Deflorada
Anécdota de mi defloracion .
Hola gente, soy una joven de 25 años actualmente, les voy a relatar mi primera vez a los 15 años, espero les guste.
Me describo, soy de 1,70, 82, 59, 93, cabellos rubios, ojos color verde, tengo el físico bastante llamativo, cintura marcada y nalgas redondas y duras.
Desde los 10 años destaqué de entre mis compañeras, amigas y primas, mi cuerpo tuvo cambios desde los 12 años, para los 14, ya tenía bien formado todo, aparentaba incluso mayor para la edad que tenía, nunca me comporté como nenita, siempre me juntaba con personas mayores, prácticamente salté la etapa de preadolescencia, tengo solo hermanos y muchos primos, me crié con puros varones.
Desde que tenía 14 años, tuve mucha curiosidad sobre las relaciones íntimas, tenía noviecitos en el colegio, aprendí rápido a besar, acariciar, pero, hasta eso llegaba.
Recuerdo que desde que cumplí 15 años iba a ducharme y me tocaba mis partes, ya había leído sobre la masturbación y lo experimentaba todos los días, llegaba al orgasmo casi siempre, me ganaba la curiosidad de saber qué se sentiría tener sexo, me rondaba la cabeza, pero, sabía que aún debía quemar etapas, estudiar y conocer al indicado.
En el mes de marzo del año 2014, tres meses después de mis 15, un primo se recibió de la carrera universitaria, papá les alquilo el patio de casa para realizar la fiesta de fin de carrera, todo empezó esa noche, creo que estaba destinado.
Me gustaba mucho uno de sus compañeros, siempre quedaba mirándolo cuando iba a casa, salí a estar entre ellos un rato, llegó la novia, me desilusioné y fui al sanitario del quincho y me quedé con la boca abierta, uno de sus compañeros estaba orinando con la puerta sin trancar, lo abrí y vi su pene, era enorme, enorme, así sin estar erecto, cerré rápido la puerta y me fui a la sala, me quedé muda, nunca había visto un pene, creí que todos eran iguales en mi inocencia, ese momento se me quedó grabado hasta el día de hoy, me asustó, pero, también me gustó y sentí cosas extrañas, curiosidad.
Una semana después de eso, conseguí su número y le escribí, sé que estaba haciendo mal para mi edad, pero, quería tener contacto con él y mantenerlo cerca hasta mi mayoría de edad, estaba consciente de que él era mayor.
Mensajeamos mucho todos los días, él siempre me trató con respeto y nuestras conversaciones solo eran de cualquier cosa.
Me contó que vive solo, que sus padres trabajan por el interior y le dejan la casa con todas las comodidades, para colmo, vive cerca de la casa de una compañera con la cuál suelo ir a estudiar, le comenté eso y me dijo que cuando quiera puedo pasar a saludar y merendar.
En esa misma semana tocaba exámenes y como era mi costumbre, al salir del colegio ya iba con mi compañera para estudiar y al salir, siempre me manejé sola, él me buscó y nos fuimos a su casa, es hermosa, bien en orden, se notaba la delicadeza.
Esa primera semana, después de estudiar, siempre iba a pasar el tiempo y merendar con él, le extrañaba mucho que yo, siendo muy chica, sea su amiga y comparta con él.
El sábado de esa semana, era el 15 de mi compañera, mamá me llevó y me dejó, ya planeamos quedar a dormir en lo de mi compañera.
Recibí un mensaje de él, yo le había comentado que estaría por la zona en el cumple, le guié hasta que llegó en su auto, no quería bajarse y entonces me subí con él para saludarlo, estaba raro, hablamos un rato y cuando ya me disponía a bajar, me besó y le correspondí, realmente no me sorprendió, esperaba eso, me gustó, no eran como los besos de mi novio, si, tenía novio, un compañero y también estaba en el cumple.
La siguiente semana, salí de estudiar y fui a su casa, me recibió y charlamos mientras me pedía disculpas por el beso, le dije que no se preocupe, que me gustó y se sentó a mi lado, me decía que soy hermosa y se me acercaba más, nos besamos largo rato, me besaba el cuello y me apretaba las tetas, me encantaba, nunca mis novios me habían tocado los pechos, en cuanto bajó su mano para tocarme la entrepierna, me salí y le dije que ya debía volver a casa.
Una vez que llegué, no me había dado cuenta, cuando entré a ducharme, sentí mis partes mojadas, muy mojada, ya sabía que eso pasa cuando una se excita, pero nunca me había mojado tanto así.
