De madres e hijos (parte 3)
Termino haciendo algo terrible de lo que me podría arrepentir toda mi vida..
________________________________________________________
Parte 1:
Parte 2:
– Aaay, mi amor, usted si que sabe culiarme…aaahh… me estas matando, pero me encanta, mijo.
– Aaah… que me decías antes, putita?
– Aaah, siii… queee… tu madreee, mi hermanaaa, es tan putaaa como yo… necesita una buena pijaaa… como la suyaaah sobrinooo… pero es remilgadaaaa… se te va a negar… te va a rechazaaaar… pero en el fondo le gustaaa… como a mi… amabas somos putas incestuosas, unas degeneradaaaas… aaaay… que duele… deme mas, sobrinooo…
– Entonceeees…? Oooh….
– Entonces… vas a tener que obligaaaaaaarlaaaaaah… aaaaay…siii… asi, papitoooo….
– Que hagooo…?
– Violalaaaa AAAAAAAYYYYYYYYY!!!…. siiii, aaaaasiiii…. Soy tu putaaa… culiame, sobrino, méteme tu enorme pija, rompeme la zorraaa…aaaaahhhh aaaaayyyaaaaa….
– Aaaah….ooooh….
– Violaaaaa a tu madreeeee, forzalaaa, obligalaaaaaa… culiatela a la fuerzaaaa… violaaaa a tu mami, sobrinooooooohhh…
Las palabras de mi tía Liliana, resonaban en mi cabeza junto a sus gemidos de puta.
Quede en cogérmela de nuevo cuando mi tío Bruno estuviera de viaje nuevamente, lo que ocurriría recién dentro de dos semanas.
Ademas, habían quedado mas claras mis intenciones, mi oscuros y ocultos deseos por mi madre.
Madre… mamá, mami… esa hermosa y sagrada figura que tantos años había tomado como una santa, alguien a quien quería y respetaba, hoy era una imagen destrozada, rota, hecha mil pedazos, tras haberla visto coger con el hijo de puta de mi primo Matías.
Aun tenia ganas de darle una buena paliza al retrasado, pero no podía.
Los días pasaron como de costumbre.
Mis deseos por mi madre no se detuvieron y continuaba viéndola con ojos de hombre sediento de sexo.
Cuando no estaba mi hermano, o cuando éramos solo mi madre y yo en el mismo lugar, yo no disimulaba mucho en quedarme mirándole el culo, o ese hermoso sapo, esos labios vaginales gordos que las calzas le hacían lucir.
O sus tetas.
En mas de una ocasión, casi me paso de la mano.
Una vez ocurrió que ella estaba en el pasillo, agachada, atándose las zapatillas, y yo, aprovechando que el pasillo tiene mala iluminación, fingí estar distraído con mi teléfono, para avanzar, y chocar con ella, apoyándole mi paquete en su culo.
Me funciono perfecto las dos primeras veces, pero ya era demasiada coincidencia para una tercera, y comenzó a sospechar.
Ya se notaba en el ambiente cierta tensión entre ella y yo, al punto que mi hermano lo noto y me pregunto que onda.
– Que onda con la vieja y vos? Están raros.
– Nada, Pato… que entro al cuarto cuando yo estaba en plena faena… dándole a Manuela Soledad Palma.
– Aaah… oh, nooo… que feo, chabón.
Le eché la culpa a mi madre, o di a entender que ella es quien se había equivocado.
Lo verdad es que pensándolo, si mi hermano se enteraba, se moría, el era inocente, ingenuo. Si yo era el mas fuerte y todo el asunto me afecto feo, para mi hermano seria muchísimo peor.
Estuvo muy deprimido cuando falleció nuestro padre, hace mas de 10 años.
No salía de su cuarto, se encerraba a jugar videojuegos todo el día, sus notas iban fatal.
Al final nuestra mamá nos llevo al psicólogo a los dos, cosa que yo no necesite mucho, pero si Patricio.
No, si se enteraba de las degeneraciones familiares, el incesto, y lo que yo estaba por hacerle a nuestra madre, capaz se pegaba un tiro.
