Descubrí la sexualidad de una pequeña – Parte I
Yamila está en 5to grado. Tiene un cuerpo grande para su edad pero todavía con formas de niña. Se podría decir que es algo rellenita sin llegar a gorda. Sus pechitos comienzan a rellenarse, sus nalgas son gorditas pero no desproporcionadas. Y por su edad todavía es muy inocente..
Yamila es hija de una vecina. Como mi vecina trabaja, no está en casa cuando su hija vuelve de la escuela. Es viuda hace dos años, su esposo murió en un accidente laboral. Es una mujer bastante agraciada, y muy simpática. Yo vivo solo desde que terminé la facultad, trabajo desde casa. Son ingeniero informático. Convengamos que no soy ningún Adonis. Apenas un flaco con un buen pasar económico gracias a mi trabajo, por lo que tengo una casa bastante amplia con pileta, una camioneta importante, lo que seguramente para más de una mujer parezco un buen partido y a encima a mis 32 años sigo soltero.
Volviendo a Yamila, desde hace varios días pude notar que la niña pasaba cada vez más tiempo en mi casa al volver del colegio, era común que llegara a su casa y luego decidiera venir a ver Tv a la mía o a jugar a la Play Station. A veces yo pasaba un tiempito con ella jugando, la verdad es que me agrada mucho la nena. Y cada vez siento más cariño por lo que no tengo problemas en que esté en casa cuanto quiera, de paso me hace compañía.
Esa tarde llegó la madre del trabajo y nos pusimos a charlar mientras compartíamos un café, así me enteré de todo sobre su vida. Lo interesante es que comenzamos a hablar y se notaba las buenas vibras que hay entre nosotros. La verdad es que nos coqueteamos bastante, pero ninguno de los dos se animó a cruzar la frontera de la timidez. Las invité a cenar, preparé pescado a la parrilla, les gustó mucho. Seguimos disfrutándonos, y en el medio Yamila. La niña me miraba con ojos de carnero degollado. No me sacaba la vista de encima. Al rato Esther, mi vecina decide que ya es tarde y debe ir a descansar ya que mañana sábado debe salir temprano para hacer unas diligencias. Le ofrezco que se quede a dormir, total en casa hay cuatro dormitorios, uno inclusive en suite con baño privado al medio. No acepta, creo que por vergüenza. Pero le dice a Yamila que si quiere quedarse puede, total al otro día no tiene escuela, así puede dormir todo lo que quiera.
Al irse Esther, le indico a la niña el dormitorio que está compartiendo el baño conmigo. La niña feliz, ya que en todos los dormitorios hay televisor, prontamente se va a acostar y pone los dibujitos, se quita la ropa frente a mi sin vergüenza alguna, y como no tiene piyama se acuesta solamente con su camisetita y calzón. Yo la arropo y cuando le voy a dar un beso de buenas noches me da un beso en la boca que me sorprende por lo largo del mismo. Y me pide que me quede a su lado un rato hasta que se duerma. Me llamó la atención el tamaño de sus pechos, algo grandecitos para su edad, con pezones agresivos. Y me sorprendí ya que me dio un tirón en los testículos y la pija comenzó a erectarse. Me estaba excitando las tetitas de una niña. Es cierto que hacía como un mes que no tenía sexo, pero calentarse por una nena no era común en mí. Al rato ya ella se durmió, yo apagué el Tv y me fui a mi habitación. Me saqué toda la ropa y me acosté, siempre duermo totalmente desnudo.
Puse el canal porno con la intención de excitarme y hacerme una buena paja. Llevaba unos 20 minutos de película cuando siento que se abre la puerta de mi habitación, era Yamila que se había despertado y se encontró perdida, ya que no era su casa. Y se asustó. Sin decir más palabras, directamente se subió a la cama, corrió las cobijas y se acostó a mi lado, se dio la vuelta hacia la pared y se acomodó para dormir. Yo tenía la verga totalmente dura. Y me ganó la tentación, al tener ese culito tan cerca, y dije por qué no, solo una arrimadita. Y me coloqué en posición de cucharita, con lo que mi tripa se posicionó bien en el medio de sus cachetes. No tengo la gran arma, pero son 18×5,5. Por lo que la niña al sentirla se sobresaltó un poco, pero luego se quedó quietecita como tratando de entender que estaba pasando. La abracé y puse mis manos sobre sus tetas, y para mi sorpresa la niña tenía erecto los pezones, duritos. La acaricié con dulzura, cada tanto le pellizcaba los pezones, y le jugaba con la verga entre las nalgas, comencé a sentir como cambiaba su respiración, se hacía más agitada, suspiraba fuerte. De pronto siento su manito que se filtra entre mi pelvis y sus nalgas y toma la pija por el tronco, y lejos de intentar sacarla, comenzó a acariciarla, con el movimiento se le corre el calzón hacia un costado lo que me permite acceder con la punta de mi pija al contacto con su ano. Está calentito, obviamente está cerrado y es muy chico por lo que hay que trabajarlo con cuidado para no hacerle doler o lastimarla. Pero yo cada vez más excitado. Corregí la posición de la verga y se la metí entre las piernas en busca de la entrada de su conchita, sus labios vaginales están algo babosos, está lubricando producto del toqueteo y las caricias, pero en realidad no sabe bien que le está ocurriendo, solo se deja hacer.
