Deflorada 2° Parte
Pérdida total de virginidad.
Continuando mi primer relato, todas las semanas tenía sexo con Maxi, entre 2 a 4 veces, ya me había acostumbrado al tamaño de su pene, yo sabía que era realmente más que el promedio en medida, siempre que estábamos, sentía un placer increíble al ver que me entraba toda y los orgasmos eran deliciosos, me sentía plena en el sexo.
Tuvimos relaciones hasta casi mis 18 años, cuando estaba por cumplir los 16, aumentó mucho las veces que teníamos sexo, se tornaron a 4 veces por semana, mis padres nunca se enteraron de nada, yo seguía siendo una nena tranquila, pero, con Maxi veíamos mucho porno durante la intimidad que hizo experimentar todo lo que veíamos, me sorprendía cuando veía el sexo anal, lo dilatado del ano de las actrices y, no les niego, me picaba la idea de probar hacerlo y nos propusimos a intentarlo, obviamente no sería muy placentero para mi atendiendo el tamaño del pene de él, pero, igual quería ver si podía aguantar, Maxi me decía que con buena lubricación se podría y que si hacemos regularmente, el dolor desaparecería, efectivamente, leí sobre el sexo anal e iba siguiendo los consejos, primero, la limpieza, realizaba eso en la ducha en casa, preparándome para probarlo, Maxi me compró un consolador para que vaya procurando meter estando en casa.
Tenía un tamaño promedio, de unos 17 centímetros por 8, mientras me duchaba, le ponía el condón y lo bañaba con lubricante, tenía el succionador y lo colocaba a la altura de mi ano de cuatro, al entrar no me dolía, pero, llega a una parte que me dejaba temblando y sentía dolor punzante.
Eso lo hacía 1 o 2 veces por semana, pasó de molestoso, a empezar a gustarme y me masturbaba mientras lo hacía, por fin pude meterlo todo, hacía fuerzas, me lo sacaba y metía de cuatro por la pared de mi baño, luego me lo saqué y tomé el celular y envié la foto de mi ano abierto a Maxi, le encantó.
Para mis casi 17 años, era toda una locura lo que venía haciendo, el sexo siempre me llamó la atención y quería experimentar todo.
Un sábado, salimos con mis amigas, ya quedé con Maxi que pase a buscarme, al día siguiente era el cumpleaños de mi hermano y Maxi estaba invitado, aproveché y le pedí permiso a mis padres para quedar a dormir en lo de Sonia, no tuvieron problemas, confían en mi, pero, la idea era pasar la noche con Maxi e ir con él a casa al día siguiente con la mentirita de que me encontró aguardando bus para ir a casa, total, era el cumpleaños de mi hermano y Maxi iba a ir.
Él llegó cerca de las 12 de la noche, me despedí de las chicas y salí, subí al auto y me dijo que tenía una sorpresa para mi, «qué sorpresa?» le pregunté y me contestó que pasaríamos la noche en un motel, nunca había pisado uno, le dije que me encanta la idea, «pero, y por qué no tu casa?» pregunté, me dijo que en los moteles hay espejos y que podríamos vernos haciéndolo, más me gustó la idea.
Llegamos a un hermoso motel, nos bajamos, lo primero que hice fue pegarme una ducha, en la fiesta se me pegó el olor a tabaco y quería sentirme cómoda, en mi bolso, tenía el lubricante, el consolador, los preservativos y las llaves de mi casa junto con mi identificación, fui preparada sin dudas.
Yo salí desnuda y acomodé mi ropa sobre la mesita, él entró a ducharse y quedé en la cama buscando porno en la TV, él salió y se subió sobre mi besándome toda, hasta ese entonces, nos protegíamos con condones y yo por las dudas, usaba el anticonceptivo inyectable, nunca recibí semen adentro, nos cuidamos mucho, o sea yo, él a veces quería hacerlo sin el condón y no le dejaba, no quería tener sorpresas y menos a esa edad.
Él hizo todo lo posible de convencerme hacerlo sin protección, me decía que se sentía más rico, me hacía tener ganas de probar y esa noche, quise darle el gusto y darme el gusto de tener semen adentro.
La madrugada era aún larga, mientras nos besábamos, me iba penetrando al natural, no niego, se sentía mejor sin la protección y terminó adentro de mi, se paró y tomó su celular, me sacó fotos de cómo el semen iba saliendo de mi vagina y me lo mostró, me encantó, se veía muy rico y por primera vez vi mi vagina abierta con el esperma chorreando, en ese momento me di cuenta que, él no iba a ser el primero ni el último, algo pasó por mi mente, no éramos novios, solo teníamos sexo sin compromiso y eso lo sabía yo perfectamente, él solo me buscaba para eso y yo contenta, sentía aprecio por él, me tuvo toda la paciencia del mundo para hacerme suya, valoraba eso y por todo lo que me estaba enseñando, pero, sabía que me preparaba para otras personas, nunca amé a nadie, sentía cariño, hasta ahí, pensaba todo eso y no me imaginaba con otra persona así, acostarme con otra persona no estaba en mi radar.
Eran las 3 de la mañana, él me besaba y metía sus dedos en mi ano, saqué el consolador, le puse el condón y el lubricante, compré una jeringa para hacerme la limpieza, lo hice y por último, me limpié con el lubricante, eso me resultó cuando pude meterme todo el dildo.
Estaba ya dilatada, muy dilatada y procuré sentarme sobre el pene de Maxi, lentamente y parando a cada rato, fui metiéndola, me dolía, pero, aguantaba, pude conseguir meterlo hasta la mitad, ya el dolor era mucho, le pedía que no haga fuerzas y él solo quedó quieto, le dije que quería probar de cuatro, me salí y el acomodó su pene para penetrarme, lentamente me la hundió toda, sentí mucho dolor hasta el punto de las lágrimas, él me acomodaba el cabello, tomando suavemente mi cintura y me la sacaba y metía hasta que dejé de sentir dolor, se dio cuenta de eso y ya me lo hacía sin parar, yo sentía que me cagaba encima, al fin terminó, me eyaculó adentro, cuando sentí eso, un alivio me invadió, solo quería que termine ya y lo saque, cuando lo sacó me pidió que mire al espejo y vi el tremendo agujero que me dejó, mi ano estaba redondo y rosado, antes de los 17, ya había perdido toda la virginidad que tenía.
Me duché y tocaba mi ano, estaba abierta hasta más no poder y noté algo de sangre, tuve un pequeño desgarro, a según leí, era completamente normal y más por el tamaño de su pene.
Le pedí que por favor durmamos un rato, me dolía y de repente, sentía punzadas, me tomé un analgésico y nos dormimos a las 4:30 AM.
Al amanecer, como a las 9 de la mañana, entré nuevamente a ducharme, no podía tocar mi ano, me dolía, incluso traté de ir de cuerpo y el dolor era molestoso, me vestí y él ya estaba como para salir, pagó la cuenta y salimos.
Llegamos a casa y le dijimos la mentira que acordamos, ya el cumple de mi hermano estaba en preparativos de asado y demás, yo fui a mi dormitorio y traté una vez más, ir de cuerpo, pude hacerlo con mucha incomodidad y entre mis heces, pude ver semen con algo de sangre.
Al salir, Maxi estaba con mi hermano hablando, mamá estaba contando que mi prima menor que yo, andaba con un tipo que solo quería cojerla, mi tía le dijo «tenés mucha suerte que tu hija sea bien portada, ni novio tiene» y nos miramos cómplices con Maxi, mamá creía que seguía siendo virgen, si solo supiera que su nena ya está abierta por todos lados…de virgen solo tengo la oreja.
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