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Heterosexual

De la ciudad al campo 1

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por AlexZClow.
Mi abuela, a sus 55 años, era dueña de una gran terreno en el campo con cientos de obreros a su disposición.
Prácticamente era una reina en ese lugar.
Pero eso hacía que fuese muy mala como persona ya que trataba despectivamente a sus obreros y en general a la gente del campo.

Yo era el mayor de sus nietos, todos vivíamos en la ciudad desde siempre pero aprovechábamos las vacaciones de verano para viajar a su casa, ya que la vida allí era mas tranquila y mi abuela, a toda su familia nos trataba como príncipes en sus tierras.

En las vacaciones aprovechaba para descansar del ruido citadino aunque también tenía momento de aburrimiento, ya que a mis 12 años, no tenía a alguien de mi edad para conversar o distraerme y ya me era aburrido el jugar a la pelota con mi demás primos que eran menores de los 7 años.

Todo eso cambió cuando en una de mis visitas donde mi abuela, fui a recostarme cerca del río, vi a una hermosa chica de cabellos castaños claros largos, ojos verde olivo, piel blanca con pecas y enrojecida por el sol, delgada pero con buen busto y trasero, todo cubierto con un vestido desgastado.
Ella se encontraba lavando ropa, sus bellos labios rosados y fino mantenía una triste expresión pero eso no le quitaba la hermosura de su ser.

Pero admito que ya entrado en mi adolescencia me era imposible no notar como su humedecido vestido trasparentaba y mostraba parte de sus bellos muslos y casi un pequeño calzón rosa.

Poco a poco fui acercándome donde ella se encontraba, cuando notó mi presencia dio un pequeño saltito del susto.
Al verla de frente me dio la impresión que tenía mi edad.

Ella: Joven! que hace aquí?
Yo: Hola, solo estaba descansando.
Mmmm.
vives cerca de aquí?, nunca te había visto.

Ella: Joven, mi madrina dijo que no podemos hablar con los señores de la casa, mejor me voy.

Yo: Disculpa, no quiero que tengas problemas, pero podrías decirme tu nombre?
Ella: mmm.
Erica joven.

Y de inmediato se fue en dirección a la casa de mi abuela, lo que me hizo entender que ella era su madrina.
Pero no entendía porqué jamás la había visto antes.
En casa, nunca había tenido la necesidad de ir hacia la cocina, pero al tratar de buscar a esa hermosa chica allí, mi abuela me detuvo agarrándome fuerte del brazo, inmediatamente me dijo que no entrara a la cocina, que allí solo está la servidumbre, que soy un niño bueno y no debo hablar con esa gente.
Todo eso me parecía chocante pero mi abuela siempre fue muy imponente en la familia.

Una tarde acompañé al mercado a una de mis tías, junto a una de las criadas.
Mi tía es una persona resuelta y sin tapujos, confiable, con quién siempre charlo de curiosidades de mi edad, pero en esta ocación le pregunté por mi abuela, que porqué es así.
Ella entendió inmediatamente a qué me refería, me contó que no siempre tuvo esa forma de ser con las personas, que antes era una mujer muy amigable, que para ese entonces aún vivía mi abuelo.

Mi abuela tenía una buena amiga, cuando ella dio a luz, mi abuela fue la madrina de la recién nacida.
tiempo después se enteró que mi abuelo mantenía una relación con su amiga, así que hecho a mi abuelo de casa, él se fue con esa señora dejando atrás a la inocente niña.
Y dicen las malas lenguas que mi abuela mandó a matar a mi abuelo y su amante, pero nadie podía confirmar eso.

Desde ese entonces se volvió una bruja en actitud, super despectiva con la gente del campo y maltratadora con la servidumbre, La criada que nos acompañaba, asustada por lo que mi tía me contaba le dijo que por favor no diga eso, que la señora no es tan mala, que a pesar de todo a criado a la niña Erica.
Mi tía replicando le dijo: Criar?, si pasa maltratándola, incluso vi como a ustedes también los golpea.
La criada agachó la cabeza.

Le pedí de favor a mi tía que la próxima vez que saliera al mercado, que llevara a Erica, que quería conversar con ella.
Mi tía se fijó en mi rostro y me dijo: Te enamoraste Alexito.
Te ayudaré ;).

Así pasaron 2 años, que entre mis vacaciones pude conocer más a Erica, tanto así que nos hicimos buenos amigos, aunque frente a mi abuela manteníamos distancia.
Conversábamos en un lugar entre matorrales cerca del río.
Yo ya tenía 14 años y ella 15, en este tiempo, aunque su pecho era mediano, su cuerpo había mostrado mucha mejora con su edad.
Sentía mucho morbo hacia ella, pero era más el amor por esa bella niña.

Así que entre la conversación me arriesgué a darle un beso, ella torpemente lo recibió sin renegar, junte sus manos a las mías y le dije que la amaba.
Ella soltó muchas lágrimas que por momentos me hizo pensar que no le agradó lo que hice, pero ella supo decirme que, desde mucho antes ella me veía desde la cocina, y se había ilusionado conmigo y entre juegos con las criadas ella decía que yo era un príncipe que iría a rescatarla algún día.
Dicho eso volví a besarle.
aunque fue algo corto, ya que se escuchaba que estaban llamándola desde la casa.

Ese año fue algo corto, ya que cambiaría de colegio así que regresé antes a la ciudad tristemente.
Pero en la siguientes vacaciones volví lleno de alegría por ver a mi hermosa Erica.

