De la ciudad al campo 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por AlexZClow.
Para las vacaciones de primavera no perdíamos oportunidad de volver a nuestro campo, la gente allí nos conocía, y sabían que la llegada de su reina, La señorita Vanessa era momento de festejo.
En las vacaciones aprovechaba para ponerme al día de los sucesos en el pueblo, compraba tierras nuevas y asistía a bautizos, porque era parte de las tradiciones el que el señor de las tierras de su bendición.
Mi esposa visitaba a sus amigas,que ya muchas, si no estaban embarazadas, ya tenían varios niños.
Veía como los ojos de mi reina se iluminaban cuando sostenía y jugaba con los niños.
Así que le dije que intentáramos tener los propios, eso alegró mucho a mi niña.
El tiempo pasó, regresamos a la ciudad, a los estudios, en nuestra intimidad eramos sumamente sueltos, cada locura o idea sucia la llevábamos a cabo, amaba su forma de ser y pensar, seriedad y locura fundidas en un hermoso ser.
Pero el tiempo pasaba y no había embarazo, fuimos al doctor para los exámenes pertinentes, de los cuales nos dijeron que Vane era Infertil, ella rompió en llanto, yo trataba de consolarla, pero buscaríamos al forma, lo bueno es que su útero era bueno para poder procrear, solo que no tenía óvulos útiles para el proceso, así que los doctores nos dieron la opción de la inseminación artificial, con una donante de óvulos.
Me parecía una buena opción, aunque mi esposa de un momento a otro dijo: "así no se hacen los bebes".
Ella había estudiado, se había "culturizado" y me extrañaba esas palabras.
Le pedí que me explicara a que se refería con eso de que así no se hacen los bebés.
No me dio mayor explicación, solo me dijo que ella resolvería lo del embarazo.
El año siguiente volvimos al campo como siempre.
Allí la señora de la cocina conversaba mucho con Vane, y una noche en nuestro dormitorio, mi esposa me susurra al oído:
Vane: Recuerdas cuando de niña me viste bañándome con mis amigas en el río.
Yo: si, fue una hermosa imagen de tu parte.
Vane: Noté que también mirabas a mis amigas y eso que era niñitas sin tetas.
Yo: (algo desconcertado) no entiendo a que quieres llegar con esta conversación.
Vane: (entre risas) ajjaja, no te incomodes, solo se franco conmigo Alex, dime si te hubiese haber cojido con esas niñas en el río junto a mi.
Yo: (entre excitado y consternado) Pues.
nunca e pensado en serte infiel si es a eso a lo que te refieres, tu me has dado todo, y te amo por eso y mucho más.
Vane: ajjaaajajajaj, sigues siendo un niño Alex, creo que te gustaría mucho haber cojido con esas niñas, y no me parece mal, incluso me abría gustado compartir ese momento.
(decía eso mientra acariciaba mi pierna)
Yo: estas loca amor, y te amo por eso (estampándole un beso e iniciando nuestro faje)
al día siguiente, por la mañana mi bella Vane aun dormía, verla así con ese mismo camisón de cuando era una niña, me llenó de morbo, y pensar en sus palabras de la noche me ponía a mil, así que inicié a manosear sus bellos senos, que no perdían forma, y ahora eran mas grandes y sensuales, coloqué mi miembro entre sus nalgas, alcanzando la entrada de su vagina, en inicio mi placer mañanero.
Ella despierta y no pierde momento para seguir con nuestro juego.
Ya desayunando con todos los trabajadores en el gran salón, la señora de la cocina se acerca a la mesa y dice con voz fuerte:
Señora: Escuchen todos, La señorita Vanessa está buscando la ayuda de las niñas del lugar, en la tarde manden a sus hijas con ella.
Al escuchar eso, entendí lo que mi esposa quería con eso.
Creo que se estaba volviendo loca, de inmediato me levanté y fui donde ella para hablar sobre eso, antes de decirle algo a Vanesa, la señora de la cocina me cierra paso y me dice: Niño Alex, ya le explico las cosas.
En la habitación, junto con mi esposa y la señora, me contaron de algunas costumbres del lugar.
que era normal y bueno, que las niñas que ya pudieran quedar preñadas tengas ya su primera experiencia sexual y que no había nadie mejor para eso que yo, como señor de allí.