Para colmo me enteré de que había cortado con su novia, así que el prospecto era aun mas fatal.
No, mi hermano quedaría fuera de todo esto, por su propio bien.
Como dije, mi madre ya se sospechaba algo, se lo veía venir, así que medio que cambio sus planes de improviso.
Un par de veces, cancelo sus salidas con mi primo, argumentando que se sentía mal, o que le dolía el pie.
La primera vez que lo escuché, pensé que era cierto.
Pero cuando ya la tercera o cuarta vez, le puso esa misma escusa a mi primo, y la veía caminar mas que bien, ahí sospeche yo.
Así que un poco también trate de calmarme.
Pasaron un par de días en que todo estuvo calmo, yo trate de centrarme lo mas posible en mi trabajo, esperando que el viernes de esa semana, mi tío le tocaba viaje de nuevo, con lo cual yo podría ver a mi tía Lily, y así calmar mis necesidades sexuales.
Es difícil liberar la bestia sexual que uno tiene dentro, cortar las limitaciones y luego quedarse tranquilo cuando se esta caliente.
Llego el Martes un poco tarde, por culpa de un envió retrasado, y mi madre no estaba en casa, solo se encontraba mi hermano.
– Y Mamá…?
– Ah, salió a sus caminatas con el Maty, que andaba rehincha pelota. No sé como la vieja se lo banca al tipo ese.
– Y… mamá tiene paciencia, no como nosotros…
Pensé inmediatamente que hacer.
Quería confirmar si volvían a las andadas, además de que la desesperación sexual me tenia de los nervios.
Así que luego de ir a mi habitación y volver, simule tener una llamada en que requerían mis servicios.
– “No me jodas, Mario (el nombre de mi compañero de trabajo). Pero si el empaque estaba bien, como lo perdieron??” – Simule cortar. – Pero la puta madre, que manga de inútiles, che… Pato, voy a tener que volver al trabajo. Cualquier cosa me llaman.
Tome mi campera y salí como puteando a los cuatro vientos.
Mi hermano estaba prendido de una película, así que media pelota me dio.
Inmediatamente arranque para el lado del sendero que mi vieja suele tomar.
Sali corriendo en punto, a ver si los alcanzaba.
Luego de varios minutos, llegué a la pendiente de siempre, que luego daba a la recta en donde los vi coger la última vez.
Agradezco que iba vestido de negro, y estaba oscuro, por que escuche sus voces tan cerca, que aduras penas me dio tiempo a reaccionar y esconderme.
– Dele tía… un ratito nomas.
– No, Maty que nos pueden descubrir.
– Una paja nomas, no sea mala tía…
Mi primo se comportaba como un niño malcriado, que quería coger o hacer algo sexual.
– El Jueves vemos, sí? Si la cosa se calma, y mi hijo no sospecha, volvemos a coger. Pero mientras no. No insistas.
Se fueron alejando por el sendero de vuelta.
Yo respire aliviado y recupere mi aliento.
Hoy no ocurrió nada, pero seguro el Jueves si.
Tenia que darle chance de que mi madre se relaje, se confié.
Decidí recorrerme el sendero en la otra dirección, la de ida, para hacer tiempo.
También, se me ocurrió volver al lugar en donde los encontré cogiendo la otra vez.
Al llegar ahí, pude notar como ya tenían preparado todo. No me había dado cuenta antes, pero el lugar en donde cogían estaba perfectamente escondido de la vista de todos.
Estaba bajo unos arboles frondosos, lo cual los cubría del clima. Había pasto suave alrededor, y las matas cercanas eran bien tupidas y cerradas.
Ahí note que me podrían haber descubierto la otra vez por que había como una entrada agachándose un poco, cosa que yo me mande por encima de los matorrales.
Incluso, note que habían muchos cartones en un rincón, doblados, resguardados con unas bolsas, esperando ser usados.
Mi curiosidad pudo mas y los saque e inspeccione.
Tenían algunas manchas evidentes, incluso un poco aplastados en la forma del culo de mi mamá, lo cual me pareció gracioso: un culo perfecto.