Nuestros encuentros secretos siempre fueron cerca del río, donde nos bañábamos juntos (siempre con ropa), algo que me permitía ver a primera vista el hermoso cuerpo de mi niña, oportunidades en las que sobre su vestido mojado podía acariciar esos bellos senos que mis manos cubrían completamente mientras ella solo suspiraba y se sonrojaba, apegaba mi cuerpo al suyo, ella me abrazaba fuertemente, mi boca pocas veces se apartaba de la suya, aunque jamás pude levantar su vestido, ella dejaba que acaricie sus redondas nalgas sobre el vestido.
Nunca pasamos de esas caricias pero éramos felices con lo que teníamos.

Todo eso terminó cuando en uno de nuestros encuentros en el río, mi abuela nos encontró y de inmediato sacó a Erica del agua halándole de los cabellos.
Traté de detenerla pero ella me dio una cachetada, tan fuerte que me dejó tirado en el piso mientras observaba como arrastraba a mi princesa.

En casa mi tía me abrazaba fuertemente mientras escuchaba cómo mi abuela latigueaba a Erica en la cocina.
Me sentía como un inútil.
Mi abuela tiempo después salió del cuarto, con una horrenda sonrisa en su rostro.
sonrisa que me llenaba de odio sobre ella.
Ella dijo con viva vos para que todo el mundo la oyera: Alex tiene prohibido acercarse a la servidumbre!.

Palabras simples, pero que a mi corta edad herían demasiado ya que sabía que si intentaba algo con Erica, ella pagaría las consecuencias.
Desde ese entonces dejé de visitar a mi abuela.
aunque nunca me olvidé de Erica, y en complicidad con mi tía le enviaba cartas y dulces para ella.

Mi sueño era ingresar a una buena universidad y graduarme, así poder ir a rescatar a mi princesa.
Aunque Erica no sabía escribir y muy poco leer, ella siempre le daba algún mensaje a mi tía para mi.
Pasado el tiempo recibía menos mensajes de ella, hasta que un día mi tía me informó que Erica había escapado de la casa y nadie sabía donde estaba, 2 años más pasaron.
Ya ingresaba a la universidad y visité por última vez a mi abuela, viendo por mi mismo que Erica no estaba, y con mayor valor enfrentándome a mi abuela con palabras que expresaban mi repudio sobre ella.

Pasaron muchos años, me volví profesor de primaria y secundaria en general y me casé con una hermosa chica de mi universidad, ya a mis 25 años, aún soñaba con Erica y sentía dentro de mi el pesar de no haberla salvado.
mi esposa conocía mi historia con esa niña.
Ella comprendía lo importante que fue para mi, era mi apoyo emocional y fui fiel ante ella.
Incluso ella me animaba a reconciliarme con mi abuela, ya que se había enterado que estaba muy enferma.

Pero guardaba en mi ese rencor que jamás se iría.

Mi esposa estaba embarazada, mi emoción más grande ya que ansiaba ser padre.
Incluso mi esposa me dijo que si era niña, podíamos llamarla Erica, algo que me enterneció completamente.
y me hizo llorar en su regazo.
Pero a los 5 meses de gestación, por una viruela mal tratada, mi esposa tuvo muchas complicaciones que tristemente la llevó a su muerte junto a mi hijo no nacido.
Algo que me destrozó por completo.
mi vida dio un vuelvo, terminando por aislarme de mis conocidos, mudándome a un departamento en otra ciudad.
Alli seguía como profesor es un instituto privado.

Mi tía, me contactó de urgencia un día, mientras estaba en el trabajo, pues mi abuela estaba en sus últimos días de vida y pedía que toda la familia asistiera a su llamado.

Aunque no quería verla, recordaba las palabras de mi esposa.
Eso me movía a deshechar mi rencor y darle un buen descanso a mi abuela.

Hice mis maletas y me dirigí a ese pueblo, que no tenía grandes cambios desde mi última visita.
al llegar a la gran casa noté algo raro, todo tenía arreglos de funeral.
Llegué tarde, había fallecido mi abuela y todo ese rencor se volvió tristeza y furia hacia mi mismo.
Ingresé a la sala de velación, vi a todos mis familiares y entre ellos estaba mi tía.
abrazaba a una niña, pensé que era su hija.
La saludé desde lejos y fui directo a ver los restos de mi abuela, diciéndole que la perdonaba y que me perdonara.

Al día siguiente, sin hacerse esperar el abogado de la familia hizo el llamado general para el testamento de la difunta.
Asistí por el compromiso y la culpabilidad que sentía por no haber hablado con ella antes.

Entre charlas de temas legales y la lectura de sus últimas palabras, veía la expresión general de mi familia, ya que muy aparte de lo que me había pasado con mi abuela, cada uno tenía problemas con ella y casi nadie quería estar allí.

Y grande fue la sorpresa cuando en la división de vienes me dejó su casa y la mitad de su dinero.
Los terrenos de sembrios y granjas se dividirían a mis demás familiares y el otro 50% del dinero era para la pequeña Vanessa.

Vanessa?, quién es ella?, Todo el mundo se preguntaba.
Y mi tiene con una corta risa se levanta y les dice a todos: "Ella es Vanessa, la hija de nuestra abuela".

Todos con cara de incredulidad, pero el abogado dio por echo finalizado el evento.