Miré fijamente a mi esposa, con cara de reclamarle algo, pero la señora dijo:
La idea la tuve yo señor, su mujer vino triste a contarme sobre el problema de su útero, y pues no hay mejor remedio que esto, ya que si alguna de las niñas queda embarazada, la puede reclamar como suya.
No podía crees todo eso, pero mi esposa me dijo:
Vane: no te mentí cuando te dije que me gustaría mucho verte cojiendo a esas niñas, como cuando me lo hiciste a mi.
Yo le decía que eso era diferente, pues yo lo hice por amor.
Ella respondió enseguida: Mi rey, sé que me amas y sé que no dejarás de amarme, yo quiero tener un hijo, y los niños se hacen con amor y placer, quiero disfrutar contigo ese momento, y sé que las niñas estarán muy contentas con estar junto a ti, o acaso no te diste cuenta que mis amigas te comían con la mirada cuando te bañaste con nosotras?.
Esas palabras realmente me tenían prendido y como hombre, no perdería tal oportunidad.
así pasaron las horas, y a eso de las 3 pm, las niñas empezaron a llegar, me preocupé por lo que pensarían mis empleados, pero la señora de la cocina me dejó en claro que ellos ya saben para qué fue el llamado y que ellos están felices por eso.
Salí de la casa y fui directo al río donde me senté a meditar, mientras observaba el río, volvió a mi el recuerdo de cuando las niñas se bañaban y me sinceré verdaderamente, me gustaría mucho el poder disfrutar de esas niñas.
Volviendo a casa veía como varios de los trabajadores salían de mi casa, y algunos me daban las gracias.
Entré y mi esposa estaba conversando en la mesa con 3 chicas, las cuales pasó a presentarme.
La más joven se llama Cristina, tiene 12 años, era delgadita pero se notaba que ya tenía un cuerpo formadito, la señora de la cocina me supo decir que hace un mes ya le habían celebrado a la niña su primera menstruación.
La niña se paró frente a mi y con una sonrisa hermosa dijo: "Hola señor Alex" y volvió a sentarse.
La siguiente se llama Karina, tiene casi 14 años, era medio gordita pero no le quitaba a lo atractiva que era ya que se veía mucho mayor que su edad.
LA señora me indica que Karina acaba de venir a vivir aquí con sus tío, ya que sus papás fallecieron pero que está encantada de poder verlo señor.
La nena se sonroja mientras todos ríen, ella se levanta y se me acerca y dice: "Buenas tardes señor" y volvió a su sitio.
Y por último, la chica mayor, la presentó la señora de la cocina:
Señora: Ella es Carolina, tal vez no se acuerda de ella, pero era su alumna en su escuela, y gracias a usted es muy buena alumna, ella es mi nieta y me complacería mucho si la toma como su consorte, tiene 17 años, pero sigue siendo virgen, siempre la e cuidado.
Realmente era una chica preciosa alta, su pecho era pequeño pero me gustaba como su presencia era de una princesa.
por momentos me recordó a Vanesa.
La chica se levanta, toma mi mano, la estrecha y luego besa mi palma, y dice: Soy Caro, un gusto verlo profesor Alexis.
ME quedé babeando, al momento miré a la señora de la cocina que pasó a soltar varias carcajadas por mi rostro, mientras también veo el rostro de mi esposa, que para sorpresa mía devoraba con la mirada a esas niñas.
Mi esposa me dijo que las niñas merendarían con nosotros para que conversemos y las conozca mejor.
La comida fue algo silenciosa, ya que me daba vergüenza preguntarle algo, y mi esposa aprovechaba para reírse de mi.
Después de comer, fuimos todos a la sala, donde mi esposa había puesto una película de comedia y acción, además de colocar varias mantas sobre el suelo, y dijo que todos nos sentaríamos en el piso, allí con varios almohadones.
Me senté en el centro junto a mi esposa a disfrutar de la película y las niñas a los lados.
Cristy, se recostó en el regazo de mi esposa, KArina, en cambio se puso boca abajo mirando al televisor y sus piernas casi llegaban a mi lugar, y Carol estaba a mi lado abrazando una almohada.
Todos viendo la película, distraídos en eso, bajo mi mirada y noté que las niñas estaban en batonas y que el filo del vestido de Kari estaba algo subido, que me dejaba ver parte de sus piernas y muslos.
