiero es transmitir mis inquietudes con el resto del grupo hasta no estar segura de que algo sucede realmente… Además del hecho de que un grupo de personas están desaparecidas en un planeta desconocido.
Lo que más me llamó la atención fue su mirada. Esa misma mirada calculadora que siempre tiene, pero esta vez había algo más, algo que no pude identificar. Tal vez sea solo mi imaginación.
Entrada 6:
02:21 horas. Hora X-427.
Es tarde, pero no puedo dormir. El silencio es demasiado intenso, y cada vez que cierro los ojos, siento como si estuviera siendo observada…todo el tiempo. He decidido hacer una ronda por el perímetro del campamento, solo para asegurarme de que todo esté en orden.
Mientras caminaba, noté que las plantas fosforescentes parecen brillar más intensamente cuando me acerco. Es como si reaccionaran a mi presencia. Tomé otra muestra, esta vez de una flor que parece cambiar de color dependiendo del ángulo desde el que la miras. Mañana la analizaré con más detalle.
La tienda de la Dra. Sullivan, Kael y los dos técnicos (tengo que recordar preguntar sus nombres) parecían estar dormidos tranquila y profundamente en sus respectivas tiendas. Me pregunto si alguno de ellos también percibe lo que Lira y yo hemos sentido en el ambiente de este planeta.
También noté algo en Lira. Cuando pasé cerca de su tienda, la escuché dando vueltas en su camastro seguido de un sonido rítmico que no supe identificar. “Paf, paf, paf paf”. Al igual que yo parece estar teniendo dificultades para conciliar el sueño. Me asomé discretamente por la ventana de su tienda, lo último que necesitaba era asustarla en medio de la noche. Apenas alcance a verla recostada sobre su costado dándome la espalda. Llevaba puesto un tank top de color gris que se le ceñia al cuerpo revelando la musculatura de su espalda y el contorno de sus hombros. Sus piernas estaban ligeramente flexionadas, y sus caderas se movían con un ritmo constante, casi imperceptible, pero persistente. El sonido que había escuchado antes, ese ‘paf, paf, paf’, parecía coincidir con el movimiento de su cuerpo.
Me quedé quieta, observando desde la ventana de su tienda, tratando de entender lo que estaba viendo. Lira parecía estar durmiendo pero al mismo tiempo intranquila. Su respiración era irregular, entrecortada, y de vez en cuando emitía un suspiro ahogado, como si estuviera luchando contra algo.
El resplandor tenue de las plantas fosforescentes iluminaba apenas el interior de la tienda, proyectando sombras danzantes sobre las paredes. La luz se deslizaba por la piel de Lira, acentuando cada curva, cada movimiento.
Por un momento, me pregunté si estaba teniendo una pesadilla o si algo la estaba molestando. Pero entonces, Lira arqueó ligeramente la espalda, los músculos de su espalda se tensaron por la fuerza de aquel espasmo tan cargado de algo que no podía definir, que sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.
No podía apartar la mirada. Aunque no entendía completamente lo que estaba viendo, había algo en esa escena que me atraía, me sentía hipnotizada. De pronto comencé a sentir una especie de escozor u hormigueo justo donde mi mano había hecho contacto con la enredadera. El calor fue aumentando gradualmente pero no al punto de ser doloroso. No. Era una sensación agradable, embriagadora. Fue una sensación intensa pero se apagó rápidamente.
Lira se detuvo por un momento, como si hubiera sentido mi presencia, y yo contuve la respiración, temiendo que me descubriera. Pero luego, con un movimiento lento y deliberado, volvió a arquear la espalda, y sus caderas retomaron ese ritmo constante, ese ‘paf, paf, paf’ que ahora parecía resonar en mi mente.
Finalmente, me alejé de la ventana, sintiendo un calor inusual en mis mejillas y una inquietud que no podía explicar. Regresé a mi tienda en silencio, pero aquella imágen no dejaba de dar vueltas en mi cabeza.
Entrada 7:
06:16 horas. Hora X-427.
Tras lo que sucedió ayer en la tienda de Lira llegue a acostarme con el corazón acelerado. Apenas pude conciliar el sueño y me siento muy cansada. No se por que pero verla en ese estado me causó una fuerte impresión. No puedo sacarme de la cabeza el momento en el que tuvo ese espasmo. Parecía como si….. bueno, no importa, seguro son más imaginaciones mías. Intentaré aprovechar un momento del día para preguntarle por su estado, quizá sea conveniente que la Dra. Sullivan la revisé antes de iniciar con la caminata que tenemos por delante.
Hoy comenzamos nuestra expedición hacia el último punto de contacto del equipo anterior. Las coordenadas indican que estaban cerca de una formación rocosa a unos diez kilómetros al noreste del campamento base. El terreno es irregular, pero no parece imposible de recorrer. Hemos empacado lo esencial: suministros para tres días, equipo de muestreo, armas (por precaución, espero no tengamos que usarlas durante toda la misión) y los dispositivos de comunicación.
El equipo está alerta, pero no puedo evitar notar una cierta… ansiedad en el aire. No es solo la expectativa de encontrar respuestas, sino algo más. Algo que no puedo definir. Haré lo posible por mantener actualizada la bitácora durante el trayecto, ello depende si puedo encontrar un lugar aislado para narrar los hechos sin perturbar al grupo.
Fin de la entrada.
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