El el almuerzo familiar aproveché para conversar con mi tía, y que me explicara, quién era esa niña.
Mi tía me llevó a un corredor apartado donde me relató algo increíble para mi pensar:

Tía: Después que te ausentaste, mi madre se empeñó en buscar a Erica por varios años, tu ausencia le afectó bastante y cambió mucho su forma de ser, que incluso trataba mejor a las personas de aquí y varios años después encontró a Erica en una cabaña junto a una niña, el padre las había abandonado y Erica estaba en muy mal estado físico pues este hombre la maltrataba, volvió a vivir con mi madre pero su salud empeoró ya que tenía dañado el hígado y el estómago, muriendo a los pocos meses.

Así que mi abuela adoptó legalmente a la hija de Erica.
empecé a llorar en los brazos de mi tía como siempre hacía de pequeño y mientras ella me abrazaba mandó a llamar a Vanessa.

La niña se acercó algo preocupada, y mi tía le dice: "él es Alex, es como tu tío", Vi de frente el hermoso rostro de la niña, los ojos verde olivo de su madre y sus finos labios rosas, tes blanca y pecosa, aunque el cabello mas oscuro, pero castaño.

Solo supe decirle "Hola", la niña con expresión coqueta se acercó, me agaché y la abracé fuertemente.

Mi tía me dijo que después de la cena necesitaba hablar conmigo de algo sumamente urgente.
Mi tía, aunque no vivía allí, era la mas cercana a mi abuela entre todos sus hermanos, ya charlando con ella me dijo que mi abuela tenía a su cuidado muchos obreros y que los demás familiares no deseaban esos terrenos y que serían vendidos, y toda esa gente que vivía al regazo de mi abuela perderían todo.
Y la idea de mi tía era que con el dinero que obtendría de la herencia podría comprar todas las propiedades y así mantener vivo el lugar.

Jamás había pensado vivir en ese lugar, pero mi tía tampoco podría quedarse ya que ella vive en otro país.
Me dijo que supo mi pérdida con respecto a mi difunta esposa, pero que viviendo allí podía empezar de nuevo ya que Vanessa también necesita un padre y creo que tú necesitas un hijo.

Esas palabras hicieron eco en mi ser, criar a la hija de la mujer que fue mi primer amor, un vivo reflejo de esa niña que me robó mi amor.
No lo pensé mucho y en la cena del día siguiente hable con todos para cerrar el trato, de esa manera, la herencia de Vanessa y la mía se unificarían ya que sería su tutor legal, y ese dinero bastaría para pagarles a los demás sus tierras y aún así sobraría para una buena vida.

Aunque no se mucho de los sembríos y la ganadería, trataba de ser útil en el lugar, hasta que un capataz me dijo que no me preocupara de esas cosas, que todo eso ya estaba cubierto.

Inicié trabajando en una escuelita de la localidad, pero estaba muy alejada de las casas de las personas, por lo cual casi nadie enviaba a sus hijos a estudiar.
Esto me hizo tomar la decisión de tomar parte de un terreno propio para hacer una nueva escuela, ya que también añoraba que Vanessa tenga los estudios que su madre no pude tener.

Mientras los trabajadores construían la nueva escuela, decidí pasar mas tiempo con Vane para conocerla mejor, sus hábitos y su forma de pensar, cada vez me encariñaba más, y ene se tiempo le daba clases de primaria para prepararla cuando ya asista a la escuela.
Ella era muy receptiva al nuevo conocimiento, muy despierta a sus 11 años.
Además que veía como ella reaccionaba a mi cuidado.
Amaba a esa niña, a mi hija, quien curaba el dolor de mis pérdidas, con quien podía pagar mis deudas y darle un buen futuro.

Terminada la escuela, llamé a varios de mis colegas para que ayudaran como profesores de planta.

Vane respondía muy bien a los estudios y se comportaba correctamente con los demás.
Era mi alegría ver como crecía mi hija.
Incluso en esos momentos en que no sabes como explicar esos cambios hormonales, pude hacerlo gracias a la guía de mi tía desde la distancia.

Todo transcurría con normalidad entre nosotros, ya a sus 12 años era toda una belleza, no había quién no notara eso, era incluso más alta y esbelta que su madre.
aunque yo notara eso, no podía verla de otra manera que no fuera mi hija.
así que no me hice problemas y estaría atento a que nada le faltara.
Ciertas noches ella corría a mi dormitorio para acurrucarse junto a mi y me pedía que le contara cuento para dormir, así una noche le conté cómo en mi niñez conocí a una ninfa cerca de un río y que me enamoré completamente de ella, ella no tardó en deducir que hablaba de su madre, ya que mi tía le había contado parte de ese relato de amor.
Vane me preguntó que si conocía la historia de un príncipe que su madre siempre le contaba.

Decía que ellas fueron raptadas por un monstruo y que algún día un príncipe llamado Alex la rescataría y que sería su eterno amor.
Esas palabras me sobresaltaron, pues esperaba que la niña no malinterpretara eso.
Así que lo tomé como algo bello que venía del recuerdo de Erica.
Besé la frente de Vane y le di un fuerte abrazo.
así dormimos profundamente.
Y en un sueño me encontraba acostado cerca del río, en el regazo de Erica, ellla mientras acariciaba mi cabello me decía: "cuídala, protégela, ámala como me amaste".

