Curiosa a los 16 P2
Era tan dura y suave al tacto, me gustaba mucho. Mientras sin notarlo mucho, la mano de Roberto ya estaba frotando mi puchita rozando con un dedo de arriba abajo..
La parte final que es la siguiente no la imaginan, quise explicar todo y se alargo mucho pero tiene un buen final, estoy revisando la 3ra parte y final
La primera parte es complemetaria pero no necesaria
Tenía aun 3 semanas de vacaciones en la escuela, y seguíamos platicando, pero él no me proponía nada y yo no quería invitarlo de nuevo, me vería mal, pero el último día de vacaciones le llamé, ni siquiera le escribí. Tenia mis hormonas al full, además había soñado cosas con un maestro que se parece a Roberto, un poco en lo físico. Me contestó muy amable y natural, creo que fue la primera llamada por cel que tuvimos. Le dije porque no me había llamado y algunos reclamos tontos, yo quería que me invitara a… verlo
Era Domingo como a las 8 de la mañana, y me respondé si yo tenía tiempo y pasaba por mí a las 10, me preguntó si tenia ganas de ir a algún lugar especial, y le respondí, como mujer urgida, que eso era, que dónde él qusiera, me pidió estar lista a las 10, yo me metí a bañar, depilar y arreglar. Ese día me vestí por primera vez como una otaku, o mas o menos. Quería provocarlo, y algo que deseaba era ver su semen por primera vez.
Me vesti con una falda de mi escuela primaria que aún me quedaba bien pero mas corta, unas calcetas altas, me amarre el cabello en dos trenzas que resaltaban mi rostro, un poco de labial y rimmel. Yo sabía que me veía medio Loli natural, quería provocarlo.
Antes de las 10 yo ya estaba lista y oliendo rico. Él pasó por mi casi hasta las 11, yo me estuve mojando pensando todas las formas que debía saludarlo, pero tardo tanto que cuando lo vi solo le dije HOLA algo indiferente, pero mi mal humor se esfumo cuando me metió la mano entre las piernas, y me dijo, Hola Onichan y se rio, me gusto un poco que sabia hasta cosas así otaku,
Me chuleo mucho mi arreglo, y me hacia sentir deseada. Yo pensé que al verme así me llevaría directo a su departamento o algún hotel, pero no. Se paro en una gasolinera con tienda y me pidió que fuera a comprarle un six de cervezas. Me dio algo de pena, pero lo hice, entre y tomé las cervezas, y me formé en la fila para pagar. Ya tenía 16 pero delgada, sin nalgas ni senos, vestida de colegiala y trenzas, parecía mucho menor, obvio no me las querían vender, y de repente entra Roberto, y recuerdo que por primera vez lo escuchaba decir mi nombre:
- Disculpa Fey – Señorita, cóbremelas, es mi hija, pero no encontraba mi cartera
Le cobraron y nos fuimos a un lugar que no conocía, con árboles, como un bosquecito, no muy lejos de donde estábamos, creo se llama Axotlan. Había un lago ahí cerca.
Le dije que me dio pena que me vieran así los hombres en la tienda. Él me dijo que por eso lo hizo y se rió, me dio un beso y metió sus manos en mi sexo, sin yo imaginarlo, mi calzón estaba mojado al igual que toda mi puchita. Los nervios, la situación me habían excitado sin darme cuenta. No sé como me tenía en el asiento del auto con las piernas al aire con mis calcetas, me sentía la niña más atrevida, estaba sintiendo delicioso, cuando me vinieron pensamientos sobre su semen y su gorda verga, y mi mano alcanzo su entre pierna y comencé a sobárselo con algo de fuerza. Quité su mano de mi sexo y le dije con algo de timidez aún, que yo quería conocer su semen, que nunca había acabado conmigo, él ya bastante excitado se acomodó en su asiento y en un segundo tenía su verga erecta y morbosamente morena y venosa ante mis ojos, estaba ya muy lubricada, por lo que al tocarla mi mano resbalo suavemente y el gemido de placer de Roberto me indicaba que lo empezaba a hacer bien.