Meneo mi pelvis y la pija va y viene entre sus piernas rozando su vagina lo que la excita más todavía, ahora gime por lo bajo, y metiendo la mano entre sus piernas acaricia la cabeza de mi pija lo que me la pone más dura todavía, y sin que se lo pidiera ella misma aprieta la punta de la verga en busca de que se meta entre sus labios y acometa su canal vaginal, solita se acomoda favoreciendo la entrada de mi instrumento, el mismo inicia su camino hacia en interior de la caliente cuevita hasta que llega a su himen, allí se atora, yo comienzo con un lento vaivén, el glande de mi poronga va y viene, ella lo acepta calladita, le gusta lo que siente, el lomo de mi tronco estimula su pequeño clítoris, está muy excitada y ella solita comienza a moverse con más ímpetu de pronto su himen se rompe y la tripa entra otro buen pedazo, se le escapa un quejido y susurrando me dice que le duele, se queda quieta por un ratito, yo sigo acariciando sus tetitas, comienzo a masajearle el clítoris suavemente, lo que la lleva al máximo de excitación y nuevamente retoma el movimiento, ya es ella la que se mueve adelante y atrás propiciando que la tripa le entre hasta el fondo, y la verdad es que su vagina está caliente y jugosa, la pija entra y sale alegremente, de pronto me dice, me hago pis, yo acelero los movimientos y la llevo al límite y siento como su conchita baña de jugos mi pija, la que no aguanta mucho más y comienzo a acabarle, le lleno la conchita de semen, estoy tan excitado que no se me baja, sigue dura, por lo que le sigo dando matraca, porntamente ella está al borde de otro orgasmo, hago que acabe con la pija bien adentro. Mi verga sigue dura, se la tengo adentro mientras voy por su culito, unto mucha saliva y le meto primero un dedo, luego dos mientras suavemente me muevo dentro de su concha para mantenerla caliente, al fin puedo meter tres dedos en su oyito trasero, la niña no dice una palabra al respecto, está ocupada con la verga en la concha, entonces habiendo preparado el camino, saco mi tripa, la unto con saliva y se la apoyo en su arito el que recibe bien abierto la punta de mi palo. Cuesta un poquito por que la nena se tensa, le vuelvo a acariciar las tetas y la conchita mientras presiono la cabeza hasta que noto que comienza a entrar, Yamila gime, me dice que le duele un poco, yo sigo presionando y la tripa sigue entrando, hasta que al fin mi pelvis choca con sus nalgas, la tengo totalmente penetrada analmente, la tomo de las caderas y comienzo a darle matraca con ganas, ella gime y amaga a llorar, le pido que se relaje, pronto siento que su culo afloja la presión y comienza a gemir, eso me enloquece, una niña de 10 años con una buena verga en el culo y la está disfrutando, no aguante mucho y nuevamente le acabé, pero esta vez en su ano. Espere que se ablandara y se la saqué, ella suspiró agradecida. Gira la cabeza y me dice que ahora soy su novio, y que ella quiere quedarse a dormir siempre en mi casa. Yo la convenzo de que no debe contarle nada a nadie, ni a su mejor amiga para que no le nieguen el venir a estar conmigo. Así es que a la otra mañana luego de bañarnos, desayunamos juntos, y mi novia pequeña estaba sonriente, tanto que se me sentó en la falda y me dice que todavía le duele su culito pero que sintió lindo luego del dolor de la entrada, tanto en su conchita como en su culito. Yo le prometí que le enseñaré todo lo referente a sexo. Y así fue, pero eso en parte II.
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