Incluso se veían unas cajas de preservativos tirados en un rincón. Al menos se cuidaban, aunque no sé por que si mi madre ya no podía quedar preñada.
Por un lado, lo veía mejor, ya que la concha de mi mami no seria contaminada ni manchada por el asqueroso semen de mi primo.
Yo en cambio, no usaría ningún preservativo con mi madre, como tampoco lo use con mi tía.
Somos familia después de todo.
Luego de dejar todo lo mas intacto que estaba, me aleje del lugar.
Aun no sabría que hacer, pero si quería verlos de nuevo. Creo que quería confirmar que mi madre era una puta, para justificar mis actos.
Me limpie lo mas posible, antes de volver a la casa.
Al llegar, veo a mi madre preparando la cena:
– Ah, llegaste, Andy, donde estabas?
– Pato no te dijo?
– Dijo que llegaste y te fuiste…
– Si será boludo… me llamaron del trabajo por un problema de envíos. Pensé que se dio cuenta.
Mi hermano apareció por el pasillo:
– Yo no te escuche, no preste atención a lo que hablabas por el teléfono… además si no dijiste. El boludo sos vos.
Con mi hermano nos hicimos fuck, lo clásico cuando peleamos.
En eso, a mi mamá se le escapo algo que intento disimular…
– Uy, si hubiera sabido…
Yo la escuche claramente, pero me hice el boludo.
En lugar de eso, implemente parte de mi plan.
– Bueno, la cosa es que por culpa del empleado nuevo, vamos a tener que salir un poco mas tarde.
Vendió las unidades de las que tenemos, así que mañana toca quedarse un poco mas, pero lo peor viene el jueves…
Había pensado en esa exageración durante el camino.
– Que? Que pasa el Jueves?- pregunto mi mamá atenta y entusiasmada.
Dentro mío, sabía que estaba mordiendo el anzuelo.
– Nada, que se nos juntan como 4 camiones a la tarde. Dos que hay que descargar, y enseguida los otros dos que hay que cargar y despachar.
– Pero vos no estas en la parte administrativa?
– Si, yo llevo la lista y esas cosas, pero los camiones hay que descargarlos rápido y hacen falta manos. Y la empresa ni en joda quiere contratar personal nuevo para esto. Sino, te llevaba, guacho…
– Noooo…! Ni en pedo. El jueves tengo parcial, así que también me toca salir tarde.
Mi madre seguía atenta y entusiasmada a lo que decíamos.
– Por otro lado, mejor, por que son horas extras que nos van a tener que pagar, pero por el otro, es quedarse a trabajar después de hora. Yo creo que hasta las 9, 10 de la noche, no salimos. Con suerte.
Logre ver como mi mamá, intentaba disimular una sonrisa en su rostro.
– Bueno, ya esta bien, anda a lavarte las manos y a cenar.
La cena fue normal…
Luego me di un buen baño, y me fui a dormir, por que de verdad estaba cansado, ya sea por haber salido un poco mas tarde y por la expedición por el campo.
Llego el miércoles, y salí a un horario normal.
En lugar de ir a la casa, me fui directo al bosque.
Sabia que hoy no era día de salida, y quería explorar el lugar.
Llegue al lugar, con mas luz, mejor iluminado todo.
Todo se encontraba tal cual estaba el día anterior.
Pude ver mas detalles, como que si bien la zona tenía algunas piedras, ahí hasta las habían sacado, había preparado el piso y las arrojaron a un costado.
Me puse a explorar mejor los alrededores, por que si iba a volver al día siguiente, necesitaba un mejor camino de acercamiento.
Es decir, si yo salía a ese horario, casi me iba a adelantar a ellos, y me los podría encontrar antes de tiempo.
Luego de varios minutos de recorrer todo, establecí una ruta segura, la limpié de ramas grandes y pequeñas de manera de acercarme sin hacer ruido, e incluso pude establecer un pequeño a unos pocos metros de donde estarían ellos.
Llego el día Jueves.
La hora de salida, se me hizo eterna.
Era el horario de siempre, pero estaba ansioso por que llegue la hora de mi plan.