Desperté ya a las 8am, era sábado y por las festividades regionales no habría trabajo hasta la siguiente semana, así que le pregunté a Vane si quería visitar mi ciudad natal, ella, aun medio dormida dijo alegremente que sí mientras abrazaba más el almohadón.
Ya preparados salimos en mi auto, dejando al capataz a cargo.
El viaje era de 12 horas aproximadamente, a Vane le gustaba jugar con las emisoras de la radio y yo me entretenía con los chistes que mi hija me contaba.
Ella vestía una blusa holgada y algo descotada que dejaba ver un poco de su brasier.
fue la primera vez que notaba el tamaño de ellos, ya que quien hacía la compra de sus ropas era una de las señoras de la casa, un bonito brasier rosa de encajes floreados me animaban a observar con mas detenimiento esos senos que eran mas grandes que los de su madre.
Ella notó mi mirada y de inmediato me dijo: "Te gusta mi blusa pá?" .
Volteé mi mirada rápidamente diciéndole que sí, que le quedaba muy bien; ella entre risitas porque notó que me sonrojé me dice: Mira pá!, te gusta mi short?.

Ella se levanta un poco su blusa para mostrarme el shorcito jean que usaba, un modelito veraniego super corto, incluso separó un poco sus piernas para mostrarme bien.
Era tan corto que parte de su calzoncito de encajes sobresalía un poco en la parte de arriba, como también en los lados, dándome mucho morbo.
Estaba mudo ante esa bella vista, ella cerró las piernas y me dijo: "parece que no te gustó".
Y su expresión cambió como medio entristecida.

Tarde unos segundos en reaccionar, y me sentí mediocre al pensar que mi hija me estaba causando morbo.
Vi su rostro y de inmediato acaricio su espalda y le digo que si me gustó, solo que no deberías mostrar así tu ropa sin cuidado.
Noté que ella no entendió a lo que me refería, pero su rostro cambió y siguió contándome chistes mientras trataba de sintonizar algo bueno que escuchar.

Hicimos una parada a mitad del camino a un parque acuático, vi como mi niña se emocionó demás ya que era la primera vez que visitaba uno, ya dentro, buscamos un lugar para descansar alado de la piscina, Vane inmediatamente entró en ella y alegremente nadaba como sirena, la observaba y me sentía enorgullecido por mi hija, por lo bella e inteligente que era, pero poco a poco notaba más que eso, sus curvas, sus crecientes atributos, cómo el bikini de 2 piezas que usaba le estaba quedando pequeño, sus grandes senos apretujados en tela verde claro, que a los lados asomaban la redondes.
Y cómo también se apretaba su entrepierna , tanto así que el bikini se escondía entre esas hermosas nalgas.
y marcaba su pubis sin bellos.

Después desperté de mi letargo y noté como las otras personas la observaban morbosamente y como varios señores,mayores se estaban acercando a ella, de inmediato le dije que saliera del agua, que saldríamos a comprar.
La cubrí con una toalla mientras secaba un poco su espalda, realmente mi niña se estaba haciendo toda una mujer.

Fuimos a la tienda del parque a comprarle un nuevo bikini.
Vane estaba super alegre por eso, aunque yo no había caído en cuenta que jamás la acompañé a comprar su ropa.

Mientras yo veía los artículos de regalo, ella buscaba un bikini a su gusto, cuando lo encontró me dijo que la acompañara, yo no sabía que hacer y se me notaba intranquilo, incluso una encargada del local se me acercó y me dijo algo risueña: "Acompañe al vestidor a su hija para que le ayude y la cuide".
Con mas confianza fui.

Ya en los vestidores vi que habían varios padres y madres acompañando a sus hijos, y que incluso ingresaban con ellos a los cuartos.
Mi hija me tomó del brazo e ingresamos.
eran espacioso y tenían grandes espejos en las paredes.
Ella había tomado 3 conjuntos muy bonitos, colores verde, azul y amarillo.
todos con encajes, lo que le daban un aspecto más infantil, algo que me agradó y me liberaba de malos pensamientos ya que también eran tallas mas grandes y cubrían más.
mientras ella se quitaba sus prendas, volteé, incluso me tapé los ojos como niño inocente ya que con los espejos allí podía aun verla.

Pero la curiosidad me venció y alcancé a ver parte de sus senos, grandes y nada caídos con una aureola rosada y clara; sus nalgas hermosas que por la posición no me permitían ver algo más, empecé a sudar y a ponerme mucho más nervioso de lo normal.
ella se probo el conjunto azul.
"Papi, voltea"
Lucía hermosa, una bella hada, una princesita.
Mi princesa, Esa imagen calmó mi nerviosismo y me devolvió a este mundo.

Y para no pasar otro momento incómodo le dije que ya no se probara los otros conjuntos, que como son del mismo tamaño los llevaríamos también.

Volvimos a la piscina y ahora también jugué con ella en el agua, sin malicia, mas que todo para alejar a los buitres.

Después del baño y el almuerzo volvimos al auto, mi hija ahora llevaba una blusa vestido largo, que le quedaba más allá de las rodillas.
Pero su cuerpo sobresaltaba en esa tela, mostrando su bella figura.

El trayecto hasta el hotel en la ciudad fue tranquilo sin mayores sobresaltos, eran las 9 pm cuando nos dieron la habitación doble.
me sentía cansado así que fui a acostarme mientra veía algo en la tele, un programa de concursos hasta que escucho que Vane golpeaba mi puerta, le dije que pasara y sin darme cuenta ya estaba debajo de las ´sabanas buscando que la abrazara, le pregunté que porqué no dormía en su cama, me dijo que en su cuarto no había tele y no tenía mucho sueño.