Como era medio gordita, sus muslos eras gruesitos, se me antojaban acariciarlos, mi esposa me mira y me susurra al oído:
Vane: Amor, las niñas saben para que vinieron, relájate y disfruta.
Al terminar de decir eso veo como mi esposa acariciaba lentamente sobre el bluzón a Cris, tocándole sus senos.
la niña solo se reía mientras se dejaba hacer por mi esposa.
Eso me prendió y me animo a hacer lo siguiente: con mi pie, empecé a subirle el vestido a Kari un poco más, dejándome ver como su calzoncito se perdía en sus regordetas nalgas, la niña no notaba nada, hasta que le dije:
Yo: Kari, quieres sentarte conmigo?
KAri: Puedo señor?
Yo: claro mi niña.
Se acomodó entre mis piernas y colocaba su cabeza en mi pecho mientras sonreía y veía la película.
Con mi mano izquierda acariciaba su hombro y poco a poco bajé hasta su busto, solo escuchaba cortos suspiros de Karina.
Mi esposa al notar que me estaba animando dijo:
Vane: Kari, me gustaría un beso de tu parte.
Kari: Segura señora?
Vane: si amor, al señor le va a gustar mucho vernos.
Mi esposa trajo a sí el rostro de la regordeta niña y dándole un tierno beso largo y erótico, volvieron a acomodarse en sus lugares, mientras no dejé de acariciar a Kari, ya que ahora tocaba sus muslos.
De repente siento que Carol toma mi mano y se arrima a mi hombro, coloca mi mano derecha sobre sus muslos y me dice al oído, Profe Alex, usted me quiere mucho?
Yo estando a mil no podía responderle, miraba a mi esposa que casi le había quitado el vestido a Cris, y descaradamente le acariciaba su entrepierna, mientras la niña en su regazo chupaba uno de los senos de mi mujer.
No podía creer que mi mujer estaba disfrutando más que yo.
Así que le dije a Kari:
Yo: Kari, mi niña, me haces un favor?
KAri: Claro señor, que desea (mientra yo bajaba mi short y sacaba mi miembro ya despierto)
Yo: Mi niña.
puedes chupar mi pito? eso me gustaría mucho.
KAri: si señor 😀
Yo: por hoy no me digas señor, solo Alex mi chiquita.
Kari: bueno Alex, espero hacerlo como dijo la señora Vanessa.
jajajaj, mi esposa ya había preparado a las niñas para todo.
Carol, se acerca a mi oido y me susurra:
Carol: Alex, yo quiero sentirlo.
Volteo a verla, y sin dejar de acariciar sus piernas, besos sus carnosos labios, mientras que con mi otra mano ayudaba a que Kari introduciera mas mi miembro en su boca.
Mi esposa, extasiada por el momento me dice, ya vuelvo, se levantó y fue al cuarto, y a los pocos minutos regresó con unas tabletas una pomada.
Mi esposa les dijo a todas las niñas que tomaran una pastilla, que son relajantes musculares (supuestamente para que nos duela tanto la primera penetración).
Todas lo tomaron, después hizo que Cris, ya desnuda se pusiera frente a ella, y le pasaba la pomada en al entrada de su vagina, la niña solo suspiraba y le preguntaba a mi señora: para qué es eso?.
Vane: esta pomada es para que su Cuca este tranquilita y no les duela nada.
KAri seguía chupando mi pene, hasta que mi esposa le dijo;
Vane: kari, amor, ven para acá un momento.
La nena se despegó de mi, luego le dijo a Cris, que se sentara sobre mi pito.
Cris, sin dudarlo se acomodó, y bajaba poco a poco.
Se sentía todo muy apretado, pero al sentir la pomada ayudaba mucho para resbalar, la niña preguntó con los ojos cerrados: "ya entró señor?", yo algo absorto en la rica sensación le digo: "Amor, solo déjate caer".
Cris, sin rechistar bajó lo que más pudo, incluso ambos sentimos el desgarre de su himen, la niña soltó un pequeño quejido pero luego dijo que ya no le ardía.
Esa fue mi señal para iniciar mis penetradas, acariciaba sus pechitos en crecimiento y cada vez mas la obligaba a enterrarse mas mi miembro.
