DESCUBRIENDO UNA MUJER EXCEPCIONAL

Voy a compartirles algo inesperado que jamás creí que me pudiera suceder y fue lo siguiente. En casa nos ayuda con el mantenimiento una señora que se llama Liliana, ella tienes unos treinta y cinco años, esta casada tiene dos hijas y es muy jovial, siempre esta sonriente y atenta a colaborar en todo.
Voy a compartirles algo inesperado que jamás creí que me pudiera suceder y fue lo siguiente. En casa nos ayuda con el mantenimiento una señora que se llama Liliana, ella tienes unos treinta y cinco años, esta casada tiene dos hijas y es muy jovial, siempre esta sonriente y atenta a colaborar en todo, por eso da gusto pagarle la cantidad acordada porque trabaja muy bien y es super eficiente.

Hace un par de semanas mi esposa viajo a otra ciudad a visitar a sus padres que ya son personas mayores y yo me quede solo en casa. Era un jueves, el día anterior me había acostado tarde, estuve trabajando, por eso me desperté a eso de las ocho y media y cuando me levanté, como tenía sed me fui a la cocina a servir un vaso de agua. A esa hora ya había entrado Liliana, porque mi esposa le dio llave y ella se encontraba lavando la loza que yo había usado el día anterior. El vaso que necesitaba para servir el agua de la nevera estaba ubicado en la parte superior del lavaplatos, por eso al tratar de tomar el vaso como estaba en pijama mi verga que estaba erecta rozo las nalgas de Liliana y ella enseguida me dijo… don Jorge amaneció contento. Huy que pena Liliana. No se preocupe don Jorge que yo también estoy contenta. ¿Sí?  ¿Y por qué? Porque mi esposo solo me busca cuando se ha tomado sus cervezas estando borracho y antes que yo alcance un orgasmo él se corre y me deja iniciada.

¿O sea que tiene muchos deseos de sexo acumulados?

Si, pero no se lo vaya a contar a su esposa porque de pronto me quita el trabajo.

No se preocupe que nadie lo va a saber y conociendo esto, adicional a que la erección había aumentado por la conversación, le pegué mi verga a sus nalgas y pase mis brazos por debajo de los de ella para comenzar a acariciarle las tetas y enseguida ella gimió diciendo… Hummmm don Jorge, que rico.

Vale la pena comentar que ella cuando llegaba a trabajar se quitaba su ropa de calle y debajo de la bata de trabajo solo le queda su panty y el sujetador, eso fue lo que alguna vez me pareció ver cuando ella estaba haciendo su trabajo.

Pensando que ella podía tener los mismos deseos que se habían despertado en mi, le dije… lávate las manos y vamos a la habitación.

Al llegar a la habitación, le solté los botones del vestido de trabajo y efectivamente solo tenia su panty y el sujetador y pude darme cuenta de su hermoso cuerpo. Comencé acariciando sus senos y después los estuve mamando y eso a ella la excito bastante. Entonces me quite el pantalón de pijama que era lo único que tenía puesto y ella se despojó de su ropa interior.

Yo quede impresionado con el hermoso cuerpo de Liliana y le pedí se acostara. Luego me acomodé en medio de sus piernas y comencé a darle sexo oral y pronto empecé a escuchar sus gemidos al tiempo que sus piernas apretaron mi cabeza y con muchas ganas seguí con mi lengua y mis labios motivando su clítoris hasta que finalmente sus gemidos fueron muy fuertes al alcanzar su orgasmo y dijo… ya, ya, ya don Jorge, no puedo más y al detenerme yo, pararon sus gemidos, pero su respiración siguió muy agitada y en medio de todo esto ella decía…Gracias, gracias don Jorge fue maravilloso.

La dejé recuperar y cuando normalizó su respiración me dijo… venga don Jorge súbase sobre mí. Le pregunte…Liliana hay peligro de un embarazo. Me respondió… a mí me ligaron las trompas después del segundo embarazo y de eso hace varios años, así que no hay riesgo.

Ok, ¿entonces me puedo correr dentro de ti?