Ella me vencía en ese sentido siempre, la mimaba aunque también esa severo como padre.
En esta ocación dormimos juntos, ya apagada las luces la abracé notando algo.
ella solo tenía puesto un camisón, y su calzón, sin brasier ya que mi mano se posó sobre uno de sus senos.
no lo hice con malicia y rápidamente cambié su posición pero la sensación de la fragilidad y suavidad de su piel me mantendría despierto la mayor parte de la noche.
Ya por la mañana, mi hija seguía dormida, me levanté a pedir el desayuno al cuarto para ambos.
volví a la cama, ella estaba cubierta por las sábanas y ya con la comida allí, la levanté.

Mientras desayunábamos veíamos la tele y de un momento a otro Vane me hizo una pregunta:
Vane: Pá, porqué era malo que te mostrara mi ropa como hice en el carro??
Yo: Pues hija, es que se te veía un poco tu ropa interior y eso nadie debe verlo, solo cuando ya seas más grande y tengas a tu persona amaba.
(Fue mi respuesta más sincera, pero no me di cuenta que usé mal ciertas palabras)
Vane: Pero papá, se que eso es malo si otros lo ven, pero tu no me amas? Mamá me dijo que tú serías mi príncipe y me amarías.

Yo estaba algo desorientado y no sabía como responderle pues el momento me estaba ganando.

Yo: Amor, yo te amo, eres mi hija, mi princesa.
pero a la persona a al que me refiero con que amaras, es con la cual formarás tu familia y tendrán intimidad, recuerdas lo que hablamos sobre el sexo?, pues es sobre ese tipo de amor.

Yo: yo soy tu padre, soy como el rey de nuestra casa, y tu eres mi hija, mi princesa.
Y con quién yo llegara a casarme, sería la reina.

Ella un poco enojada, dejando los platos de comida a un lado, se levantó de la cama y se posó a mi lado mirándome fijamente a los ojos.
me dijo:

Vane: Mi madre cada noche me contaba la misma historia, del día en que mi príncipe Alex me salvaría y que después seríamos rey y reina.
Que tú me amarías y que tendríamos muchos hijitos.
(lo dijo en modo fúrico).

Yo: Vane, creo que has malentendido las historias de tu madre.

Ella rápidamente posa sus manos en mi pecho, se acerca a mi rostro y con todo el enojo del mundo me dice:
Vane: Tú estas equivocado, mi Tía me dijo que tú serías mi hombre, que cuando creciera tú serías mío.

Plantándome un fuerte y torpe beso en mis labios.
No tardo en reaccionar y separarla de mi, le digo que no vuelva a hacer eso, que estaba mal, y que yo hablaría con la tía sobre esto.
Terminé diciendo que se vaya a su cuarto y se preparara para salir.
Ella salió corriendo y llorando.
Me destrozó verla llorar, pero sabía que era lo correcto.
o eso creía.

La semana en la ciudad nos sirvió para olvidar lo sucedido en el hotel, hacíamos compras y regalos para los de la hacienda, también compré varios kilos de semillas de diferentes frutas, ya que había mucho espacio que quería rellenar en casa.
Vane lucía mas alegre, ya me dirija la palabra, Compré muchas telas para que las señoras se divirtieran haciendo ropas.

De vuelta al campo, ya en casa mientras los ayudantes sacaban el cargamento del auto, inmediatamente llamé a mi tía, pues me debía muchas explicaciones.

Primero le conté lo sucedido con vane, que estaba muy mal lo que le dijo a la niña.
Mi tía, siempre risueña me dice:
Ella: Alex, sigues siendo un niño que corre a mis brazos a lloriquear, Amabas a Erica, Amabas a tu esposa y sé que amabas al hijo que perdieron.
Vane no es tu hija pero aún así la amas como si lo fuera.
Te sientes mal por lo sucedido con mi madre y aún así cumples con su testamento y cuidas de sus tierras.
No crees que es hora de que también cures esa pérdida de amante?.

Yo: Realmente no e buscado a alguien quién enamorarme, si e tenido ciertos encuentros con compañeras de clases, pero nada más, no e pensado en casarme.

Ella: Por eso digo que sigues siendo un niño, lo que le dije a Vane sobre ti es cierto.
Es algo que Erica deseaba también.
Amas a Vane, es una niña muy especial, Eres joven y cargas muchas responsabilidades, no descuides tu juventud, aprecia más el recuerdo de Erica.

Cerró la llamada después de eso.

No me agradó nada lo que me dijo, me parecía algo enfermo.
preferí olvidar aquello.

El tiempo pasó, Vane tenía muy buenas notas así que le cumplía cualquier capricho.
Había que destacar que su forma de tratar a los demás era impecable, la gente en nuestras tierras la quería.
Me pidió una piscina.

jajajajj no sabía que decirle.
llamé a lso trabajadores y empezaron con la construcción.

Los días pasaban y Vane nunca más volvió a tocar el tema del hotel.
eso me tranquilizaba, el problema estaba en que las palabras de mi tía resonaban en mi cabeza siempre.
Haciendo que no pierda oportunidad para ver a mi niña de otro modo, como cuando jugaba dentro de la casa con sus amigas a maquillarse (maquillaje que una de las señoras le regaló).
Niñas muy bonitas pero poco desarrolladas comparándolas con Vane.
Todas ellas con faldas holgadas que por sus distracciones en los juegos, se levantaban a mi vista incluso me centraba en observar las bellas piernas de mi hija.
mi momento de meditación se rompía cuando las risitas de las niñas me despertaban y entre susurros alcanzaba a escuchar que se decían entre si: "El señor es muy lindo", y mi hija les decía: "sí, pero es mío" y volvían a reír.