Ella jadeaba pero empezó solita a subir y bajar.
Por un momento vi que mi esposa estaba acostada en el piso mientra la gordita de Kari, le bajaba el pantalón y le besaba la concha rasurada de mi mujer mientras Carol destrampaba a mi esposa también en el piso.
Cris dejó de moverse de repente, le pregunté él porqué?
Cris: Señor Alex, es que sentí que me iba a orinar y no quiero mancharlo.
Abrazándola dulcemente de frente le digo:
Yo: amor, eso no es orine, es que estabas a punto de tener tu primer orgasmo.
Ella no entendía a que me refería, así que volví a moverme, y ella solo decía: "ya viene señor, ya viene"
La abracé y seguí mis envestidas a su desvirgada cuca.
Hasta que sentí como corría ese calorcito de mi nenita.
Cris, después de su orgasmo, casi se desmayó, y se la notaba cansada.
La tomé en brazos y la llevé a una de las camas de visitas, mi esposa me seguía y me dijo que limpiaría a la niña mientras yo seguía disfrutando a las otras.
Volví a la sala, Kari se acomodaba su vestido ya que mi esposa la tenía casi desnuda, mientras Carol seguía viendo la tele, tranquila.
Me acerco a Kari y le pregunto:
Yo: mi niña, quieres que hagamos los mismo que hice con Cristina?.
KAri: si quiero Alex.
Yo: bueno amor, pero contigo lo haremos diferente.
Le dije que no se desnudara, y que se acomodara como los perritos a cuatro patas, La nena lo hizo muy contenta, levante su vestido y solo lo acomodé hasta su cintura.
Luego unté un poco de la pomada en su cola.
Esas nalgas y piernas regordetas me llamaban mucho la atención, acomodo mi miembro en la entrada de su cuca y sin decirle nada la clavo.
Hasta donde más podía, a diferencia de Cris, Kari tenía mas espacio en la cuca.
lo que hizo que entrara sin problemas mi miembro, la niña se quejó un poco, pero a lo que me detuve ella me dijo: "Señor Alex, siga, se siente rico".
Como esta niña era gordita y más grandecita quise hacerlo con fuerza, casi como cuando cabalgo a mi esposa.
haciendo que su cara tocara el piso y solo sus nalgas estén en alto.
seguía dándole duro, y con cada embestida la nena soltaba otro quejido, pensé que le hacía daño pero la niña me dijo que le gusta cuando lo sentía adentro.
ya anda me frenaba en mis embestidas, hasta sonaban cuando mis bolas chocaban con sus nalgas, sentí como todo se calentaba más en su interior, y cómo sus fluidos empapaban su cueva, seguí mi rítmico baile aunque la nena ya estaba medio desmallada en el piso.
era casi como sostener una muñeca, y con mucha fuerza me vine dentro de ella.
Saqué mi verga, con un hilito de sangre de la nena.
La levanté y la llevé al dormitorio donde estaba Cris, mi esposa veía televisión allí y me dijo con cara muy lasciva, :
Vane: Mi rey, veo que estas disfrutando de tu fiesta, yo cuido a las niñas, sigue con tus regalos.
Volví a la sala, mi miembro estaba retomando su forma, al ver que Carol, la mas grandesita estaba acostada boca abajo con el vestido subido como Kari, Le dije que para ella tenía algo especial, ella se voltea y me pregunta: "que quiere que haga Profe?".
Mi verga retomaba su tamaño, me acosté en el piso y le dije que se pusiera sobre mi, pero que chupara mi pene mientras yo gozaría con su cuca, Carol sin pensarlo, se acomodó sobre mi, y de inmediato empezó a mamar mi miembro, y no solo lo chupaba, con sus mano lo masturbaba, algo que me encantaba, así mi esposa suele hacerlo.
Yo saboreaba su vagina, se veía algo mas estrecha que la de Kari, pero sin esperar mucho tiempo, ya soltaba sus fluidos sobre mi rostro, sin dudarlo, los saboreaba mientras con mis dedos seguía masturbándola.
la nena aceleraba también el ritmo de mi falo, incluso lo introducía mas en su boca, tanto así que sentía el golpe en su garganta.
Después de que Carol se vino por segunda vez, yo ya estaba listo para eyacular.