Eso y que sabia que hoy a la madrugada, mi tío Bruno se iba de viaje al norte. Dos días de ida, dos días de vuelta.
Esto lo sabia por que su empresa de camiones, trabaja de tanto en tanto con nosotros. No siempre, pero puedo obtener la información.
La espera se hizo larga, pero llego.
Antes de salir del trabajo, fui al baño, no sea cosa que las ganas de orinar me arruinen el plan.
Digo, siempre puedo orinar por ahí en el bosque, pero no es conveniente.
Salía caminado apurado al lugar.
Unos compañeros me invitaron a tomar una cerveza, pero desistí.
Se rieron, e incluso se burlaron de que yo estaba muy apurado.
Les di a entender de que tenia algo especial, una minita… y ahí dejaron de molestarme.
Me costo caminar tranquilo al lugar, pero trataba de que la emoción no me ganara.
Por otro lado y para relajarme y hacer tiempo, me detuve a comprar una botella de agua mineral y algo para comer rápido. No sea cosa que mis tripas me delaten por el hambre.
Llegue al inicio del sendero a las 4.55. Mire hacia el lado de mi casa, pero no vi ni a mi primo ni mi madre.
Ingrese, y comencé la larga caminata de varios minutos.
Como 10 minutos después, llegue a la primera bifurcación: una iba hacia la izquierda, al camino que siempre tomaba mi mamá.
La otra, la de la derecha, era un camino mas largo, que iba un poco en bajada. Ese fue el camino que tome.
Verán, descubrí que el lugar en donde se juntaban a coger, estaba mas cerca del sendero de la derecha. No mucho mas, pero había una gran cuesta arriba.
Era mas agotador, si, pero mas seguro y tranquilo también, ya que nadie usaba el sendero de la derecha. Esa misma bajada, mucho mas adelante se convertía en una brutal cuesta.
Comencé a descender por la bajada, y al llegar al punto exacto que había marcado disimuladamente, comencé a subir a campo traviesa, no sin antes eliminar el palito que había enterrado como marcación el día anterior.
Mi plan debía ser perfecto.
Los nervios, la emoción, todo aceleraba mi corazón, al punto que ni sentí la pendiente.
Llegue por fin a una zona mas plana, y ahí me dispuse a beber un poco. Ya me había comido mucho antes el sanguche que había comprado, y ahora necesitaba el agua.
Luego de un par de sorbos, continue camino.
A cierto punto, comenzaba el sigilo.
No había ni se escuchaba nadie a lo lejos, pero igual debía prevenir cualquier cosa.
Llegue, por fin, al lugar, a mi escondite.
Seguí unos pasos mas y estaba todo vacío. Aun no llegaban.
Volví a mi escondite, me oculte, me acomode de manera de no acalámbrame, y me dispuse a esperar.
No pasaron ni 10 minutos, se escucharon las voces de mi primo, con todo un escandalo a cuestas.
– Rápido, tía Isabel…
– Cálmate, queres? Y no hagas tanto escándalo.
– Ya poh tía, si acá nadie nos escucha.
– Pero igual, cálmate o no cogemos. No hagas tanto lio.
– Lo que uste’ mande, tía.
Llegaron, y comenzaron a preparar el lugar.
A poner los cartones, a sacarse parte de la ropa… y es que no me había dado cuenta, pero el lugar era tan cerrado y tranquilo, que comencé a tener un poco de calor.
Como pude, tratando de no hacer ruido, me quite la campera.
Ellos seguían en preparaciones.
Ahí pude ver a mi mamá, agachada, con su hermoso y sabroso culo paradito, apuntando hacia mi, con sus típicos pliegues vaginales marcándose abajo. Tuve una erección a medias, en parte por los nervios.
Mi primo, era bastante estúpido, torpe. Lo cual no me extrañaba.
Mi mamá, se bajo las calzas, y me dejo ver en casi toda su gloria ese hermoso sapo peludo que tiene. El lugar por donde salí.