Estuve varios minutos explorando ese pene que se veía, para mi pequeña mente, morboso, lujurioso, hasta feo pero excitante. Me excitaba y divertía ver sus reacciones y gemidos mientras mis exploraciones manuales y orales avanzaban. Él me dio un par de indicaciones de como masturbarlo y chupársela mejor. Estaba ya entendiendo como debía hacérselo.
Cuando sin esperarlo me dijo, comételos Fey, prueba y me empujo la cabeza. Yo entre la sorpresa, y lo caliente se la masturbaba más rápido. En mi excitación recordé cuando me dijo que era su hija en la gasolinera. Quieres que tu hija te la chupe, papá? (enfaticé la palabra papá.) Su verga pulsaba en mis manos, pero yo había detenido mis movimientos. Él me rogaba que continuara, y repetí la pregunta, quieres que tu hija tome tu verga, la meta en su boca de niña y succione tu semen (me desconocí, pero eso quería) cuando le dije eso me eche el cabello para la espalda y comencé a bajar como si fuera a chupársela, pero me retiré al ver su primera descarga espesa y que casi me pegaba en la boca, seguí sobandosela mientras no quite la vista de su eyaculación, pulsaba en mi mano como bombeando su semen, yo se la sobaba lentamente hasta que noté que no salía mas semen, le dije, ¡ayyy ya se te acabó y no alcance a probar nada! Él casi en broma me dio un beso y me dijo gracias. No sé si me dijo gracias como la puta que había sido o con amor, pero me gustó.
Aunque pasaba gente era un lugar solitario. El sacó de su auto una parrilla pequeña, y comida, e improviso una comida con carne asada y todo, llevo un vino y me invito, era mi primera vez tomando. Estuvimos como dos horas y nos acabamos el vino, solo tome dos copas, pero me sentía como más excitada que antes, recordé lo que habíamos hecho y le dije, “oye papa te gusto como lo hace tu hija”; ¡me encantó cuando me dijiste eso!, mi puchita ya me pulsaba, me acerque a Roberto y lo besé en la boca mientras me sentaba en sus piernas.
Yo pequeña y delgada y él todo un hombre, si me hacía sentir como su hija pequeña, además lo era.
Pasé mi mano por su verga que estaba a full, sin quitarme de sus piernas, desabroche su pantalón, lo baje, con su boxer, ya su verga rebotaba de la excitación, y sin tocársela de nuevo, aún, lo abrace con ternura, y le dije Papi, me quieres? Su verga reaccionaba brincando, yo me hacia la distraída y hacia mi voz más aniñada, hasta que me dijo con voz ronca y firme, agárramela… , dime “hija agárrasela a papa” su verga ya lubricaba hasta su abdomen. Lo repitió aun mas varonil y firme, Hija, complace a tu papá y sóbamela
Era tan dura y suave al tacto, me gustaba mucho. Mientras sin notarlo mucho, la mano de Roberto ya estaba frotando mi puchita rozando con un dedo de arriba abajo. Nuestros movimientos se empezaron a sincronizar era como control remoto, si le apretaba a verga el hacia mas presión en mi puchita pero sin penetrarme, cuando siento mi primer orgasmo de verdad explote sin miedos, con placer lo que me hizo mamarle la verga a Roberto, que no tardo en eyacular y se vació en mi boca. Me encanto, me falto leche, no por viciosa, sino por la sensación que me dio, algo que no puedo describir. Roberto tuvo que levantarme pues ya estaba hincada chupando su miembro ya menos erecto pero para mi delicioso; solo me dijo ya tenemos que irnos, va a anochecer.
Me sente abierta de piernas sobre Roberto frotando su verga aun hinchada sobre mi puchita, lo abrace totalmente romántica y le dí un beso como recordatorio que soy y sere suya aunque ya no estemos juntos.


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