A los 2 días, un día jueves, volví a estudiar con mi compañera a la cual le había comentado algunas cosas de lo que me pasaba, ella era una amiga a todo dar, me apoyaba, pero, me pedía prudencia porque él era mayor, en las pausas leíamos todo sobre sexualidad, métodos de protección para informarnos, ella no era santa como sus padres creían, si bien no había tenido sexo, estaba igual que yo masturbándose siempre, en casa siempre fui la correcta, mis padres confían mucho en mi y la madures que tengo.
Ese mismo día, él me escribió que quería verme, le contesté que al salir iría junto a él.
Esa semana nos pasamos besando y tocando él mi cuerpo, quería llevarme la mano para que le toque y yo no accedía, me gustaba estar así nomas, solo besos y caricias, nunca sentí amor por él, pero, quería seguir así experimentando.
La primera semana pasamos así, yo casi ni le hacía caso a mi noviecito, llegaba por mi en casa y todo, pero, mi cabeza estaba en otro lado.
La siguiente semana, ya no teníamos examenes, igual iba al salir del colegio con mi compañera, siempre estaba en comunicación con mis padres, no había dramas con eso, y como se hizo costumbre, iba al salir 1 hora más o menos junto a Maxi, así se le dice, yo me ponía linda para él, de ida a su casa, me ponía brillo y todo eso.
Ese día, me insistió tanto con dejarme ver las tetas que entre besos me dejé, me saqué la parte superior del uniforme y me chupó toda, gemí por primera vez en mi vida fuera de la masturbación, el se sacó la remera y me guiaba a que le toque el pecho y le muerda los pezones, eso se hizo una costumbre esa semana, me gustaba mucho sentir sus labios por mis tetas, me agarraba la mano y me lo hacía pasar sobre su pantaloncito y sentía lo duro y grande de su pene, yo accedía guiada por él, le dije que estaba mojada y me tocaba sobre la bombacha, me masturbaba mientras me besaba y me hacía llegar, me sentía toda una mujer con él.
El sábado de esa semana, fui a almorzar con él, me recosté a la siesta y él a mi lado, en la cama nunca estuvimos juntos, me dijo que quería olerme, me colocó boca arriba y besándome fue sacándome la ropa, recuerdo que tenía un palazo y una blusa, quedé desnuda a su lado, él se levantó y se desvistió frente a mi, quedé con miedo ese día, su pene es largo y muy grueso, muy grueso, la medida de mi brazo el grosor, se acomodó a mi lado acostado y puso porno en la TV, me besaba las orejas y me pasaba sus dedos por mis partes, re mojada estaba, estiró mis manos y me hizo tocarle el pene, me enseñó a hacerle pajas mientras nos besábamos, lo hice, algo tímida, pero, lo hice y sentía un placer raro al hacerlo, a la par que él me tocaba, yo le hacía pajas, paré un momento y le pregunté «qué es ese líquido que sale?», no sabía que con la excitación salen los llamados exploradores, me explicó y sentí algo de asco.
Yo sabía que era normal todo eso en el sexo, pero siempre tuve un conflicto sobre el sexo oral sabiendo que salen líquidos, a según leí, en ese entonces, el sexo era un intercambio de fluidos.
En la tercera semana, nuestros encuentros ya se hicieron muy seguido, a mi me gustaba todo lo que hacíamos, dejé de tener miedo estando con él, nos desnudadamos y nos tocábamos, me dijo que quería olerme las piernas, de mi boca bajaba por mi vientre y trataba de abrirme las piernas, no me dejaba, pero, mucha resistencia no opuse.
Me abrió las piernas, yo estaba peludita en ese entonces, me besaba y lamía los muslos hasta que llegó a mi entrada vaginal, me hizo acabar con la lengua, dejé de pensar y me hizo sexo oral, lo apreté contra mi vagina hasta que sentí que me quería meter los dedos, me dolió y me salí asustada, era virgen, tenía mucho miedo porque me dolía mientras me quería meter dedos, miraba su pene y no concebía la idea de que eso tan enorme, pueda estar dentro mío si solo con el dedo ya me dolía.
Me dijo que quería que le chupe, me convenció a puros besos y tocándome, me puse al nivel de su pene y me decía que debo ir acercándome y chupar como si fuese un chupetín, hice, primero me daba arcadas y con el paso de los días de esa semana, viernes, decidí hacerlo sin pensar, aprendí a hacer sexo oral.
El sábado de la tercera semana, me pidió que le chupe, como podía lo hacía, apenas me entraba en la boca la cabeza de su pene, pero, lo hacía con muchas ganas, hasta los huevos le lamía, después me puso boca arriba y se masturbaba, «quiero terminar en tus pechos» me dijo y se vino a chorros por mis tetas, no quería tocar su semen y me estiró las manos y me la hizo ungir por mis pechos, sentí algo de asco y después ya lo hice con ganas, nunca había visto semen, mucho menos, tocarlo, se sentía bien, como untarme crema y el olor era fuerte.