En otra ocación invite a todos los empleados a usar la piscina, fue una pequeña tarde de fiesta en la que mi hija y sus amigas no quisieron entrar al agua, sino ir al río, ya que estábamos solo gente mayor.

Cuando la perdí de vista me inquieté así que decidí ir a verla.

Mayor sorpresa la mía cuando un hermoso espectáculo me impresionó por completo.
Las niñas estaban bañándose en el río, todas en ropa interior, 2 de ellas ya usaban brasier, otras formadores, y otras no usaban nada aunque se notaba que ya debían.
Luego me enteré que algunas madres no les compraban esas cosas hasta que sean mayores.
Pero la vista que me regalaba mi hija era mi alegría, su brasier totalmente transparentado, esos enormes melones, su cintura estrecha y piernas que me llamaban a acariciarlas.

En mi descuido, las niñas se percataron que estaba allí, y sin pudor gracias a su inocencia me llamaban para que entrara al agua con ellas, yo cargaba solo una pantaloneta de baño.
engatusado por tremenda vista, ingresé con ellas, inmediatamente Vane, se agarra de mi cuello por mi espalda, dejándome sentir esos senos extraordinarios y la calidez de su piel.
las demás niñas se sujetaban de mis brazos y todas me usaban como si fuese un árbol en medio del agua.
De vez en cuando sus cuerpos rozaban mis brazos y manos.
Mi hija cambió de posición y se puso delante mío, dándome la espalda, instintivamente la abracé y le dije al oído, "Te amo Mi princesita", dándole un beso en la mejilla.
Ella más se apegó a mi cuerpo, el cuál reaccionó naturalmente, despertando a mi miembro, que inmediatamente Vane notó cerca de tus nalgas.

Por dejarme llevar estaba a punto de romper con mi conciencia, reaccioné y me separé de ella, Vane también se separó y me miró fijamente a los ojos con una expresión como enojada y desconcertada.
Solo alcancé a decirle: "perdón hija" y salí del agua.
Llegue a casa, ya la gente había salido de la piscina.
entré a la ducha y me preparé para el día de mañana.

Me desperté a las 2 de la mañana ya que unos golpecitos en la puerta me avisaban que alguien me buscaba, me levanté y abrí la puerta, mi niña con su batona floreada y medio dormida me abrazó y me dijo que soñó con mamá.
y que quería dormir conmigo.
Para mi fue realmente tierno, nos acurrucamos como siempre en cama, le di un beso en la frente y ella me preguntó que si quería que me contara su sueño, le respondí que si.

Vane: soñé que mamá estaba sentada en el río, peinando sus largos cabellos, vestía de blanco y sonreía, me senté a su lado, no se escuchaba nada más hasta que una mano se posa en mi hombro, era una bella mujer, de cabello largo y negro, ojos negros y piel trigueña.
También se sentó con nosotras y las 3 reíamos juntas como amigas, hasta que mi madre junto a esa mujer me dijeron al mismo tiempo: "Alex".

Me petrifiqué completamente, sudaba frío, esa era la descripción de mi difunta esposa, jamás le conté de ella a Vane, mi pasado era algo que quería guardar.
Vane me mira medio asustada por como me puse: "Estas bien pá?.

Me recompuse, abracé fuertemente a Vane sin decir una palabra y empecé a llorar.
Vane solo alcanzaba a decir: "porqué lloras pá?" mientras tambien se le salían las lágrimas.

Desperté algo tarde al día siguiente, era lunes, 11 am.
Noté que Vane seguía dormida a mi lado con los ojos enrojecidos.
Tuve que llamar a la escuela y decir que faltaríamos por unos trámites un par de días.

Una señora nos trajo el desayuno y desperté a Vane, ella al verme de inmediato me abrazó fuertemente; "Estas bien papá?, Te molestó lo que te conté?"
Yo: no mi princesa, me hace muy feliz, necesito contarte algo, quiero que salgamos a caminar.

Vane ya mas tranquila terminó de comer y fue a cambiarse de ropa.

Estaba con un top deportivo y un short algo holgado, salimos de casa en dirección al río.

Yo: Vane, debo contarte algo, hace mucho tiempo estuve casado, con una hermosa mujer, pero por problemas de salud ella falleció estando embarazada, así que perdí también a mi hijo.
Yo deseaba tener un hijo desde siempre y me bendicieron con el poder cuidarte y amarte como mi hija, mi bella Vanessa.
Por eso soy muy cuidadoso contigo y algún día conocerás a esa persona que te hará muy feliz y amarás completamente, como yo lo hice con tu madre y mi esposa.

Ya estando en el río.
sentados,seguí contándole:
Yo: Y creo que conociste a mi esposa, es la mujer que estaba a tu lado en tu sueño.

Vane: (algo aturdida y con ojos llorosos me dice): Esa mujer sonreía junto a mi madre, sentía que ambas te amaban papá.

Vane: (ya sonriendo) Y yo siento que te amo como ellas.

Yo: amor, eres mi hija, no debes pensar de esa manera, ese amor es distinto:
Vane: Sé lo que siento por tí.
Y no soy tu hija!

Se levantó enojada corriendo cerca de una cascada en la dirección del río.

La alcancé pero ella trataba de safarce, tropezando calló al río, empapándose toda.

Aunque el momento era dramático, no pude retener reírme de lo sucedido, ella enojada se levanta y me agarra del brazo jalándome fuertemente, ahora ambos estábamos empapados.

