Crucero del Amor
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, me llamo Marta, tengo 38 años y esta es la historia de como conocí y enamoré del que ahora es mi marido, Daniel.
Todo empezó cuando rompimos el que era mi marido y yo, yo estaba triste porque aunque había roto yo, por causas que no vienen al caso, aún lo quería y me acordaba casi todos los días de el, ya que hasta el momento llevábamos 10 años casados, pero no habíamos tenido hijos aunque me hubiera gustado.
Un día, unas amigas vinieron a mi casa y me dijeron “tenemos una sorpresa para ti, para que te animes y te olvides ya de tu ex marido”, resultó que la sorpresa era un viaje en crucero por el mediterráneo, ellas se iban a ir de viaje y entre todas reunieron dinero para comprarme a mi otro billete y que nos fuéramos juntas. A mi me hacía mucha ilusión ir en un gran barco, así que consiguieron que me animara un poco.
Cuando llegó el día, fuimos juntas al puerto y allí, a las marujonas de mis amigas (lo digo con cariño), les faltó tiempo para ir fijándose en los hombres, buscándome uno nuevo, yo creía que no estaba preparada aún para otra relación, pero nunca se sabe.
Cuando íbamos a embarcar, una de mis amigas (Diana), me dijo “mira disimuladamente a aquel tío, es guapísimo”, yo miré y la verdad es que si era guapo, era más alto que yo (mediría unos 180 cm aproximadamente, yo mido 170 cm), también parecía un poco mas joven, tampoco me fijé mucho mas en ese momento.
Una vez acomodada en el camarote (cada una iba con sus maridos y yo en uno individual), me llevé otra sorpresa, el de la habitación de al lado, era el chico guapo de la terminal de embarque, mis amigas me decían que eso era una señal de que tenía que ser mío, yo no les hacía caso, pero luego resultó que tenían razón.
Cuando salimos a pasear por el barco, curiosamente en un barco tan grande, vimos a este chico unas 3 veces en el primer día, mis amigas me decían que fuera a hablar con el, pero yo no me atrevía todavía, hasta que al día siguiente iba sola por un pasillo y me lo encontré de frente, le eché valor y le dije “hola”, el me contestó “hola, que tal, tu eres mi vecina de habitación ¿verdad?”, yo sonreí y le dije “si”, después nos presentamos, me dijo, “me llamo Daniel, pero todos me llaman Dani”, “¿quieres que vallamos a dar una vuelta y hablamos?”, yo le contesté “de acuerdo”, así que fuimos andando tranquilamente por las galerías mientras hablábamos. El también viajaba solo ya que había estado varios años con una chica de novios pero ella no quería tener hijos y el si así que con el tiempo y otras cosas decidieron dejarlo, tenía 34 años, le gustaba el deporte y hacía natación (se notaba por el cuerpo atlético que tenía), de profesión es médico pediatra, me di cuenta de que teníamos muchas cosas en común y me empezó a gustar, nos hicimos amigos y al día siguiente cuando el barco atracó en la primera escala, fuimos juntos por la ciudad haciendo turismo, Dani es un hombre muy amable, divertido, inteligente y con cultura general (algo que me parece importante en las personas).
Ese mismo día cuando volvimos al barco, cenamos y nos fuimos cada uno a nuestra habitación, durante el día nos habíamos dado cuenta de que conectábamos muy bien, era como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo, así que cuando llegamos a la habitación, nos paramos y dije “bien, aquí estamos, vamos a descansar, hasta mañana”, Dani se quedo un momento callado y se acercó un poco a mi con intención de besarme “yo me puse nerviosa, le dije “hasta mañana” y me metí en la habitación, cuando cerré la puerta pensé “que tonta soy ¿porqué he hecho eso?”, esa noche dormí poco porque estuve pensando en el y me di cuenta que me gustaba.
Al día siguiente cuando lo vi, el se me acercó y me dijo un poco tímido “perdona por lo de anoche, quizás fui demasiado lanzado”, yo le contesté “no te preocupes”, ese día fue entero de navegación y cuando llegó la noche, volvimos a quedar Dani y yo para cenar juntos, yo me puse guapa para el con un vestido azul que me llegaba un poco mas arriba de la rodilla y me maquillé, salí de la habitación y fui hacia el salón donde habíamos quedado, cuando lo vi me quedé sorprendida, se había puesto un traje oscuro con camisa celeste y corbata de rayas diagonales, estaba guapísimo, había pensado también en ponerse guapo para mi, cuando me vio me dijo “estas guapísima”, yo sonreí y le dije “gracias, tu también estás muy elegante”.