Le dije que me vendría en su cuca a lo que ella se levantó y se acomodó sobre mi, introduciendo mi pene dentro sin premura, aunque estaba estrecha, entró todo sin problemas, me siento en el mueble mientras la cargaba sobre mi, y le digo al oído,:
Yo: Sabía que no eras virgen mi niña.
Carol: Profe, disculpe, pero no le cuente eso a mi abuela.
Yo: No te preocupes mi niña, contigo haré algo mucho más especial.
Después de que me cabalgara fuertemente nos vinimos casi al mismo tiempo.
Caro me dijo: Profe, gracias por esto, se sintió muy rico, usted me gustaba desde chiquita.
Yo.
Mi Caro, te quiero mucho, te daré algo muy especial, acomódate en el piso como estaban Kari.
Sin perder tiempo ella estaba en el piso con sus nalgas en alto.
acariciando sus nalguitas, me acerqué a besarlas, las separaba para acercar mi lengua a la entrada de su ano, Caro me decía: Profe, se siente muy rico, me va a meter tu pito por allí?, nunca e hecho eso.
Yo: si mi amor, ese es tu regalo.
Con un poco de pomada colocada en su ano, puse la punta de mi pito en ese agujerito.
Con mi esposa antes de penetrarla analmente, con los dedos ayudaba a dilatar su agujero, pero con esta niña no quiero hacer eso.
Lentamente, pero haciendo fuerza, introduje mi miembro, ella quiso gritar, pero tapé con mi mano su boca, fue casi como luchar contra algo inaccesible, pero entró, y sentía como sus músculos anales aprisionaban mi pito.
Se sentía delicioso, inicié mi vaivén mientras sus ojos lagrimeaban y su cuerpo temblaba del dolor y el escozor de sentir algo extraño en su ano.
Mientras mi mano derecha tapaba su boca, con la izquierda masturbaba su clítoris, eso hizo que su cuerpo se relajara, permitiendo que mi miembro pueda entrar y salir con mayor facilidad.
ella ya no lloraba, en cambio empezó a chupar mis dedos.
ME excitaba por montón.
Cada vez colocaba más de mi peso sobre ella, su cuerpo no aguantaba el mío, terminando totalmente acostada en el piso, mientras era penetrada salvajemente por mi.
ya cuando ella se desmayó y tuvo su orgasmo, noté como se empapó su vagina, saqué mi pene de su ano, no estaba muy sucio, y lo introduje de un solo empujón en si chorreante vagina.
Allí terminé a gusto mientras besaba su cuello y le susurraba al oído, me enamoré de tu culito mi Carol.
Ella, en voz bajita y entrecortada solo me dijo: Profe, le daré un buen niño.
Me levanté ayudándola a pararse, caminamos tomados de la mano hasta la otra habitación.
Allí mi esposa seguía viendo televisión junto a la gordita Kari, mientras acariciaba las nalguitas de la niña, y Cristina dormía junto a ellas.
Vanessa al ver el rostro de Carol, le dijo que vaya al baño, que ella iría a ayudarla.
Pensé acompañarlas pero mi esposa me detuvo diciendo:
Vane: Amor, creo que te olvidas de algo, aún no llenas de tu amor a Cristinita.
Yo: Pero amor, la nena está durmiendo.
Vane: no te preocupes mi rey, no la despertarás, le di un tranquilizante.
Mi esposa y Carol entraron juntas a la ducha, mientras yo tomaba en brazos a Cris, con cuidado.
Mi labor con ella solo era de eyacular en su vagina y pensé en masturbarme.
Pero al verla tan dócil, la acomodé sobre mi, sentados en el sofá, posé su rostro en mi pecho para que siguiera durmiendo, acomodé mi pene y la penetré lentamente, ya listos empecé el subí-baja algo lento para no despertarla.
mi ritmo se aceleraba la levanté y mientras caminaba la seguía penetrando, me acerqué a un espejo y me encantó ver como esa niña tragaba todo mi ser.
Un buen rato así estuvimos hasta que me vine dentro de ella, la lleve a la habitación, aún teniéndola penetrada, la posé en la cama.
Mi esposa y Carol seguían en la ducha, al entrar, vi como Carol lamía la entrepierna de mi Vanessa.
Eso me volvió a prender.