Mi risa se fusionó con la suya, mi niña, en el agua me mostraba una hermosa sonrisa, que resplandecía por todos lados, me acerco a ella y le doy un tierno beso en sus estrechos labio, mucho más tierno que el primer beso que le dí a su madre.

Ella al sentirme tan cerca solo me abrazó mientras dejaba que mi boca manejara el momento.

En mi cabeza estaba ese pensar de: "¡Que rayos estoy haciendo!?, Es mi hija" Pero poco a poco se fue callando por la suavidad que mis labios devoraban en ese momento.
Estaba separándome de su boca, como queriendo entrar en razón, pero ella de inmediato volvió a besarme, de forma muy torpe pero carismática, morí dulcemente sus labios, la abrasaba mientras mis manos con vida propia acariciaban su espalda, dentro del agua mis dedos alcanzaban a sentir el filo del short de mi niña, acariciaba delicadamente sus piernas, su piel se erizaba con el contacto y mis dedos se sumergían debajo de la tela del short tocando el encaje de su calzoncito.
mis labios soltaron los suyos, siguiendo pegados a su piel llegando a su cuello, el cual rozaba con mi lengua mientras escuchaba como ella jadeaba.
quería bajar aun mas, pero ese top era muy apretado además que lo que sentía en ese momento no solo era excitación o morbo, era mucho más la sensación de amor por esa niña, por esa mujer, mi princesa; ese amor al que le temía.

La levanté en mis brazos, como toda una princesa y la llevé hasta la casa.
en mi cuarto, aun empapados la llevé a la cama, levantándole el top, tirándolo hacia el qué me importa.
Hundiendo mi rostro entre esas montañas hermosas y paradas.
ella no paraba de jadear, su humedad pasó de ser solo agua de río a un sudor lascivo del contacto sexual.
besé, mordí, saboreé sus colinas, recostados en la cama, ella solo abrazaba mi cabeza, casi enterrando sus uñas en mi cráneo.

Seguí saboreando su cuerpo, tierno, sin marca, sin rasgo de dolencia.
Bajando a su ombligo, enloquecí con el sabor de su piel, ella solo cerraba sus ojos y solo decía, "Te amo", repetidamente.
desabroché el short, bajando lentamente el cierre metálico, liberándola de tal prenda, dejándola con su calzoncito, húmedo con un ácido y dulce aroma, a mujer deseada.

Me quité mi camisa y el pantalón, además del bóxer que no podía impedir que mi miembro deseara contraer matrimonio con el sexo de mi dulce amante.
Besé intensamente sobre su calzón el cual poco a poco deslicé hasta quitarlo de sus largas piernas, besándolas desde el inicio de sus dedos, acercándome a sus rodillas y luego saboreando el interior de sus muslos.

Ella con cada uno de mis movimientos empezaba espontáneamente a arquearse hasta que llegué al inicio de su pelvis, casi si bello, con existencias doradas, de donde brotaba tanto jugo de vida.
que me alimentaría fervientemente en ese momento.

Mis labios besaban como primerizos a sus labios vaginales y mi lengua intentaba separarlos para hundirse en su sabroso ser.

Cada vez ella se agitaba más hasta que se vino por primera vez en mi boca, tomé cada dulce-amargo fluido que desprendía mi niña.
ella volvía a su compostura y relajaba su posición.

Me reincorporé recostándome a su lado hasta notar que estuviera mas relajada, mi miembro, aunque pequeño estaba deseoso por disfrutar de mi amada.

Separé y recogí un poco sus piernas, posicionándome frente a ella, llevando a mi miembro a devorar la sexualidad de mi princesa, ella al sentir que algo tocaba su pubis, abrió los ojos y mirandome deseosa y a la vez algo asustada me dice: "Seré tuya?" Seré tu mujer?"
Le respondo con toda la energía del mundo: "Eres mi Reina, mi esposa y amante"
De un solo impulso penetro su inmaculado ser y la levanto a la vez, quedando ella sentada sobre mí, y con mi miembro completamente insertado en ella, que no podía decir nada, ahoga entre el dolor de su primera penetración y en el profundo beso que pegaba en sus labios, sus lágrimas salían pero no dudó en abrazarme fuertemente con sus brazos y piernas, intentando moverme y cabalgarme.
aún con el dolor, ella respondía naturalmente a mi acción, aguantando el dolor, abriendo paso al placer del sexo entre amantes.

su cuerpo saltaba sobre el mío notando como la expresión de su rostro cambiaba entre adolorida y excitada.
Inicié acelerando cada vez mas las embestidas mientras poco a poco empecé a escuchar risas, ¿qué sucedía?.
Mi pequeña reina reía a viva voz, mientra era insertada por mí, reía y gritaba: "Sí! Sí! Sí!, Te amo, soy tuya, sí".

Mi amada estaba extasiada y yo deseoso de seguir.
Volví a sentir, como el hermoso cuerpo de mi niña se arqueaba, y con leves espasmos soltaba sus fluidos sobre el charco de sudor y sexo entre nosotros.

Yo estaba a punto de venirme, pero mi niña aún tenía 13 años y no quería que un embarazo la importunara, así que saque mi miembro, hice que se pusiera boca abajo y me masturbé colocando mi miembro entre sus nalgas, sin penetrarla, pero si dándome el suficiente placer para venirme en ellas y parte de su espalda.

