Crónicas X-427 Capítulo 1: «Primer contacto».
El planeta X-427 con su belleza alienígena y sus misterios insondables es también un lugar engañoso. Un mundo que promete ser el nuevo hogar de la humanidad, pero que esconde secretos que desafían la razón y despiertan deseos primitivos..
En un futuro donde la Tierra ha quedado inhabitable debido a siglos de contaminación, sobreexplotación y guerras por los recursos, la humanidad ha sido forzada a buscar un nuevo hogar entre las estrellas. El planeta X-427, un mundo exuberante y misterioso, se perfila como la esperanza más prometedora para la colonización.
Un equipo de exploradores ha sido enviado con una misión crítica: investigar la desaparición del primer grupo de avanzada, que perdió contacto tras semanas de enviar informes alentadores sobre las condiciones del planeta. Este nuevo equipo, liderado por la brillante y enigmática bióloga Dra. Elara Voss, está compuesto por el ingeniero Kael Torrin, la piloto Lira Solis, el psicólogo Dr. Jareth Cole, el médico Dra. Jane Sullivan y dos técnicos de apoyo. Su objetivo principal es descubrir qué le sucedió al equipo anterior, pero también tienen la tarea de evaluar si X-427 es viable para la colonización humana.
Sin embargo, a medida que se adentran en este mundo desconocido, comienzan a experimentar cambios sutiles en su comportamiento, impulsados por fuerzas que no comprenden. Entre la belleza alienígena y los peligros ocultos, el equipo no solo luchará por cumplir su misión, sino que también se enfrentará a sus propios deseos más profundos y oscuros, desatados por un planeta que parece tener una voluntad propia.
Capítulo 1: «Primer Contacto»
Bitácora de la Dra. Elara Voss – Día 1 en X-427
Entrada 1:
09:14 horas, hora X-427.
Hoy hemos aterrizado en X-427. El planeta, desde la órbita, es un espectáculo de tonalidades verdes y azules, con nubes blancas que se arremolinan como si estuvieran vivas. La atmósfera es respirable, según los sensores, pero no puedo evitar sentir una ligera opresión en el pecho al pisar la superficie. No es miedo, o al menos no lo admitiré. Es… anticipación.
El equipo está completo: Kael Torrin, nuestro ingeniero, ya está revisando los sistemas de la nave para asegurarse de que todo funcione mientras estamos aquí. Lira Solis, la piloto experimentada en exploración de terrenos desconocidos parece tan imperturbable como siempre, aunque noté que sus ojos brillaban con curiosidad cuando abrimos las escotillas. El Dr. Jareth Cole, nuestro psicólogo, se mantiene en segundo plano, observando todo con esa mirada calculadora que tanto me incomoda. La Dra. Jane Sullivan, nuestra médico, pasó al menos 30-40 minutos revisando que su equipo no sufriera daños durante el aterrizaje. Y luego está el resto: dos técnicos, todos competentes, pero no los conozco lo suficiente como para confiar plenamente en ellos.
El paisaje es impresionante. La vegetación es densa, con árboles que se elevan como columnas hacia un cielo teñido de tonos violetas al atardecer. Las plantas tienen un brillo tenue, como si estuvieran impregnadas de fosforescencia. Ya he recolectado algunas muestras para analizar más tarde. No puedo esperar a ver qué secretos esconden.
Entrada 2:
13:30 horas. Hora X-427.
Hemos establecido el campamento base cerca de la nave. Kael insistió en que mantuviéramos una distancia segura, por si acaso. No puedo culparlo; la desaparición del equipo anterior todavía pesa en todos nosotros. Aunque no lo decimos en voz alta, está ahí, en cada mirada furtiva hacia la espesura, en cada susurro que parece provenir de la nada.
Lira ha estado revisando las coordenadas del último punto de contacto del equipo anterior. Parece que estaban explorando una zona a unos diez kilómetros de aquí, cerca de lo que los sensores identifican como una formación rocosa inusual. Mañana partiremos hacia allí. Por ahora, todos estamos ocupados con las tareas de rutina: montar las tiendas, revisar el equipo, asegurarnos de que los sistemas de comunicación funcionen.
He notado algo extraño, aunque no estoy segura de cómo describirlo. El aire aquí tiene un aroma bastante peculiar. No es desagradable, pero es persistente. Kael mencionó que también lo había notado, aunque dijo que probablemente sea únicamente que no estamos acostumbrados al olor de este planeta.