Mi primo estaba medio desesperado, y mi madre lo detuvo:
– Cálmate. Deja, no me la chupes, vos no sabes chuparme la concha.- y acto seguido, mi mamá comenzó a pajearse para mojarse, mientras mi primo la veía jalándose su pene, mientras yo lo observaba silenciosamente a sus espaldas.
Me estaba dando calentura y bronca.
Yo debía cogérmela y no él.
Ni siquiera era capaz de calentarla.
Y por lo que veía y entendía, también era malo para coger.
Mi mamá ya estaba gimiendo.
– Ya poh tía…
– Aaaah… espera que acabe primero así lubrico bien…aaaahh…
– Pucha tia…!
Mi primo se quejaba como un nene, mientras mi verga pedía a gritos salir de mi pantalón.
– Ya casi…aaaaaah, aaaaahhhh….
– (Turuito turuoito… pip pip piip…)
Tanto planeamiento, tanto detalle y como muy imbécil que soy, jamás se me ocurrió apagar el puto teléfono!
Mi madre se detuvo en el acto, mirando hacia donde estaba yo. Mi primo se paro del susto, y se subió los pantalones, también mirando en mi dirección.
Todo se había ido a la mierda… pero recordé lo que me dijo mi tía Lily cuando me la estaba ensartando al medio:
“Mi hermana es tan puta como yo. Se va a negar, no va a querer, pero le encanta el pico. Tienes que culeártela a la fuerza, tienes que VIOLARLA BIEN RICO”.
Me levante del lugar y en dos o tres pasos ya estaba con ellos.
Ambos tenían una cara de espanto en sus ojos.
Yo mire a mi primo, y le pegue. Pero no en la cara, sino una buena patada en los huevos, y luego en el culo.
Muy seriamente, pero sin gritarle, le advertí:
– Ándate de acá pendejo hijo de puta, o te rompo la cabeza. Y no se te ocurre volver o decirle a alguien, por que te voy a meter preso, entendes? PRESO.
Yo sabia que mi primo, por ser como es, le tenía miedo a la policía. Es mas, ya en una comisaria cercana lo tenia tachado como mitómano.
Mi primo salió corriendo asustado.
– Hijo…Andy…Andrés… yo te lo puedo explicar, hijo mío… bebé… es un mal entendido.- dijo mi madre en un tono asustado. Aun se encontraba paralizada, desnuda, y con la concha peluda mojada.
– Lo único que tengo que entender, mamá, es que descubrí que sos una puta, como tu hermana. Que no entendes razones y te encantan las pijas y el incesto. Sos una degenerada.
– Hijo…
– Y yo también soy un degenerado.
Inmediatamente comencé a desabrochar mis pantalones, a sacarme las zapatillas, a desvestirme.
-Para, que haces…???
No le respondí pese a sus suplicas.
Aprovechando que el susto la tenia paralizada, me sumergi entre sus piernas y comencé a chuparle la vulva carnosa, mucho mas carnosa que la de mi tía.
Y el olor a hembra, era también intenso.
Mi verga estaba a tope, pero queria comerle la concha bien, antes de penetrarla.
– No, Andy, para…soy tu madre… Andres… Andres ******* ***** (mi nombre completo).- Me pareció gracioso como intento usar mi nombre completo para hacerse respetar.
Yo seguía prendido de su concha, la cual estaba rígida, apretada. Mi lengua podía saborear también su culo, su ano. Podía sentir como se le fruncia el orto con cada lamida.
También como la muy puta iba aflojando y mojándose mas.
– Noo… paaaraaaah….aaaayyy…. tranquilo… paraaaah….bastaaaa… por favoooor….hijoooo…
Me incorpore, y mirandola a los ojos le dije:
– Hora de que te comas entera esta pija, mamá. Quieras o no, ahora sos mi puta.
– NNOOOOOOOO… PARAAAAA! AAAAHHH….AAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYAAAAAAAA…. MEEEDUUUUEEELEEEEEE…
Mi verga ya le estaba entrando completa.
Mi enorme glande, había pasado el anillo vaginal de su entrada, y no había nada que la detuviera.
Ya estaba dentro de mi madre, y me la estaba cogiendo rico.