Cenamos y hablamos de como nos había ido el día y cuando terminamos nos fuimos a la habitación, cuando llegamos, Dani fue a entrar en su habitación, pero yo me armé de valor y lo llamé, el se acercó y yo lo besé, el se sorprendió y luego me sonrió, yo también sonreí, lo invité a pasar a mi habitación y el aceptó, nos sentamos en la cama y le conté la verdad de como había llegado al crucero (yo le había dicho que había estado ahorrando para hacer el viaje de mis sueños), la ruptura con mi ex marido había sido bastante dolorosa y no pude evitar que se me escapara una lágrima, el me estuvo escuchando atentamente, yo le dije “estarás pensando que para que te cuento esto”, el me dijo con voz casi susurrada “para nada Marta, quiero que sepas, que soy tu amigo y aquí me tienes para lo que quieras, me puedes contar lo que quieras”, me secó la lágrima con sus dedos y me dijo “no te preocupes, tranquila”, se acercó lentamente a mi y me besó, yo le devolví el beso y nos seguimos besando ya con mas pasión, yo lo abracé y acaricié su espalda, el también me abrazó.
Después yo di un paso mas, le quité la chaqueta, aflojé su corbata y desabroché el primer botón de su camisa, nos miramos y nos seguimos besando mientras yo poco a poco iba desabrochando todos los botones de su camisa, dejando al descubierto su atlético y bello pecho sin vellos digno de esculturas romanas, dije “ohh cariño” yo sabía que estaba bueno por lo que se podía intuir a través de la camisa pero no me imaginaba que tanto. El mientras tanto, puso una mano en mis piernas y me acarició yendo hacia mis caderas por debajo del vestido, yo terminé de desabrochar la camisa y se la quité, después le desabroché también el cinturón y el botón del pantalón, tenía el corazón a cien, me encantaba acariciar su suave piel, su pecho, su pelo, su espalda.
Yo tengo buen tipo también, peso 55 kg, tengo los ojos azules, no soy muy morena, tengo el pelo a media espalda mas o menos pero ese día me lo había recogido de color castaño claro y de pechos no estoy mal (uso una 85 – 90).
Dani buscó bajo mi vestido, el tanguita y me lo quitó, con la otra mano bajó la cremallera del vestido, el también se notaba que estaba un poco nervioso (algo que me encantaba), Dani con sus manos empezó a acariciarme bajo el vestido, yo me iba poniendo mas caliente poco a poco, hasta que me puse de pié, me puse delante de el y el vestido cayó al suelo, me desabroché el sujetador quedándome desnuda delante de el y me solté el pelo, Dani me recorrió mirándome con deseo, en sus preciosos ojos marrones veía una mirada seductora.
Luego me puse de rodillas delante de el y le bajé la cremallera del pantalón, le quité los zapatos y calcetines y tiré de su pantalón, aún me puse mas caliente y me mordí el labio inferior al ver el bulto que tenía bajo sus calzoncillos tipo bóxer de color negro, se le marcaba toda la forma de su gran miembro, yo me acerqué aún mas a el, acariciando hacia arriba sus fuertes piernas y cuando llegué a su bóxer, lo bajé, tenía ya una buena erección, yo lo miré a la cara y vi que me estaba sonriendo, me preguntó “¿te gusta?”, yo le contesté “estás bien dotado”, se acercó a mi y me dijo al oído “es todo tuyo”, volvió a recostarse hacia atrás y yo agarré su pene por la base, estaba caliente, suave y muy duro, me humedecí los labios y empecé a introducirla en mi boca poco a poco, dándole vueltas con la lengua, me costó trabajo metérmela entera pero lo conseguí, el me recogió el pelo con sus manos y yo empecé a mover la cabeza hacia arriba y abajo mientras lo acariciaba entero con mis manos y movía mi lengua, golpeando y acariciando con ella todo su miembro, una vez estuvo todo bien húmedo, bajé mordisqueando el filo del glande hasta sus testículos, los succioné con mis labios y los humedecí con mi lengua, yo lo miraba a la cara, se notaba que estaba disfrutando y yo con el.
Luego cuando llevaba un ratito me dijo “esta bien cariño, ahora es mi turno, déjame devolverte el favor”, yo me levanté y me dijo “échate en la cama”, yo me tumbé boca arriba y abrí las piernas, el se inclinó sobre mi y me besó, su cuerpo despedía calor, luego fue bajando por mi cuello, mientras acariciaba y agarraba mis pechos hasta que llegó a ellos con su boca y empezó a lamer con la punta de la lengua mis pezones, yo lo rodeé con las piernas y abracé su cabeza contra mis pechos, me gustó mucho como lo hizo, yo intentaba no emitir sonidos de placer por miedo a que me escucharan pero alguno se me escapaba.