El domingo de la cuarta semana, le pedí a mi compañera que pida permiso a mis padres para ir a almorzar con su familia, ella era mi coartada perfecta para encontrarme con Maxi, tuve permiso y fui.
A las 15 horas, después de almorzar, salí de lo de mi compañera directo a la casa de Maxi, él estaba esperándome en el portón, yo fui vestida con un jeans y una blusa, no estaba dispuesta a otra cosa, pero, actué como mujer al entrar a su casa, en la sala nos besamos y fuimos a su habitación.
Desnudos en la cama, yo le estaba chupando el pene y me dice que quiere terminar en mi boca, me convence con palabras bonitas, y se masturbó en mi cara, le dije que no quería y me dijo que es igual a la clara del huevo, acepté y cuando estaba a punto de terminar, me dice que abra la boca y se vino por mis labios, sentí su semen, me apretó y cerró la boca, tragué, al principio era de sabor fuerte, pero, tragué, no todo, pero, tragué su semen y después de hacerlo me besó mucho.
Esa tarde, seguimos con los besos, oral y veo que se levanta, saca un condón de su placares y se lo coloca, «qué pensás hacer?» le pregunté, «relájate» me contestó mientras me abría las piernas para chuparme la vagina, empecé a tener miedo, pero, me chupaba rico y metía sus dedos lentamente, sentí dolor pero me dejé, subió por mi vientre y llegó a mis labios, «quiero cojerte» me decía besándome, «te animas a probar?», le dije que su pene es grande y que tengo miedo, «vos tranquila, relájate» me dijo mientras me mordía los labios.
Agarró mis piernas con ambas manos e iba probando penetrarme, sentía dolor cada vez que me iba tratando de penetrar y así, con paciencia, me llegó a meter la cabeza, me dolió mucho, no había sangre, solo dolor punzante, como una herida abierta sentí y me salí lagrimeando, me abrazó y paró, me toqué y vi que no había pasado nada, «apenas por la entrada puse» me dijo.
Al llegar a casa, me sentí rara, al ducharme me tocaba, estaba mojada, me dije que soy una cobarde al no dejar que me penetre y lo peor es que quería que lo haga, metía mis dedos en mi vagina, me dolía y lo seguí haciendo en mi habitación seguido.
El miércoles de la semana 4, volví junto a Maxi dispuesta a probar aguantar tener mi primera experiencia sexual, lo esperé hasta que llegó, me desvestí y entré a la ducha con él, nos chupamos todo, le hice acabar en mi boca y me tragué todo, él estaba sorprendido por mi actitud.
Al llegar a la cama, me abrió las piernas, me chupaba toda, empecé a gemir, muy mojada, le dije para probar de vuelta que me lo meta, se puso el condón y suspirando y temblando, iba metiendo de a poco, entró la cabeza y grité, paramos un rato y mientras me besaba, procuraba meterlo todo, no pude, me dijo que me suba sobre él y controle la penetración, así lo hice y cuando sentía mucho dolor, paraba y respiraba, así estuvimos mucho tiempo, no podía meter más, me dolía mucho, entonces me salí y me abrió las piernas, procurando de a poco siempre, me besaba mientras me metía lento, en un momento dado, me lo hizo con fuerza y sentí como que se rompía algo abajo, me la hundió todo sin avisar, el dolor era indescriptible, lloré, él no paraba su movimiento, me toqué y había mucha sangre, llorando le dejé seguir hasta que acabó, cada contracción que tenía era muy doloroso para mi, después de sacarlo, me toqué y estaba abierta, ya había dejado de ser virgen.
Toda esa semana siguiente, él me escribía y no le respondía, estaba con fiebre y mucho dolor en la vagina en toda la semana.
Después de dos semanas, me venía a la cabeza esa experiencia, él siempre me escribía e insistía, yo solo le respondía los saludos, pero, me agarraba de repente la calentura y volví a ir junto a él, las primeras veces después de perder la virginidad eran algo dolorosas hasta que me acostumbré a hacerlo, iba cada semana a tener sexo con él, no era amor, sólo sexo, tenía 15 años y ya tenía sexo como experta, incluso tenía orgasmos largos cojiendo con él, ya el dolor cesó, era placer.
Enhorabuena por tu primer relato, fue muy bueno
Muchas gracias
Buen relato, no siempre es placentera la primera vez, como en tu caso, lo bueno es que ahora lo disfrutas plenamente.
Saludos.
Muchas gracias, y sólo es el inicio de muchas anécdotas que pasé hasta el día de hoy.
Publica mas relatos
Claro, toda mi vida desde el inicio contaré.
Hermosos recuerdos la adolescencia
Así mismo