-No hay nada de qué preocuparse -dijo Kael mientras levantaba una de las tiendas e inhalaba profundamente para enfatizar su punto- los SBA (sensores bio-espectrógrafos atmosféricos) confirmaron los reportes del equipo Alpha. El aire es adecuado para los humanos.
Tal vez tenga razón. Aún así, no puedo sacármelo de la cabeza.
Entrada 3:
21:57 horas. Hora X-427.
Es tarde. Los días son más largos en este planeta en comparación con la tierra. Un día en X-427 tiene una duración de 36 horas terrestres. El sol se ha ocultado, y el cielo está lleno de estrellas que no reconozco. La fosforescencia de las plantas se ha intensificado, iluminando el campamento con una luz tenue y fantasmal. Es hermoso, pero también inquietante.
El equipo está cansado, pero nadie parece querer dormir. Hay una tensión en el aire, algo que no puedo identificar. Jareth ha estado hablando con todos, haciendo preguntas, tomando notas. Supongo que es su trabajo, pero no puedo evitar sentir que de algún modo está creando un ambiente de tensión en el grupo. No lo sé, quizá solo sea cosa mía y el rechazo que me genera pensar en que en algún momento intentará venir conmigo a preguntarme “¿Si todo va bien?”.
Por mi parte, he estado revisando las muestras que recolecté. Las plantas son fascinantes. Algunas parecen tener estructuras que no encajan con nada que haya visto antes.
Mientras las recolectaba algo llamó mi atención. Una de las plantas cercanas, una enredadera delgada y brillante, comenzó a moverse lentamente, como si estuviera viva. Al principio pensé que era el viento, pero no había brisa alguna. La enredadera se deslizó hacia mí, casi con curiosidad, y sin pensarlo dos veces, extendí mi mano.
La planta respondió al contacto. Sus hojas, suaves y cálidas al tacto, se enroscaron alrededor de mis dedos con una delicadeza que me sorprendió. Era como si estuviera acariciando la piel de un ser vivo, no la superficie áspera de una planta. Sentí una oleada de calor que subió por mi brazo, una sensación que no era desagradable, sino… reconfortante. Casi íntima.
Mientras esto ocurría, noté algo más. A unos metros de mí, Lira, nuestra piloto, estaba de pie, inmóvil, con una expresión de sorpresa en su rostro. Otra enredadera, similar a la que estaba interactuando conmigo, se deslizaba por su pierna, subiendo lentamente por su traje de exploración. La planta parecía tener una intención clara, como si estuviera explorando su cuerpo con una curiosidad casi humana.
La enredadera se detuvo brevemente en su muslo, como si evaluara su próximo movimiento, antes de continuar su ascenso. Lira no hizo ningún intento por detenerla; parecía tan fascinada como yo. La planta se deslizó hacia su entrepierna, posándose sobre su sexo y luego rodeando y acariciando su trasero con una suavidad que me hizo contener la respiración. Era como si la enredadera estuviera buscando algo, explorando cada curva con una precisión inquietante.
Lira cerró los ojos por un momento, y su respiración se volvió más profunda. No sé si era sorpresa, incomodidad o…¿placer?, pero no hizo nada para detenerlo. Finalmente, la enredadera se retiró, deslizándose de vuelta al suelo, y Lira abrió los ojos, mirándome con una expresión que no pude descifrar.
En ese momento, la enredadera que estaba en mi mano también se retiró, volviendo a su posición original, y el calor en mi brazo se desvaneció lentamente. Me quedé allí, mirando mis dedos, todavía sintiendo el eco de esa sensación. No sé qué fue lo que acaba de pasar, pero sé que no fue algo ordinario.
Es casi como si estuvieran diseñadas para… algo. No sé. Tal vez estoy imaginando cosas.
Lo que más me preocupa es la sensación que tengo. No es miedo, no exactamente. Es más como una especie de… ansiedad u hormigueo. Hacia el planeta, hacia el equipo, hacia todo. Es difícil de explicar. Tal vez sea solo el cansancio.
Mañana será un día largo. Espero que encontremos respuestas. O al menos, alguna señal del equipo anterior.
Fin de la entrada.
¡Me está gustando mucho! ¡Sigue, por favor! Es el estilo de cuentos eróticos que me gusta.