Si hágalo, me gustaría mucho después que me ha regalado este maravilloso orgasmo, además es la primera vez que he disfrutado sexo oral. Fue maravilloso, lástima que mi esposo en la intimidad es nulo. Solo sabe correrse cuando está borracho y nada más.

Entonces me acomodé sobre Liliana y ella tomando mi verga la dirigió a su concha que estaba muy bien lubricada y pronto inicié la penetración y al hacerlo me dijo… estoy sintiendo después de mucho tiempo, alegría de tener una verga dentro de mi concha.

Comencé a meter y sacar mi verga de su cuerpo y ella separó sus piernas todo lo que pudo para recibirme y luego las levantó para que la penetración fuera mas profunda y con su ayuda sincronizamos movimientos y unos minutos después los dos respirábamos agitadamente y ella me invitó a que la follara con fortaleza y al hacerlo mi excitación se fue al límite. Le dije creo que me voy a correr y ella me respondió… yo también estoy próxima a mi segundo orgasmo. Los dos le pusimos mucha voluntad a los movimientos y disfrutamos un momento maravilloso, me corrí con muchas ganas y ella disfruto su orgasmo.

Nos quedamos pegados hasta cuando mi verga se fue recogiendo y salió. Al levantarme vi que comenzó a fluir de su concha mi semen y ella puso su mano para detenerlo. Se levanto y se fue al baño y luego regresó sonriente como siempre.

Le pregunte… ¿Te gusto lo que hicimos? ¿Lo disfrutaste?

Uhmmmm total, le quedo en deuda

Luego le dije… Recuerda que los dos estamos casados y nada se debe saber de esto.

Por supuesto don Jorge, nadie se va a enterar

Ok, gracias. ¿Te gustaría bañarte conmigo?

Por supuesto.

Fuimos al baño deje calentar el agua y la invite a disfrutar bajo la ducha. Le enjaboné todo el cuerpo y después ella hizo lo propio con el mío, volviendo a estar excitado con el cuerpo de esta maravillosa mujer que no paraba de sonreír todo el tiempo.

Se me ocurrió para lograr que mi verga se deslizara en medio de las nalgas de Liliana aplicarle un aceite que encontré a la mano y al hacer esto nos fuimos excitando nuevamente.

Cada vez que mi verga rozaba su culito ella me decía… siento un corrientazo. Le dije en broma que yo tenía dentro una batería y ella se rio y agregue… te voy a conectar mi verga a tu culo. Ella muy inocente me dijo… ¿Y se puede hacer eso?

Si me autorizas sí.

Pero como esta sería tu primera vez sentirías algo similar a cuando perdiste tu virginidad.

Ahhhh, bueno, no fue mucho el dolor esa vez. Adelante don Jorge y se inclino poniendo sus manos contra la pared. Yo tome mi verga para ubicarla a la entrada del culo de Liliana, pero no lograba atinar, entonces ella fue la que ubicó mi verga el sitio correcto y después de un poco de presión, entro la cabeza de mi verga y ella soltó un Ayyy, yo me quedé quieto y a continuación ella fue la que comenzó a empujar su cuerpo hacia atrás, hasta que mi verga entró totalmente. Me pidió nos quedáramos quietos y cuando su cuerpo asimilo mi verga ella misma comenzó a moverse hacia adelante y atrás y al ponerse vertical, una de mis manos fue a motivar uno de sus senos y la otra su clítoris y con esto la excitación le hizo olvidar cualquier dolor.

Comenzamos a tomar ritmo, las respiraciones se agitaron y los gemidos de Liliana volvieron a reinar dentro del baño. Motivar su seno y su clítoris hicieron que ella enloqueciera y moviendo su cuerpo hacia atrás parecía querer devorar mi verga más allá de la raíz y la presión de los músculos de su culo hicieron acelerar mis deseos de correrme, pero distrayendo mi mente logre alargar el momento y cuando escuche los gemidos de Liliana disfrutando el tercer orgasmo del día, me solté y deje que mi semen invadiera internamente el cuerpo de esta hermosa mujer.