Quedamos rendidos sobre la cama, todo pensar equivocado se había esfumado, amaba a esa niña, amaba a esa mujer, la deseaba, la necesitaba.
acercándome a su oído, le digo, Te Amo, mi Amor.

Dormimos desnudos un par de horas, ya a las 4 pm despierto, sin ella a mi lado, pero escuchaba la ducha de mi cuarto, me levanté mi vi las manchas en las cobijas y en mi pierna, algo de sangre.
Tuve sexo con mi Hija.
No, eso no.

Hice el amor con mi Reina.

Ingresé al baño, Vane estaba limpiando su entrepierna con mucho cuidado, pues aún le dolía y la anestesia del acto sexual ya había pasado, hago a un lado las cortinas del baño, y beso a mi niña, "Te encuentra bien?" le pregunté, me dijo que sí, pero que le dolía su entrepierna, le dije que era normal ya que era su primera vez, que después del baño mandaría a comprarle analgésicos para que no le doliera.
Ella me abraza y vuelvo a besarla mientras nos duchamos.

Ya con cambios de ropa fuimos al comedor, una de las señoras nos tenía preparado todo un festín, había matado uno de los cerdos, incluso estaba por salir uno de los pasteles del horno.
No entendía lo que estaba pasando.

Vane se sentó en la mesa a esperar la comida, y la señora me dije en voz baja: "Joven Alex, es que usted no sabe las costumbres de aquí, Cuando a una niña la hacen mujer, todo el pueblo lo celebra".

Me quedé congelado, Nos había oído??, Claro, si ambos gritamos todo lo que nos amábamos.
(eso decía en mi cabeza) , qué pensaran las personas de allí, porque tuve sexo con mi hija.

La señora notó mi rostro de preocupación y dijo para tranquilizarme:
Señora: Joven, no se preocupe, sabemos que la niña no es su hija, además, usted es un Señor bien portado y estamos felices que escogiera a la niña Vanessa como su mujer, mire que la señora Amanda (mi tía) ya nos había dicho que dejó a la niña a su cuidado para que se convirtiera en su mujer.
Todo el mundo lo sabe.
(termino de decirme eso con una pequeña risa y un golpe en mi espalda como para despertarme).

Me senté en la mesa, alado de Vane, mientras poco a poco llegaron los acendados a mi cuidado y los trabajadores con sus mujeres e hijos, todos en mesa, brindando por mi felicidad y la alegría de Vanessa.
Aun preocupado me levanto de la mesa, y salí de la casa, la señora de la cocina lo notó y me siguió, me dijo:
Señora: Niño Alex, déjese de pensarlo mucho.

Yo: comprendo las costumbres de aquí, pero Vanesa es menor de edad.

Señora: Jaajajjajajajaj, que bien portadito es usted Niño Alex, mi esposo me sacó de la casa de mi papá a los 11 años.
eso es normal aquí.
Además, usted vive aquí, es el señor de este lugar y usted casi que puede hacer lo que quiera aquí.
Por eso los trabajadores de aquí agradecemos que usted sea una buena persona.

Me terminó dando un abrazo fuerte de madre.
y regresé al comedor, allí pasamos una tarde amena, mientras Vane conversaba abiertamente con sus amiga sobre lo que hicimos mientras todo el mundo las escuchaba y todos me felicitaban, Mi vergüenza se fue convirtiendo en tranquilidad y disfrute de ese momento.
gracias a un par de copas de ron.

Al día siguiente, ya martes, me dispuse a ir al trabajo, a realizar algo de primera prioridad, dispuse mi renuncia como director de la escuela, y que solo estaría como un asistente para las necesidades de la infraestructura, esto se lo explique a una de mis compañeras docentes, ya que ella asumiría mi cargo.
Ella entendió perfectamente el porqué de mi decisión.
ya que es un pueblo chico y todo se sabe.

Desde ese entonces me mantuve como el señor de esas tierras, ganando por la producción del ganado y cultivos.
Vane siguió estudiando, pues yo quería que llegara a la universidad, pero ella quería ser mamá.
La gente del pueblo ya nos trataba como marido y mujer, pero yo quería algo más formal, una boda como mis costumbres.

Llamé a mi tía, ella ya sabía a que venía, ella como representante legal en ese momento de Vanessa, daba su aprobación para que se casara conmigo frente a un juez de justicia de la ciudad más cercana.

Un evento muy lindo donde ya legalmente mi esposa de 16 años, emancipada se pudo cazar conmigo.
sus amigas la llenaron de regalos, mis compañeros docentes asistieron, dándome muchas felicitaciones y "que hermosa esposa te conseguiste".
El comentario de todos.

Vane en sus estudios se mantuvo siempre en alto, eso me hacía muy feliz, ya graduada a sus 17 años decide estudiar veterinaria, para ayudar en nuestro campo.
Yo esperaba que ella se mudara para estudiar, pero ella me sorprendió cuando me pidió que viviéramos en la ciudad, así lo hicimos.

Pero antes volvimos al río, donde junto a un árbol hicimos un arreglo de flores para mi difunta esposa y su madre.

Ahora mientra ella estudia, yo ingresé también a la facultad de agricultura.
para expandir mis conocimientos.

En las vacaciones aprovechamos siempre para volver a nuestro campo, llevando regalos a todos.

.

En mi siguiente relato les contaré como mi esposa me añade a un mundo de costumbres desconocidas para mi.

9812 Lecturas/1 octubre, 2018/0 Comentarios/por sexosintabues
Etiquetas: colegio, mayores, primos, sexo, vacaciones
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