De un mismo hombre
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola chicos y chicas que leen este sitio. El siguiente relato es totalmente cierto y sucedió hace dos años. En ese entonces yo tenía 19 años y estaba con las hormonas locas. Mantenía sexo frecuente con mi novio David.
Mi madre es una mujer madura, pero es come años, es decir no aparenta la edad que tiene, tiene un rostro bellisimo, dos buenos senos que para mi suerte he heredado, no se ha dejado engordar y es muy atractiva, su peor error es que seguía enamorada de mi padre, que resultó un canalla y vividor, llega una o dos veces al año y luego no abandona por buenas temporadas, luego vuelve y mi madre siempre lo perdona.
En esos días del relato, mi madre estaba alquilando una pieza dentro de la casa, para ganar unos centavos extras, respondió ál anuncio un hombre de unos 35, maduro, pero lindisimo, alto, moreno claro, buena constitución, resultó ser un caballero, atento, educado y muy caliente, sobre todo bien proporcionado sexualmente, Herman debe tener un miembro que debe superar las 7 pulgadas de dura carne.
Herman rapidamente se adaptó a la familia, que somos tres, mi madre, mi hermano menor y yo. Herman es casado y estaría cierto tiempo mientras terminaba un proyecto de desarrollo para esa provincia. Debo decir que Herman es un hombre muy varonil, su voz, su cuerpo y su mirada son cautivadoras. El se fue fijando en mi y yo en él, solo intercambiabamos miradas de fuego, y en una ocasión que el pasó su fin de semana con nosotros sucedió. Le pidió permiso a mi madre para ir a un mall (centro comercial) conmigo, quería comprarle un regalo a su hija y quería mi opinión. Yo me sentí bien acompañarlo, luego pidió permiso a mi madre para cenar y luego regresar a casa. Durante el regreso, empezamos a cachondear en el auto, yo me acostaba en su hombro, el me acariciaba el cabello y de pronto nuestros labios se unieron, el detuvo el auto a la orilla del camino y comenzamos a besarnos con mucha pasión, el metio sus manos debajo de mi blusa para acariciarme los senos, luego los mamó con maestria, me mojé toda solo con sus besos en mi bubis. Yo le apretaba su pija con una de mis manos y alli me di cuenta que Herman estaba bien dotado.
Llegamos a la casa, yo fui a la recamara de mamá y me anuncié, ella estaba viendo televisión acostada y casi estaba dormitando. Fui a mi habitación (donde había dejado a Herman) y comenzamos a besarnos y desvestirnos. Herman me desvistió todita y me abrió las piernas para comerse mi chochito, ohhhh que forma de usar la boca y la lengua en mi cuquita, me volvió loca, tenía que taparme la boca con sus manos para evitar que se oyera en toda la casa, me chupó hasta la redondez de mi ano, me hizo correrme de forme intensa.
Luego me coloqué en cuatro para devolverle el favor y comerme su enorme polla, era larga y gorda, apenas podía ponerla dentro de mi boca, se fue poniendo rigida, comparada con la de mi novio, era mucho más grande. Me hizo mamarle sus guevos, eso lo descontroló un poco y tomando la iniciativa, me abrió las piernas y me penetró duro, eso me encantó, empecé a pedirle más y más duro, hasta correrme. Herman me ponia en diferentes posicones y me daba duro, yo sentía que su polla me llegaba al estomago o que me desgarraba mi cuca. El placer era exquisito.
Después me puso en cuatro para penetrarme al estilo perruno, me la metía y la sacaba para hundirmela profundo, yo estaba loca gritando y gimiendo. Herman me metia un dedo en el culo, al principio me puso incomoda, pero luego me hizo gozar más la penetrada que me daba. Herman se corrió, pero antes me acostó y me bañó de leche todo el cuerpo, fue una buena cantidad la que sacó su verga.
Crei que sería todo, pero Herman me puso a mamarle su polla, me tragué todo el semen que estaba impregado en su tronco, poco a poco se fue ponienda rigida su verga de nuevo, luego me dijo que me montara sobre ella. No dudé en hacerlo ya que era una de mis posiciones preferidas, lo cabalgué duro mientras el me apretaba los senos y los mamaba, o me insertaba un dedo de nuevo entre mis nalgas, yo aceleré y me encaminé a otra corrida, solo que ahora Herman también se fue, quiso sacar su verga de mi vagina, pero le dije que no lo hiciera, yo ya tomaba anticonceptivas por mi novio, asi que sentí su lechita caliente regarse dentro de mi chochito, al final estabamos rendidos, se puso los calzoncillos jaló su ropa, me dio un beso en la boca y me dijo que había estado espectacular, que había que repetirlo, pero que se iba no vaya a ser que mi madre se despertara y nos encontrara.
Durante la siguiente semana lo hicimos varias veces, en una de ella me desfloró mi culito virgen, era notorio que a él le gustaba eso, ya que en las veces anteriores que lo hicimos, siempre me metía un dedo en mi ano. Primero me comió el culito y me puso un poco de cremita de manos que yo tenía en mi marquesa, a pesar de eso me dolio un mundo cuando me la hundió por ese mi huequito, me puse un puño en la boca para no gritar. Me cogió lentamente y casi al final pude sentir placer, yo sabía las proximas veces serían mejores, y asi fue, hasta que me hizo correr a través de mi culito.
Todo iba muy bien, hasta que un día que regresé a la casa, fui a la habitación de Herman y no lo encontré, vi que estaban sus cosas, pero él no estaba, al pasar por la habitación de mi madre oí ruidos, al acercarme esos ruidos se volvieron gemidos y luego gritos, era mi madre, los gemidos eran de una mujer en pleno goce sexual. Luego oi la voz de Herman, era él y mi mamá, mi primera intención fue abrir la puerta y gritarles algo, pero me tranquilice y me dije que siendo mi papá un canalla, mi madre tenía derecho de seguir viviendo.
Fue asi que descubrí que Herman se cuelaba a mi madre, posiblemente la cogía hasta antes que a mi, nunca me lo dijo. Pero con mi madre compartimos esa tremenda polla por varios meses. No sé si mi mamá sabía que Herman me cogía a mi también, pero en fondo se que ella lo sabía, pero nunca le dijo nada.
Fue una caliente aventura.
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