Luego siguió bajando por mi vientre hasta mi pubis depilado y también empezó a besarlo y lamerlo sin dejar de acariciarme entera, luego bajo un poco más hasta mi “zona” (ya me entendéis) y empezó a lamerlo e introducir un poco su lengua de una forma increíble que me encantó, nunca me lo habían hecho así de bien o quizás fue que llevaba tiempo sin hacerlo y además Dani es maravilloso, no pude evitar dar varios gemidos, Dani con mis gemidos se puso muy caliente, su piel se enrojeció y empezó a mordisqueármelo también, yo me agarré a las sábanas, si lo hubiera hecho a el, le hubiera clavado las uñas.
Estuvo un rato haciéndolo así y después introdujo también 2 dedos y empezó a masturbarme rápidamente, volví a dar unos gemidos que seguro que se escucharon fuera y me corrí, un intenso placer me recorrió todo el cuerpo, fue maravilloso. Dani volvió a subir hasta mi boca y me besó con pasión, yo le dije acalorada “ha sido increíble”, el me contestó “para mi también lo ha sido, lo repetiremos siempre que quieras”, yo dije “Dani, quiero que me hagas el amor ahora”, el no pensaba que yo quisiera llegar tan lejos y dijo “¿estas segura?”, yo le dije “completamente”, así que cogió su cartera y sacó un preservativo, volvió a la cama, yo le pregunté “¿me dejas que te lo ponga?”, el dijo “claro” y me lo dio con una sonrisa diciendo “adelante”, yo se lo puse despacito y me volví a tumbar en la cama, el se inclino sobre mi, me dijo “te quiero mi amor”, me besó y noté como su pene iba entrando en mi suavemente, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, luego empezó a moverse suavemente hacia delante y atrás, yo abrazaba su espalda con un brazo y con la otra mano agarraba su culito y el me besaba el cuello, luego poco a poco fue cogiendo mayor velocidad y potencia en la penetración, el me preguntaba “¿te gusta así?”, yo le contestaba, “es maravilloso sigue así”, fue tremendamente delicado y atento todo el rato, luego cuando llevábamos un rato me apeteció cambiar de postura y le dije “deja que me mueva yo ahora”, el me abrazó y me levantó de la cama sin sacar su miembro, se sentó en el filo de la cama y me dejo llevar a mi el ritmo, su pecho y su cara brillaban por el sudor y unas pequeñas gotitas brotaban de sus poros, fue muy excitante, yo me eché un poco hacia atrás y empecé a moverme arriba y abajo, subía lentamente y me dejaba caer de golpe, el mientras tanto me abrazaba y con su boca lamía mis pechos, me gustaba mucho y ya no me importaba que me escucharan gemir, Dani también jadeaba y me decía cosas como “eres maravillosa, te quiero, te amo” me hacía sentirme muy bien.
Unos minutos después, me pesaba el cuerpo así que le dejé a Dani volver a tomar el control, me dijo “abrázame fuerte con las piernas y los brazos”, yo lo hice y el se levantó, llevándome en brazos mientras me hacía botar, mi mismo peso hacía que la penetración fuera muy profunda, fue deliciosa.
Luego Dani me llevó de nuevo a la cama, volvimos a la postura de inicio y a los pocos minutos dio un gran gemido y se corrió dentro de mi yo también estaba a punto de correrme y con un pequeño movimiento de Dani, me corrí con su pene aún dentro, este orgasmo fue aun mejor que el primero, Dani me dijo “a sido increíble, ¿te ha gustado”, yo conteste “maravilloso, te amo cariño”, Dani y yo sonreímos satisfechos, saco su miembro de mi, se quitó el preservativo lleno de semen, se había corrido bastante, lamí todo su pene para limpiárselo, su cuerpo se estremeció, estaba muy sensible y su semen no estaba mal de sabor, se tumbó boca arriba a mi lado, yo me abracé a el, así nos dormimos hasta que amaneció, nos duchamos y salimos, fuimos a buscar a mis amigas para presentarles a Dani ya como mi novio, ellas se quedaron boquiabiertas cuando se enteraron y se alegraron mucho por mi.
El crucero terminó y un año después, Dani me pidió que nos casáramos, yo acepté encantada y ahora estoy embarazada, esperando a nuestro primer hijo.
Esta es la historia del crucero que cambió mi vida, entré en el casi depresiva y salí pletórica de alegría con una pareja.
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