Sus gritos me recordaron a mi tía. Ambas gritaban y jadeaban similar.
Incluso mis embestidas, iban dando lugar al placer de mi mamá.
– Aaaaah….aaay…aaayaa….ooohhhh….paraaaa…noooo….aaaaaaaaaaah….aaaaay….paaaaraaaa…aaaaaaaaaaahh…que meee…que acaaaa…acaabooo…aaaah….aaaay…aaah. aaaahahahahahahahahahaha…maassss…aaaaaaaaaa…ahí, ahiiii aaaaaaaaaaah….AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYDUELEEEEEEE.AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH…..
Su grito fue monumental, fuerte… mas que mi tía.
Cuando me incline a ver nuestros genitales unidos, mi madre se había meado, había tenido una eyaculación tremenda, y ambos estábamos empapados.
Sus piernas temblaban.
Pero yo no había acabado, por suerte, así que continue, sin dejarla descansar.
– Noo…paraaa. Déjame… déjame descansaaar… aaah, paraaaa…bastaaaa… aaaay… paraaaa. PARAAA CARAJOOOO!
– Paf!
Cuando me grito asi, le di una cachetada.
– Escucha mami, ahora sos mi puta, hoy y para siempre y yo te cojo como quieras entendes?
Luego la bese.
Nos unimos en un beso de lengua en el cual se mezclaron algunos de sus vellos púbicos que yo aun tenia en mis labios de cuando le había chupado la vulva carnosa.
Sus labios de la boca también eran carnosos. Carnosos y duros, lo cual se sentía aun mejor.
Claramente la putita de mi mamá, era buena para besar y seguro para chupar la pija.
Nuestras lenguas nadaban en nuestra saliva mezclada, que se escapaba por la comisura de nuestros labios, mientras yo seguía empujando y penetrándola intensamente.
No me di cuenta de cuando fue, pero sus piernas gorditas, ya me tenían atrapado, lo mismo que sus manos.
Una de sus manos incluso ya estaba posada sobre mi culo, marcando el ritmo.
La deje respirar…y hablar.
– Pendejo de mierda, soy tu madre…aaahhh…
– Y…? No te puedo coger ricooo?
– No esperabaaa que me violaraaaas… aaaah…
– Mami… mamá…
– Queee hijotooo…aaah…
– Te quiero mamiii…
– Mi bebee lindooo…aaahh… me encantaaaa tu vergaaa…
– Promete que ahora solo yo te voy a coger…
– Mi amor… mi hijitooohh…
– Prometemelooo… no mas coger con ese retrasado.
– Pero es que hay que calmarlooo…aaah…
– Que lo calme su madre… si también es puta y se lo cogiaa…
– Si…? Como lo sabes, mi amor…?
– Por que me cogi a la tía Lily la semana pasadaaa… le llena la concha de leche… como te la voy a llenar a vos…
– Aaaaay… mi amor… hijitooo… aaasiii… asiii cógete a tu madre… a tu putaa madreee… aaaaaaahhhh…
Continuamos cogiendo un rato mas, de manera controlada, sin acabar rápido.
– Te gusta que tu hijo te viole, noooo…? Mamiii… aaaah…
– Sos uno hijo de puta violando a tu madre, tu propia madree…aaaaaaaaaaaaaaaaah….
– La tengo como papá…?
– No, ni por asomooo… vos la tenes aun mas grandeee… y me encantaaaa…
– Si fueras mas joven, te dejaría preñadaaa… por que sos mia, mi hembraaa…
– Noo… como se te ocurre semejante barbaridad…? Oooohhh… No podes embarazar a tu madreee… aaaaahhh…que pensaria la gente… aaaayyyaaa… aaaaah… una familia de degenerados… un hijo que dejo a su madre preñadaaaa…aaaah…
– No te gusta…?