Ingresé con ellas, poniéndome detrás de mi mujer y sin decir nada mas, la penetré analmente.
Mientras Carol se comía al boca de mi esposa, y yo agarraba los senitos de Caro.
Mi esposa se puso en 4 mientras seguí penetrándola, pero ahora ella se comía la concha de Caro.
Después hicimos que Caro se acostara en el suelo de la ducha, yo la penetraba y mi esposa se sentaba en su rostro para que la niña siguiera saboreando sus jugos.
ya cuando me vine dentro de la niña, le dije a mi esposa:
Yo: Mi reina, te amo, se que muy pronto serás madre.
Vane: Mi rey, yo también te amo, disfruté muchísimo esto junto a ti.
Nos bañamos los 3 juntos, luego fui a descansar a mi habitación mientras mi mujer limpiaba nuevamente a Cristinita.
Las 3 nenas durmieron en esa cama, y mi esposa vino al cuarto, acurrucados como siempre, nos abrazamos antes de dormir.
Al día siguiente, al levantarme, mi esposa seguía dormida, caminé hasta la habitación de las visitas y mi sorpresa fue que ya no estaban las niñas.
La señora de la cocina me encuentra parado en al puerta y me dice:
Señora: Niño Alex, las niñas ya regresaron temprano a sus casas, después de un mes les avisarán si alguna está preñada.
Esas palabras me sentaron algo mal, ya que de cierto modo, no solo quería a esas niñas para procrear, sino también para cuidarlas como me pasó con Vanessa.
Vane estaba levantada, cuando la señora dijo eso, y mi esposa se me acercó , vio mi rostro y dijo:
Vane: señora Fátima, mande a llamar a las niñas cuando pueda, que necesito hablar con ellas.
La señora algo extrañada, fue de prisa a buscarlas, las niñas volvieron aún con sus batonas, y mi esposa les preguntó delante de mí.
Vane: Niñas, quieren vivir conmigo y con el señor Alex?.
LA señora no sabía que pasaba, las niñas casi al mismo tiempo respondieron que si.
Mi esposa mandó a llamar luego a los representantes de las otras 2 niñas, para preguntarles si dejarían que ellas se mudaran aquí.
Los tíos de Karina, dijeron que no habría problema, que ellos ya le habían enseñado a la niña a hacer los quehaceres del hogar, que sería una buena mujer, y los padres de Cristinita dijeron que ellos deseaban que Don Alex la hiciera su mujer, para que le de estudios y sea una mujer de bien.
La señora Fátima se acerco a mi esposa, tomándola de las manos y le dio varios besos, y le dijo, Mi señorita Vanessa, cuide mucho a mi niña, que ella lo es todo para mi.
Vivo agradecida por usted y el niño Alex.
Ella los hará muy felices.
Después de eso volví con mi esposa a la ciudad por nuestros estudios, aunque visitábamos periódicamente a las niñas en la hacienda, así estuvimos por 2 años más hasta que mi esposa se graduó como técnica sanitaria en cuidado animal.
Y yo termine mis talleres de cuidado y plantación.
Volvimos al pueblo, allí, a mis 42 años vivía junto a mi esposa una hermosa mujer de 28 años, y mis 3 ahijadas de 15, 17 y 21 años.
con las cuales ya tenía 2 hermosos niños y 3 niñas.
Hablando a solas con Carol, ella me dijo que deseaba ingresar a la universidad, quería estudiar los mismo que Vanessa.
Eso me alegró mucho, le dije que le diría a su abuela para que se mudara con ella a la ciudad, a un depa que compré.
Así la señora Fátima (siempre le dije señora de la cocina) Podía disfrutar de su descanso, ya que hasta sus 82 años seguía estando con nosotros fielmente.
Mi esposa y yo viajaríamos a la ciudad cada 2 semanas a visitarla y a disfrutar juntos, también para llevar a mi hija a visitar a su mami hasta que terminaran sus estudios.
Esta vida me llenó de mucha alegría y me da mucha paz cuando veo el rostro de mi Vanessita que se ilumina cuando juega con sus hijos.
algo que al parecer la llena más que si hubiéramos adoptado o si aplicáramos la la fertilización in-vitrio.
Mas que todo al saber que mi esposa también disfruta de sus aijadas y soy parte de ese morbo.
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