Al terminar, permanecimos pegados y ya recuperados, ella me dijo… he disfrutado en esta mañana mil veces más del sexo, que en los diez años de casada he compartido con mi esposo. Gracias don Jorge.

Con todo esto se nos fue la mañana, entonces ella dijo… voy a prepararle algunos alimentos porque usted no ha probado bocado hoy. Y salió del baño, se vistió y se dedicó a sus labores.

Igualmente, yo me vestí y después de disfrutar lo que Liliana me había preparado me dedique a trabajar y ella a las cuatro de la tarde cuando termino su trabajo se despidió y se fue, no sin antes agradecerme los maravillosos momentos que había disfrutado.

En ese momento le pregunte si podía volver al día siguiente y con una sonrisa me respondió… por supuesto don Jorge.  Bueno entonces nos vemos mañana. Muchas gracias estuviste maravillosa. Usted también don Jorge.

Al día siguiente cuando llego después de prepararme el desayuno le dije… hoy la invito a almorzar a un restaurante.

Ella dijo… muchas gracias, pero, así como estoy vestida no me sentiría bien.

No te preocupes y luego me fui a un centro comercial, le compre una falda negra que le quedara arriba de la rodilla, una blusa de seda, medias de liguero, ropa interior de encaje y unos zapatos de tacón. Al regresar a casa le entregue el paquete

Y ella me dijo… ¿Y esto qué?

Es para que te sientas bien ahora que vamos a ir al restaurante.

Ve a la habitación y ponte lo que te he comprado para ver cómo te queda.

Minutos después ella regresó vestida con todo lo que le entregue y la verdad se veía hermosa.

Entonces le dije… a las doce nos vamos y me fui a trabajar para aprovechar el tiempo que faltaba para la hora de salida.

La lleve a un buen restaurante, la ayude a escoger el menú, tomamos una copa de vino y al regresar a casa ella estaba muy agradecida. Me dijo… Todo esto es una fantasía no se si es real. Hablamos unos minutos y le dije… quisiera que me dejaras ver como te quedo la ropa interior y las medias de liguero. Por supuesto don Jorge.

Fue a la habitación se quito la blusa y la falda y regreso a la sala. Al verla quede extasiado por la sensualidad que le daban esas prendas a ese cuerpo tan hermoso.

Le propuse si aceptaba que compartiéramos otra copa de vino, desde luego que no le fuera a ocasionar problemas con su esposo.

Ella miro su reloj y dijo… Si está bien.

Entonces me ofrecí a llevarla más tarde en mi auto hasta cerca donde ella vive para evitar suspicacias de su esposo.

Después de compartir esta segunda copa de vino los dos nos motivamos tanto que la invite a la habitación para proponerle disfrutar de un sesenta y nueve. Nos desnudamos y acostados invertidos yo comencé a motivar su concha primero tratando de penetrarla con mi lengua y mas tarde mi lengua y mis labios hicieron maravillas en su clítoris obteniendo como respuesta gemidos y hasta chillidos de excitación y esto hizo que sintiera en mi verga la efusividad de boca de Liliana que en algún momento debió dejarla entrar hasta su garganta porque sentí un poco de presión en mi glande y cuando estaba por correrme se lo avise para que soltara mi verga, pero ella me amarró y no tuve otra opción que explotar dentro de su boca y ella se tragó mi explosión de semen.

Terminamos extenuados, descansamos y después de una ducha, esta vez sin sexo, nos vestimos y a las cuatro de la tarde la fui a llevar hasta cerca donde ella vive.

En estas dos semanas que han pasado desde aquellos días, ella ha mantenido el mismo comportamiento de antes como si nunca hubiera pasado nada.

Me conto que un día se puso la ropa interior y las medias de liguero para motivar a su esposo, pero él solo le dijo… te quedan muy bien y ninguna reacción adicional.

No se si haya otra oportunidad, pero me da alegría cuando viene a trabajar, imaginar la belleza de cuerpo que cubre ese vestido de trabajo.