– No, por favor, no acabes dentro miooo… no me dejes preñada… no quiero un hijo tuyo… eso esta maaaal…aaaaaaahhh…. Por favor, paraaa…bastaaaaaaaahhhhhhhh…. Baaaastaaa hiiiijoooo… noooo siiiiiiigaaaaaas…aaaaaaaaaaaaayyyyy…
– Callate, putaaa…(paf)…
– Aaaay, noooo… NOOO… BAAASTAAAA…PAAARAAAA…ME ESTAAAAS PREÑAAANDOOOO…PAAARAAA HIIJOO…AAAAAAY…AAAAAAHHH…NOOOOO…AAAAAAAAAAAAAAAAAH…AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY……!!!!!!!!!!
– AAAAAAAAAAAAAAAAGGGGGGGGHHHHHHH!!!!!!
Desperté unos cuantos minutos después… o eso creo…
La terrible acabada, me hizo eyacular tanto, y la emoción de violar a mi madre fue tanta, que creo me desmaye.
Lo mismo le ocurrió a mi mami, quien ahora estaba inconsciente.
Aun estaba dentro de ella. Podía sentir como la llene de leche, y como ella también eyaculo mucho, prácticamente bañándonos.
Estábamos pegajosos ahí abajo.
Mi verga aun estaba parada y dura, aunque delicada.
– Mamá… mami…- comencé a besarla en la boca para despertarla suavemente.
– Eh? Que? Que paso?
– Nos quedamos dormidos o algo así.
– Tuve un sueño… para, no…fue real? Me violaste? Aun tenes tu verga dentro mío????
– Si… queres mas…?
-… (paf!)
– Por que me pegas, mami?
– Por que me violaste…
– Pero te encanto, no?
– No importa, me violaste. No entendes la gravedad de eso?
– Bueno, agradécele a la puta de tu hermana que me dijo que te violara, te culeara a la fuerza.
– Esa hijade puta…
– Ya esta, ya me la cogí bien rico como a vos. Como me la voy a coger de nuevo, y como te voy a coger de nuevo a vos de ahora en adelante.
– Ya quisieras…
– Aun te tengo la verga dentro… obedeceee, putitaaa…- le dije mientras empujaba mi verga a lo profundo de su sapo.
– Aaaahhh…paraaa, hijooo… estoy delicadaaa…
– Delicada o sensible?
– Mmm… es que la tenes muy grande, y me llena toda…
Yo continue empujando y moviéndome de nuevo, mientras veía su cara de placer.
Al poco tiempo, ya teníamos un ritmo suave de nuevo, e íbamos por un segundo polvo.
-Aaaah… aaaayy, gijitoooo… que hermosa pija que tenes… me encantaaaa….aaasiii… coegete a mamáaaaahh aaaaaaah…aaaaayyyy…seeee… maaaaaas…. Maaaass… dameee maaaaaas…. Bebeee… mi hijitooooh….
Toma, chupa tetaaaa…
Mientras se sacaba las tetas al aire, yo se las chupaba como un enajenado, mientras continuaba bombeando mi verga dentro de mi madre.
Quien lo habría pensado… estábamos teniendo el mejor sexo del mundo, un hijo cogiéndose a su propia madre.. una hermosa relación incestuosa, prohibida, mal vista… cogiendo en el bosque como dos animales apareándose.
– Aaaaaah, hijitoooo aaaasiiii daaaamee maaas, siiii….segui aaasiiii…te amoo, hijooo…amo tu vergotaaa…. Llenameee de tu leeecheee…. Cogemeeee!!!
Sus gritos eran suaves pero intensos.
– Aaaaah…mamáaa…maaamii…mamita mi amor… te amooo…sos miaaa, solo miaa… mi putaaa…
– AAAAAAAAAAAYYYYYAAAAAAAAAAAAAHHH…!!!
– Ohhhhhhhhhhhhh!!!
Nos fundimos en otra hermosa eyaculación juntos, que festejamos con un beso de amantes.
– Muack, muackte amohijomuack…
– Mmmshotambienmamimuackmuackmmm…. – nos decíamos entre beso y beso, culminando en un beso de lengua.
Mi fantasía mas loca hasta ese momento, se había cumplido.
Mi madre era ahora mi puta.
Pero no me imaginaba lo que el destino me tenia reservado aun.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!